Khiva, Jiva, es una visita esencial en Uzbekistán, junto con Samarcanda y Bukhara. La ciudad atesora una arquitectura única en tonos ocres, tan propia del desierto, que más que una ciudad amurallada, hay quien la considera “un decorado”.
Breve reseña histórica de la ciudad de Khiva
Khiva posee más de 2.500 años de antigüedad, aunque sus edificios y monumentos no son más antiguos que los de Nueva York. Hasta el siglo XVII no fue una ciudad relevante en la Ruta de la Seda, pero desde entonces, ha quedado anclada en el tiempo conservándose exactamente como ciudad floreciente que fue en algún momento de su Historia.
En la época soviética, Jiva, o más bien la parte interior de sus murallas fue vaciada de habitantes para proceder a la restauración de todos sus edificios. Después de aquello, solo 1.500 familias recuperaron sus hogares dentro de los muros de Itchan Kala.
La Historia de Khiva es apasionante desde que, según la leyenda, fue fundada por Sem, el hijo de Noé, quien quedando dormido en el desierto, se vio rodeado de 300 antorchas y vio el lugar ideal para el nacimiento de una ciudad.
Khiva fue destruída y reconstruída varias veces. Los arqueólogos datan su nacimiento en el siglo V a.C. , aunque hasta el siglo X, no tuvo un estatus de importancia en el paso de las rutas comerciales.
Arrasada y conquistada por Gengis Khan y Amir Timur, en el siglo XVI se jactaba de su mercado de esclavos, el más importante de Asia Central. Entró en el juego de espías entre rusos y británicos en el siglo XIX y, en 1967, la ciudad accedió al estatus de “Museo al Aire Libre” y los soviéticos emprendieron la restauración de los edificios y monumentos del interior de las murallas en colaboración con la UNESCO, que inscribió la ciudad en su Lista de Patrimonio de la Humanidad en 1990.
Itchan Kala
Khiva está dividida en dos barrios: Itchan Kala, es el barrio que se encuentra en el interior de las murallas, y en el que se encuentran la mayor parte de sus atractivos turísticos; y Dichan Kala, es la parte exterior del recinto amurallado, en el que se puede hacer alguna incursión de interés.
El interior de Itchan Kala mide 600 metros de largo por 400 de ancho, en los que a lo largo del tiempo, los arquitectos tuvieron que mostrar todo su ingenio para entrelazar bellas edificaciones en muy poco espacio. La fortaleza se halla rodeada por un muro de más de dos kilómetros de largo, seis metros de ancho y ocho de altura.
Como ya he ido relatando, tuvimos dudas desde el principio si dedicar dos días a Khiva y uno menos a Bukhara, pero realmente un día completo es suficiente para visitar Khiva. Eso sí, durmiendo una noche al menos en la ciudad para poder disfrutar de sus monumentos iluminados.
Dónde dormir en Khiva
Hay una gran variedad de alojamientos en Khiva, pero nuestra recomendación es hacerlo en el interior de Itchan Kala, sobre todo si el sitio tiene algún mirador para poder observar la bella ciudad desde arriba.
Nuestro alojamiento, Hotel Naqqosh, se encontraba en el interior de las murallas. Se trataba de un alojamiento pequeñito y de reciente apertura, regentado por una familia muy amable. El precio por noche en habitación triple fue de 23,50€ con desayuno incluido.
Para llegar hasta Khiva desde Bukhara, ya contamos que utilizamos los servicios de un coche con conductor – de la agencia Islambek Travels-, con el que visitamos las Fortalezas de Corasmia (69$). Y para desplazarnos de Khiva al aeropuerto de Urgench, nos llevó el mismo conductor, con un coste de 10$.
Cómo visitar Khiva
Visitar Khiva –las calles de Khiva- es gratis. Pero para acceder a sus monumentos hay que comprar una entrada. Ésta cuesta 120.000 sum (10€) y la mitad para niños de hasta 16 años. La entrada da acceso ilimitado, durante 48 horas, a todos los edificios y museos a excepción de Los Mausoleos de Said Alauddin y Paxlavan Makhmud, que hay que pagar aparte.
No es posible comprar entradas individuales para los museos, madrazas y palacios; así que la única forma de visitarlos por dentro, es comprando el ticket en la entrada principal: la puerta Ata Darvaza o en la puerta Palvan Darvoza, que se encuentra en el lado diametralmente opuesto.
En Khiva no hay pérdida, y todos los edificios singulares, los monumentos, mausoleos, madrazas y palacios poseen una placa en la entrada. No obstante, nosotros compramos un plano en la caseta de tickets –nos costó 1€- y seguimos su itinerario para no perdernos nada. Y aunque aquí hablamos de muchos de ellos, no están todos los que son.
