Kutaisi supone una experiencia única en Georgia que abarca historia, cultura y espiritualidad. En esta joya de la región de Imereti, tres recintos religiosos destacan como tesoros sagrados: Bagrati, Motsameta y Gelati. Estas gemas históricas no solo deleitan a la vista, sino que también ofrecen una profunda conexión con siglos de devoción y tradición georgiana.
Se nos había hecho un poco tarde. Veníamos de Tbilisi (227 km) y habíamos parado para visitar la Ciudad Cueva de Uplistsikhe; pero el camino fue largo, aunque no pesado.
Lo primero que hicimos al llegar a Kutaisi fue visitar la Catedral de Bagrati y luego nos dirigimos al Monasterio de Motsameta, cercano, pero a las afueras de la ciudad. Llegamos cuando la gente se estaba marchando, así que decidimos dejar la visita al Monasterio de Gelati para el día siguiente, pese a que está en la misma carretera. De hecho, hay quien dice que hay túneles subterráneos que los conectan.
La Catedral de Bagrati: Un Monumento a la Grandeza Medieval
Situada majestuosamente en lo alto de una colina con vista a la ciudad de Kutaisi, la Catedral de Bagrati es un testimonio viviente de la grandeza medieval de Georgia. Edificada en el siglo XI por el rey Bagrat III – de ahí su nombre- para conmemorar la unificación de Georgia, ejemplifica la arquitectura georgiana temprana.
En el año 1089, uno de los ilustres líderes de Georgia, el rey David IV, conocido como el «Constructor», fue coronado en este mismo lugar. Su nombre se asocia profundamente con un período que ha sido recordado como la «Época Dorada de Georgia». A pesar de su juventud, ascendiendo al trono a la temprana edad de 16 años, David IV impulsó un conjunto de reformas audaces que marcarían un hito en los registros históricos de la nación. Durante su reinado, se desencadenó un florecimiento sin precedentes en la economía y la cultura georgianas, dejando una huella duradera en el curso de los acontecimientos.
Durante la ocupación de Georgia por las tropas otomanas, la catedral sufrió importantes daños y quedó reducida a ruinas durante casi tres siglos.
Sin embargo, más allá de su valor estético,
la catedral de Bagrati representa un epicentro espiritual a lo largo de las eras. Ha sido un enclave sagrado para la oración y peregrinación, y su prominencia en la cima de la colina lo convierte en un emblema de la fe y determinación del pueblo georgiano.
Esta catedral fue incluida, como una misma entidad junto con el Monasterio de Gelati, en la Lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1994. En 2010, se la incluyó en la Lista de Patrimonio en Peligro, y en 2017 se la despojó de su estatus – algo extrañamente anormal- dada las acciones “poco ortodoxas” que se llevaron a cabo durante su restauración.
Y es que, pese a la belleza de la catedral, se aprecian a simple vista la adición de elementos contemporáneos a la arquitectura original.
Monasterio de Motsameta: Donde la devoción conquista la Naturaleza
A tan sólo 7 kilómetros de la catedral de Bagrati se encuentra el Monasterio de Motsameta, un lugar de profunda devoción e historia conmovedora.
Este monasterio, que significa «Lugar de los Mártires», se erige en un precipicio que domina el río Ckalcitela. Según la leyenda, dos valerosos hermanos, David y Konstantin Mkheidze, enfrentaron el martirio en rechazo a la conversión al islam. Su sacrificio, al ser arrojados al río desde la cima del acantilado, ha perdurado en la memoria colectiva de Georgia. El agua se volvió roja, y en memoria de este evento, el río se llamó Ckalcitela, que significa agua roja.
Los peregrinos y visitantes llegan hasta Motsameta para honrar a los mártires aquí enterrados y buscar bendiciones y protección espiritual. La vista panorámica del río y los alrededores desde el monasterio añade una serenidad que toca tanto el corazón como el alma.
Desde el aparcamiento no se ve el Monasterio, y para llegar a él hay que bajar un empinado sendero de piedra y atravesar un puente sobre el acantilado.
El Monasterio posee una pequeña iglesia, un campanario y varias edificaciones que incluyen las celdas monacales.
