Wat Arun Ratchawararam o Wat Chaeng se yergue sobre la orilla oeste del río Chao Phraya desde donde domina toda la parte central de Bangkok.
Con 82 metros de altura, la torre (prang) central del templo Wat Arun es la más alta de Bangkok. La arquitectura del templo es de estilo Khmer y recuerda a los templos de Camboya.
En las esquinas del templo se sitúan cuatro prangs de menor altura señalando cada uno de los puntos cardinales. Todas las torres del Wat Arun están decoradas con porcelana china, azulejos esmaltados, motivos florales, hojas y otros diseños.
Alrededor de la base de las torres se localizan varias figuras chinas de soldados y animales. Por encima de la segunda terraza hay cuatro estatuas del dios Hindú Indra cabalgando sobre el elefante Erawan. Junto a las torres está la Sala de la Ordenación, dónde está ubicada la imagen del Buda Niramitr, supuestamente diseñada por el rey Rama II.
Wat Arun es un Templo Real de primera clase que ha existido desde el período de esplendor del Reino de Ayutthaya. Durante un tiempo, alojó la imagen del Buda Esmeralda traída desde Vientiane que hoy se conserva en el Palacio Real.
Se le considera el templo más elegante y destacado de Bangkok y fue construido por expertos artesanos que decoraron la parte superior de la pagoda con porcelana y vajilla importada de China. De hecho, a sus diseños se les considera antiguas rarezas.
Breve historia y diferentes denominaciones
Se supone que el origen del nombre de este templo, originalmente llamado «Wat Makok«, se entiende como probablemente referido al nombre del distrito del templo. Que en ese momento se llamaba ‘Subdistrito de Bang Makok‘.
Más tarde, el rey Taksin el Grande cambió el nombre del Templo a ‘Wat Chaeng‘ o “Templo del Amanecer”.
Cuando el Rey Rama IV ascendió al trono, permitió que se construyeran y restauraran muchas cosas en el Templo de Arun y le dio el nombre del nuevo templo de ‘Wat Arun Ratchawararam‘, como se conoce hasta la fecha, aunque fue Rama V quien lo eligió como Templo Real durante su reinado.
Visitar Wat Arun
Durante años, habíamos visitado Bangkok con un Wat Arun siempre en proceso de restauración y, tan es así, que pensábamos que ningún día llegaríamos a verlo sin los andamios.
La restauración comenzó en septiembre de 2013 y tardó cinco años en completarse.
Visitamos Wat Arun en 2019 y parecía un templo diferente que había pasado del gris al blanco con tan sólo desmontar el andamiaje. Pese a que la recomendación es ir muy temprano, llegamos allí cerca de las 10:00, pero como el cielo estaba bastante encapotado, tampoco había una multitud arrolladora.
Al desembarcar, lo primero que encuentra uno es una gran cantidad de puestos de souvenirs típicos en muchos templos de Tailandia. Incluso, en estos mismos puestos, te ofrecen la posibilidad de disfrazarte de tailandesa para fotografiarte con el prang de fondo.
Hay que salir de ese pequeño tinglado para poder ver los jardines y el resto de edificios que rodean la gran torre y, hasta que accedes al interior del vallado, no tienes que pagar la entrada que, por cierto, sólo cobran a los extranjeros.
Ciertamente se trata de un templo bello y muy cuidado en sus detalles que llama la atención por la profusión de su decoración. Las escaleras son realmente empinadas y, si resulta vertiginoso subir, la bajada es casi un suicidio.
Comienza a llover… Damos por finalizada la visita.
Información práctica sobre Wat Arun
Wat Arun se encuentra ubicado en Arun Amarin Road Riverside Chao Phraya River, lado Thonburi , frente a Wat Pho.
Para llegar, hay que tomar un barco en Phra Nakhon que atraca en el Muelle frente a Wat Arun (4 baths).
Es recomendable hacer la visita el mismo día en que se visite el Palacio Real y el Wat Pho. Están muy cerca unos de otros y da tiempo suficiente para visitar todo.
Wat Arun está abierto para los turistas todos los días de 08.00 a 17.30 h. Los tailandeses pueden ingresar de forma gratuita, pero los turistas extranjeros tienen una tarifa de entrada de 50 baht por persona.
16 comentarios
¿Qué puedo decir? ¡Es una preciosidad! Y me llama la atención lo colorista y vital que resulta su decoración. Imagino que visto al natural, por más bonitas que sean las fotos, debe ser una experiencia. Me alegro de que por fin pudiérais verlo sin los andamios, afean un montón e impiden disfrutar de la misma manera.
