Delhi es una capital casi de otro mundo. Explorar Delhi es toda una aventura que promete emociones intensas, pero es importante estar preparado para el caos, el calor y la abrumadora cantidad de gente que caracterizan a esta ciudad. Delhi, con sus calles bulliciosas, mercados abarrotados y una red de transporte que desafía la lógica convencional, puede resultar desafiante, pero si estás bien preparado, quizá hasta te guste conocerla.
EL CAOS SE ENCUENTRA EN MAYOR ABUNDANCIA CUANDO SE BUSCA EL ORDEN. EL CAOS SIEMPRE DERROTA AL ORDEN PORQUE ESTÁ MEJOR ORGANIZADO.
Llegamos a Delhi desde Katmandú, después de nuestra primera experiencia en India, en la ciudad sagrada de Varanasi. Pero si en Varanasi, nuestro primer contacto con India fue una experiencia abrumadora desde el punto de vista del choque cultural, en Delhi el choque se produjo por el caos que reina en la segunda ciudad más grande de India y una de las más pobladas del mundo, con sus 30 millones de habitantes.
Teniendo en cuenta que aterrizamos dos veces en Delhi (la primera desde España, y la segunda desde Nepal), hubiese sido un pecado pasar de largo sin conocerla porque además, en Delhi hay varios monumentos inscritos en la Lista de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, tales como la Tumba de Humayun, el Complejo Arqueológico de Qtub Minar o el Fuerte Rojo.
Lo cierto es que Delhi intimida por el caos, la suciedad, la cantidad de personas y las distancias infinitas. Pero sobre todo, intimida por el ruido insoportable y la polución, según la OMS, la peor de entre las ciudades más importantes del mundo; lo que hace que la visita a la ciudad produzca la sensación de transcurrir en una atmósfera pesada y densa que se traduce en un cansancio extremo.
No tengo muy claro si el día que vuelva a India, si es que volvemos algún día, me volvería a entretener en Delhi. Después de haber conocido otros lugares, también muy bulliciosos pero más pequeños, puede que no le dedicara más de un día para ver lo que más me llama la atención de la ciudad. Aunque tampoco me arrepiento de haber pasado allí tres días porque, si bien es cierto que cuando estás allí, estás deseando marcharte, si no la hubiera visitado, me habría lamentado por no haberla conocido.
Dónde alojarse en Delhi
Llegamos al centro de la ciudad desde el aeropuerto en metro, que es la forma de salvar más dignamente los permanentes atascos de la capital. Y nos alojamos en el barrio de Paharganj, en Nueva Delhi, un lugar estratégico para moverse a cualquier lugar debido a que se encuentra en el corazón de la ciudad y muy cerca de la Estación de New Delhi Railway, desde la que puedes llegar a muchos otros lugares del país.
Como hemos contado en nuestra entrada Itinerario de India por libre, tuvimos un contratiempo en el hotel que habíamos reservado y tuvimos que cambiarnos a otro sobre la marcha. Aunque éste segundo, Hotel Palm D´Or, no estuvo mal del todo.
Cómo organizar una visita lógica en Delhi
Dividimos nuestros tres días en Delhi en tres zonas: Connaught Place, Sur de Nueva Delhi y Old Delhi; dedicando un día a cada una de esas zonas y concentrando todas las visitas de una misma área en un mismo día, a fin de salvar el escollo de las grandes distancias entre un sitio y otro.
Para movernos por Delhi, usamos el metro, que paradójicamente está extremadamente limpio, es barato y se encuentra muy bien organizado. No obstante, una vez que se llega a la estación más cercana a una atracción, lo más probable es que haya que coger un tuk tuk o un uber, porque la distancia hasta el punto de llegada, aún con todo, se encuentre bastante alejado para ir andando.
Qué ver en Delhi
Primer día: zona de Connaught Place
La primera tarde, porque entre pitos y flautas no fue más que una tarde, fuimos a visitar la zona de Connaught Place, en donde se encuentran Gurdwara Bangla Sahib (El principal Templo Sij de Delhi) y Ugrasen ki Baoli, un bello pozo escalonado.
Para llegar desde Paharganj (Estación de metro New Delhi – línea amarilla-), hay que bajar en las cercanas estaciones de Rajiv Chowk o Patel Chowk y desde allí coger un uber o un tuk tuk, que te cobrará entre 100 ó 150 Rupias (1€ -1,50€).
Gurudwara Bangla Sahib
Este lugar es considerado el principal templo de la comunidad Sij en Delhi y se ubica en un palacio del siglo XVII, en el que se encuentra un gran estanque cuyas aguas se consideran curativas.
El sijismo es una religión originaria de India y cuyos fieles son reconocibles por sus turbantes de colores. Creen en un solo Dios, en la salvación final que se materializa como una unión espiritual con Dios y en las enseñanzas de los Diez Gurús sijes.
