El Palmeral de Marrakech es un oasis de palmeras con cientos de miles de ejemplares que se alza sobre una vasta superficie a las afueras de la ciudad. Se le considera el más grande del mundo por su extensión, aunque no por su número de ejemplares. Ubicado en la zona Norte de Marrakech, mide más de 8 km y cubre un área de 13.000 hectáreas (más de 130 km2). En la actualidad, es un lugar de residencia para ricos marroquíes y extranjeros y centros turísticos de primer orden, aunque también continúa siendo un lugar que el visitante debe conocer.
Historia del Palmeral de Marrakech
Cuentan que, tras conducir a sus hombres a través del Atlas, Youssef ibn Tachifne -uno de los grandes líderes de Marruecos y fundador de la ciudad de Marrakech- decidió que la llanura al norte del Gran Atlas, cálida y bien protegida por las montañas de los fuertes vientos del desierto, sería un buen lugar para establecer un campamento. Construyó una mezquita y una Kasbah y, así surgió Marrakech.
La escasez de agua en aquel entonces, igual que ahora, era un grave problema y, por ello, ordenó perforar pozos con conductos subterráneos que se unían unos con otros en un sistema de irrigación subterránea, conocido como khetara, y que, a día de hoy, aún es el sistema regular de abastecimiento de agua en lugares como Erfoud. Este sistema fue el que dio esplendor y frondosidad a los palmerales que hoy rodean la ciudad de Marrakech, cuyo origen, muchos han querido ver en los agujeros que hacían en la tierra con sus espadas curvas las tropas almohades en sus numerosos asedios y ataques contra la ciudad de Marrakech.
Dado que los dátiles eran el alimento más nutriente y calórico de todos los que se pueden encontrar en el desierto, los integrantes de estas huestes, tras ingerir la carne del dulce fruto, escupían en el suelo los huesos. De esta forma, agrupados en los agujeros que previamente habían dejado las espadas clavadas en la tierra, e irrigados por el agua de los pozos de las khetaras que había mandado construir Yousef años atrás, fueron germinando las semillas de las palmeras que hoy conforman el maravilloso y exótico palmeral de Marraquech.
El deterioro del Pameral en la actualidad
Si bien en 2007, las autoridades locales impulsaron un plan que pretendía la plantación de 430 mil nuevas palmeras, el Palmeral de Marrakech no es un espacio protegido y se ha ido mermando con el paso de los años y la construcción de residencias, importantes hoteles y un campo de golf.
Además, las plagas – la última de ellas del picudo rojo– amenazan seriamente la pervivencia del Palmeral que, de no dictar las autoridades gubernamentales de manera inmediata una orden para su protección y conservación, verá en pocos años una rápida degradación que conllevará su inexorable desaparición y, con ella, la pérdida de uno de los principales atractivos de la “Ciudad Roja”.
De hecho, en los últimos 20 años, el palmeral ha perdido más de un 30% de su superficie.
Ruta del Palmeral
El interés del Palmeral es indudable y son muchos los turistas que deciden visitarlo. Aun así, no es un lugar abarrotado de gente, sino que, al contrario, es posible disfrutar de la tranquilidad de la que adolece el centro histórico de Marrakech.
La Ruta del Palmeral ofrece una visión del oasis que dio origen a la ciudad de Marrakech y que aún hoy día sigue perviviendo a pesar de sus mil años de historia.
Además, es posible realizar un paseo en camello, caballo o poni o disfrutar de otras actividades como las rutas de Quads por el interior de las palmeras ¡No os olvidéis regatear primero los precios! El visitante puede también tomar un té en cualquiera de los lujosos resorts del Palmeral o ver la puesta de sol sobre el color rojizo de la tierra de Marrakech con las Montañas del Atlas al fondo.
Cómo llegar al Palmeral de Marrakech
Es posible llegar al Palmeral contratando un paseo en calesa desde el centro de la ciudad, aunque quizás, la forma más cómoda es contratar un taxi que os lleve, espere, y os traiga de vuelta.
Además, el servicio de autobuses turísticos “City Tour” cuenta con una ruta llamada “Ruta Tour Palmeral” que se compone de 13 paradas y aborda la zona Norte de la Ciudad en la que se visita el Palmeral de Marrakech. La duración del tour es de aproximadamente una hora y realiza paradas en los lugares más significativos del Palmeral, incluyendo las zonas en la que se ubican los camelleros. Puedes encontrar más información de esta ruta en nuestra entrada sobre el Transporte en Marrakech
22 comentarios
Qué bonito, me encantan este tipo de excursiones. La foto de la madre con la cría de camello es una preciosidad, que monada la cría tan blanquita!!! Un beso
Son una preciosidad. Los camellos recién nacidos suelen ser como el de la foto: blancos. Y es supertierno verlos junto a sus madres.
