
Cuando uno termina la vista a los templos de Angkor, está tan cansado, tan sudado y polvoriento, que lo primero que le apetece es llegar al Hotel, pegarse una ducha, comer algo rápido y echarse a dormir pronto porque seguramente habrá más Angkor al día siguiente. Pero hay un problema, que es cruzar el centro de Siem Reap y comenzar a ver las tiendecitas, los mercados, los restaurantes, los carritos de fruta, las casas de masajes,… Todo un panorama de diversión al fresquito de la noche. Irresistible.
![]() |
Pub Street – Siem Reap |
Aquel día, después de comer, llamaron del aeropuerto para dar el aviso de que nuestras cañas habían llegado. Así que al terminar nuestra ruta por Angkor, Peng Se nos acercó al aeropuerto a recogerlas bajo una copiosa lluvia. Y, por supuesto, nos dejó en el lugar equivocado, con lo que tuvimos que recorrer todo el aeropuerto bajo la lluvia hasta la oficina de reclamación de equipajes.
Mientras atravesábamos Siem Reap, con los últimos rayos de sol del día, veíamos decenas de turistas de acá para allá: en el supermercado, en los estanques de los pececitos con los pies en remojo, en las terrazas de los bares, en los mercados que comenzaban a ordenar sus cientos de productos, en los puestecillos de zumo y fruta,…
![]() |
Plano de Siem Reap Fuente: www.tourismcambodia.com |
Siem Reap es una ciudad relativamente pequeña en la que no tardas más de entre cinco y diez minutos desde el centro a donde quiera que tengas que ir. Y en tuk-tuk, no pagas más de 1 ó 2 $ por trayecto. Nosotros preferíamos caminar porque no es difícil orientarse y, en los trayectos, podíamos ir mirando las tiendecitas, observando a los turistas, ver alguna curiosidad que otra, comprar un helado y, por supuesto, contarnos cosas del día.
El centro de la Ciudad se encuentra ubicado en la zona del Old Market, cuya referencia principal es Pub Street – señalada con luces de neón y flechas indicativas – y es la calle de mayor concentración de restaurantes de toda la ciudad. Pero en realidad, a su alrededor, hay todo tipo de heladerías, pastelerías, cenadores, merenderos, cantinas y puestecillos de una calidad excelente. Y no puedo olvidar citar los pubs, establecimientos de música en directo y, en fin… de todo.
Imágenes de Pub Street |
![]() |
Puestecillos cerca de Pub Street |
![]() |
Old Market Area |
![]() |
Alrededores de Pub Street |
La comida en Camboya es exquisita y su precio, bastante razonable. Comer en Pub Street Area rondaba los 15 – 20$ para nosotros tres. Pero, concretamente en Siem Reap, puedes encontrar absolutamente todas las especialidades en cocina e ingredientes que puedas imaginar: cocina oriental, occidental, khemer, pizzas, hamburguesas, tortilla de patatas, carne de cocodrilo, de avestruz, ancas de rana, uffff imposible enumerar todo lo que puedes degustar.
Había leído acerca de la “movida de Siem Reap”, pero en realidad, hasta que no llegamos allí no pudimos hacernos una verdadera idea de lo variado y distraído que puede llegar a ser. Además, para mí fue un alivio comprobar in situ que Macarena podría comer en condiciones durante este viaje, ya que el año anterior en Sri Lanka la pobre pasó más hambre que un perro chico.
Por otra parte, se trata de una ciudad segura y, a pesar del trasiego, los turistas y el incesante ir y venir, salvo el continuo reclamo de “tuk-tuk”, nadie te molesta.
Durante los días que pasamos allí, salíamos a cenar -Todos los locales disponen de un atril en la puerta con una carta que contiene una descripción de los platos y fotografías con precios para que no te despistes – sin preferencia de ninguna clase por uno u otro sitio. A mucha gente le gusta ir al Red Piano, unos por su terraza que les permite observar el trasiego mientras toman algo, y otros, por ser el lugar preferido de Angelina Jolie en su estancia en Camboya durante el rodaje de Tomb Raider. Pero nosotros elegíamos en función del me apetece pasta, pizza o noodles y de que no haya mucho ruido (por los audífonos de Yayo. El ruido lo pone de mal humor).
Previamente, habíamos pasado entre 20 y 30 minutos esperando a que Macarena se hiciera la manicura, o se diera un masaje de cabeza por entre 3 y 5$. Y después, sin falta, pasábamos por algún puestecillo de pancakes donde le preparaban el postre.
Ya antes de volver al hotel, nos acercábamos a los mercados para ver las cosas y comprar algún que otro souvenir. En Siem Reap, además de las decenas de puestos en la calle en los que te venden todo tipo de artículos, desde bolsos de cocodrilo, hasta pantalones desmontables, hay varios mercados: Angkor Night Market, Noon Night Market (más comercial, digamos) justo en el centro, BB Night Market, Art Center (Al otro lado del río. Fue el que elegimos para casi todas nuestras compras. Es más espacioso y no está tan lleno de gente), Old Market, que aúna bajo un mismo techo la comida (verduras, carne y pescado) con un olor realmente nauseabundo -aunque recomiendo encarecidamente experimentar sus olores, sus colores, sus productos y … su calor- y las telas y productos para turistas, Center Market, y Upper Market (mercado local). En realidad, casi todos ellos, poseen los mismos productos y, regateando, se obtiene el mismo precio en uno y otro lugar. Unos abren por la mañana y otros a la caída del sol (Night Markets).
![]() |
Puente que cruza el río Siem Reap |
Y , para nosotros, en realidad eso era todo antes de volver paseando al hotel comiéndonos un helado. De no viajar con Macarena, puede que las cenas hubieran sido diferentes o hubiéramos ideado un plan más «marchoso», pero nosotros vemos «El Mundo con Ella».