El Caballero de Madara es una misteriosa escultura realizada en relieve, a 23 metros de altura en la meseta de Madara, a mitad de camino entre Varna y Ruse. Lo inexplicable de esta figura es que se ubica en una zona prácticamente inaccesible.
La Reserva Nacional Histórico-Arqueológica de Madara es uno de los lugares más desconocidos de Bulgaria, pero con siglos de historia. Allí, un artista esculpió una impresionante imagen en la roca, y aunque han pasado más de 1000 años de su creación, todavía puede distinguirse un jinete con una lanza y un cuerno -que podría ser una copa- en la mano, un león herido caído a los pies del caballo, un águila volando y un perro de caza. Es el Caballero de Madara, el monumento más importante de la reserva y un ejemplo del arte búlgaro medieval temprano. La talla del caballero vencedor mide más de dos metros y medio de alto y se encuentra en un acantilado visible desde lejos.
Su composición tiene un carácter alegórico y las últimas investigaciones para descifrar el significado de esta obra apuntan a que posiblemente el jinete, el perro y el león son los homólogos terrestres del Sol, la Luna y la constelación de Leo con sus principales estrellas.
Lo que está más claro es que la secuencia responde a un acto simbólico de triunfo militar. Además, la escultura viene acompañada por una serie de inscripciones escritas en griego medieval que se han datado entre los años 705 y 813 y que narran diversos episodios acontecidos durante ese período. Por ello, también se piensa que el relieve pudo ser realizado entorno al año 710, bajo mandato del khan (título turco-mongol que quiere decir “máximo gobernante”) búlgaro Tervel y podría tratarse de una representación de mismo.
Pero cuenta una antigua leyenda búlgara que un rey latino estaba cazando en la meseta cuando cayó de las rocas y murió. Sus familiares lo inmortalizaron, pidiendo a un maestro que tallara su imagen en la roca. Así que algunos científicos, además de decantarse por el jinete Tervel, han barajado el nombre de khan Krum, que gobernó entre el 803 y el 814. Pero la identidad del jinete, realmente sigue siendo una incógnita.
El relieve rocoso es único en toda Europa. En 1979 fue catalogado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, y en 2008 fue declarado Símbolo de Bulgaria, encontrándose una réplica del mismo en el Museo Arqueológico Nacional.
El relieve de la roca del Jinete de Madara se encuentra dentro de una reserva arqueológica que incluye otros monumentos arqueológicos de hasta 2000 años de antigüedad. De hecho, en la pared rocosa en la que se encuentra, hay más de 150 cuevas naturales que fueron utilizadas como Iglesia Rupestre en el siglo XIV.
Debido a la estabilidad de la roca que lo soporta, el relieve tiene un problema para la conservación. Una combinación de la erosión producida por el viento, el agua y la nieve, está causando que la roca se deteriore. La escultura ha sido objeto de numerosas investigaciones. En el año 2007 un proyecto internacional, trabajó en la búsqueda de soluciones para la conservación del relieve, concluyendo con una evaluación de las intervenciones que se llevarían a cabo.
Horarios y precios
Para visitar el Caballero de Madara, hay que subir una larga y asfixiante escalera, previo pago de su importe, o acceder por los senderos que albergan las cuevas del siglo XIV.
El Jinete se puede visitar todos los días, con el siguiente horario:
De noviembre a marzo de 8:30 a 17:00
De abril a octubre de 8:30 a 18:30
Entrada: 4 leva (2€)
Estudiantes, alumnos, personas con discapacidad 1 leva (0´50€)
Entrada familiar 7 leva (3,5€)
Pero, una vez cierran la taquilla, es posible acceder sin pagar para visitarlo.
18 comentarios
Curiosa historia la de esta estatua Macarena. Ya te digo muchas veces que no hago más que aprender contigo, bueno y conocer un montón de lugares preciosos. Un beso y feliz tarde 🌈🌈🌈
Sí que es curiosa, Vicenta. Creo que en la antigüedad también debían aburrirse e inventaban genialidades como ésta. Jjjjjjjjjj
Un besazo.
