El Centro UXO Lao de Luang Prabang recoge, en apenas unos metros cuadrados, la vergüenza de los estragos que los bombardeos de Estados Unidos causaron y siguen causando en Laos durante la segunda mitad del siglo XX, mientras la Comunidad Internacional participó en el silenciamiento de «aquella guerra secreta».
En el período que va desde 1964 a 1973, EEUU libraba la Guerra del Vietnam. Su vecino Laos era un país neutral que, sin embargo, sufrió toda la ira de la sinrazón de la Guerra.
Bajo el pretexto de cortar las vías de suministro de Laos a Vietnam, y evitar que el país tomara partido por el comunismo, EEUU llevó a cabo una vergonzosa y, gracias a Dios, hoy conocida por todos, actuación.
Aviones de guerra estadounidenses realizaron más de 584.000 misiones y arrojaron más de 280 millones de bombas sobre las zonas más pobladas de Laos. En cifras, se trata de media tonelada de explosivos por habitante. Una misión cada ocho minutos durante una década.
Laos detenta el lamentable record mundial de ser el país más bombardeado de la Historia. La suma de los explosivos lanzados contra Laos supera a la de todos los que se emplearon durante la Segunda Guerra Mundial. Y de ellas, más de 75 millones, dicen los expertos, quedaron sin explotar, son UXO (unexploded). La mayor parte de ellas eran bombas de racimo antipersona de la que se estima que un 30% siguen activas.
En este contexto, en el año 1997, se creó una ONG en forma de cooperativa local denominada COPE, que trabaja en colaboración con el Centro Nacional de Rehabilitación, y que fabrica y distribuye prótesis a las víctimas de las detonaciones de explosivos sin detonar.
Esta cooperativa ha creado dos centros en Laos –uno en Vientián y otro en Luang Prabang- en los que ofrece información sobre la Historia de los bombardeos en el país, los daños causados, y las actuaciones que la organización lleva a cabo en Laos para la desactivación de bombas y la ayuda a damnificados.
El centro de Luang Prabang es pequeñito, pero interesante. Posee una exposición de armamento y ¡hasta una bomba de racimo! Que para los legos en la materia, como yo, resulta impresionante y extremadamente gráfica. Pues sólo viéndola imaginas el daño que pueden producir. Otras armas, como las minas antipersona, han sido prohibidas por instrumentos legales como el Tratado de Ottawa. Sin embargo, las bombas de racimo aún siguen considerándose legítimas por algunos gobiernos al no haber sido prohibidas por ningún tratado internacional.
El Centro muestra además documentales y posibilita las donaciones, además de recaudar dinero a través de la venta de pegatinas, camisetas, llaveros,… Pero la función de sus centros es estrictamente divulgativa y, por ello, no se exige el pago de una entrada.
La visita al Centro UXO Lao, si bien es curiosa, no es imprescindible; aunque puedo certificar el interés que Macarena mostró por la exposición. Así que si os sobra algo de tiempo, no está de más acercarse a verla.
El Centro COPE no es fácil de encontrar y se encuentra fuera del Centro Histórico de Luang Prabang. Está ubicado en Phothisan Road, justo detrás del Monumento al Rey Chao Anouvoung, y abre de lunes a viernes de 08:00 a 12:00 y de 13:00 a 16.00 horas.
Si os ha resultado interesante esta entrada, podéis también ver el video en el que realizamos una completa visita al interior del Centro.
8 comentarios
Aunque no tuviera interés turístico, creo que es importante visitar este centro como forma de conocimiento y de concienciación. Dicen que solo cuando se conocen los errores del pasado, se pueden prevenir los del futuro. Yo no estoy segura de que eso sea del todo cierto, pero en este caso me parece imprescindible saber y, si se puede, contribuir a subsanar una situación que resultó y aún resulta tan terrible.
Un post muy interesante, Macarena, aunque me ha estremecido por lo que significa. Gracias como siempre por ampliar nuestros horizontes a través de vuestros viajes.
¡Un beso enorme!