El Palmeral, por otra parte, es un sitio encantador en el que pueden desarrollarse innumerables actividades.
Un beso, Asun.
Hola Macarena, tiene que ser una experiencia inolvidable, disfruta de una excursión en camello ni que el camello no sea el vehiculo mas cómodo. Pero perderse por unas horas por esas gigantesca extensión poblada de palmeras deber ser una pasada.
Buen fin de semana. Besos.
Sobre todo, si vas por la tarde y también puedes disfrutar de la puesta de sol. Es un lugar encantador y muy evocador de lo que debió ser el original paisaje de Marruecos.
Un besazo, Cristina.
Le auguro un futuro poco pormetedor Macarena,… inmobiliarias y turismo descontrolado son una mala combinación para el medio natural. Por cierto, esa foto con el Atlas al fondo es fantástica!
Jou Norte ¡Cómo andamos hoy con las fotos! La verdad es que es una foto muy bonita ¡Pero es la única que yo no hice! Jajajajajaja
En realidad, hubo un proyecto para la conservación del Palmeral en el que se produjeron una serie de contactos con Ingenieros Agrícolas y autoridades de Elche. Se planteó que se llevaría a cabo una inversión importante y una serie de planes para la reforestación y la conservación de especies; pero cada vez que voy, el área está más desangelada. Ahora sí, que hay unos casoplones con unos jardines que se te saltan las lágrimas. Así que te doy la razón.
Aunque en esto de Marruecos, no se sabe: un día cualquiera se levanta alguien, se lía la manta a la cabeza, y de pronto todo resurge. Vaya usted a saber!!!
Ya te contaré la próxima vez que viaje. Aunque igual, me lo cuentas tú a mí antes jejejejeje.
Un fuerte abrazo.
Que lástima que este deteriorado. Toda una odisea montar en camello… yo monte hace tiempo, peor me parece que ahora no me atreveria. Un beso y feliz finde.
Ains, a mi no me gusta nada, la verdad.
Respecto al Palmeral, la verdad que sí, Vicensi. Si no lo cuidan, terminará siendo engullido por la ciudad.
Un besito
Es una pena que no lo conserven y que la especulación inmobiliaria se lleve espacios tan bonitos. El problema es que cuando quieran darse cuenta ya no les quedará nada por conservar y tampoco entiendo mucho a esos que compran en parajes tan espléndidos que ellos mismos destruyen, para ver un campo de golf ya hay muchos otros lugares.
No he subido nunca en camello, no sé yo si la experiencia me gustaría mucho jajaja
Me ha gustado especialmente la fotografía de esa cría de camello, tan tierna.
Besos
Ains Conxita, a mí es que no me suele gustar subir en nada, salvo en moto jajajajajaja No me gustan los movimientos de balanceo, ni las subidas y bajadas, ni las paradas bruscas, ni nada de nada. Me mareo jajajajajajaja
Dije en otro comentario que hubo un proyecto de conservación que no llegó a materializarse.
Creo que quienes se van a vivir a tan bellos parajes, lo hacen por eso, porque son bellos y, efectivamente, lo que hacen es contribuir a su desaparición. No obstante, también es cierto que Mohamed VI es muy proclive a solucionar problemas relacionados con la conservaciones de esencias culturales y elementos propios del país. Sólo tiene que caer en la cuenta de que el Palmeral necesita un plan urgente de conservación.
Un beso
Ay que pena que un paraje tan bonito se esté deteriorando. Creo que esto es más común de lo que pensamos en varias zonas del planeta, y es una pena, la verdad…
Yo no suelo subir en animales cuando viajo, pero la foto de los camellos de ha dejado con ganas acariciarlos jajaja el pequeñín es tan mono!!
Un besote guapa!!
Entonces eres de las mías, María. Yo tampoco subo, pero sí, ahí están.
No había sólo un recién nacido, había al menos una decena y los camelleros te dejan acariciarlos. Es muy tierno.
Un besote
Qué pena que algo tan hermoso y tan emblemático de la ciudad se esté dañando y corra riesgo de desaparecer por la desidia de las autoridades. Me parece inconcebible 🙁
Como siempre lo que cuentas acerca del posible origen de este extensísimo palmeral me parece muy interesante y curioso. A veces confluyen varias circunstancias que acaban dando lugar a algo inesperado, como parece ser el caso. Espero que pronto se tomen medidas de protección :))
Preciosas las fotos, Macarena, ¡como siempre!