Qué interesante relieve, y más aún que fuera conmemorativo de algo o alguien que aún no se ha descifrado. A estas alturas creo que ya nunca se hará, pero nos queda el disfrute y la admiración que suscita 🙂 Por cierto, el ascenso al caballero será duro, pero parece muy bonito por la foto que nos enseñas. Seguro que mereció la pena.
¡Un beso desde el confinamiento, Macarena!
Fue interminable y además llovía jjjjjjjjj Lo mejor es que, fue subirnos en el coche de nuevo, y cerraron la taquilla y dejó de llover.
Y risas a un lado, pienso igual que tú, Julia. A saber por qué a los humanos se nos ocurren hacer estas cosas tan complicadas. Lo bueno que tienen es que, aunque pasen los siglos, luego estamos algunos para contemplar estas obras. Pero ¡Ya le podían haber puesto el nombre! Porque hacer un monumento conmemorativo que luego no sé sabe a quién atribuir ¿No crees?
Sea como fuere, está chulísimo.
Un besazo, Julia. Mucho ánimo. Ya va quedando menos.
Tan curioso el monumento como su historia, Macarena. Es extraño que un monumento conmemorativo se encuentre tan inadccesible. Subir esas escaleras tampoco está al alcance de todos.
Bonitas fotos.
Besos
No sé, Carmen, yo he llegado a pensar que igual pudiera haber existido una plataforma que ha terminado por diluirse en el tiempo porque el sitio es raro raro, la verdad. Debió costar un trabajazo increíble, así que imagino que la persona en cuyo honor se levantó debía ser lo suficientemente importante como para merecer el esfuerzo.
A ver qué dicen los habitantes del futuro de nuestras obras actuales…
Un besazo, Carmen. Cuídate mucho.
No conocía nada de esto, como siempre nos traes a casa lugares increíbles a través de tus entradas. Muchas gracias.
Me alegro que te guste, Asun. Lo cierto es que es una obra increíble con una historia inimaginable.
Un beso. Gracias a ti.
¡Hola de nuevo!
Tras esta situación inesperada y que nos mantiene confinados a todos, pues mis musas decidieron secuestrarme un tiempo para poder concentrarme en crear nuevas historias; creo que esta seguirá siendo mi tónica habitual, puesto que no es sencillo compaginar mis tareas narrativas con el ritmo frenético de los blogs. Lamento seguir manteniendo estos paréntesis.
Sobre esta estupenda publicación, me ha impresionado conocer esta obra de arte búlgara considerada Patrimonio de la Humanidad, de la que no tenía conocimiento. La leyenda que esconde esta talla esculpida en la roca, ya veo que todavía sigue sin poder ser atribuída a un jinete concreto.
Muy lamentable el descuido en la conservación de esta gran escultura. Supongo que los ingresos de las visitas no deben ser muy bien administrados. ¡Lástima!
Un besazo y que disfrutéis la familia al completo de un feliz domingo en casa.
Querida Estrella,
Precisamente vengo de tu blog y de ese hotel fascinante lleno de ruidos y personajes aterradores.
Te decía que entiendo perfectamente cómo te sientes, ya que esta situación nos ha trastocado a todos. En mi caso, quizá es más fácil enfrentarme a un papel en blanco, pero me cuesta ¡No creas! Sin embargo, me aferro al blog como parte de la rara rutina que tenemos que seguir para no venirnos abajo.
Por mí, no te preocupes, ya sabes que no tienes que venir si no puedes hacerlo. Yo lo que quiero es que levantes ese ánimo y sigas escribiendo porque necesitamos, hoy más que nunca, de tus relatos.
Cuídate mucho. Un beso gigante.
Hola, Macarena, estas historias me gustan porque suelen suscitar varias teorías y al día de hoy, este jinete, sigue estando en pie como algo misterioso. Esta me recuerda a los misterios de las tumbas de faraones, a las pirámides… que muchas de ellas aún continúan por desvelar su autenticidad. Son de tantas facetas de la vida que quizás nunca sabremos la verdad del por qué, ni el para qué.
