Wadi Rum es otro de los lugares espectaculares con los que Jordania se muestra ante el viajero. Se trata de una parada imprescindible en cualquier visita al Reino Hachemita porque su arena multicolor, sus formaciones geológicas, sus cañones, sus petroglifos y la amabilidad de los hombres del desierto impregnan cada poro de quienes lo visitan. Imposible borrar la experiencia de entre tus recuerdos. Una vez que se han pisado las arenas de Wadi Rum, su huella permanece en tu memoria para siempre.
Los wadis son cauces de ríos secos, valles donde corre el agua de lluvias torrenciales. Pero por su altitud -900 metros sobre el nivel del mar- Wadi Rum se puede considerar más una meseta que un valle. El área protegida de Wadi Rum, inscrita como Patrimonio de la Humanidad en 2011 forma parte del Desierto de Arabia, cuyo relieve se ve alterado por cadenas montañosas que, en esta zona, se tornan formaciones geológicas únicas y bellas: arcos, cañones, paredes verticales, rocas… Merece la pena conocer Wadi Rum.
Wadi Rum en invierno
Visitamos Wadi Rum en diciembre de 2021, una época de frío en Jordania – a los pocos días de nuestro regreso a España se produjo una gran nevada- de la que no queda exenta la zona de Wadi Rum. El sol del medio día no llega a calentarte del todo con esa brisa fría que parece recorrer cada rincón del desierto. Además, oscurece muy temprano. El sol se pone sobre las cuatro y media de la tarde y, a eso de las cinco y cuarto, ya es prácticamente de noche.
Evidentemente nuestra experiencia en Wadi Rum era completamente nueva, pero tendíamos a compararla con las vividas en “nuestro” Sáhara, en donde hemos pasado muchas y diferentes estaciones del año.
En los desiertos, es sabido de todos, que el clima es extremo y que la temperatura del día es absolutamente antagónica a la de la noche. Incluso en verano, suele haber noches gélidas.
En el Sáhara, como no escojas un alojamiento adecuado, en diciembre puedes pasar una noche heladora. Así que pensamos durante muchos días si dormir o no en el desierto. Por una parte, lo estábamos deseando, pero por otro lado lo que más nos preocupaba era la estancia desde que, sobre las cinco, se fuera el sol hasta la hora de dormir. Suponíamos que las condiciones de los campamentos garantizarían calor en la noche, pero ¿Qué hacer el resto del tiempo?
En la calle de ciudades como Madaba o Wadi Musa hacía muchísimo frío al oscurecer y finalmente decidimos no dormir en el desierto y hacer una ruta de ida y vuelta desde Wadi Musa a Wadi Rum para dormir en nuestro alojamiento de Petra. Con el paso de los meses, no nos hemos arrepentido de la decisión; aunque tenemos planeado volver en otra época del año para experimentar la noche en el Desierto de Arabia.
La otra gran pregunta era qué guía coger para visitar el desierto. En internet hay una oferta extremadamente grande y diversa con múltiples opiniones positivas y negativas de cada una en la que te detengas a leer.
Finalmente, optamos por una empresa familiar con página web en la que detallan, en un mapa, la duración de los tours que ofertan y los lugares que visitarás. Además, contaban con whatsapp para preguntar dudas, avisar de la hora de llegada, etc.
El tour de cuatro horas para los tres, en un vehículo sólo para nosotros –un Toyota 4×4 en el que íbamos acomodados en el techo- nos costó 60 JOD (75€), lo cual además estaba genial porque nos cobraban por el grupo, no por cada persona individualmente. La excursión incluía un refrigerio y un almuerzo a demanda por 5 JOD (6€) extra por persona. El caso es que el alojamiento no nos hubiera salido mucho más caro, pero estábamos seguros de nuestra decisión.
El trayecto desde Wadi Musa a Wadi Rum dura unas dos horas (114 km) y discurre por el final de la Carretera de los Reyes hasta que se adentra en la autopista que cruza el país de Norte a Sur. Posteriormente, un desvío te lleva hasta el pequeño tramo que separa la autopista del área protegida de Wadi Rum.
Para acceder a la zona de Wadi Rum hay que pasar un control en donde se encuentra el Centro de Visitantes, en el que hay que mostrar el Jordan Pass o pagar 5 JOD (6€) por persona, si no dispones de él.