El Templo abre 24 horas los 7 días de la semana y la entrada es gratuita, aunque para pasar al interior del templo, hay que solicitar una visita guiada en la entrada y pagar un módico donativo.
Se accede al recinto con los pies descalzos (se dejan los zapatos en la entrada) y la cabeza cubierta.
Es posible hacer fotos en todo el recinto, salvo en el interior del templo, y también sirven comida vegetariana -gratis- para los peregrinos y necesitados.
Ugrasen ki Baoli
UIgrasen Ki Baoli es un pozo escalonado en la ciudad de Delhi. Abre todos los días de 9:00 a 17:30 horas y la visita es gratuita. La estación de metro más cercana es Barakhamba Road– línea azul- (a 700 metros).
Connaught Place
Connaught Place es una zona céntrica, pija y muy comercial, en donde se encuentran las principales franquicias de la capital. Se considera el centro financiero, comercial y de negocio más grande de la ciudad. Es el lugar que frecuentan las clases adineradas de Delhi y no tiene mucha más historia.
Aprovechamos para cenar allí, en un restaurante de una primera planta llamado Dr. Zombie, con una decoración muy chula y música en directo, aunque con una comida regulera.
La estación de metro más cercana es Rajiv Chowk (línea amarilla), desde donde volvimos al hotel.
Segundo día: Sur de Nueva Delhi
El segundo día visitamos la zona sur de Nueva Delhi para ver la Tumba Humayun, Lodhi Garden y Qtub Minar.
Para llegar hasta la Tumba Humayun, tomamos el metro en New Delhi (línea amarilla) e hicimos transbordo en Central Secretariat para tomar la línea 6, la morada, hasta JLN Stadium (también se puede llegar desde Jangpura) y de allí, cogimos un tuk tuk.
De la Tumba Humayun hasta Lodhi Garden, cogimos un uber. De Lodhi Garden a Qtub Minar, cogimos otro uber y de allí al metro, otro más.
Humayun´s Tomb
Humayun fue el primer emperador mogol de la India.
La Tumba Humayun es un complejo ajardinado de edificios de arquitectura mogol que ha sido inscrito por la UNESCO en la lista de Patrimonio de la Humanidad. Comprende tumbas, mezquitas y otras construcciones del siglo XVI.
El complejo abre todos los días desde el amanecer hasta el ocaso y la entrada para extranjeros cuesta 600 Rupias (6.50€).
El sitio es fotogénico y bonito, como casi todos los lugares de India, y además no hay mucha gente; pero en las distancias cortas – como en casi todos los lugares de India -, el sitio desmerece un poco por la falta de mantenimiento, pese a que su restauración es relativamente reciente.
La estación más cercana es Jangpura (línea 6 – morada) a 0.7 km del sitio.
Lodhi Garden
Avanzo que éste fue el lugar que más me gustó de Delhi, en primer lugar porque es tan tranquilo que no parece que estuvieras en Delhi; en segundo lugar, porque no está en absoluto concurrido; en tercer lugar, porque es una preciosidad y está impecable; y en cuarto, porque es gratuito.
La estación de metro más cercana en Lok Kalyan Marg (Línea amarilla), a 1.7 km del parque, y la entrada es gratuita.
El antiguo parque Lady Willington, ahora conocido como Lodhi Garden, está salpicado de monumentos de los períodos Sayyid y Lodhi, que incluyen tumbas, mezquitas y puentes. Se trata de un gran parque urbano muy popular entre los habitantes de Delhi para sus paseos matutinos.
Como queda muy poca arquitectura de estos períodos en India, este lugar es un importante yacimiento arqueológico. La tumba de Mohammed Shah es la estructura más antigua del parque y combina los estilos arquitectónicos hindú e islámico.
Qtub Minar (Mehrauli Archaeological Park)
El complejo arqueológico de Qtub Minar también está considerado Patrimonio de la Humanidad e incluye el minarete más alto de India, que se construyó en tres fases tomando 200 años y tres gobernantes. El primero de ellos fue el primer gobernante musulmán de Delhi.
Aún pueden observarse columnas originarias del antiguo templo hinduista sobre el que se asienta parte del complejo. Los capiteles de dichas columnas exhiben esculturas de dioses hinduistas cuyos rostros se muestran destruidos a golpes.
El Qtub Minar está ampliamente concurrido, a diferencia de lo que ocurría en las dos visitas anteriores.
Este sitio abre desde el amanecer hasta las 8:00 p.m. y la entrada cuesta 600 rupias (6.50€) en taquilla y 550 rupias (6.10€) si la entrada se compra on line. Cerca del complejo hay lugares para comprar agua y comer.
