Si algo nos encanta de Kuala Lumpur es que es una ciudad en continua renovación que, cada año, ofrece algo nuevo por descubrir al viajero: una atracción, un espacio recuperado, una nueva forma de transporte o, como ha sido en esta ocasión, unos nuevos murales para Bukit Bintang.
En nuestra visita en 2018, habíamos observado parte de los trabajos de transformación de las calles traseras de Jalan Alor así que, tras haberlos podido vislumbrar en internet, quisimos acercarnos hasta la zona en 2019 para verlos finalizados.
Como ocurre en casi todas, por no decir todas, las grandes ciudades del mundo, las calles que rodean las arterias principales turísticas y comerciales suelen ser zonas de albergue y cobijo para drogadictos, borrachos, vagabundos y delincuentes. Y en Kuala Lumpur, esto era especialmente notable en el área de Bukit Bintang, que tuvo que recorrer un largo camino hasta convertirse en lo que es en la actualidad.
El Proyecto de recuperación de los callejones traseros de Bukit Bintang
Hace cinco años, el Ayuntamiento de Kuala Lumpur identificó más de 20 áreas en el centro de la capital (Bukit Bintang, Jalan Alor y Tun Razak Exchange) requeridas de una intervención para devolver la vida a los callejones que se habían ahogado entre basuras, aguas residuales y delincuentes con el fin de atraer a más personas a instalar su residencia en el centro y alentar a los turistas a visitar estas nuevas “islas de arte”.
El proyecto de transformación se inició en 2015 en un área que cubre las calles Jalan Alor, Jalan Berangan, Jalan Changkat, Jalan Rembia y Jalan Tengkat Tong Shin. Se realizará en dos fases, en un área de 3 km, y con un capital presupuestado de un millón de Ringgits.
Por el momento, el proyecto ya es visible en casi toda la zona trasera de Jalan Alor donde se han renovado fachadas, se ha mejorado la iluminación y se han decorado las infraestructuras de los edificios con libélulas, pájaros, caracoles.
Sin embargo, el lugar más fotografiado es un pasadizo que emula una especie de selva tropical con nubes de neón que se iluminan cuando llega la noche, lugar que, por otra parte, tiene una interesante historia.
La arquitecta del proyecto, Natasha Azim Hussin, desveló que se inspiró en un arroyo que estuvo en este lugar hace casi 100 años. “Al investigar la historia de Jalan Alor, encontramos un viejo mapa, que data de 1921, y que muestra un arroyo con árboles y vegetación antes de que surgieran los edificios”. Explicó que con el tiempo, los árboles y el arroyo dieron paso a esta zona de la ciudad. «Así que pensamos que qué mejor manera de recordar a la gente los viejos tiempos que recrear parte de la historia”.
Una nueva atracción en la capital de Malasia
Si bien es cierto que se trata de un lugar curioso y colorido y que ha ahuyentado el miedo que suponía atravesar los callejones en plena noche, no ha logrado erradicar la marginalidad y la delincuencia de las callecitas traseras de Jalan Alor. Es más, cuando los visitamos nosotros, en pleno día para poder fotografiarlos, presenciamos “el tirón de un bolso” de dos ladrones subidos en una moto -algo extremadamente raro de ver en las principales calles de KUL-.
En Malasia son expertos en la recuperación de espacios marginales, es verdad. Y ejemplo de ello son los canales de Malaka; pero habrá que ver con el tiempo quien gana la partida: si el turismo en busca de nuevas imágenes para sus stories o la delincuencia manteniendo a salvo sus ancestrales guetos.
Los callejones no tienen pérdida, podrás acceder a ellos desde el cruce entre Jalan Alor y Changkat Bukit Bintang.
10 comentarios
Muy buenos:)
Gracias
Preciosos los murales, toda una atracción. Lastima que no hayan conseguido terminar con la delincuencia. Un beso
Pues sí, Vicenta, esperemos que poco a poco lo consigan.
Un beso
Me parece una idea fantástica, y si además consiguen eliminar el problema de marginalidad, droga y delincuencia además de lavarle por fuera la cara ya será un exito rotundo. Un beso
Esperemos que suceda, Asun. Un beso
Menuda «rentrée» Macarena,… no hay nada como ver unas obras en una ciudad (que siempre te cabrean) y después de un tiempo volver al lugar y poder disfrutarlas ya rematadas,… a mi, eso me pasó varias veces. Pero es que además en este caso el lugar, y el objeto de la restauración es fantástico. He visto ejemplos parecidos en Brasil,… e incluso en Ferrol, pero no de esas dimensiones. Bienvenidos!
¡Hola Norte!
Los malasios son unos magos para este tipo de ideas. En Malaka lograron recuperar las márgenes del río a base de arte urbano. En Georgetown han atraído el turismo de masas a través de iniciativas parecidas. Es una pasada la cantidad de proyectos que emprenden para recuperar espacios y zonas deprimidas. Así que, cada año, encuentro algo nuevo y eso es lo que me gusta tanto de Malasia, en general, y de KUL en particular.
Ya retomando, Norte, y pensando en la siguiente. Un fuerte abrazo!!!
Precioso reportaje, Macarena. Como dices, una capa de pintura no elimina los problemas; pero también es verdad que psicológicamente no es lo mismo pasear por calles grises y desconchadas que viendo estos murales tan coloridos. Es un granito de arena, como cuando construyen una biblioteca en un barrio conflictivo. Un pequeño soplo de esperanza.
Una entrada preciosa. Un fuerte abrazo!!
Pues sí, David.
Tengo que darte toda la razón y confío mucho en los trabajos del Gobierno de Malasia en este sentido porque están muy experimentados en este tipo de proyectos que les han funcionado en otras zonas del país.
Un abrazo.