Planeamos un día fácil en nuestra primera jornada en BKK. Visitaríamos las zonas más céntricas y turísticas con el fin de habituarnos al transporte público y a la dinámica de la ciudad. BKK me seguía pareciendo la ciudad más grande que he visitado en toda mi vida, nada comparable a ninguna otra capital del mundo.


Nuestro Hotel, se encontraba muy bien ubicado –así lo buscamos-; hasta tal punto que la escalera de la parada del Sky Train de Surasak iba a desembocar justo a la entrada del mismo, y la parada 0 del Barco del Río Chao Praya, que recorre la ciudad, se encontraba a tan sólo cinco minutos a pie.


Bajamos hasta el embarcadero y subimos al uno de los barcos de bandera naranja –que son más baratos-. Estábamos un poquillo desconcertados, pues no sabíamos dónde comprar el billete, qué cola guardar, o si sabríamos en qué parada tendríamos que bajarnos. Pero todo fue rodado, en parte gracias a las indicaciones de Marcos y Macarena, de Vivir Viajando, que viven en Bangkok y que nos habían ayudado muchísimo a la hora de preparar nuestra visita a la gran ciudad. Os recomiendo su blog. Desde luego, después de más de un año viviendo allí, son todo unos expertos.


Llegó el barco y la cola anduvo sola hasta subir. Luego, una señora haciendo ruido con un cilindro de metal lleno de monedas y vociferando, se acerca a cobrarte los 14 baths que cuesta el billete (unos 0,30 ctms) y, si llevas la cuenta de las estaciones o te pones en el lado de las paradas, sabes dónde tienes que bajarte.


Nuestra parada para ir al Wat Pho era Tha Chang, la 9.


Estuvo muy chulo descubrir cómo las paradas del barco, se ocultan tras pasadizos de comida y souvenirs. Sobre todo, en este lugar tan turístico. Y como en cualquier lugar de mucha afluencia de público… “seguimos a Vicente” y llegamos al Wat Pho que, en realidad, está a sólo un paso de cruzar la calle.




Wat Pho
Wat Pho alberga al Buda Reclinado más grande de Tailandia. La estatua está recubierta de pan de oro y tiene 46 metros de largo y 15 de altura. La escultura es espectacular, sobre todo porque encaja al milímetro en la estructura que lo acoge, dejando casi a penas espacio para los pasillos delantero y trasero por los que se contempla.


Los pies de Buda tienen 5 metros de largo y tres de ancho, y están decorados con 108 símbolos. Además, el templo cuenta en la sala con 108 vasijas de bronce para dejar limosnas, que son utilizadas por los monjes para mantener el templo.


Entrar al Wat Pho cuesta 100 Thb (2´5€) y te regalan una botella de agua. Lo mejor: Los niños son gratis. Abre de 8:30 a 18:30 y la entrada se adquiere en la taquilla de la entrada y da acceso a todo el recinto y al Buda reclinado.


Dentro del recinto y fuera del templo, hay un centro de enseñanza para la conservación de la medicina tailandesa tradicional y estos cursos también incluyen técnicas de masajes, por lo que si quieres, te puedes dar un masaje a precios económicos.


El Templo de Wat Pho recibe este nombre porque, según la leyenda, Buda habitó un templo indio con este nombre. Wat Pho significa Árbol de Bodhi, la higuera bajo la cual Siddhartha Gautama alcanzó la iluminación espiritual, por lo que los fieles tailandeses consideran que se puede tener una vida feliz si se honra al Buda reclinado con una guirnalda de flores, nueve varillas de incienso, dos velas y once hojas de oro.


La Unesco registró en 2011 una serie de inscripciones epigráficas que se encuentran en el templo como parte del Programa Memoria del Mundo. Los Archivos Epigráficos de Wat Pho son una colección de 1.431 inscripciones en piedra realizadas entre 1831 y 1841 que representan distintos aspectos del conocimiento tailandés y sus raíces.


Pero Wat Pho no es sólo el Buda Reclinado, sino que se trata de un complejo de 8 hectáreas que, además del Buda, comprende otro record, cual es ser el templo con más estatuas de Buda, en concreto mil, procedentes en su mayoría de Ayutthaya y Sukothai.


