Hacía tiempo que había oído hablar de los mercados del Barrio Chino de Kuala Lumpur y hacía tiempo que, en mis ansias por descubrir todo lo concerniente a esta ciudad, tenía curiosidad por visitarlos.
Sabía que no son lugares en absoluto recomendables y, quizá precisamente por ese motivo, aumentaban mi curiosidad y mi deseo de visitarlos. Sin embargo, ambos mercados abren demasiado temprano, aun cuando el sol no ha iluminado las calles y, por ello, posponíamos la visita una y otra vez hasta que al fin, este año, nos armamos de valor y salimos a la calle con las primeras luces del alba.
Pasar Karat, el «Mercado de los ladrones»
Karat se traduce literalmente como “óxido” en inglés. Y es que Pasar Karat es un rastro de antigüedades y artículos de segunda mano.
Hubo un tiempo en que denominaron a este sitio “Mercado de Ladrones” porque, parece ser, en este lugar se da cita la compraventa de artículos robados. Y lo cierto que es, paseando por sus mantas extendidas llenas de objetos y sus mesas improvisadas repletas de cachivaches, baratijas y viejos artículos, se encuentran objetos demasiado nuevos, demasiado vistosos, demasiado sospechosos; sobre todo en la parte final del rastrillo.
Precisamente esta circunstancia hace que los vendedores sean reticentes a que se tomen fotografías y, además, se trata de un lugar señalado como pasto para carteristas.
Al parecer, Pasar Karat existe desde principio de los años 80, cuando era un espacio exclusivamente para chinos, hasta que otros pobladores de la ciudad, se instalaron en la zona para romper el monopolio. Los propietarios de locales cercanos cuentan que antes siempre había policías de paisano que patrullaban la zona con el fin de apaciguar disturbios.
Hoy, Pasar Karat sigue siendo un rastro para lumpureños y un lugar poco frecuentado por turistas. Pero manteniendo los bolsillos y mochilas a salvo, no es un lugar que temer.
Pasar Karat se extiende en los callejones traseros de Petaling Street y, debido precisamente a su ubicación, se han producido continuos conflictos con los comerciantes de Chinatown que dicen que en esa calle se entorpece la carga y descarga de mercancías y se bloquean las salidas de emergencia.
El Ayuntamiento de Kuala Lumpur parece que desea intervenir en la zona y plantea un cambio de imagen al mercado convirtiéndolo en un verdadero mercado de antigüedades para promocionarlo como una atracción turística y asegurar que no se vendan productos robados.
Además, se pretende llevar una actuación parecida a la de los callejones traseros de Bukit Bintang, mejorando su arte urbano y construyendo un arco a la entrada del mercado.
Pasar Karat se sitúa en Lorong Street, paralela a Petaling Street y abre todos los días desde las 6:00 a.m. hasta las 9:30 a.m. aproximadamente, aunque el día de mayor afluencia es el domingo.
Wet Market Penjaja Gallery
Los mercados húmedos son aun uno de los lugares relativamente intactos por los turistas. La mayoría que visitan la capital de Malasia y pasean bajo los farolillos rojos de Jalan Petaling, dejan de lado el Wet Market Penjaja Gallery, que está escondido entre las viejas tiendas que bordean la calle Petaling, junto a Guan Di Temple.
Este mercado es uno de los más antiguos de Kuala Lumpur, pero desde luego no es lugar para personas escrupulosas.
Se trata de otro de los lugares que nunca habíamos visitado antes en Chinatown por ser un callejón oscuro y maloliente que, desde fuera, para nada invita a adentrarse en él. Pero este año, nos armamos de valor y entramos a visitarlo.
El mercado es un pequeño y estrecho callejón bajo un techo de chapa que proporciona un aspecto tétrico al ya de por sí maloliente y sórdido rincón.
La mercancía, poco variada por cierto, se expone sobre la suciedad de los mostradores ofreciendo un espectáculo bastante inmundo y desordenado.
Y lo peor es que decenas de ratas corretean a plena luz del día bajo las piernas de los vendedores y sobre los mostradores vacíos.
No nos engañemos, Kuala Lumpur es una ciudad llena de ratas que salen a la calle cuando cierran los comercios y cae la noche, pero es raro verlas a plena luz del día. Por otro lado, observarlas de esta forma, campando a sus anchas, en un espacio de venta de alimentación, me trajo a la cabeza las decenas de peligrosas enfermedades de las que son transmisoras.
