Nagtabon Beach se encuentra a 30 kilómetros al noroeste de Puerto Princesa. Es una playa limpia con pocos turistas y arena fina; y puede que, de haber disfrutado de más días de playa en el tiempo que llevábamos ya en Filipinas, hubiese sido un lugar que no habríamos visitado; pero estábamos ansiosos de un poco de sol y mar.
Decidimos, después de tantos días de lluvia, y tras haber podido sólo disfrutar de un día de island hopping en Port Barton, que pasaríamos el día en la playa.
Parece extraño que siendo Filipinas un archipiélago del Pacífico, no todas sus costas sean aptas para pasar un fabuloso día de playa; pero claro, teniendo en cuenta su origen volcánico, no en todas las ciudades, ni en muchos lugares, hay playa; y de ahí los famosos island hopping en el que nos concentramos viajeros y turistas en busca de aguas transparentes y lenguas de arena blanca.
El día no comenzó tan bien como terminó, y como nos suele ocurrir en ocasiones, lo que al principio tendría que haber sido una excursión o un simple desplazamiento, se terminó convirtiendo en la Odisea de Homero.
Primer error: Equivocar el transporte
A primera hora, decidimos que pasaríamos el día en Honda Bay fundamentalmente porque era lo que más cerca pensábamos que estaba. Pero en lugar de coger un multicab a Sta. Lourdes, nos dijeron que tendríamos que ir hasta la estación de San José. Así que tomamos un multicab 15 Php (0,30€) cada uno y allí llegamos.
Al bajarnos, había doce o quince conductores agobiándonos para subirnos a su tricicle diciéndonos además que no había transporte hasta Honda Bay.
Con tal agobio, al final terminamos en el tricicle del conductor que no nos agobiaba y que nos llevó a Honda Bay (100 Php – 2€ los tres).
El mar no estaba en las mejores condiciones y, después de tomarnos unas granizadas de limón, decidimos que no era el mejor día para hacer snórquel. Así que pensamos en ir a Nagtabon Beach.
Segundo error: Decidir una cosa diferente
El problema, claro está, era realizar las combinaciones de transporte para llegar al siguiente punto: Bacugan.
De pronto, nos vimos allí, en medio de una autovía cutre esperando un autobús que nunca pasaría porque lo que debíamos tomar era una van, no un autobús.
Así que cuando nos cansamos, decidí parar a todas las van que pasaban hasta que, finalmente, una de ellas nos pidió un precio razonable por llevarnos a los tres: 150 Php (3€).
Desde Bacugan, en donde no hay más que una Estación de Servicio y un cruce de caminos polvoriento con una docena de triciles, contratamos uno que nos llevaría, esperaría y traería (300 Php – 5€ los tres) por un camino pedregoso y en cuesta hasta la entrada de la playa, en donde había puestecillos de comida, algunos coches aparcados y música a todo volumen.
Entramos a la playa, una larga extensión de arena donde apenas cubre el mar hasta que no te adentras bastante. Vimos que se alquilaban palapas para descansar, comer y estar al fresco. Pero preferimos darnos un baño, después del cual, nos adentramos por un estrecho caminito para comer en uno de los rústicos chiringuitos lleno de moscas.
La vuelta hasta Puerto Princesa
Volvimos en tricicle hasta el cruce de Bacugan, donde esperamos un autobús que, en sólo 20 minutos, nos dejó de nuevo en San José Terminal (20 Php – 0´25€ por persona) y de allí tomamos un multicab hasta la Catedral que tardó unos 30 minutos.
Para concluir
Hubiera sido tan fácil cómo haber ido hasta la Estación de San José y parar en Bacugan para coger un tricicle y en una hora escasa, hubiésemos disfrutado de un magnífico día de sol y playa; pero de haberlo querido hacer más difícil, y de haber querido tardar más, creo que no lo hubiésemos conseguido.
La playa, aunque tranquila, limpia y alejada del turismo, no tuvo nada de especial frente a otros lugares que visitamos en el país; pero, hay que decir, que a nosotros nos ocupó el día y eso ya fue bastante.