Si es verdad que todo, con las excepciones citadas, está incluido en el ticket de visita a Khiva, lo cierto es que muchos de los museos no ofrecen gran interés, aunque sí merece la pena entrar en todos por las posibilidades que ofrece la arquitectura de sus edificios.
Qué ver en Khiva
Puertas de Khiva
Ata Darvoza
También llamadas “Puertas del Padre” o Puertas del Oeste, eran las principales de la ciudad. Es la puerta Norte, la principal y junto a la cual se compran los tickets para las atracciones de Khiva. Se accede a ellas por un torno y, al atravesarlas, se encuentra un cajero automático.
Palvan Darvoza
“Puertas Gigantes”. Se trata del acceso del Este. Construídas a principios del siglo XIX, son las más antiguas de la ciudad. A su izquierda, se ubicaba el mercado de los esclavos. En las hornacinas que hay a los lados, se encarcelaba a los que habían querido escapar. Frente a la puerta, se ejecutaba a los condenados a muerte.
También se puede comprar el ticket en esta puerta, aunque es menos utilizada por el general de los turistas.
Tosh Darvoza
«Las puertas de Pedro«, o puertas del Sur, fueron construidas en 1830. Eran el punto de llegada de las caravanas procedentes del mar Caspio. Hoy el lugar está generalmente desierto y, durante nuestra visita, se encontraba en proceso de restauración.
Sin embargo, lo que más me llamó la atención de este lugar es que la parte interior de las murallas cuenta con enterramientos en el mismo muro, que se construyó en forma de colina para poder ubicarlas.
Estas puertas, no son las únicas. Aún quedan algunas más: Gandimyan Darvoza, Koi Darvoza o Kosh Darvoza.
Madraza Muhammad Amin Khan
Es lo primero que se ve al entrar en la ciudad amurallada de Khiva tras atravesar la puerta Ata Darvoza.
Su construcción está fechada en 1851 y hoy aloja el Hotel Orient Star.
La madraza está acompañada de una truculenta historia tras la rebelión de los obreros que llevaban a cabo la construcción de la misma, tras dos años sin cobrar siendo campesinos y habiendo abandonado sus cultivos.
El líder de la revuelta, fue envuelto en una manta y enterrado vivo bajo los cimientos del minarete. Durante la época soviética, la madraza fue convertida en prisión entre 1930 y 1940.
Minarete Kalta Minor
Se trata de uno de los edificios más bellos y emblemáticos de Khiva.
Tenía que haber sido el minarete más alto del mundo musulmán, con 70 metros de altura, pero la obra fue abandonada a la muerte del kan cuando sólo se habían construido 29.
Según la leyenda, el kan de Bujará —que conocía el proyecto de su rival de Jiva y no podía vivir a la sombra de un minarete más alto que el de Kalon — planeaba secuestrar al arquitecto para que construyera un minarete aún más grande en su ciudad. Pero para que los conocimientos de su arquitecto no beneficiaran a nadie más, el kan de Jiva decidió asesinarlo tan pronto como hubiera finalizado el trabajo. Como el kan de Bujará también maduraba la misma idea, el arquitecto huyó inesperadamente y quedó inacabado para siempre.
El minarete está decorado con mayólica verde y azul que encaja a la perfección con el característico verde de Jiva y por la noche, iluminado, es de una belleza sin igual.
Mausoleo de Said Aladduin
Este pequeño mausoleo es el más antiguo de la ciudad. A principios del siglo XIV se construyeron una cúpula y un mausoleo en torno a la tumba del jeque sufí Said Alauddin, que murió en 1303.
La tumba, cubierta de mayólica con motivos de plantas azules y blancas, es obra de Amir Kulal, un ceramista de Bujará que debería haber sido enterrado junto al jeque pero que murió en su ciudad natal y permaneció allí. Por tanto, aunque hay dos tumbas, solo hay un cuerpo.
Saliendo del mausoleo y continuando hacia el este, se llega a la madraza Kozi Kalon, que alberga un museo de la música dedicado a artistas de Corasmia.
Mausoleo Pahlavan Mahmud
Pahlavan Mahmud (1247-1325) es el patrón de la ciudad. Un personaje fuera de lo común: un peletero de oficio que fue también un luchador destacado y un poeta. Su tumba fue construida en el lugar donde tenía el taller de peletería.
En el patio también hay un pozo al que los recién casados vienen a beber si quieren tener un hijo.
La mayólica que decora el interior del khanqah es de una belleza impresionante. Las paredes y la cúpula están totalmente cubiertas de arabescos vegetales azules y blancos en los que se insertan poemas de Pahlavan Mahmud. Por ello, aunque la entrada no está incluida en el ticket general de Khiva, merece la pena pagarlo aparte.