Puedes aparcar el coche en el parking del Centro de Visitantes o acceder a Wadi Rum Village, según hayas convenido con tus anfitriones. Nosotros condujimos hasta la casa de nuestro guía y dejamos el coche en su patio.
Tour en Wadi Rum
Lawrence´s Spring
El Tour comenzó en Lawrence´s Spring, a tres kilómetros del pueblo de Rum en cuyas calles pudimos observar la forma de vida actual de los antiguos nómadas del desierto hoy reconvertidos en guías turísticos.
El manantial al que llaman Lawrence´s Spring se llama en realidad Ain Abu Aineh y se ubica en la parte baja de una montaña cuya base de granito no puede retener el agua y se termina depositando en “una fuente”. Dicen que éste es el último manantial hasta después de los arenales de Rub al-Jali, al sur de la península arábica. Y quizá fuera el único lugar en el que el mítico Lawrence de Arabia podría haberse abastecido de agua antes de emprender sus campañas contra el Imperio Otomano durante la Rebelión Árabe.
La zona ofrece unas montañas desde las que obtener una bella vista del desierto, un lugar de descanso para camellos, una alberca en la que saciar la sed de las bestias y una gran roca con inscripciones, que dicen, servían para indicar la existencia de agua en la zona.
Cañón Khazali
Esta grieta en la montaña es uno de los lugares más interesantes de Wadi Rum. Se trata de una abertura estrecha en la montaña de unos 100 metros de profundidad cubierta con inscripciones nabateas, islámicas (cúficas) y tamúdicas y dibujos rupestres de petroglifos.
Las tallas nabateas consisten en camellos, caballos, cabras, personas, huellas de pies y espíritus.
Las inscripciones tamúdicas son menos visibles que las anteriores debido a los efectos del clima, pero aún siguen conservándose.
Además, en el interior del cañón, destacan unos huecos que los habitantes primitivos habían construido para conservar el agua de la lluvia.
Duna de Arena Roja
Quizá la parte menos atractiva para nuestro gusto, acostumbrados a las grandes dunas del Sáhara. Aun así, subimos y bajamos para hacernos fotos.
Puente Pequeño
Las formaciones rocosas en Wadi Rum son únicas y famosas en el mundo entero. La erosión de millones de años ha formado arcos que se han convertido en unas de las mayores atracciones del desierto para los turistas ¿Hasta cuándo aguantarán tanto trasiego? Quizá su desaparición provoque el agotamiento de una de las mayores fuentes de ingresos para los hombres del desierto.
Este pequeño arco, con un hueco de cuatro metros, es de los más pequeños de Wadi Rum y uno de sus grandes atractivos reside en las maravillosas vistas que desde la cima hay de las montañas cercanas.
No es difícil alcanzar la cima. Pero el señor que nos acompañaba nos dio una especie de rosca –grande- rellena de nutella y un zumo de medio litro. Yo, para no hacerle el feo, me metí un trozo de la rosca en la boca y eché a andar duna arriba. Pero entre mi rinitis crónica, el esfuerzo de la subida y la rosca que no podía tragar, creí que me asfixiaría antes de llegar.
Puente de roca Um Fruth
El puente de roca Um Fruth es uno de los lugares más fotografiados de Wadi Rum. Se encuentra a unos 15 metros del suelo del desierto y realmente es una formación única, aunque a estas alturas, decidimos verlo desde abajo.
Cañón Abu Kashaba
Esta parada consiste en recorrer andando un cañón sobre la arena para disfrutar de las formaciones geológicas naturales y la vegetación del lugar.
La pequeña caminata se realiza por un lugar a la sombra de dos grandes paredes verticales en las que hace un poco de fresquito.
En la zona de la entrada se han acumulado grandes dunas y cuando llegamos nosotros, había gente haciendo sandboard desde una altura considerable.
Nuestro guía nos recogía al otro lado del cañón y, al llegar, vimos que se había dedicado a recoger leña.
Llegaba ya el final del camino y comenzamos a dirigirnos hacia Wadi Rum Village.
Lawrence´s House
La parada en la “Casa de Lawrence de Arabia” fue visto y no visto, igual que la que el guía hizo en las inscripciones de Anfeshiyeh, pero bueno.