Hay algún que otro relato sobre Penjaja Gallery en internet invitando a comer los platos que se elaboran aquí para el desayuno y el almuerzo. Yo desde luego, jamás me sentaría allí a comer y, como habréis podido comprobar, a menos que seáis igual de curiosos que yo, tampoco ocurrirá nada si no pasáis por este lugar cuando visitéis Kuala Lumpur.
Penjaja Gallery se encuentra en 170, Jalan Tun H.S. Lee y abre desde el amanecer hasta el mediodía.
16 comentarios
Un lugar curioso Macarena, pero la verdad es que te tuviste que armar, como tu dices, bien de valor para pasar por allí. Un beso
Jajajajaja ¡No hombre! Peor fue lo del mercado. Un poco desagradable sólo.
Un besito
Madre míaaa , sí que tuvísteis muuuucho valor. Bueno como en todos los mercadillos bolso y cartera tienen que ir bien vigilado si no vuelan. Esa gente no enferma porque están curados de espantos, ahí no hay vigilancia de sanidad ninguna. Como para comprar unas pechuguitas de pollo.
Buen fin de semana.
Un abrazo
Jajajajajajaja Por eso precisamente que comentas, en Asia hay que ser cuidadosos con la procedencia de la comida, pero claro ¿Quién sabe?
Un besazo, Laura.
Madre mia que valor!!! Yo no puedo con las ratas, ni muerta entraba yo allí. Un beso
Jajajajjaja Ay Asun. Que si yo hubiese sabido que las había, tampoco. Aunque como allí es habitual verlas, no te dan esa impresión que te dan aquí. Es como si te acostumbraras.
Besitos
I don’t like visiting such places.
I understand you perfectly.
Hola Macarena desde luego valientes sois.
Ha sido de lo más interesante descubrir también estos lugares que no visitaría.
Besos
Jajajajajaja Sitios diferentes, Conxita.
Los rastrillos me encantan, aunque si llego a saber lo de las ratas en el mercado, te doy mi palabra de que no hubiera entrado.
Besos
Es muy curioso ❤
La verdad es que sí.
Por primera vez reconozco que tu trabajo espléndido, como de costumbre, integrando un completo reportaje fotográfico junto a toda tipo de información relacionada, en este caso, con el Barrio Chino de Kuala Lumpur, pero fíjate, no me he quedado con ninguna gana de visitarlo, si pudiera, puesto que hay que echarle valor para recorrerlo, tal como vosotros lo habéis hecho, querida amiga Macarena.
Ni regalado iría a conocerlo ¡qué cantidad de mierda, ratas, desperdicios y gente poco de fiar…! Supongo que los que viven allí estarán acostumbrados y no lo verán con los mismos ojos. En fin…
Bueno, esperaré a que nos deleites con otra entrada completamente distinta.
Un besazo y buen inicio de semana!!!
Ayyyy Estrella!!!
El Barrio Chino es de las partes más antiguas de Kuala Lumpur y tiene lugares muy interesantes, pero ya sabes que a mí me gusta contarlo todo y, en este caso, todo incluye cosas que no son tan bonitas.
En realidad, en Asia hay ratas en todos los países, pero suelen esconderse de día. Quizá por ello, me sorprendió tanto verlas campando a sus anchas. De todas formas, si las hubiera visto, yo tampoco habría entrado al mercado, no creas.
Un besazo
¡Esto es darlo todo por tu público, Macarena! ¡Madre mía qué mercado! Sobre todo el de venta de alimentos. Y pese a las ratas parece que nadie pilla nada con esos productos, de lo contrario imagino que estaría cerrado.
En cuanto al mercado de los ladrones, tiene su encanto, aunque me parece una gran idea la que propone la autoridad para reconvertirlo en mercado de antigüedades.
Lo dicho, excelente entrada para mostrarnos lo que seguro no se muestra en ninguna parte y que dice mucho de tu vocación viajera. Un fuerte abrazo!!
Jajajajajaja Ay David, es que no vale sólo contar lo bonito. Hay que contarlo todo.
En realidad, yo soy fan de los Marcadillos ¡Me encantan! Así que en ellos no me importa perderme y soy consciente del condicionante de los carteristas. Pero… respecto al mercado de alimentación, de haber sabido que había ratas como caballos, de verdad que me hubiera mantenido al margen. Ya ves las fotos. El sitio era como para ponerse nervioso y querer salir rápido de allí.
Es verdad que en Asia es común ver ratas, pero no de día y no encima de los filetes de pollo. En fin…
Un fuerte abrazo!!!!