Un besazo.
Hace unos años, Julia, hubo un proyecto de cooperación con autoridades e ingenieros de Elche para la conservación y reforestación del palmeral; pero no llegó a gran cosa. Supongo que en ese momento primaba la especulación inmobiliaria. Aunque yo, que soy muy optimista, pienso que en Marruecos las cosas suelen llegar con lentitud, pero terminan llegando. Sólo hace falta que alguien dé la voz de alarma y seguro que Mohamed VI se pone manos a la obra y, ya sabes, lo que diga el Rey allí va a misa. El problema será si la solución llega demasiado tarde, claro.
Y el origen, desde luego es fascinante.
Muchas gracias Julia. Pero… echo de menos tus historias.
Un besote
Desde luego que en esta entrada nos traes uno de los paisajes que más asociamos a Marruecos. Las fotos nos sumergen de lleno en él. Espero que lo conserven como se merece algo tan especial, pisos o chalets de lujo hay muchos, tiene narices que quieran meterse ahí. Me encantó, Macarena. Un fuerte abrazo!
Poderoso caballero es don Dinero, David.
Los ricos ya se sabe, suelen ser unos enamorados de la exclusividad y detestan a las masas por ordinarios y ruidosos -debe ser-.
Sin embargo, fíjate tú que personajes como Goytisolo -quien, por cierto, fue en gran parte artífice de la inscripción de la Plaza de la Jemaa en la Lista indicativa de la UNESCO del Patrimonio Cultural Inmaterial de Marruecos-; eligió la Medina como lugar de residencia y no éste. Y quién si no él hubiera necesitado de silencio…
En fin, mi deseo es coincidente con el que acabas de formular.
Un fuerte abrazo!!!!
Me ha parecido muy bella la historia de cómo fue construida esta gran ciudad, partiendo de una llanura al norte del Gran Atlas que la protegía de los fuertes vientos del desierto.
Muy interesante también el sistema de riego subterráneo, conocido como khetara, ya que estas zonas desérticas suelen tener problemas de abastecimiento de agua.
Lástima que este fantástico oasis de palmeras no esté protegido y haya mermado con los años, por supuesto que construir campos de golf y residencias lujosas acaba con el agua y seca los palmerales, igual que las plagas de insectos.
El paseo con camellos por el interior de las palmeras también debe ser otra experiencia inolvidable.
Un lujo poder perdernos por este maravilloso Palmeral de Marrakech acompañados por tan estupendos guías, como vosotros, queridos amigos y naturalmente con tu cariñosa acogida, querida Macarena.
Un besito.
Muchas gracias querida Estrella. Me gusta que puedas imaginar cómo es estar allí con sólo leer la entrada.
El Palmeral, Estrella, imagina que es un lugar único; como el nuestro de Elche. Y además, como bien apuntas, tiene un origen fascinante.
Yo también espero que haya una pronta actuación para que generaciones futuras sigan disfrutándolo. Además, por cierto, es una amplia despensa de abastecimiento de dátiles.
Un beso fuerte.
Bonita historia la del palmeral. Y como siempre el hombre destruyendo para su beneficio, ya podrian irse a construir a otro sitio. Tierna imagen de madre e hijo y que blanco es.
Imágenes preciosas, que procuren conservarlas y se puedan seguir disfrutando de ellas.
Un abrazo.
Como ves, Laura, en todos los lugares cuecen habas.
Hablamos del deterioro de los fondos marinos, del plástico, de la contaminación de las ciudades, pero arrasamos donde vamos. Una pena.
Esperemos, como dices, que el lugar pueda ser conservado.
Un besito
Una pena no proteger ya mismo este lugar que además es el origen de la ciudad y un sitio que bien cuidado puede ser maravilloso. En fin, lo de siempre… y me sorprende porque son gente rica y buenos alojamientos los que están por allí y normalmente esas zonas se cuidan más (no debería ser el motivo pero sabemos como va esto jeje)
Fotaza la de las palmeras y las montañas de fondo. Besazoooooos!!!!
Como todo, Alex. Se acordarán cuando ya no tenga remedio. Entonces, las casas de los ricos no valdrán nada y la zona se convertirá en un vertedero… Pienso igual que tú: es una auténtica pena.
Me alegro que te guste la única foto que yo no hice jajajajajaja
Un besote