Se tratan de las ruinas de un antiguo templo nabateo donde dicen que se alojó Lawrence de Arabia en sus intervenciones durante la Revolución Árabe. Supongo que el halo de leyenda que rodea el lugar lo hace especial.
Anfeshiyeh inscriptions
No hace falta ser arqueólogo para apreciar estos petroglifos de más de 2.000 años de antigüedad. Fueron realizado por los pueblos tamúdicos y nabateos y dicen que su funcionalidad era la de proporcionar información a otros viajeros del desierto.
Con esta última visita terminaba nuestro tour por el desierto de Lawrence de Arabia. Sólo quedaba regresar a Petra para dormir, aunque en nuestro recuerdo han quedado para siempre los paisajes de «El valle de la Luna»
18 comentarios
No conocía este lugar de Jordania pero me lo apunto porque por lo que comentas es una experiencia que hay que vivir, siempre me han llamado mucho la atención las gentes del desierto, mi padre hizo la mili en el Sahara y me contaba de pequeña muchas historias de sus gentes, del desierto, recuerdo que me decía que por la noche se oía partirse las piedras del cambio de temperatura del calor a mucho frío. Un beso
Los desiertos son lugares fascinantes. Ya sabes que nosotros tenemos cerca el Sáhara, que es el conocíamos, pero Wadi Rum me dejó enamorada.
Un beso, Asun.
Vaya viajecito guapo. Porque hay lugares que nunca se olvidan cuando se han visitado y este es uno de ellos. Esos cañones son una maravilla. Que bien diseña la naturaleza.
Creo que me pensaría lo de subir al techo de ese coche :))
Buena noche.
Un abrazo.
Jajajajaja Pasé un frío allá arriba…. Pero el conductor, la verdad es que fue muy prudente.
El desierto es una preciosidad: la arena roja, los cañones, los petroglifos, los arcos,… Es un sitio enigmático y bello. Llevas razón. No creo que lo olvidemos, Laura.
Un abrazo!!!
Qué bonito todo, Macarena!! Y lo cuentas con entusiasmo que contagia!!!! 👏👏👏
Cuánto me alegro de que hayan podido vivir esa experiencia, más que positiva si ya piensan en regresar pero en verano para dormir en el desierto.
Lo de ir sentados en el techo del coche, me pareció la mar de divertido. Otra experiencia más que sumar a las muchas que ya tienen. Bravo!!!!
Mil gracias por compartir, súper interesante toda la información.
Muchos besos Macarena.
Feliz fin de semana!
Ya sabes, Nélida, que además de conocer y aprender, somos unos disfrutones. Creo que hacemos un buen trío.
Muchísimas gracias a ti por tus comentarios. Un besazo.
Un viaje precioso tal como lo explicas y unas informaciones muy útiles que agradezco. Estoy preparando un viaje a Jordania para octubre y me ha encantado vuestro tour por Wadi Rum con la empresa familiar. ¿Te importaría darme la página web para poder contactar y reservar el tour?
Muchas gracias
Blanca, siento la tardanza. Estábamos de viaje. Te lo envío al correo.
Hola, me encanta vuestro blog, podrías pasarme el contacto del guía con el que visitasteis Wadi Rum?
Hola Mikel. Muchas gracias por tu comentario. Te paso los datos por correo.
Buenas tardes.. Nosotros también vamos en invierno, más concretamente estas navidades. Tengo dudas también de dormir en el desierto por el tema frío, pero pensaba que igual que los alojamientos que disponían de aire acondicionado podrían usarse también en invierno como aire caliente, pero tampoco lo tengo claro…Podrías pasarme, por favor, el contacto del guía?? Gracias!!
¡Hola!
Es una pregunta que yo hice a nuestro guía y él me aseguró que no haría frío a la hora de dormir. Pero ya he contado los otros condicionantes, como el tema de lo pronto que cae la noche.
Te escribo al correo.
Un saludo!!!!
Hola excelente información voy a ir en enero para Jordania serías tan amable de enviarme el contacto del guía muchas gracias
¡Hola Francisco!
Te dejo la información en el correo.
Un saludo
Hola, me podrías envair la página web de la agencia?
Muchas gracias
Hola Magda, te la envío por correo.
Un saludo
Hola, estoy preparando un viaje a Jordania para diciembre, me podrías enviar el contacto de la agencia con la que fuiste al desierto? Gracias
Hola!
Ya lo tienes!!!!!