Gran Palacio Real de Bangkok


Muy cerca de Wat Pho se encuentra el Palacio Real construido como una ciudad dentro de otra y habitado, durante un largo período por la Familia Real Tailandesa: Los Rama. Diría, a juzgar por la gran afluencia de público, que se trata del mayor atractivo turístico de Bangkok. Dentro del complejo, se puede contemplar el famoso Templo del Buda Esmeralda –Wat Phra Kaew- un buda tallado en jade –no en esmeralda- proveniente de Chiang Mai, que dicen, es el más famoso y venerado de toda Tailandia.


Ubicado en un recinto de más de 22 hectáreas, su curiosidad reside, además de en su característica arquitectura, en que todos los edificios están orientados hacia el Norte.




El Gran Palacio originariamente era de madera debido a la escasez de materia prima y la falta de recursos económicos, pero fue el Rey Rama I el que ordenó desmantelar la antigua capital de Ayutthaya para reutilizar sus materiales en la construcción del Gran Palacio, aunque con la consigna de no dañar ninguno de los templos.


La visita al Palacio Real no fue agradable en absoluto, pero no por el conjunto arquitectónico en sí, que es una verdadera preciosidad, sino por la masiva afluencia de turistas que llega a ser agobiante. Tan es así que, después de los 500 Thb por cada uno de los tres (13€) que nos costó la entrada, nos planteamos si verdaderamente había merecido la pena la visita. Para pensárselo, la verdad.


El Palacio Real abre todos los días de la semana de 8:30 a 15:30 y, para los madrugadores, el cambio de guardia es a las 8:25 a.m.


Es obligatorio llevar pantalón largo y mangas que cubran los hombros, aunque pueden alquilarse pantalones en el edificio junto al control de entrada por 20 Thb (0´50 €); sin embargo, las camisetas hay que comprarlas y cuestan 40 Thb (1€). A los Templos del complejo, como en todo el Sudeste Asiático, se accede descalzo, aunque aquí sí está permitido utilizar calcetines.


Ni el skytrain, ni el metro tienen paradas cercanas al Palacio Real, por lo que las opciones para llegar al Palacio son el autobus, el taxi, el tuk-tuk y el barco (hay que bajarse en el embarcadero Tha Chang).


La mayoría de los autobuses de Bangkok tienen paradas en las inmediaciones del Gran Palacio Real. Las líneas de autobuses que paran en el palacio real son: autobuses 1, 3, 9, 15, 25, 30, 32, 33, 39, 43, 44, 47, 53, 64, 80, 82, 91, 201, 203, 501, 503, 508 y 512. El precio del autobús no supera 20 baths (50 céntimos de euro), el precio del billete se paga directamente el conductor y aunque sí dan cambio, hay que procurar llevar billetes pequeños (no más de 100 baths).




Y también puedes ir andando desde/a Khao San Road.


Los timos más comunes en los alrededores del Gran Palacio Real es decirnos que el palacio ya está cerrado, o que ese día hay una ceremonia o acto oficial y no se permite el acceso. Tal vez intenten vender entradas para el Gran Palacio que son falsas, o intentar que los acompañes a visitar cualquier otro lugar para cobrarte una carrera de tuk tuk y terminar en una tienda que les paga comisión.
Khao San Road


Ya era la hora de comer y decidimos coger un tuk-tuk o un autobús para ir a Khao San Road. No nos podíamos perder la famosa calle de Bangkok, aunque evitando la noche, que es la hora de mayor afluencia de público. Decidimos coger un transporte público, pero era tal el caos, que al final optamos por andar. Y ayudados por las indicaciones de unos y otros, llegamos en unos 15 ó 20 minutos.




Khao San Road es la calle de mochileros por excelencia de Tailandia y muchos dicen que de todo el Sudeste Asiático. Habitada por viajeros de bajo presupuesto, es ruidosa y animada. En el pasado era una calle dedicada al comercio del arroz, pero se puso de moda cuando en la década de los 70, algunos hippies la adoptaron como lugar de residencia y punto de encuentro. Pero la Película “The Beach” de Leonardo DiCaprio, terminó por abarrotarla. Y hoy día, sus apenas 400 metros, se encuentran llenos de locales de comida, puestecillos ambulantes, comercios, puestos de insectos, tiendas de souvenirs, carritos de zumos, casas de masajes y carteles, muchos carteles.




