Recuerdo ahora la primera vez que visité Senegal y salí de la terminal de llegadas. Fue hace muchos muchos años y aun así todavía recuerdo la sensación de encontrarme en el Estambul del “Expreso de Medianoche”. En el Aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok, me sucedió algo parecido. Me invadió una sensación diferente que no había experimentado en ningún otro lugar del mundo y que creo que no podré olvidar jamás en la vida: Me sentí como Paco Martínez Soria en la Estación de Atocha de Madrid.
La ida desde Melilla a Bangkok fue accidentada. En Melilla, la Compañía Air Europa, no nos quería dejar embarcar con las cañas de pescar de Yayo. El portacañas, aunque mide 1 metro 20 cm. –por debajo de las medidas del equipaje especial-, decían que no cabía en la bodega de un ATR y que no las podíamos llevar en cabina. Tuvieron que llamar a Málaga para que autorizara el embarque y ¡Menos mal que lo conseguimos! Porque Yayo no estaba dispuesto a viajar sin su equipo más preciado.
En Málaga, encontramos el segundo problema. No nos dejaban sacar las tarjetas de embarque de nuestro vuelo a BKK con Lufthansa -con escala en Munich y Frankfurt- porque el billete de vuelta superaba el tiempo de estancia que permite el visado, lo que se conoce como over-ride. Así que tuvimos que mostrar nuestros billetes de Air Asia a la supervisora y hacerle la firme promesa de que saldríamos y entraríamos en el país –como verdaderamente habíamos previsto- para no superar el tiempo de estancia en Tailandia (30 días).
Superado este obstáculo, sufrimos un retraso en el vuelo de Munich a Frankfurt, lo que casi nos hizo perder el vuelo a Bangkok. Llegamos corriendo a la puerta de embarque y, cuando llegamos, no se me ocurrió otra cosa que decirle al azafato que tenía que ir al baño. Me dio tres minutos. De pensar que me iba a subir once horas en un avión sin haberme fumado un cigarro antes me estaba poniendo enferma, así que corrí al baño y me fumé un cigarro tan rápido como pude. De tres caladas diría yo (Yayo y Macarena no lo sabían, claro, pues de otra forma, no lo hubieran permitido) y de tan rápido que me lo fumé yo creo que me puse mala de verdad. Y así… conseguimos embarcar por fin.
Llegamos a BKK un día después de haber salido de Melilla y comenzamos nuestro periplo por el Aeropuerto Suvarnabhumi: colas interminables de extranjeros para sellar el pasaporte, cola para cambiar algo de dinero en las oficinas de cambio y, por fin, marcharnos de allí.
En el aeropuerto cambiamos sólo 100 €, pues leímos –y comprobamos la certeza- que el cambio es más barato en la Oficina SUPERICH (SPR) al lado de las máquinas del Aiport Link (tren elevado). Y en el Centro, dicen, las mejores oficinas son Superich de Silom Road y Siam Exchange (Cerca de la parada de Skytrain National Stadium).
Cómo llegar del Aeropuerto Internacional de Suvarnabhumi al centro de Bangkok
Hay dos opciones para salir del aeropuerto de Suvarnabhumi:
- En Taxi: Cuesta entre 400 y 600 Thb (12 – 17 €). El ticket se compra en un mostrador de la primera planta. Y hay que pagar lo que indique el taxímetro más el coste de las autopistas (aproximadamente 60 Thb). No es una opción cara, la verdad. Sobre todo si llevas mucho equipaje. Pero el problema es que BKK es un embotellamiento de vehículos permanente e inamovible. Con lo cual, es eterno desplazarse.
- Lo mejor es utilizar el Aiport Link (tren elevado) que te lleva hasta la Estación de Sky Train de Phaya Train (BTS) en unos 30 minutos y de allí coger un taxi, o bien, enlazar con el Sky Train.
Por su parte, hay dos opciones en el Airport Link: O bien la Express Line que en su última estación (Phaya Train) conecta con el Sky Train y, en una intermedia, con el metro (Estación Makksan); O la City Line que para en todas las estaciones.
La verdad que, en ese primer momento, alguien se puede sentir como Martínez Soria o Sierra Lechuga, pero ¡Que no cunda el pánico! Pues, de verdad, no es difícil. Sólo hay que llevarlo aprendido y poner atención. Y pienso, y como yo la mayoría, que es la opción más rápida y más barata para salvar el escollo del tráfico en la capital de Tailandia.
El billete del Aeropuerto Suvarnabhumi a Phaya Thay cuesta 45 Thb (algo más de un euro) y el de Phaya a Surasak (que era nuestra estación) 35 Thb (algo menos de un euro).
En el camino de las estaciones, Macarena se compró unos Nuggets en un McDonals –ya hablaremos de la comida tailandesa- y por fin llegamos a nuestro Hotel –también hablaremos de dónde alojarse en Bangkok– que estaba situado en la Estación de Surasak. Se llamaba King Royal Garden Hotel.