No se puede entrar con tabaco y, si llevas, hay que dejarlo en la puerta. En realidad, te registran en todos los lugares. Yo, como llevaba un bolsillo interior en mi bolso, no tenía que dejar el tabaco y el mechero en la puerta, pero Yayo, que llevaba una mochila sin bolsillos y el tabaco era fácilmente visible, sí tuvo que hacerlo.
La estación de metro más cercana es Qutab Minar, a 2.1 Km del complejo.
Tercer día: Old Delhi
El tercer y último día que dedicamos a Delhi, visitamos la zona Norte de la ciudad, conocida como Old Delhi: El Fuerte Rojo, la Mezquita Jama Masjid y el Mercado de Chadni Chowk.
Llegamos a la zona en metro, pero hicimos todas las visitas andando de un lugar a otro.
Red Fort Delhi
El Fuerte Rojo de Delhi, conocido también como Lal Qila, ha sido inscrito por la UNESCO en la lista de Patrimonio de la Humanidad y es uno de los monumentos emblemáticos de India por reflejar la grandeza del Imperio mogol.
Fue construido por el emperador Shah Jahan en el siglo XVII como su residencia principal y como centro administrativo del imperio. Su construcción comenzó en 1638 y tomó aproximadamente nueve años en completarse. El fuerte está construido principalmente de arenisca roja, de ahí su nombre, y está rodeado por altos muros que se extienden más de dos kilómetros.
Uno de los aspectos más destacados del Fuerte Rojo es su arquitectura intrincada y su diseño simétrico, que combina elementos islámicos, persas, turcos e hindúes. El complejo del fuerte alberga varios palacios exquisitamente decorados, patios amplios, jardines ornamentales, y una mezquita impresionante llamada Moti Masjid (Mezquita de la Perla), conocida por sus tres cúpulas de mármol blanco.
El Diwan-i-Aam (Sala de Audiencias Públicas) y el Diwan-i-Khas (Sala de Audiencias Privadas) son dos estructuras notables dentro del complejo, donde el emperador se reunía con sus súbditos y ministros respectivamente. Otro punto culminante es el Khas Mahal, un palacio privado ricamente decorado que fue la residencia del emperador y de la emperatriz.
A lo largo de los siglos, el Fuerte Rojo ha sido testigo de numerosos eventos históricos y ha sido escenario de importantes ceremonias y proclamaciones. Hoy en día, es uno de los destinos turísticos más populares en Delhi, atrayendo a visitantes de todo el mundo.
Como se trataba de la primera gran fortificación que visitábamos en India, nos gustó. Además comimos dentro, en una cafetería, para refugiarnos del intenso calor. Pero después de haber visitado otros grandes fuertes en Rajastán, es verdad que el Fuerte Rojo de Delhi sabe a poco. Eso sí, fue aquí donde comenzamos nuestra gran experiencia India con los selfies.
El Fuerte Rojo abre de martes a domingo de 7:00 a.m. a 17:30 horas y la entrada para extranjeros cuesta 600 rupias (6.50€).
Las estaciones de metro más cercana son Jama Masjid y Chadni Chowk, a sólo 5 minutos andando de la Puerta Lahori, la entrada principal.
Jama Masjid
Jama Masjid es la mayor mezquita de Delhi, con un patio capaz de albergar a 250.000 fieles. Fue también construida por el emperador mogol Shah Jahan en el siglo XVII y se convirtió en mezquita imperial de los mogoles hasta la desaparición del Imperio en 1857.
La mezquita posee tres grandes puertas de acceso, cuatro torres y dos altos minaretes construidos en piedra roja y mármol. Cada entrada se alza sobre una escalera de arenisca. En la Puerta Norte, se albergan algunas reliquias del Profeta.
El patio posee una importante fuente de abluciones de mármol y dispone de varias salas de oración con varios mihrabs.
La mezquita abre todos los días desde las 7:00 de la mañana, pero no está permitida la entrada a turistas durante los horarios del rezo. Aunque la entrada es gratuita, cobran 300 rupias (3.50€) por hacer fotografías, y hay que descalzarse y cubrirse el pelo para acceder.
Se puede ir andando desde el Fuerte Rojo y la estación de metro más cercana es Jama Masjid, a tan solo 4 minutos andando.
Mercado de Chadni Chowk
Al terminar la visita a la mezquita, nos adentramos en el icónico mercado de Chadni Chowk, que se extiende casi por cualquier rincón de Old Delhi, agrupando por gremios un interminable conjunto de tiendas, vendedores, rickshaws, motocicletas, personas, cables y caos. Sobre todo, caos.
La historia de este bazar se remonta a más de tres siglos y es famoso por su ambiente vibrante, sus estrechas callejuelas y su rica oferta de productos.
