El Monasterio de Sinaia es uno de los principales atractivos de esta estación de montaña de Rumanía junto con las montañas Bucegi y los Castillos de Peles y Pelisor. El conjunto monástico de Sinaia pertenece al siglo XVII y fue la primera construcción de esta zona, llamada así precisamente en honor al Monasterio.
Recorrimos los 58 km que separan la Iglesia Fortificada de Prejmer de Sinaia en casi dos horas, así que tuvimos que comer por el camino.
Las retenciones kilométricas que se producen al paso por Sinaia hacen un poco pesado este camino. Pero la carretera general a traviesa la ciudad y hay que parar en los semáforos, los pasos de peatones y las señales de stop. Así que las colas que se forman son larguísimas y además diarias.
Sinaia
No es que fuera muy tarde, pero decidimos que sólo visitaríamos el Monasterio de Sinaia para reservarnos los Castillos de Peles y Pelisor para el día siguiente, ya que todo el mundo nos había hablado muy bien de ellos. Así también, podríamos “tomar posesión de nuestro alojamiento” para poner mi hinchado tobillo pronto en alto, después de mi caída en Rasnov.
La ciudad de Sinaia es un centro turístico de montaña en Rumanía al que acude la gente como base para practicar deportes de invierno o hacer rutas de senderismo por las montañas Bucegi en verano. Así que se trata de un lugar con mucha vida en la que su calle principal está llena de restaurantes, pubs y terrazas. Sin embargo, Sinaia como ciudad tiene poco que ver, o tiene que ver, lo que tiene.
Supongo que basta con medio día para disfrutar de todos sus atractivos, pero nosotros nos quedamos algo más de tiempo por el tema de mi tobillo, a riesgo de que la estancia se hiciera más aburrida de lo que tenía que haber sido.
Podíamos haber ampliado nuestro tour, realizando visitas al Castillo de Cantacuzino, la Esfinge de Busteni y el Monasterio Caraiman, en la cercana Busteni, pero preferimos tomárnoslo con calma.
El Monasterio de Sinaia
La construcción del Monasterio se remonta al siglo XVII, y fue fundado por Mihail Cantacuzino después de que visitara lugares sagrados en peregrinación a Tierra Santa, incluido el Monasterio de Santa Catalina en el Monte Sinaí, nombre en el que se inspiró para nombrar el monasterio y del que tomó su denominación la ciudad construida en torno a él.
Al principio, el monasterio fue construido para albergar a doce monjes, ermitaños de los Montes Bucegi, siguiendo el patrón evangélico de los doce apóstoles. Pero con el tiempo su número aumentó, requiriendo la construcción de otra iglesia más grande y celdas adicionales. Por ello, es el único Monasterio Ortodoxo de Rumanía con dos iglesias. Las nuevas construcciones, llamadas el «nuevo patio» se realizaron a mediados del siglo.
Debido a su posición estratégica, el monasterio de Sinaia experimentó numerosas invasiones turcas y austriacas, que destruyeron parcialmente el monasterio.
El monasterio está compuesto por la Iglesia Vieja, la Capilla, la Tumba de Tache Ionescu, la Chilii (pequeño recinto ), la Gran Iglesia, la Cancillería del Monasterio, el Campanario y el Museo del Monasterio (el nuevo Recinto ).
El acceso al Monasterio se realiza por la parte más moderna del recinto y lo primero que uno encuentra es la Iglesia Nueva.
La Iglesia Vieja
La Iglesia Vieja, dedicada a la Madre de Dios, fue construida en estilo Brancoveanu, de influencia barroca, pero fue parcialmente destruida durante las invasiones turca y austriaca, por lo que requirió restauración.
La Iglesia Vieja tiene un portal tallado en piedra que representa a Moisés con las Tablas de la Ley. En el lado izquierdo de la entrada, encontramos a Aarón, su hermano, con el bastón de hojas; y en medio del portal hay una representación del escudo de armas de la familia Cantacuzino (un águila bicéfala).
Capilla y tumba de Tache Ionescu
La Capilla da cobijo a la Tumba de Tache Ionescu, Primer Ministro de Rumanía durante la Primera Guerra Mundial, enterrado aquí según su deseo, porque en el Monasterio de Sinaia se había curado del cólera.
La gran iglesia
Construida en piedra y ladrillo, la Gran Iglesia o Iglesia Nueva alberga un epitafio en oro y en hilo de seda. Y al tratarse de una iglesia real, considerando el hecho de que el balneario fue residencia de los reyes de Rumanía, en la nave hay algunas piezas valiosas, como los asientos de la familia real con sus escudos de armas.
El Campanario
El campanario se apoya en columnas de piedra, el techo es de metal, y bajo la cornisa hay 16 iconos en mosaico dorado hechos por un artesano veneciano, que brillan a la luz del sol.