Comimos los tres por unos 5€ y Macarena se dio un masaje de media hora por 150 Thb (4€). No estuvo mal de todo… curioso.




Wat In (Wat Intharawihan)
Después de comer tomamos un taxi (con taxímetro) para ir a Wat Inn por 67 THB (1´5 €).


Este Templo es de entrada gratuita y, después de haber encontrado gente en Wat Pho, el Palacio Real, los barcos y en Khao San Road, nos sorprendió gratamente haber llegado a un oasis de paz en la gran ciudad. A penas cuatro o cinco turistas


Más conocido como Gran Buda o Wat In, este Templo alberga un enorme Buda de 32 metros de altura que tardó 60 años en construirse. Dorado, por supuesto, está decorado con mosaicos de cristal y oro y en su moño consagra, dicen, una reliquia de Buda traída desde Sri Lanka. Es una maravilla.




Pero lo mejor, lo mejor sin embargo, se encuentra oculto en la parte trasera del Buda donde se realiza la visita en silencio y soledad plena. La parte trasera del Buda alberga una especie de “cementerio” de vitrinas en donde, cada una de ellas, guarda celosamente una vasija con las cenizas de un difunto. Pero, aún hay más, en medio del patio, hay una construcción de madera elevada sobre pilotes que cobija una urna que contiene la imagen de un monje yaciente. Allí hace frío. Es impresionante. Sobre todo por el silencio. Pero es que, además, la puesta en escena te deja sin palabras: la luz, la disposición de los muebles, el libro de firmas… y al fondo… el monje.




Fue sin duda, un impresionante colofón para dar por finalizada nuestra visita de este día a la ciudad de Bangkok.




Negociamos un tuk-tuk en la puerta del templo para llegar al embarcadero (Muelle 13 Phra Arthlt). Lo de negociar los tuk tuks en Bangkok es casi una pesadilla – dedicamos una entrada a hablar de ello- y por 50 baths (poco más de un euro) terminó llevándonos para terminar cogiendo el barco que nos llevó hasta el embarcadero más cercano a nuestro hotel, donde nos dimos un baño en la piscina de la terraza y cenamos en un lugar cercano. Bangkok es agotador.