16 comentarios
Linda playa ❤
Sí Kinga. Es bonita.
Vaya aventura pero son cosas que pasan y hay que quedarse con lo bueno. Un beso
Efectivamente, Asun. En los viajes pasa de todo y creo que es justo contarlo.
Un besito
A veces un viaje es bonito y siempre surgen cosas que hacen perder un día. Pero vosotros siempre lo solventáis bien. Un abrazo.
Eso es, Mamen. Los viajes son así, pero hay que mostrar todas las caras.
Un beso fuerte
Con tanto lio de transporte no es extraño. Bien por contar lo bueno y lo regular, así se previene a otros para que no les pase. Muy curiosos los lugares para descansar , se ven hasta bonitos.
Cuidaros.
Un abrazo.
Tú ya sabes, Laura, que nosotros no tenemos secretos jjjjjjj
Un abrazo!!!!
Jajaja Macarena desde luego con tanto trasiego espero que al menos el baño os supiera bien, vaya excursión. Es tranquilizador el ánimo con el que lo cuentas, se nota que sois viajeros experimentados.
No es una playa demasiado espectacular para las que imaginaba que habrían pero como explicas al ser de origen volcánico no es tan sencillo encontrar buenas playas.
Un beso guapísima
Las buenas playas, Conxita, llegan en las siguientes entradas porque en esta isla, la de Palawan, salvo lo poquito que pudimos disfrutar en Port Barton, nos perdimos todas jajajajajaja ¡Ay madre! ¡Qué fiasco!
Y no te creas que esta playa fue la caña porque entre el sol que hacía, el calor, lo cansados que llegamos y lo que tuvimos que esperar para comer, bañito y listo.
Un besote
Hola Macarena, vaya aventura pero tu estas acostumbrada a viajar y seguramente mas de una vez te paso y estas preparada.hay que echarle ganas, y como dice el refrán al mal tiempo buena cara.
Cuidaros, besos.
Cristina, tal y como me has enseñado muchas veces en tu blog, intento ser positiva siempre. No voy a decir que estas cosas, que a veces ocurren, son un castigo, pero cuando pasan, lo mejor es tomarlas con naturalidad.
Un besote
Gracias por tu generosidad, una vez más, Macarena.
Siempre tenemos el pecho henchido al contar los aciertos y experiencias positivas de viajar, pero es que también hay días “más flojos” donde hasta se pueden torcer las cosas y hasta el ánimo.
Y no todo el mundo lo cuenta , como sí has hecho tú.
Fue una lástima, pero me quedo con la manera en que conviertes los contratiempos en nuevas oportunidades!! Claro que echaste el día y lo hiciste (hicieron) con aventura incluida, sorpresas y en la otra punta del mundo, mimetizándose con aquella cultura y haciendo propias las costumbres del lugar!!
Y encima, con la capacidad de llevarnos de viaje a nosotros también a través de tus impresiones, de las fotos y de toda la información que nos compartes. Gracias!!!
Un beso.
Oh, Nélida, muchas gracias a ti por acompañarnos en esta aventura.
Pienso como tú: los viajes, como los libros y tú bien lo sabes, a veces nos entusiasman y otras nos decepcionan. Creo que es honesto decir la verdad siempre.
Un fuerte beso.
¡Pero ese es el espíritu aventurero, Macarena! Y quién sabe si una ruta más cómoda te hubiera dado para una entrada. Reconozco que yo soy muy poco aventurero, y si me sueltas en cualquiera de los lugares que vosotros visitáis no sé si al final no acabaría perdido en una isla desierta a lo Robinso Crusoe. Un fuerte abrazo!!
David, yo suelo tomar la iniciativa y hago como que estoy segura de donde voy y lo que hago, pero todo es una pose jjjjjjjjj Es más para que los míos se sientan seguros, pero si vieras todo lo que se me pasa por la cabeza ¡Madre mía! A veces me siento más perdida….
Un abrazo!!!!