
El sur de Túnez, donde comienza el Gran Desierto, da cobijo a los grandes oasis poblados de palmeras datileras que son la fuente de riqueza de la economía de la zona y aportan sustento a sus habitantes.

El suelo, aparentemente estéril, alberga bajo las capas más superficiales aguas que permiten la supervivencia de estos grandes árboles.
Gafsa, Gabès, Tozeur, Nefta y Kebili son los mayores centros productores de dátiles en Túnez.

De cada palmera se obtienen de media, 100 kg. de dátiles por cosecha de sus más de cinco millones de árboles, lo que supone una producción anual de más de 115.000 toneladas de dátiles.
El dátil en el mundo árabe
Se cree que el dátil apareció en el Golfo Pérsico y que se cultivaba hace más de 4.000 años, tanto en Egipto como en Mesopotamia.

La palabra proviene del griego “dedo” (δακτυλος) debido a su forma alargada. El fruto no se deseca, sino que, por el contrario, se seca al sol en el árbol y después se recolecta en racimos desde el suelo o con escaleras, cuando el árbol es más alto.
En muchos lugares, se cubren los racimos con bolsas de papel para protegerlos de la lluvia, el polvo y las plagas, sobre todo de roedores.

Dada su variedad, los dátiles se clasifican en blandos, por ejemplo: Barhee, Halawy, Khadrawy, Medjool; semisecos por ejemplo: Dayri, Deglet Nour, Zahidi; y secos, por ejemplo: Thoory. El tipo de fruto depende de su contenido en glucosa, fructosa y sacarosa.
El dátil forma parte indisoluble de la gastronomía de Túnez y de sus mejores dulces y postres, como el masfuf, elaborado con pasas, granada, dátiles y almendras o el makrouhd, típico de Kairuán, hecho con pastel de sémola y miel relleno de dátiles y frito en aceite o cocido al horno.

El dátil Deglet Nour, la variedad tunecina
El dátil Deglet Nour es la variedad reina del dátil tunecino y se puede encontrar a montañas en todo el sur del país, en donde se vende, además de como alimento, como souvenir en lugares como la medina de Tozeur, donde por un kg. se pagan entre 4,50 y 5 DT (aprox. 1,50€).

Deglet Nour (en árabe دقلة نور), significa «dedo de luz», y se dice que es el «rey de los dátiles».
Etimológicamente, la palabra degla procedería de Dejla, que es el nombre árabe del Tigris, rio de Iraq, y esta variedad parece que habría sido importada de allí en la antigüedad.

Esta variedad de dátiles se cultiva principalmente en Túnez y en el suroeste de los Estados Unidos (California, Arizona y Texas), donde el clima se asemeja al de África del Norte.
El Deglet Nour es muy apreciado en todo el mundo porque se puede comer al natural o utilizarse para la elaboración de platos y porque se conserva bien durante mucho tiempo sin necesidad de refrigeración.

Túnez es el mayor exportador de dátiles Deglet Nour del mundo, mientras que Argelia es el primer productor mundial de esta clase.

En el ránking de importadores del dátil tunecino, Marruecos sería el primer país importador, seguido de Francia e Italia.