El Museo del Monasterio
Antigua casa de huéspedes, donde vivió la familia real durante la construcción del Castillo de Peles, ahora museo, alberga una exposición permanente de objetos de culto y una colección de iconos. Se trata de la primera exposición de este tipo en el país, donde se realizó la primera edición de una Biblia impresa en rumano.
El Monasterio de las Cinco Cruces
Una curiosidad del Monasterio de Sinaia es que en él se utilizan cinco tipos de cruces en sus construcciones:
Cruz de Esteban el Grande (en la cúpula de la antigua iglesia)
Cruz griega de brazos iguales (encima de la entrada a la Gran Iglesia)
Cruz latina con brazos desiguales (en las torres del nártex de la Gran Iglesia)
Cruz gloriosa con varios brazos horizontales (en la cúpula central de la Gran Iglesia)
Cruz latina que contiene un sol (en el campanario)
Curiosidades del Monasterio de Sinaia
Además de sus cinco tipo de cruces, el Monasterio de Sinaia es único por otra serie de motivos:
Es la primera construcción en el pueblo de Sinaia.
Fue el primer monasterio dotado de luz eléctrica en Rumanía.
La primera exposición con objetos de culto del país es la del Museo del Monasterio.
La primera edición de la Biblia en rumano pertenece al Monasterio de Sinaia y se encuentra en el Museo del Monasterio.
Datos Prácticos sobre el Monasterio de Sinaia
Horario
De 08:00 a 18:00 horas
En invierno el museo y la iglesia vieja abren a petición previa entre las 10:00 y las 15:00 para grupos de más de 10 personas.
La entrada al Monasterio es gratuita
Se puede aparcar en la puerta (gratis) o en un aparcamiento ubicado más abajo (Donde comienza el camino que lleva al Castillo de Peles) pagando a los gorrillas. Hay que tener cuidado dónde se aparca porque te ponen multa.
El Monasterio dispone de baño gratuito en su interior, pero no está excesivamente curioso.
18 comentarios
¡Hola, Macarena! Un enclave precioso y que, diría, marca un poco el transcurrir de las distintas épocas. Fue donde se publicó la primera Biblia en rumano, el primer monasterio en recibir luz eléctrica… Un reportaje fantástico. Un abrazo!
Pues sí, David, se trata de un Monasterio que ha ido al compás de la Historia.
¡Un abrazo!
Sigo maravillada con vuestra ruta por Rumanía.
Y me froto las manos porque la siguiente entrada, si no entendí mal, hablarías de dos castillos (Peles y Pelisor),¡¡con lo que me gustan a mi los Castillos!! :-)))
Pero primero tengo que deleitarme un rato más con esta entrada del Monasterio de Sinaia que tanto me gustó. De inmediato pensé en el Monte Sinaí, al seguir leyéndote descubro que debe su nombre precisamente a ese Monte, por una peregrinación a Tierra Santa). Me sorprendió lo de las dos horas en coche entre Prejmer y Sinaia, entiendo que no sería tanto por transitar carreteras secundarias sino -como comentaste- por las largas colas (semáforos, paso de peatones, etc) para entrar a la ciudad.
Qué curiosa la historia que rodea este Monasterio, que empezó siendo habitado por 12 monjes ermitaños para luego llegar más monjes y tener que construir otra iglesia. De ahí que sea la única con dos iglesias, y con todas las 5 cruces en su construcción. Ese tipo de curiosidades, así como que fue la primera en llegar la luz eléctrica o la primera en tener (aún conserva) la Primera Biblia en Rumano, hacen que uno recuerde mejor el lugar y lo que significó en su momento.
La iglesia vieja me sorprendió por tanto detalle en su interior, en ese portal tallado en piedra.¡Cuánto trabajo!. Por cierto, las fotos de las pinturas al fresco me parecieron preciosas.
Macarena, ¡¡¿cómo no darte las gracias por hacernos viajar tan lejos si movernos de casa?!! 🙂 Pues eso, mil gracias.
Y mil besos.
Ohhh gracias a ti, Nélida.
Verdaderamente, los Monasterios Ortodoxos son preciosos. Supongo que se trata de una mezcla de admiración a lo desconocido, pero también atrae de ellos su decoración, sus frescos, su peculiar arquitectura… ¡Que no digo yo que no! Pero es que vi tantas cosas tan distintas en Rumanía y tan fascinantes que, no creas, este Monasterios es de lo más normal en comparación con todo lo que vimos. Aún así, no deja de ser curioso.
Un besote.
es precioso, me ha encantado este post con el monasterio, no lo conocía además
Me alegra que lo digas. Un saludo.
