
La Salina Turda es el espacio subterráneo artificial más espectacular de Rumanía y probablemente, uno de los más extraordinarios a nivel mundial. Si al pensar en salinas la mente nos hace recordar una extensión de terreno en la que se evapora el agua, la de Turda destierra esta idea porque este saldar es una mina transformada en espacio intergaláctico en las profundidades de la tierra. Un lugar repleto de galerías y reconvertido en híbrido entre parque temático y de atracciones que, por su belleza y su excepcionalidad, merece la pena visitar.

La Mina de Sal se encuentra en la población de Turda, muy cerca de Cluj-Napoca,y es visitada por casi 700.000 personas cada año; aunque en Rumanía hay más lugares de este tipo como la Salina de Slanic, entre Bucarest y Brasov.
Historia de la Mina de Sal de Turda
La Historia de esta mina se pierde en el tiempo, hace millones de años, cuando se formó un depósito de sal marina que quedó compactado por las condiciones climáticas de la zona.

Este depósito de sal fue utilizado como mina de extracción desde la antigüedad. De hecho, hay constancia de que fue una de las principales minas de sal del Imperio Romano. Durante la Edad Media, la salina suministraba sal a toda la región de Transilvania. La extracción de sal continuó hasta 1932 y, durante la Segunda Guerra Mundial, las galerías de la mina sirvieron como refugio antiaéreo.

La reapertura de la mina se produjo en 1992, pero esta vez como espacio turístico, lo que significó un revulsivo económico para la zona.

En 2008, se remodeló el espacio para crear el lugar irreal que hoy conocemos. En realidad, el objetivo de la rehabilitación de la mina fue la creación de espacios recreativos que utilizar durante las largas sesiones de los tratamientos contra las afecciones respiratorias. Pero el resultado parece un espacio desconocido en algún lugar de otro planeta.

La Salina Turda

Llegamos a la salina esperando encontrar tan poca gente como en el resto de lugares que habíamos visitado en Rumanía, pero el lugar se encontraba bastante concurrido. Al principio, pensamos en aparcar en la carretera, pero viendo que había policía multando a los vehículos mal estacionados, decidimos meter el coche en el aparcamiento, que cuesta 4 lei (0,80€) por hora. El parking es compartido para los visitantes a la salina y los baños que se encuentran justo enfrente, con lo que se encuentra bastante congestionado, a lo que se unen los puestecillos de souvenirs y puestos ambulantes de comida.

Había algo de cola para entrar, algo que se puede evitar adquiriendo las entradas por anticipado en internet, pero nada que no remediaran un puñado de minutos de espera.

En el interior de la mina, la temperatura ronda los 12º, por lo que llevábamos nuestras chaquetas a cuestas.

El tour comienza por un edificio de estilo futurista que no aventura, en el exterior, lo que vamos a encontrar cuando entremos.

La Galería de Franz Josef

Con 917 metros en la actualidad y excavada entre 1853 y 1870, la Galería Franz Josef se diseñó para facilitar y abaratar el transporte de la sal a la superficie. En el pasado, la sal se transportaba aquí, primero en bolsas colocadas en el lomo de caballos y luego, con la ayuda de carros. Es la entrada a las profundidades de la mina.

La Galería Franz Josef posee una salida alternativa por la parte trasera del edificio de entrada y, desde ella, se llega a algunas curiosas salas.
La Sala de Apelaciones
La Sala de Apelaciones era el lugar en el que se controlaban las entradas y salidas de la Mina.

En la sala, destaca la “Escalera de los Ricos”. Desde que el emperador Francisco José, último gran príncipe de Transilvania y emperador de Austria, descendió por la escalera, nunca más se dejó descender a ningún trabajador y se reservó sólo a los nobles, de ahí su nombre.

La escalera da acceso a las minas Teresa y Rudolf y es la estructura más antigua de la Salina, de madera de abeto, cuya resina neutraliza la sal y no permite que cristalice; además, se trata de uno de los materiales más resistentes que existen para un medio salino como éste.

En este lugar también se encuentra el Altar, en el que cada mañana, el sacerdote de la Salina realizaba un servicio buscando la protección divina para todos los mineros.
Mina Iosif – Sala de los Ecos
La mina Iosif desciende 115 metros desde la superficie y sólo se puede ver a través de los balcones excavados en la galería de transporte.

En este lugar se encuentra “La Sala de los Ecos” que, en las reverberaciones puede oírse hasta 20 veces.
Sala Crivac

Esta sala alberga un torno conocido como “Crivac” o “Gepel” que es una máquina de extracción, única en su especie, para el transporte vertical de la sal extraída. Cada brazo era movido por un caballo y, debido al trabajo que desempeñaban junto con la falta de luz, los caballos se quedaban ciegos cuando salían de la mina.
Sala del Pozo de extracción

En la sala contigua, se encuentra una sala que expone objetos de la antigua mina, como una polea y algunos vagones.
Mina Rudolf
Esta parte de la Salina Turda se llamó así en honor al príncipe Rodolfo de Austria y es tan impresionante como espectacular.

