Nuestra idea inicial era haber pasado un par de días en Tiflis en la que, por el hecho de ser una capital relativamente pequeña, muchos nos habían aconsejado reducir el tiempo de visita. Pero Tiblisi nos enamoró, lo que unido a que terminamos ganando un día en nuestro itinerario, hizo que empleáramos más días adicionales paseando por sus calles y descubriendo nuevos rincones.
Casco antiguo de Tbilisi – Día 1
Avenida Rustaveli y Plaza de la Libertad
Comenzamos nuestro recorrido comprando una tarjeta SIM en la tienda Magti de la Avenida Rustaveli para continuar en la Plaza de la Libertad, donde se encuentra la columna de San Jorge, dedicada a la libertad e independencia de Georgia y diseñada por el escultor georgiano Zurab Tsereteli.
Durante la época soviética, se llamaba plaza de Lenin, y la columna de San Jorge reemplazó a una gran estatua de Lenin tras la independencia de Georgia en 1991.
Calle Pushkin
Bajamos por la calle Pushkin, donde se pueden observar bellas construcciones de madera, típicas de Tiblisi, junto a los vestigios de la muralla que rodeaba el casco antiguo de la ciudad.
El Teatro de Marionetas y la Torre del Reloj
Doblando hacia la derecha, donde se encuentran las esculturas del Quijote y Sancho, se llega al Teatro de Marionetas y a la Torre del Reloj, que es una de las construcciones más peculiares de Tiflis.
La torre, torcida y parcheada, es una construcción relativamente moderna unida al teatro de marionetas del titiritero Rezo Gabriadze que fue elevando toda la construcción con retazos de antiguas estructuras abandonadas en el casco antiguo. Aunque el Teatro fue fundado en 1981, la torre se añadió en 2011.
Cada hora, se abre la puerta superior y un ángel toca una campanita. Mientras la que ventana inferior se abre a las 12:00 y las 19:00 horas para mostrar el ciclo de la vida: dos jóvenes que se conocen, se casan, tienen un hijo y mueren.
Basílica de Anchiskhati
Continuando la calle peatonal, se encuentra la Basílica de Anchiskhati, que del siglo VI, es la más antigua que sobrevive en Tiflis. Se trata de una pequeña iglesia, pero en su interior alberga interesantes frescos. Además, cuenta con una pequeña tiendecita de productos artesanales y religiosos.
Justo enfrente, está el Café Leila, en donde merece la pena entrar a tomar algo por su bonita y peculiar decoración, aunque barato, lo que se dice barato, no es.
Patriarcado de Georgia
Siguiendo la calle, se encuentra El Patriarcado de Georgia, edificio que se erigió sobre las ruinas del Palacio de los representantes de la Rusia zarista, para albergar el Gobierno de la Iglesia Ortodoxa Rusa. En 1990, el complejo fue entregado al Patriarca Católico para alojamiento y servicios religiosos. Este edificio es una unión de instituciones patriarcales georgianas dentro de la Iglesia Ortodoxa de Georgia. Ayuda con sus departamentos y servicios al Patriarca Católico de Georgia a implementar el poder ejecutivo.
Catedral de Zion
Y un poco más adelante, se encuentra la Catedral de Zion, que fue la principal catedral ortodoxa georgiana y la sede del Patriarca Católico de toda Georgia hasta que se consagró la Catedral de la Santísima Trinidad en 2004. La iglesia actual es del siglo XIII, con algunas modificaciones añadidas desde los siglos XVII al XIX.
Comer en la Calle Shardeni
Terminamos comiendo en la Calle Shardeni, muy turística, y llena de una amplia oferta culinaria de toda clase y precios. Y si te sientas en la calle, en casi cualquier local te pondrán calefacción y te proporcionarán mantas si es que hace frío, o cubrirán la terraza en caso de lluvia.
Iglesia de Metekhi
Después de comer, cruzamos el Puente de Metekhi, sobre el río Kurá, para visitar la Iglesia de Metekhi, que dicen que está ubicada en el lugar en el que se fundó la ciudad por el Rey Vakhtang Gorgasali, cuya estatua a caballo se encuentra en el exterior.
Funicular a la Fortaleza Narikala. Kartlis Deda e Iglesia de San Nicolás
Desde allí, nos dirigimos al Parque Rike, para tomar el funicular hasta la Fortaleza Narikala, donde tuve una discusión muy desagradable con la cajera. Habiendo un ruido del demonio, Yayo se acercó a la taquilla, cubierta con un cristal, y pidió dos viajes de ida. Pero no entendía qué le estaba diciendo la cajera. Y llegó un momento en que comenzó a burlarse de él porque no la entendía y, claro, no tuve más remedio que saltar como los tigres para reprenderla por la poca vergüenza que hay que tener, ya no sólo por burlarse de una persona cuando estás trabajando atendiendo al público, sino cuando además, el problema es que estás tratando con un sordo. Cada vez que me acuerdo, me llevan los demonios.