Has hecho bien en distribuir cada iglesia o monasterio de Rumanía en diferente entrada, ya que disponen de mucha información, especialmente en lo arquitectónico, con su peculiar estilo bizantino y esas fortificaciones medievales que las embellecen, aparte de los elementos decorativos tanto en su exterior como en el interior.
En cuanto a este extraordinario Monasterio de Sinaia, me ha gustado mucho conocer su origen, tras la visita de su fundador a Tierra Santa, para albergar a los doce monjes hermitaños de los Montes Bucegui y que con los años se ha ido ampliando con celdas adicionales y otra iglesia.
Otras notas curiosas son los cinco tipos de cruces distintas que lucen en sus construcciones y el hecho de que allí se publicase la primera edición de la Biblia en rumano.
Ciertamente se trata de otra estupenda visita turística ahí en Rumanía. Espero que el gobierno se vaya concienciando de la importancia de preservar en buen estado este tipo de construcciones y adquiera una adecuada infraestructura para divulgar el valor artístico de sus monumentos.
Un besazo y que distruéis toda la familia de un feliz fin de semana.
Querida Estrella,
Ha sido una cuestión que me he planteado precisamente en esta entrada: si integrarla en el conjunto de Sinaia o si hacerle un aparte. Fue difícil encontrar información cuando visité el Monasterio, y por ello decidí que quien buscara documentación al respecto merecía tener su pequeña guía independiente. Lo que me sorprende es que ¡No se te escape una!
No obstante, y como he dicho en el comentario anterior y a pesar de sus peculiaridades, vi tantas maravillas en Rumanía que el de Sinaia fue el Monasterio que menos impresión me causó.
Por otra parte, supongo, que el buen estado de conservación del Monasterio se debe a que no depende de subvenciones públicas, de lo contrario y como ocurre en otros tantos lugares del país, te aseguro que sería un auténtico desastre.
Muchos besos y ¡Cuídate mucho!
Ermitaños sin «h» y disfrutéis en lugar de «distruéis»… ¡ayyy el teclado!
¡Perfecto, Estrella! Muchos besos
Me estoy dando cuenta que Rumanía esa desconocida para mi, es sumamente bella, no la conozco y sabía muy poco de ella, prácticamente nada. Ahora la conozco algo gracias a ti y creo que, tiene lugares maravillosos para conocer y disfrutar de alguna estancia.
Muchas gracias por ello.
Un abrazo y buen fin de semana.
Es también, por cierto, un país lleno de vegetación y en el que adoran y miman bellos jardines. Te gustaría.
Un fuerte abrazo!!!
Hola Macarena,.. que buenos recuerdos,… tanto que después de leer tu entrada de Sinaia, me he ido a leer la que Norte publicó en si blog y veo muchas diferencias entre ambas pero también muchas coincidencias,… en especial que tanto a ti como a Norte os ha encantado.
A Norte esa concepción de un monasterio, tan diferente de los cenobios de nuestra tierra, le ha encantado,… además con esas hermosas flores por todas partes, ¿verdad?,…
UN abrazo!
Ummmm Norte. Yo ya sabes que soy muy disfrutona y vivo cada lugar de los que visito, pero no fue «mi lugar especial» de Rumanía. Es que pasamos tantos días en el país, que nos dio tiempo a escarbar para encontrar sitios muchos más fascinantes. Creo que, en cuanto a monasterios de Transilvania y Valaquia puedo quedarme más con Horezu o Cozia, pero valeeee tampoco estuvo mal.
Al comentarme lo de tu entrada, he ido a echarle un ojo porque no la recordaba y lo que más me ha sorprendido es que tuvieras que hacer cola. En cambio, en nuestro viaje, salvo el las salinas de Slanic y Turda, no encontramos a nadie: como si de un país en el que se hubiera esfumado la gente se tratara, claro que las circunstancias…
Me alegro haber compartido una experiencia con Norte a pesar de la distancia en el espacio y el tiempo.
¡Un fuerte abrazo!
Los sitios a visitar en este desconcierto turistico debido a la pandemia, excelente nota, precioso lugar digno de de ser visitado no solo por su historia, sino que ademas se ve libre y oxigenado, lugares ideales para visitar en este presente. Gracias por la nota
Pues sí, Mónica. De hecho visitamos Rumanía en el verano de 2020 y precisamente por la situación de pandemia: grandes espacios abiertos al aire libre. 100% recomendado.
Gracias por el comentario y ¡Saludos viajeros!
Precioso, El Monasterio de Sinaia, se le mire como se le mire.
Cuántos enclaves maravillosos por conocer nos reserva Rumanía.
Gracias por hacerme disfrutar de vuestra visita.
Muchos besos.
Rumanía es una pasada. No se entiende por qué es tan poco visitada, aunque a decir verdad, prefiero una visita así a un lugar atestado de gente ¡Y más en pandemia!
Gracias a tu, Carmen. Un besazo.