Para bajar hasta la parte inferior, se pueden usar alguno de los dos ascensores o las escaleras, pero no se puede obviar el hecho de mirar desde las galerías más altas. Desde la parte superior a la base hay una distancia de 13 pisos y en cada uno de los niveles se puede leer el año en el que se explotó.

A 120 metros bajo tierra se encuentran un anfiteatro, canchas, una bolera, un mini golf, billares, mesas de ping pong y una gran noria de 20 metros de altura. Todo un impresionante despliegue de espacios recreativos que se muestran como un oopart en el inframundo.


Mina Teresa

Mina Teresa desciende aún un nivel más tras la base de la Mina Rudolf y acoge un lago subterráneo de hasta 6 metros.

En el centro, hay una isla de sal residual en la que ubica un pequeño embarcadero para las barcas que se pueden alquilar para remar sobre las aguas del lago. Se dice que es aquí en donde el aire es más limpio, con una concentración menor de micoorganismos en el aire.
Horarios y Precios de la Salina Turda

La mina abre todos los días de 09:00 a 17:00 (última entrada a las 16:00 horas).

En coste de la entrada es de 40 lei (8€) para adultos y 20 lei (4€) para jubilados, discapacitados, niños y estudiantes.

Las atracciones se pagan aparte: 5 lei (1€) la noria, 20 lei (4€) las barcas (20minutos).
Vaya!!! Y tanto que es espectacular!!! Las fotos son increíbles, gracias por compartirlo!!
Gracias a ti, Asun.
Impresionante!! Desconocía por completo el lugar y creo que es una maravilla, lo han sabido hacer y dar un estupenda utilidad. Las instantáneas son preciosas.
Un abrazo amiga mía y buen resto de semana.
La verdad, Juan, es que es un sitio espectacular y muy distinto.
¡Feliz fin de semana!
estos lugares son de lo mas interesantes sin duda, en Almeria hay una pero no tan grande
Es muy curioso, la verdad.
Wow!! Tiene que ser impresionante esta visita. Las fotos que nos muestras hace que me entren ganas de visitarlo. Me encantaría poder hacerlo algun día. Un beso y feliz fin de semana Macarena.
Te encantaría el sitio, Vicenta. Un beso
Impresionante! Espectacular! Un lugar único que habéis sabido plasmar en esa bonita galería de imágenes.
Un abrazo fuerte, Maracena y feliz semana.
Sí, Carmen, verdaderamente es un lugar único que te deja con la boca abierta.
Un fuerte abrazo, Carmen.
Salina Turda.
¡Madre mía todo lo que aprendo contigo, Macarena!
No tenía ni idea de que este sitio existiera, pero además ni en sueños hubiera imaginado que algo así se conversase hoy en día de esa manera a tantos metros bajo tierra.
Me he quedado alucinada. Guauuuu.
Debe ser emocionante, ilusionante, increíble estar ahí en persona y tener esa visión desde lo alto, visitar los diferentes niveles, las salas, escaleras, vagones, pasillos…Guauuu.
Si un día viajo a Rumanía esto será visita obligada. Se nota que me gustó mucho, ¿verdad? jeje. No me quiero repetir pero es que ha sido todo un descubrimiento para mi.
Eso sí espero que hayas usado la escalera de los ricos 🙂
Muy bonita la foto en familia, solo faltabas tú (que nos gusta verte también!)
Gracias amiga.
Un besote.
Jajajajaja Nélida, usé todas las escaleras para ir viéndolo todo. Bajamos «el chorro de pisos» andando y luego utilizamos el ascensor para subir.
Antes de ir miraba fotos y no lograba adivinar la realidad del sitio. Así que cuando entré, es como si lo viera por primera vez y es realmente sorprendente. Este tipo de proyectos turísticos enriquecen mucho un lugar que, de otra manera, hubiera quedado abandonado. Ingenioso sí que es.
Un beso, Nélida.
Uuuauuuu que pasada. Parece que estamos en el futuro. Espectacular amigos entrar ahí y no saber donde mirar para abarcarlo todo de golpe. Impresionan las fotos.
Gracias por compartir e informarnos tan bien siempre.
Buen jueves familia. Cuidaros
Un abrazo
Una segunda vida para una mina, un proyecto ideal para atraer el turismo y que la economía de la zona siga floreciendo.
El lugar es, desde luego, alucinante. Uno de esos sitios irrepetibles.
Un fuerte abrazo, Laura.
¡Hola, Macarena! ¡Ostras! Ya sé dónde meterme si algún día estalla un apocalipsis zombie! Mira que nos has enseñado cosas, pero creo que este lugar es lo más alucinante de todo. Me vino a la mente alguna escena de Matrix, del mundo real en el que vivían los humanos reales.
Desconozco si han rodado alguna película aquí, si no ya están tardando!
Y además bien fresquitos.
Desde luego que un lugar fascinante, como diría el señor Spock. Un abrazo!
Pues mira, estaría bien que mientras atacan los zombies estuvieras dando vueltas en la noria o jugando al golf jajajajajajaja
Te doy mi palabra que yo también pensé en Matrix, David, y es que el sitio parece de todo menos una mina.
Un abrazo!!!