Monasterio de Gelati: Un Santuario del Conocimiento
A un corto trayecto de Motsameta, el Monasterio de Gelati se erige como un santuario que encarna conocimiento y espiritualidad desde el siglo XII. Fundado por el rey David IV, “el Constructor”, este monasterio se transformó en epicentro educativo y cultural de la región. Su academia iluminó la Edad Media al albergar sabios y artistas que enriquecieron la cultura georgiana.
Las pinturas murales y mosaicos que adornan la Iglesia de la Virgen María en Gelati son auténticas maravillas artísticas. La Academia Gelati persiste como un tributo duradero al compromiso de Georgia con la educación y el saber.
En el Monasterio de Gelati se encuentra el enterramiento de David IV, “El Constructor”. El recinto posee, además de la Iglesia principal, otra pequeña iglesia, un campanario y varias edificaciones para los monjes.
Tanto entrar a la Catedral, como a los Monasterios es gratis, pero las mujeres deben cubrirse la cabeza para acceder a las iglesias, como bien dispone la tradición ortodoxa.
La visita a los tres recintos religiosos no lleva mucho tiempo, así que se puede aprovechar el resto del tiempo para visitar, en Kutaisi, la Fuente de Colchis o el Mercado, con su mosaico soviético. Pero, como ya hemos contado, nuestro problema fue que pinchamos una rueda y no llevábamos neumático de repuesto. Así que, al levantarnos, tuvimos que solucionar el problema. Un vecino de la calle en la que estaba nuestro hotel llevó a Yayo a arreglar el pinchazo, e incluso pagó la reparación. Así que perdimos un tiempo precioso antes de comenzar la ruta que teníamos prevista hacia Vardzia, Ajaltsije y Borjomi, y no pudimos hacer más en Kutaisi.
6 comentarios
Tanto la catedral como los monasterios son preciosos Macarena. Me encantaría poder visitarlos algún día. Un beso
De una belleza que impresiona. Espero que puedas visitarlos. Un abrazo, Vicenta.
Ay Macarena, que entrada más bonita. No sabría decirte cual de los tres me ha gustado más, todos tienen un encanto especial. Quizá la situación de Motsameta la hace más especial. Como dices en tu artículo «te toca el corazón y el alma». Y los frescos de Gelati son una joya digna de admirar. En fin, tendré que ir algún día.
Un abrazo enorme
Alicia
Georgia te sorprende con unos sitios muy muy bonitos. Y aunque la Catedral de Bagrati es una pasada, hay aún sitios más espectaculares en el país. Aquí, de verdad, que tenéis que venir.
Un abrazote.
Me han gustado mucho los Monasterios, pero más si cabe, los enclaves donde están situados.
Fe y naturaleza.
¡¡Cuánta belleza!!
Tal vez Motsameta se vea el menos bonito por fuera, pero sólo por acceder a él a través de ese precioso puente, y ver su interior merece mucho la pena.
Me quedo con todos! Y en verdad te digo, que este viaje a Georgia, está siendo uno de los más atractivos ????.
Muchas gracias. Macarena.
Un besazo enormeee.
¿No será porque un poquito de tí estuvo conmigo allí? Jejejejeje
A mi, lo que más me gustó fue la Catedral de Bagrati, pero creo que es porque igual yo me monto muchas películas, y allí, me imaginaba a los constructores de la Edad Media con todas las casas alrededor erigiendo un gran edificio sobre una colina…
Georgia, Nélida, tiene muchos registros diferentes y creo que se trata de un país con muchos de los paisajes más bellos que hemos visto nunca: las montañas del Gran Cáucaso nevadas son de una belleza incomparable. Pero es que hay muchos otros lugares en los que el país en su integridad también me han resultado únicos, como por ejemplo Jordania o Líbano. No obstante, Georgia no defrauda, la verdad; aunque es difícil desplazarse por el tema que conté de las carreteras y la forma de conducir; y luego está el carácter de algunos georgianos, que supongo que se debe a las circunstancias geográficas y climáticas del país. Pero salvando esos pequeños inconvenientes, es un país que merece la pena conocer.
Pero es que igual siempre digo lo mismo y es que viajando suelo ser muy positiva y sacar lo mejor de cada lugar. Creo que de todos los sitios que he visitado, sólo dije una vez que jamás volvería allí y fíjate que, con el tiempo, estoy planteándome volver…
Muchas gracias a ti. Un pedazo de beso.