Ojalá que la roca no se deteriore más.
Me encantó conocer al jinete.
Gracias, preciosa.
Muchos besos, y buen comienzo de semana.
Querida Mila,
A decir verdad, y pese a que es una alegría encontrar monumentos fascinantes como éste, me da algo de pena que alguien se tomara la gran molestia de levantarlo para no terminar por conocer el motivo o la persona a la que estaba dirigido ¡Pobrecillos! ¡Qué chasco! ¿No? Si alguien hace una obra de esta magnitud creo que debe ser para ser recordado por los siglos de los siglos, pero si ese recuerdo se pierde en el tiempo, el objetivo creo que sólo se consigue a medias.
En fin, a nosotros nos encantó esta rara escultura.
Un besazo. Cuídate mucho.
Me preguntaba cuánto podría medir, y justo nos dices que solo el jinete mide más de 2 metros y medio de alto!
Qué curioso verdad? Nos hemos ido al año 710 (casi nada) y las teorías aún se solapan.
Es un monumento digo de estar catalogado como Patrimonio de la Humanidad, por la Unesco.
Me encantan las leyendas cuando visito lugares que no conozco. Me gusta conocer la historia, pero las leyendas también porque le dan ese halo de misterio y encanto, que se me antojan irresistibles.
Una maravilla de lugar, que con las fotos que nos compartes y lo bien que explicas todo al detalle, es como si estuviéramos allí en persona.
Un abrazo, Macarena.
La mar de curioso, Nélida. La pena es que, tanto esfuerzo por parte de sus creadores y, aún no sepamos con exactitud la identidad del jinete.
La verdad es que las fotografías no pueden recoger lo extraño y escarpado del lugar en el que se halla el relieve. Hay que subir una escalera larguísima y, cuando se llega a una especie de explanada, aún está mucho más arriba ¡Increíble!
Yo soy amante de los lugares con historias y leyendas. Creo que, de no ser así, viajar no tendría encanto.
Me alegro que te guste.
Un fuerte abrazo.
Casi diría que ojalá nunca sepamos la historia que existe detrás de ese relieve. Eso nos permite divagar, imaginar y soñar qué motivos hicieron para que en una pared de piedra no demasiado accesible alguien decidiera regalar a la eternidad esa escena. El misterio siempre es un plus. Estupendo rincón el que nos muestras, Macarena. ¡Un abrazo!
¿Conoces, David, la catedral de Justo en Mejorada del Campo? Hicieron un anuncio en el que decían que «El Hombre es Extraordinario», pues El Caballero de Madara es una de esas obras en donde el hombre debe haber perdido la cabeza porque si vieras dónde se pusieron a cincelar… La verdad es que las fotos no logran reflejar del todo ni la ubicación ni la grandiosidad de la obra, pero ésta te deja absolutamente sorprendido.
Un fuerte abrazo, David. Cuídate mucho.
Menuda alegoría se han montado estos tíos Macarena,.., a un irrelevante mortal como yo no se le ocurriría nada parecido ni de lejos,… jajaja. En todo caso, fíjate que se me ocurre que el león no está muerto a sus pies sino que parece en una aptitud de acecho más bien,… las patas, las cola. Un felino de ese tamaño cuando cae abatido lo hace de lado,… no te parece? En fin creo que el confinamiento comienza a hacer de las suyas.
Me ha encatado!
No sé Norte, yo lo que veo es que es mucho trabajo para que, al final, tengamos que especular con quién demonios era el jinete. Por no hablar de que hay que tener muy poco que hacer para ponerse en un acantilado a cincelar una pared a veintitantos metros del suelo.
Lo del león… jajajjajaja yo no entiendo mucho, la verdad, y tampoco se me ha ocurrido observar cómo muere uno. Pero, no creas, que en estos tiempos que corren, lo voy a buscar para ponerme al día.
Un fuerte abrazo!!!!