Puedes también nuestro video sobre la ciudad de Bangkok.
16 comentarios
Hola Macarena.
Me parece muy acertada la elección del hotel por las buenas comunicaciones, es un buen consejo pues a veces se tiende a buscar sólo por precio y lo que te ahorras en una cosa luego te lo gastas en transporte y cansancio.
Impresionante el Buda reclinado, en directo tiene que ser un impacto.
Respecto a la peli de Di Caprio no la he visto, si he visto una secuela de "Resacon en las Vegas" de Bradley Cooper y creo recordar estaba rodada en Tailandia.
Lo que parece claro es que independientemente del cine, Tailandia se ha convertido en una referencia mundial del sudeste asiático.
Bangkok por otra parte es una ciudad que llama muchísimo la atención, así que muchas gracias por el reportaje. Besos!!
Desde luego disfrutais de los viajes de lo lindo, Macarena está teniendo una escuela estupenda de lo que es la vida en otros países. Un abrazo
Hola Miguel,
Bueno… ¿Sabes? Salvo en Wat In, había tanta gente y tanto tráfico y tanto ruido que no lo llegas a disfrutar del todo. Por eso, la soledad y el silencio del monje muerto fue impactante.
Respecto a la película ¡Ya era hora de que yo haya visto alguna que tú te has perdido!
Y, en fin, Tailandia sí es un destino que atrae, pero fíjate que tuve la suerte de no ir con ideas preconcebidas del país, como cuando te digo que no leeré una crítica tuya hasta ver la película, y en ciertos aspectos me sorprendió muchísimo y, en otros,… no la imaginaba así.
Y Bangkok -ya lo dije en la primera entrada- es la metrópoli más grande que he conocido en la vida. A veces agobiante, en ocasiones divertida y, en otras, sorprendente. Pensé que nunca volvería allí, pero ya están dándome la lata en casa. Veremos a ver el próximo verano.
Muchas gracias a ti siempre Miguel. Un Beso.
Sí Maricarmen, la verdad es que lo vivimos a tope. Macarena la primera, que está hecha ya toda una experta, a pesar de su corta edad. Y por suerte, cada vez lleva mejor lo de las comidas en estos lugares.
Muchos besos y gracias por acompañarnos.
Pero que impresionante y bonito todo!! Lo único que me ha dado un poco de grima ha sido lo del monje, a mi me daría un poco de cosa, jajaja. Un besazo
Está guay! ¿Verdad? Lo cierto es que mereció la pena. Te esperamos en siguientes publicaciones. Un beso
El Buda es increíble!! Hay tantos lugares maravillosos e increíbles para ver, que cuando llegas a alguno de esos lugares, siempre te sorprende mas de lo que esperabas!! Sigan disfrutando!! Un abrazo
Muchas gracias Mirta.
La verdad es que sí, lo hemos saboreado hasta el último sorbo.
Un beso
Hola Macarena! que precioso todo, me encanta todo lo que nos muestras en esta publicación, es que no sabría quedarme con algo porque me gusta todo! Me encantaría visitar Tailandia, es uno de los destinos de mi lista (que es bastante grande). Además, con lo barato que cuesta comer y lo que me gusta.. me podría venir casi rodando a España! jajaja Estoy deseando de ver más cositas de tu viaje. El primer día ha sido una pasada. Besos guapa.
Que preciosidad de viaje, que envidia sana!!!!
Hola Verónica!
La comida está buenísima, aunque puedes apuntar en tu lista también Camboya porque allí también se come muy bien por muy poco. Pero no te preocupes, no sé si es por el gasto de energías, el calor o que la comida no está aceitosa y grasienta. Así que seguro que pierdes peso!!!!!
Me alegro que te haya gustado y, algún día sé que verás cumplido tu sueño.
Un beso
Hola!!!!!
Para la próxima te apuntas ¿Vale? Me alegro que te guste. Pero… esto ha sido sólo el comienzo. Te esperamos en siguientes entradas.
Un beso
Hola Cristina,
Muchas gracias a ti por leernos. Me alegra que te guste la entrada, pero ¡Lo advierto! Esto es sólo el principio. Espero que sigas con nosotros.
Un beso
Hola Macarena, vaya entrada es una pasada cuanta sabiduría se puede adquirir viajando. Todas las imágenes son preciosa, y la del el monje me ha gustado, y la del buda ni te cuento me encanta los Budas. Felicidades, y muchas gracias por tan magnifico reportaje.
Un abrazo!
Es difícil para las mentes cartesianas de los europeos asimilar ese aparente desorden, por veces caótico, pero lo cierto es que le da un encanto añadido. Por cierto, en una de tus fotos de Khao San Road, he visto una hermosa fuente con setas shii-ta-ke, una especie que en Europa se cultiva desde hace apenas 15 años y, sin embargo en Asia hay referencias de su cultivo desde el año 1000! Estupenda entrada!
Hola Norte!
Jo, no se te pasa una!!!!! Te doy mi palabra que ni me había dado cuenta. En realidad, las setas sólo me gustan si están aliñadas, por su textura, no por su sabor, así que a la brasa naimmm no.
El caos de Asia, llevas razón, es atrayente; aunque en exceso… Hace falta descansar de vez en cuando; por eso admiro sobremanera a quienes se han atrevido a dejar Occidente para vivir en el caos de Phnom Pehn, Bangkok, Chiang Mai, Colombo,… Creo que de tratarse de un sitio tranquilo junto al mar, no me lo pensaba dos veces; pero en una ciudad tan grande,… ufff… no. Si ya fueron suficientes ocho años en Madrid, imagíname viviendo en Bangkok.
Me alegro que te haya gustado la entrada. Espero verte en las siguientes.
Un beso