El viaje cuesta 2.50 GEL (0,85€) + 2.00 GEL (0,70€) si aún no tienes tarjeta de transporte.
La Fortaleza Narikala preside Tiflis desde las alturas y de ella se dice que era el lugar más inaccesible e inexpugnable de la vieja Tiflis, hasta que fue destruida por un terremoto a principios del siglo XIX.
Desde donde te deja el funicular, también se puede visitar Kartlis Deda o el Monumento a la Madre Georgia, una figura de aluminio de 20 metros de altura que fue erigida en 1958, coincidiendo con el 1.500 aniversario de la fundación de la ciudad de Tiflis. Representa a una mujer en el traje nacional de Georgia que simboliza el carácter nacional: en su mano izquierda sostiene un recipiente de vino y «saluda» a los que vienen como amigos, y en su mano derecha posee una espada para aquellos que vienen como enemigos.
Desde la llegada del funicular hasta la figura de Kartlis Deda, además de disfrutar de unas vistas privilegiadas de Tiflis, se puede pasear entre sus puestecillos de golosinas y souvenirs.
Bajamos andando hasta la Iglesia de San Nicolás, en la parte inferior de la Fortaleza, y allí comenzó a arreciar la lluvia, mientras bajábamos las decenas de escalones que nos llevaron de nuevo hasta el casco antiguo de Tiflis, junto a la Mezquita Jumah y los baños sulfurosos.
La Mezquita Jumah
También conocida como la Mezquita de Tiflis, por ser la única que se conserva en la ciudad, es una de las pocas del mundo en la que chiíes y suníes rezan juntos. Se trata de un edificio de ladrillo rojo, con un minarete cuadrado, completamente restaurada a finales del siglo XIX.
Justo detrás de la Mezquita, se halla la entrada al Jardín Botánico, una de las visitas que muchos turistas suelen hacer en la ciudad.
Los Baños sulfurosos
En el casco antiguo, a pie de la Fortaleza Narikala, se encuentran los baños de azufre, construidos entre los siglos XVI al XIX al calor de las aguas termales sulfurosas de la zona.
En la antigüedad, eran casi centros sociales en los que se promovían negocios, se cerraban casamientos, o se encontraban los vecinos de la ciudad. El más bonito se conoce con el nombre de “Baños Orbeliani” porque cuentan con un pishtak, que así es como se llamaron este tipo de fachadas en el mundo persa, de azulejos de color azul flanqueado por dos minaretes.
El resto de las construcciones de los baños están construidos en un estilo oriental clásico. Son edificios robustos compuestos por domos semicirculares con aperturas de vidrio en el centro, las cuales sirven como ventanas de iluminación de los interiores.
En esta zona hay dos puentes sobre Abano Street, que más que calles es el cauce de un río flanqueado por pasarelas de madera sobre viejas construcciones de piedra y ladrillo. A los puentes se les conoce como Bridges Love, porque sobre sus rejas decenas de enamorados han dejado, como prueba de amor, sus candados cerrados para siempre.
Margen Izquierda del Río Kurá: Desde la Catedral de Sameba hasta Dezerter Baazar – Día 2
Puente de la Paz
Desde nuestro alojamiento, cerca de la Plaza de la Libertad, en la calle Lado Astaniani, cruzamos el río por el Puente de la Paz que conecta la vieja Tiflis con el nuevo distrito. El puente fue inaugurado en 2010 con un diseño vanguardista y es peatonal. Allí, por cierto, ofrecen paseos en barco por el río. Y por la noche, el puente luce iluminado.
Letras I Love Tbilisi
Por el camino, hicimos unas fotos en las Letras “I Love Tbilisi” y visitamos el Bazar Meidan, del que hablamos en la entrada anterior.
Parque Rike
Una vez al otro lado del río, atravesamos el Parque Rike, en donde se encuentra la construcción, también vanguardista, de la Sala de Conciertos Rike y por la mañana montan un globo aerostático para divisar la capital desde las alturas.
Barrio de Avlabari
Subimos una larguísima escalera y callejeamos por el Barrio de Avlabari, muy diferente al casco antiguo del la margen derecha del río, tanto por sus construcciones, mucho más modestas, como por la amabilidad de los habitantes del vecindario, de clase trabajadora y mucho más tradicional.
Nuestro objetivo era llegar a la Catedral de la Santísima Trinidad de Sameba, que se divisa desde casi cualquier punto de la ciudad.
Catedral de la Santísima Trinidad de Sameba
La Catedral de la Santísima Trinidad de Tiflis, más conocida como Sameba, es una construcción relativamente reciente, realizada entre 1995 y 2004 para conmemorar los 1.500 años de la autocefalía de la Iglesia Ortodoxa Georgiana y los 2.000 años del nacimiento de Jesús.