Aunque lo típico es coger un rickshaw para recorrer sus calles, nosotros siempre nos hemos negado a usar este tipo de transporte por parecernos que se trata de un sufrimiento para sus conductores. Lo recorrimos, GPS en mano, hasta cansarnos; pero lo cierto es que preferimos el Main Bazar del barrio de Paharganj, más acorde con nuestros gustos occidentales.
Otras atracciones de Delhi para incluir en tu visita
Aunque nosotros estudiamos nuestro itinerario en Delhi y decidimos optimizar nuestro tiempo agrupando las atracciones por zonas y moviéndonos en metro/tuk tuk, hay quien contrata un tour y visita la ciudad en coche empleando un sólo día.
Después de haber visitado Delhi, quedamos satisfechos con nuestro itinerario porque vimos lo que habíamos planeado visitar y lo hicimos sin prisas ni agobio. Pero es evidente que en una ciudad tan grande, hubo muchos otros sitios que no visitamos. Para ello, quizá debiéramos haber empleado al menos una semana. Pero Delhi es mucha Delhi y tras estos tres días, estábamos ya deseando salir de allí.
En todo caso, hay algunas otras atracciones que a otras personas le interesen conocer y dejamos un pequeño listado indicando cuáles son:
- Akshardham Temple, que si bien se ve muy bonito en fotografías, nos recomendaron no visitar por el hecho de que, dicen, parece más un “parque temático” que un verdadero lugar arqueológico; de hecho, es un templo de nueva construcción, no una reliquia del pasado.
- Puerta de la India: dedicada a los 82.000 soldados indios y británicos que perecieron durante la Primera Guerra Mundial, emula otros grandes arcos del triunfo de otras capitales mundiales.
- Lotus Temple. Se trata de un templo con forma de flor de loto, construido en 1986, que ha sido galardonado con numerosos premios arquitectónicos a nivel internacional.
- Raj Ghat. Es el lujar en el que fue incinerado Mahatma Ghandi en 1948. El lugar alberga un discreto mausoleo con una llama eterna.
4 comentarios
Esa cita que pones sobre el caos es buenísima, Macarena.
No soy de esa clase de caos, pero en vuestro lugar, hubiera hecho lo mismo, visitar Delhi pese a todo, ahora tenéis otras enriquecedoras experiencias, además, supistéis aprovchar muy bien los tres días. Curioso lo del tren, siempre hay algo que sorprende… Las fotos son impecables y hermosas, mientras te leía y veía, olvidé el caos que también se vive allí, siendo normal con tanta gente… Nunca escuché el Sijismo y me ha gustado lo que explicas sobre él. El Templo es una pasada, también la tumba, pero el parque y el complejo arqueológico me cautivaron. Y ni que decir, del Fuerte Rojo con su bellísima arquitectura. Definitivamente, donde hay caos también reina el orden. Me alegra que por haber ido, ahora podamos disfrutar conociendo mejor estos tesoros. El mundo, todo lo que hay en él, es una grandiosa obra que diría, traspasa los límites de la imaginación, y siempre hay algo mucho que gratamente nos sorprende.
Como siempre, gracias, por mostrar la esencia de cada lugar… Vosotros estáis geniales.!
¡Un beso enorme!
Muchas gracias, Mila, por todo lo que dices. No creas!!! No fue fácil. Delhi es una ciudad complicada y, como digo, el caos lo inunda todo. Pero ¡Ahí estábamos nosotros!
Un besazo enorme.
No sé si puedo seguirte el ritmo, ¡¡no paras!!
Me encanta la entrada, porque lo explicas todo tan bien…y porque suponiendo (aunque nunca se sabe) que no vaya a visitar India en mi vida, me viene bien verlo a través de tus ojos y experiencias.
Me sorprendió el dato de lo limpios que están los metros, frente a la suciedad y el caos reinante en toda la ciudad.
No sé, Macarena, si de estar allí en persona hubiese disfrutado tanto como han hecho ustedes.
Lo que me gusta de Yayo y de ti, es que no son turistas sino viajeros, y ahí radica una gran diferencia. De la cual, todo sea dicho de paso, nos beneficiamos quienes te leemos y seguimos.
Eres toda una influencer, jajaja. Igual no tienes millones de «followers»(se dice así?), pero los que tienes valen millones, más aún, no se pueden valorar con dinero.
Gracias, querida amiga.
Un beso muy grande!!
Ay amiga, a mí me sabe a tan poco… Si pudiera estaría todo el día para arriba y para abajo.
La verdad es que Delhi es una ciudad complicada porque a lo especial que es India, se juntan las grandes distancias y el absoluto caos. Pero nunca está de más «fisgonear en todas partes» ¿No?
Y sobre lo de influencer ¿Ves? ¡Ves? Tú también lo sabes valorar jijijijiji
Un fuerte abrazo, amiga.