Yo, Julia, creo que es una visita imprescindible; primero, para conocer la Historia de Laos; segundo, para ser realistas con lo que ocurre en los conflictos armados.
Muchas gracias. Un besazo
Es la primera vez que veo una bomba de racimo así, abierta a la mitad. Y no sabía que Laos es el país más bombardeado de la historia. Es tristemente increíble. Me parece bien que esta cooperativa destine el dinero para esos fines…aunque me encantaría que no hubiera personas que necesitaran una prótesis por haber pisado una bomba. Y creo que debemos llevar a nuestros hijos a estos lugares, sobre todo porque deben tomar conciencia de lo que los humanos hemos hecho en el pasado para que no se vuelva a repetir. Nosotros llevamos a nuestro peque a las playas del Desembarco en Normandia por esa misma razón.
Otra vez te felicito, porque tus palabras son las justas para describir con precisión esta página terrible de nuestra historia.
Un abrazo.
Alicia, a nosotros también nos parece importante que Macarena conozca este tipo de sucesos históricos. En Vietnam no dejamos tampoco de lado los acontecimientos de la Guerra, ni en Camboya el genocidio de los Jemeres Rojos porque lo que en aquella parte del mundo ha sucedido en un momento u otro, ya en pleno siglo XX, es terrible ¿Dónde estaba el resto del mundo? ¿Dónde? Nosotros también pensamos que los viajes no son sólo para disfrutar y creo que, para una mente que se está formando, los viajes son muy importantes para aprender, ya no sólo de otras culturas, sino de otras historias.
Si lo de Vietnam ha sido recreado por el cine y la literatura, lo de Laos se ha mantenido casi en secreto y es desconocido para muchos. Sí sí, siendo neutral, ha sido el país más bombardeado de la Historia donde, muchos años después, sigue muriendo gente por ello.
A mí también me impresionó mucho ver la bomba de racimo porque la munición que lleva dentro también explota en mil pedazos. La destrucción es total.
La pena es que, aunque Obama pidió perdón y prometió realizar una inversión para la desactivación de las bombas que quedan, los que de verdad siguen jugándose la vida son los agricultores y esta ONG. Aquello es un país olvidado del mundo.
Así que, aunque sea un sitio pequeñito, acuérdate cuando visites Laos -que lo harás- de ir a ver alguno de los centros UXO y de la carga que llevan los laosianos desde hace décadas a sus espaldas.
Un abrazo. Muchas gracias por tu comentario.
Madre mía!! me pregunto cuantas cosas habrá aún que no sepamos. Un beso
Imagínate!
Muchos besos
Bueno, pues yo soy de los que sí piensa que hay que visitar estos sitios (al que le interese) para saber el daño que puede causar el ser humano, aunque vuelva a hacer más daño, si cabe, en el futuro. Es un debate que se plantea mucha gente, pero yo lo tengo muy claro. Hay que saber, porque si no enseñas estas historias, la gente no se conciencia. a mí muchos me dicen que no irían nunca a un campo de concentración nazi, pero no porque no pudieran aguantar el shock, si no porque están de vacaciones y porque no quieren ver cosas tristes, que las vacaciones son para divertirse… Bueno, todo es respetable. Yo, desde luego, los considero lugares para recapacitar muy profundamente y para sentir lo que sufrieron las víctimas.
Yo tampoco había visto nunca una bomba de racimo abierta.
Muy interesante el artículo, Macarena. La verdad es que la Guerra de Vietnam da para mucho debate.
Un abrazo!!
Pues Lízar, coincido absolutamente con la opinión de tu comentario, aunque además añadiría que, al menos para mí, viajar no es sólo disfrute; también es cultura.
Tras nuestro recorrido por Laos, seguimos ruta por Vietnam y seguimos con la Historia de la Guerra. En uno de los videos que grabamos y, después de que se me saltaran las lágrimas en el Museo de la Guerra de Ho Chi Min, no podría reproducirte mi crítica a gran parte de la actual Ley de Memoria Histórica. Ya veremos a ver cómo lo planteo al subirlo.
Un abrazo