La catedral se levanta sobre la colina Elia, donde alguna vez se ubicó una Iglesia Armenia y un cementerio, que fue literalmente arrasado con la construcción de la Catedral.
Con un viento del demonio, visitamos la catedral que, es casi más interesante por su ubicación y dimensiones, que por su valor arquitectónico, y desde allí, nos dirigimos, también andando, hasta el Mercado de Puente Seco, y pasamos por un curioso edificio en forma de seta que alberga el Banco Nacional de Georgia.
Mercado de Puente Seco
El Mercado de Puente Seco se instituyó tras la caída de la Unión Soviética como lugar al que acudían los habitantes de Tiflis a vender algunas de sus pertenencias para sacar algo de dinero en tiempos difíciles. Sin embargo, con el tiempo, se ha establecido como un mercado de artesanías y antigüedades que abre a diario desde las 10:00 de la mañana, aunque a lo largo del fin de semana, es cuando más lleno está de puestecillos diferentes. El mercado, no sólo abarca los dos lados del puente, sino que se extiende a lo largo de un parque cercano, en donde se ubican puestos dedicados a artesanías y pinturas.
Barrio Marjanishvili
Desde Dry Bridge Market nos dirigimos, atravesando el barrio Marjanishvili, hasta Dezerter Baazar.
En esta zona es donde se encuentra el Centro Cultural Fabrika y la Iglesia de los Apóstoles Pedro y Pablo y la Iglesia Rusa. Pero además, cuenta con un sinfín de pequeñas tiendas de ropa vintage y antigüedades.
Dezerter Baazar
El Mercado más grande de Tiblisi se encuentra junto a la Estación Central de trenes y el Estadio Borís Paichadze, el histórico Dinamo de Tbilisi.
Se trata de un barrio repleto de mercados de fruta y verdura, pero también de un lugar en el que se puede encontrar de todo, y cuando digo de todo, es de todo: joyerías, jugueterías, pastelerías, ropa, artículos para el hogar,… Es una auténtica pasada, sobre todo porque posee el encanto especial de ese tipo de barrios en los que transcurre la vida tradicional de una gran ciudad en ausencia del turismo.
La vuelta, ya casi al final de la tarde, la hicimos en Uber, porque teníamos que recoger nuestro coche de alquiler para el día siguiente, en el que comenzaríamos nuestra ruta por el resto del país.
Las crónicas de Georgia – Día 3
El Monumento de las Crónicas de Georgia está ubicado en una colina al Norte de Tiflis, frente al Mar de Tiblisi, el mayor embalse de la ciudad y su principal fuente de abastecimiento de agua. Como ya le hemos dedicado una entrada, no nos vamos a detener en exceso.
Lo visitamos de camino a Mtskheta, pero en caso de que sólo vayas a permanecer en Tiblisi, esta visita puede combinarse el mismo día con otros recorridos por la ciudad.
Algunos lugares de la “Vieja Tiflis”, Rustaveli y compras – Día 4
Tal y como contamos en nuestro itinerario de Georgia, el hecho de no haber dormido en Stepantsminda, no dio tiempo adicional que empleamos para visitar el Monasterio de David Gareja y pasar una última jornada en Tiflis.
Gran Sinagoga de Tiflis
Empleamos el día en visitar algunos lugares de la Vieja Tiflis que no habíamos visitado el primer día con la lluvia. Entre ellos, algunas iglesias del casco antiguo y la Gran Sinagoga de Tiflis, fundada a principios del siglo XX por judíos asquenazíes llegados de Akhaltsikhe.
La entrada en gratuita, aunque a mí no me dejaron entrar. Sólo pudo pasar Yayo.
Avenida Rustaveli
Pasamos casi el resto del día de compras y lo finalizamos recorriendo la Avenida Rustaveli, desde su parte alta, hasta la Plaza de la Libertad. Donde, por cierto, se han ubicado pequeñas esculturas de bronce creadas por el artista georgiano moderno Levan Bujiashvili, que expresó su amor por la ciudad a través de divertidas creaciones como un saxofonista, un maestro de tostadas georgiano (Tamada) y personajes de las obras del famoso pintor georgiano Niko Pirosmani.
A lo largo de la calle, se pueden encontrar edificios de importancia para la cultura y la vida social de la ciudad, como el Museo Nacional Georgiano, la Ópera de Tiflis, el Teatro Rustaveli y la Academia de Ciencias. Y muy cerca, el bonito Mercado de las Flores, abierto desde el amanecer al ocaso.
4 comentarios
Un lugar realmente bello y un post para enmarcar.
Gracias por darme a conocer lugares tan hermosos.
Feliz 2024!!!????????
Un abrazo enorme ????
Gracias a ti, Carmen.
Feliz 2024.
Es un blog perfecto para los turistas más recalcitrantes. Perfecto para la gente que viaja para ver cultura, iglesias y santuarios. Muy convencional. y parecido a la mayoría de guias.
Espero que eso sea bueno.
Gracias por el comentario