Según la tradición islámica, el profeta Muhammad (Paz y Bendiciones) rompería su ayuno con dátiles. Esta tradición es seguida aún hoy por los musulmanes de todo el mundo, especialmente en el mes sagrado de Ramadán.
Me ha resultado un post muy curioso con toda esta amplia información sobre el cultivo del dátil desde tiempos tan remotos a lo largo de esa franja entre Egipto y Mesopotamia. Efectivamente como bien nos explicas, Túnez es un gran productor de dátiles, pero lo que desconocía es su amplia variedad de especies.
Por cierto siempre tengo en casa dátiles y frutos secos por esta época del año y suelo consumirlos a lo largo del invierno por las importantes propiedades de sus nutrientes y las medicinales.
También me han recordado esas bolsas de papel para protegerlos en el árbol a otras que se usan en las vides aquí en España para proteger a las uvas de posibles plagas.
Me encantó disfrutar de este recorrido por los palmerales y puestos de dátiles ahí en Túnez.
Muchos besos, Macarena y que sigáis bien toda la familia.
Pues Estrella, a mí no me gustan los dátiles jajajajajaja aunque a mi madre y a Macarena les encantan. Ya podrás imaginar que fueron todo el viaje dale que te pego ¡Menos mal que compensaron con lo poco que comimos en el sur del país!
Y sí, ahora que lo dices, acabo de caer en lo de las bolsas de las uvas.
Muchas gracias por tu comentario, Estrella.
Cuídate mucho tú también. Un besazo
No sabía nada de todo el tema del dátil y eso que me encanta, sobre todo compro en Navidades, la verdad es que he aprendido mucho con tu entrada, gracias!!!
Gracias Asun!!!!
Uummm!! Con lo que me gustan los dátiles.. estoy babeando!! jajaja
Macarena me ha encantado descubrir estas variedades, el origen, las curiosidades y la cantidad que dedican a la exportación, me doy cuenta de lo poco que conozco de otros países, aunque estén tan próximos y compartamos tantas cosas.
Enhorabuena Macarena por tu blog y tus entradas, aunque no escriba mucho, sabes que te sigo cuando puedo.
Me encanta.
Un abrazo muy grande amiga
Estamos todos plof, Xus. Así que imagino que andarás más o menos igual, la verdad. Pero si estás bien, es lo que importa.
¿Los dátiles? La paradoja es que soy la única de casa a la que no le gustan jajajajaja, pero compraron tantos y pasaron tantos días atiborrándose de dátiles que pensé que se merecían una entrada.
Y respecto a Túnez, cuando acabe todo, os tenéis que plantear un Fin de Año allí que está muy cerquita y es una delicia de país.
Un besote. Cuidaros mucho.
Desconocia muchas cosas de los datiles así que ha sido un placer leer todo lo que nos cuentas sobre ellos. Ahora que gustar , me gustan un montón!! Un beso
Joooo Vicenta. Da la casualidad que a mí no me gustan nada. Soy la única de mi familia a la que no le gustan. Ahora que comprar, compramos a montañas y comer, se pasaron todo el viaje comiendo jajajajajaja.
Muchos besos, Vicenta.
Buenas curiosidades ❤
Gracias Kinga.
a mi me encantan los datiles con bacon, buen post
Pues en Túnez, dátiles los que quieras, ahora que, con el bacon, lo tendrías un poco más complicadillo…
Qué interesante entrada y qué hambre me ha dado después de leerla. jeje
Bueno, hablando en serio, a mi particularmente no me gustan los dátiles pero a los demás en casa sí, por eso siempre encontrarás en mi nevera dátiles Medjool. Cualquier dátil, pero si es Medjool le gusta más.
Fíjate que desconocía muchas de las cosas que nos cuentas aquí, Macarena. No sabía que se secara en la palmera de esa manera.
Sí sabía que en Túnez hay mucho reclamo de dátiles e imaginaba que se verían cosas como las que nos compartes en fotos. La ley de la oferta y la demanda, esa forma tan llamativa de exponerlos para su venta, etc.
Aquí tenemos muchas Palmeras pero no son datileras, sino Palmeras Canarias y no dan dátiles sino otros frutos llamados támaras, son más pequeños y anaranjados y no tan dulces. Que tampoco me gustan. jiji
Lo que si me gusta de aquí y se aprovecha mucho, es la savia de la palmera (la llamamos guarapo) con ella se hace miel de palma y está riquísima!!!
Oye, perdón que me he desviado del tema, venía a hablar de tu entrada y me fui por los cerros de Úbeda. Pues lo dicho, gracias por compartirnos estas fotos y por darnos tanta información interesante.
Muchos besos.
Ay Nélida, pues me ha encantado tu comentario porque no conocía lo que me has contado y me voy corriendo a buscar la información ¡Qué guay!
Un besazo y ¡Gracias!
¡Hola, Macarena! Una entrada que hace bueno aquello del nunca te acostarás sin saber algo nuevo. Desconocía por completo esta tradición datilera en el mundo árabe y me ha resultado bien deliciosa!! Un abrazo!
¡Me alegro, David! Espero que hayas disfrutado esta entrada.
Un abrazo!
Muy interesante Macarena esta clase magistral de dátiles,… me ha encantado!
PD.- Unos primeros planos de esas piñas de dátiles maduros tienen que ser fantásticos! seguro que hiciste alguno!
Saludos
Mmmmmm Pues no, Norte. Los primeros planos nos los comimos, bueno, se los comieron porque a mí los dátiles no me gustan jijijijijiji
Un abrazo!!!!
Reconozco que cuando estuve en Túnez compré dátiles, me encantan. Como curiosidad en un café en la zona tradicional de Dubai pedí un café y en el platito me pusieron un dátil en vez de azúcar. Saludos viajeros.
Ay Raúl, a mi familia les encantan; pero a mí no me gustan nada de nada. Pero puedo decir que los disfrutaron de lo lindo.
Y lo que comentas… muy típico de los países árabes.
Un abrazo viajero.
A mi, de más joven no me gustaban, pero desde que empecé a estudiar árabe, me supusieron un campo por descubrir y por degustar. Hay tantas variedades cuando viajas a países árabes, que vas creando paladar para disfrutar comiéndolos. Habeis hecho comentarios estupendos. Gracias. Me ha interesado este blog.
Jo, María Ángeles ¡Muchas gracias!
Si te soy sincera, a mí los dátiles no me gustan, pero es porque no me gusta el dulce en general; pero en casa, soy la única a la que le ocurre esto, así que tanto en Marruecos, como en el resto de países que visitamos en los que haya dátiles, es una constante que compremos y, si están buenos, vengamos con cajas incluso para regalar.
Me alegro que te haya gustado el blog. Espero que nos visites más veces.
¡Un saludo!