Por cierto, me parece bien que solo les cobren a los extranjeros. Quizás deberíamos hacer eso también en España con muchos de nuestros monumentos :))
¡Un beso enorme, guapa! Mañana ya podremos salir a pasear…
Pues sí, Julia, te doy toda la razón sobre las entradas que cobran a los nacionales porque en la mayor parte de los países, o sólo pagan los extranjeros, o los nacionales tienen un descuento.
Yo en realidad soy bastante crítica con que se cobre entrada por el acceso a lugares religiosos. A ver ¿Quién no dice que yo soy budista y voy a rezar? Nunca me ha parecido bien. O sea, el que es pobre no tiene derecho a entrar ¿No? Mal muy mal.
Un besote, Julia. Muy buena reflexión.
¡Hola, Macarena! Jo, de otro mundo, como te comenté en una entrada anterior. Es la leche, mirar arriba justo a sus pies debe ser algo alucinante, subir por esas escaleras, la decoración, esas figuras, el buda Niramitr con esa orla en forma de garra. O los jardines custodiados por esos gigantes. Alucinante fiesta de colores y fantasía. ¡Qué diferente a nuestras catedrales! Gracias por compartirlo con nosotros. Un fuerte abrazo!!
Pues sí, David, muy distinto y «muy asiático». Supongo que en la diversidad está la riqueza.
Gracias por tu comentario. Un fuerte abrazo
Por tus fotos veo que es precioso, lleno de colorido y muy trabajado. Lastima que os empezara a llover. Un beso y feliz finde 🌈🌈🌈
Sí, Vicenta, es un templo espectacular.
Un besito
Hola Macarena esas escaleras con lluvia han de ser muy peligrosas, vaya desnivel.
Es una arquitectura muy distinta a la que conocemos y me llama mucho la atención el uso que hacen del color, personalmente me parecen un poco excesivos, y sobre todo me gusta mucho los jardines y el cuidado de la vegetación.
A saber cuándo se podrá viajar de nuevo.
Besos
Sí, Conxita, hay advertencias sobre las escaleras.
Respecto al color, si te soy sincera es a veces algo que abruma en Asia: tanto color, todo recargado, tantos olores juntos,… Pero supongo que también es parte del encanto de esta parte del mundo.
Ay, Conxita, no me hables de viajes, no me hables de viajes.
Un besote
¡Qué maravilla, Macarena!
Ochenta y dos metros de altura y belleza de arquitectura.
Viéndolo de fotos más alejadas es espectacular, pero también viéndolo de cerca impresiona.
Cuántos detalles, cuánta riqueza arquitectónica.
No me extraña que tardaran 5 años en restaurarlo. Qué bueno que por fin lo vieras sin andamios ni obras :-))
Es muy interesante todo lo que nos has contado, Macarena. Muchas gracias!!
Un beso.
Lo cierto es que siempre quise visitar este templo. No quería cruzar el río para no poder ver nada, pero el año pasado por fin estaba ahí.
Gracias a ti siempre, Nélida.
Un beso
Madre mía, es precioso! las fotos imagino que no le hacen justicia y para apreciarlo de verdad hay que verlo en vivo y en directo. Un beso
Sí, Asun, la verdad que tanto el templo como su decoración son una belleza.
Un besito
Hola Macarena, me encanta el templo, me parece absolutamente precioso.. esa arquitectura y esos colores, es muy representativo del país. Ojalá pronto podamos seguir descubriendo mundo y lugares así de increíbles. Un beso.
Ains Verónica, yo he perdido gran parte de la esperanza estos días. No sé. Veo que todos vais uniéndoos a las diferentes fases de la desescalada, que en breve podréis desplazaros por vuestra provincia al menos, pero aquí no tenemos idea de cuándo se restablecerán el tráfico aéreo y marítimo para el transporte de viajeros. Y si a eso unimos el cierre de la frontera o la limitación del aforo de las playas,… Además, es que encima pienso que sería muy injusto si me quejara después de lo mal que lo ha pasado y lo sigue pasando la gente. Así que ando regu.
Un beso
Templo del amanecer,… con ese nombre no podía ser otra cosa que un templo hermoso,… me ha encantado Macarena,… y esas escaleras me recuerdan a las de las pirámides mayas,… jajaja
Veo por los comentarios que andas regular,… tienes que animarte!,… que esto también pasará. Norte también echa en falta poder disfrutar del campo, de la naturaleza,… pero eso también llegará.
¡Ánimo!
Supongo, Norte, que ya va quedando menos; pero es que aquí es todo muy diferente a como pueda ser allí: 12 kilómetros cuadrados sin posibilidad de escapar.
En fin, creo que es lo que toca.
Un fuerte abrazo.