El problema al llegar fue que, y pese a que la reserva confirmaba una cama extra, nos daban una habitación con una King Size Bed para los tres. La verdad es que era un rollo, pero cansados como estábamos, decidimos aceptar y no buscar nada más. El Hotel estaba bien situado y no estaba mal. Sobre todo por la piscina que, en lo más alto del edificio, permitía disfrutar de los rascacielos de BKK al anochecer. Macarena se volvió loca.
Salimos a cenar y encontramos un local muy chulo –con una cucaracha andarina- que nos sirvió unas almejas, un arroz, una ensalada vermicelli y unos calamares de chuparse los dedos por tan sólo 12 €.
Y así finalizaron nuestros dos primeros días de viaje. Cansados.
10 comentarios
¡Hola Macarena, nueva ruta que guay!
Ojú que pedazo de viaje hija.
Casi parecía la vuelta al mundo con tanto transbordo, cansados pero seguro que contentos con las vistas y con la cena.
La información de servicio para salir del aeropuerto de destino, perfecta, yo es lo que suelo mirar lo primero cuando planifico o planificaba un viaje tan lejano.
Tailandia me llama la atención, así que a esperar los nuevos reportajes.
Un beso y gracias!!
A veces uno piensa que si llega a los lugares programados es de pura casualidad. Hay tantas variables que parece imposible que algo no falle y de al traste con todo. Creo que en la actitud (y en muchas ocasiones la suerte o nuestro ángel de la guardia, jajaja) está la respuesta… pero he de reconocer que has descrito muy bien esa sensación que te embarga cuando sales del aeropuerto y te topas con una gran urbe… Esperamos los próximos capítulos!
Si me pilla a mi es esas aventuras de aeropuerto no cojo ningún avión. Nosotros siempre vamos dos horas antes para enterarnos bien , eso en España. En Berlín al ir con mi hijo fue fácil.
Es muy importante conocer las normas de equipaje cuando se viaja, el personal de facturación a veces le da la vuelta a las cosas y ponen muchas restricciones, es bueno mantenerse firme si se tiene razón. La facturación fue directa desde Málaga hasta BKK?
Hola Miguel,
Me cuesta un poquito escribir sobre Tailandia al ser un país del que se puede encontrar tanta información en internet, pero te doy mi palabra de que vais a poder leer entradas chulas y exclusivas que espero que os gusten.
La ida fue una Odisea, pero no estábamos estresados, teníamos todo el verano por delante… ya llegaría la solución sin buscarla, que fue lo que ocurrió.
Gracias a ti. Y un beso fuerte.
¡Madre mía Norte! Sé que me comprendes. Pero… cuando estoy fuera de la rutina, me vuelvo una persona optimista y en ocasiones despreocupada, así que estas cosas me llegan hasta a hacer gracia. Es como pensar… una más ¡Ojalá todo fuera esto!
Espero que te gusten las próximas entradas y, como le he dicho a Miguel, incluso que algún lugar os sorprenda, que tratándose de Tailandia, es harto difícil.
Un beso y yo… os espero a vosotros.
Jajajajaja Mari Carmen ¡Qué gracia tienes! Siiiiii sí que hubieras cogido todo. Creo que al viajar se despierta un sexto sentido que nos hace disfrutar de lo diferente. Seguro seguro que un día cuentas en tu blog algo parecido. Por cierto, estaría bien que subieras algo de tu estancia en Berlín. Es una ciudad que me fascina.
Muchos besos.
Hola Francisco,
Pues en eso estamos. Se considera equipaje especial a partir del metro y medio, y por eso se diseño el portacañas con treinta centímetros menos, para que no cupiera nunca atisbo de duda; pero Melilla es Melilla y el transporte es también especial. Aunque, en fin, como al final nos conocemos todos, las cosas se terminan arreglando.
Y la facturación era sólo de Melilla a Málaga con Air Europa – Air Nostrum es otro rollo- y desde Málaga, facturamos directamente hasta BKK con Lufthansa aunque con escalas en Munich y Frankfurt. Allí, salvo el pequeño inconveniente del over ride, sin problemas con el equipaje.
¿Sabes? Tras esto, los melillenses, como tenemos descuentos en el transporte por ser residentes (un 33% de bonificación en los vuelos con salida o llegada a la ciudad) tenemos que pagar por el equipaje. Lo cierto es que aquí el tema del transporte es desesperante. Con decirte que para volar en julio sacamos los billetes en marzo…
Muchas gracias por tu interés, espero que sigas leyéndonos. Es un placer contar contigo en el blog. Un abrazo.
Madre mía cuantas dificultades para conseguir llegar, yo ya me habría dado la vuelta, jajaja. Un besazo
Noooooo. Yo sé que tú has viajado a Tailandia y, con mayor o menor suerte, has disfrutado también y has llegado a tu destino.
Muchos besos, Asunción.