Bangkok Corrections Museum o Museo Correccional de Bangkok es una antigua cárcel de 1939 que registraba la macabra vida en una prisión de Tailandia.
El problema es que este Museo está ya cerrado y no existe una previsión de reapertura a corto plazo. Así que lo que allí puede verse ahora es el antiguo muro de la prisión y el bloque 9 en mitad de un parque, el Parque Rommaninat, inaugurado en 1999 por el Príncipe Maha Vajiralongkorn.
Sin saber del cierre del Museo, nosotros nos dirigimos a verlo andando desde la zona de Khao San Road, ya que no se encuentra muy lejos.
En nuestro camino, atravesamos el Templo Wat Suthat y el Columpio Gigante, uno frente a otro, y observamos las decenas de tiendas que venden artículos religiosos para decorar Templos y templetes. Todo muy dorado y muy rojo.
Además, visitamos Wat Witsanu Hindu Temple.
Y ya, atravesando los canales de Bangkok, nos adentramos en la parte trasera del Parque, más que bien acondicionado y cuidado, por cierto. Pero, claro, del Museo ni rastro.
El antiguo correccional reconvertido en Museo –hoy parque- se encuentra en el lugar en el que se ubicaba una prisión de máxima seguridad construida en 1890. Aunque, en 1987, el gobierno tailandés decidió demoler la prisión, conservando sólo tres bloques: un bloque de celdas, un lado del muro de la prisión y dos torres de vigilancia, además del Museo. Son estas construcciones las que aún pueden seguir viéndose en el interior del parque.
El antiguo sistema penal de Tailandia se basaba en severos castigos y eran éstos los que podían observarse en el interior del Museo.
En nuestra visita, sin embargo, sólo pudimos ver el muro, las torres y el bloque 9, un corredor de celdas en dos pisos del antiguo recinto de la prisión.
El agradable Parque Rommaninat hoy ha hecho olvidar los horrores de la prisión que reemplazó. Los más viejos se sientan y miran pasar el día, mientras los adolescentes juegan al balón. La tortura y los sufrimientos en la vida carcelaria pasada parecen así tan distantes, que ni siquiera da la sensación de que hubieran existido.
El museo está ubicado en el cruce de Ruan Cham (prisión) donde Luang Road se encuentra con Maha Chai Road. Los taxistas llaman al lugar «kook kao» o antigua prisión.
La entrada principal al parque es a través de una puerta en el antiguo muro de la prisión y el Bloque 9, el antiguo bloque de celdas, está dentro del parque.
¿Realmente merece la pena este lugar? Pues qué queréis que os diga. Si ya habéis visitado Bangkok en ocasiones anteriores y andáis a la búsqueda de nuevos lugares por qué no hacerlo. Pero si es la primera vez que viajáis a la capital de Tailandia y además contáis con poco tiempo, podéis pasar de largo el hacer esta visita.
16 comentarios
En Hong-Kong visité una prisión parecida pero con un sistema de imágenes y sonidos muy espectacular. Aunque no es mi estilo,… me has dado una idea;)
Cuidaros!
Jejejejejeje Espero verla materializada en breve.
Un fuerte abrazo, Norte.
Si te soy sincera, este tipo de sitios me ponen la piel de gallina, no sería un sitio que elegiría para visitar, jajaja. Un beso
No creas, Asun. Aunque en su día debió ser un lugar horrendo, hoy no es más que un recuerdo en un bonito parque.
Un beso.
Bonito reportaje Macarena. Un lugar muy peculiar donde seguro encontraste algo interesante. Un beso y feliz finde ???
Pues no sé, Vicenta. La verdad es que me decepcionó muchísimo porque poco más queda de lo que muestro en la entrada.
Un besazo
Me fascina este culto y todo muy dorado 🙂
¡Estupendo! Un saludo
Es una pena que no esté abierta la cárcel como Museo.
Yo al principio era reacia a entrar en lugares así, sentía que invadía un territorio privado al que no me habían invitado, una intrusa……..hasta que visité por dentro la cárcel Kilmainham Gaol (en Dublín) y entendí que sí merecía la pena porque cuando uno está dentro de lugares de tanto dolor, desolación, tanto sufrimiento por la falta de libertad…… te hace pensar mucho, y sobre todo sentir muchas cosas.
En definitiva una manera muy interesante de conocer la Historia.
Entiendo tu decepción, porque idear un plan y que finalmente no suceda como uno pensaba pues fastidia un poco. Pero eso también es parte del viaje!!
Y de repetir, siempre sabremos qué lugares podemos obviar y a cuáles no queremos faltar.
Gracias por compartirlo, Macarena.
Feliz domingo.
Un beso.
Siempre he pensado, Nélida, y muy en contra de las leyes de Memoria Histórica – con las que he sido siempre muy crítica en mis entradas- que no habría que eliminar vestigios del pasado, sobre todo, los relacionados con sufrimientos y torturas. Creo que son la muestra necesaria que necesitan las generaciones que no han vivido determinadas épocas de la Historia para comprender que hay episodios aberrantes que no deben volver a repetirse.
Mil gracias por tu comentario.
Un abrazo
Los museos de horrores no son santo de mi devoción aunque reconozco que como bien indicas en el comentario anterior pueden ser esa muestra para comprender determinados episodios que no debemos repetir. Lo que si me parece curioso es el entorno que rodea la antigua cárcel y debe ser un paseo agradable.
Un abrazo, Macarena.
No, no, Carmen. No es que estuviese cerrado ese día. Estaba cerrado con la excusa de una rehabilitación que no se sabe si dará como resultado la reapertura del Museo en algún momento. Así que, desde luego, lo mejor de la visita fue el entorno en que estaban situadas las construcciones que quedan de la antigua cárcel.
Un abrazo!!!!
Hola, Macarena
Imagino que fue muy decepcionante para vosotros encontrar el museo cerrado cuando esperábais poder visitarlo. No creo que hubiera sido muy agradable desde el punto de vista emocional, pero sí instructivo para conocer unos hechos tan reales como terribles que forman parte de la historia de la ciudad. Tendemos a evitar las cosas desagradables, pero yo creo que son educativas 🙂
Por lo demás el parque se ve bonito, pero tampoco tan impresionante como para merecer un desplazamiento solo para verlo.
Vuestras fotos y la entrada, como siempre, geniales.
¡Un beso!
Es que es eso, Julia. Bangkok es inmensa y desplazarse para una visita fallida, es un trastorno en cierta forma; aunque estamos algo acostumbrados ya a hacer de exploradores en busca de lugares asombrosos y, aunque a veces, toca premio, hay otras muchas en las que te llevas las manos vacías, como fue el caso.
Un besazo.
Me resultan curiosos estos lugares.. Como comentas, no creo que sea un lugar que se visite de primeras, pero si ya conoces los lugares más típicos, puede merecer la pena. La foto del canal me ha encantado.
Dedicamos una entrada hace años a los canales de Bangkok, a los que llaman klongs. Son lugares -pequeños barrios- en donde habita la gente con menos recursos. Cuentan que hay quien se dedica a rastrear sus aguas en busca de alguna pieza de oro de las que se van por los sumideros. Algunos klongs son lugares turísticos y se organizan paseos en barca para curiosos. Nosotros los conocimos ¡Cómo no! porque nos perdimos en el interior de uno de estos barrios.
Un besazo, Verónica.