Mezquita Juma
La mezquita Djuma se encuentra en el centro de Itchan Kala y se trata de una mezquita de una sola sala sin artificios en su exterior.
Es una mezquita del siglo XVIII cuya curiosidad radica en que su techo se sostiene sobre 215 pilares de madera tallados.
Los fustes de los pilares, todos diferentes, se clasifican por el siglo de sus tallas, más profundas en los siglos X a XI y más planos y pequeños en las columnas de siglos posteriores.
Madraza Rahim Khan
La construcción de la madraza se completó en 1876, convirtiéndose en una de las madrazas más grandes de Asia Central. Rahim Khan fue un monarca culto e ilustrado que escribía poemas bajo el pseudónimo de Feruz y sus métodos de enseñanza diferían de los de otros centros de estudio islámicos porque no se enseñaban sólo preceptos coránicos, sino enseñanzas seculares
El patio de la madraza tenía cuatro aiwans con cuatro pequeñas torretas en las esquinas. Había 76 hudjrs en el interior (salas de estar internas). La madraza también tenía mezquitas de verano e invierno y una biblioteca extensa.
Palacio Tash Kovli
Este lugar es un bello palacio con tres patios construido en los primeros años del siglo XIX. Laberintos de corredores unen los patios y edificios. Los hermanos y parientes del khan vivían en el palacio, que además contaba con un harén.
Los materiales del palacio eran de gran calidad y todavía reflejan la belleza de su pasado. En él, es posible aun hoy, visitar alguna de las habitaciones y salas de recepción de invitados tal y como se diseñaron en el pasado.
Madraza Abdullah Khan
Fue construida a mediados del siglo XIX y es considerado el monumento más rico en su decoración. Predomina aquí la mayólica en colores negro, blanco y azul.
Fue construida en honor al khan de 17 años que murió luchando contra los turcomanos a los cinco meses de su reinado.
Mezquita Ak
Se encuentra frente a la Madraza Abdullah Khan y fue construida a mediados del siglo XIX sobre los cimientos de otra mezquita del siglo XVII. Se trata de una mezquita modesta si la comparamos con otros bellos edificios de Khiva, pero quizá este tipo de construcciones son las que le aportan un plus de encanto a la ciudad. Actualmente se halla cerrada a los visitantes.
Conjunto Islam Khodja
El conjunto consta de un minarete y una mezquita y es uno de los últimos logros arquitectónicos en Asia Central.
El minarete es el más alto de la ciudad y, aunque al ir estrechándose a medida que aumenta en altura parece más alto que el de Bukhara, realmente es cuatro metros inferior.
Cumplía un triple papel: religioso (el almuhédano llamaba a la oración cinco veces al día); militar (como puesto de observación) y como punto de referencia para no perderse en el desierto.
La madraza Islam Khodja es, sin embargo, pequeña con dos únicas alturas. Desde el exterior y a través de una escalera de madera, se accede al interior del minarete.
Kunya Arq
Es una fortaleza en el interior de Itchan Kala que albergó un palacio habitado desde el siglo V y que fue sucesivamente destruido y vuelto a construir. Desde sus murallas, se consigue una de las mejores vistas de la ciudad de Khiva.
Tras sus murallas, se encontraban varios patios y salas de audiencia. Hoy aún puede observarse el iwán de dos columnas bellamente decorado con mayólica y abierto para aprovechar las brisas de verano.
También en el interior se encuentra la única casa de moneda. Los administradores de ese momento, quedaban recluidos entre los muros de Itchan Kala para no transmitir los secretos de las finanzas de Khiva y sólo podrían salir de la ciudad una vez muertos.
Caravasar
El edificio del antiguo caravasar se encuentra hoy día convertido en un centro artesanal en el que se venden telas, alfombras, cerámicas… Se trata de un espacio diáfano pero lleno de puestos en los que comprar las ciento de artesanías que se ofertan en Khiva.
Dónde comer o cenar en Khiva
Terrasa Café & Restaurant es , sin dudarlo, el mejor restaurante de Khiva. Se encuentra en un lugar privilegiado, frente a Kunya Arq y cuenta con dos amplias terrazas con unas vistas inmejorables. Además, la comida es estupenda y variada. El único problema es que siempre está lleno, así que hay que reservar mesa y, además, en ocasiones el servicio es algo lento.
Además de en este restaurante, comimos en el Restaurante Faruk, que aunque muy amables, no tenía una comida tan buena. La noche siguiente buscamos algo menos concurrido para cenar y acostarnos pronto, ya que nuestro vuelo salía temprano. Comimos en una de las terrazas de la calle principal unos pinchos de carne sabrosísimos, pero el resto de la carta era realmente exigua.
10 comentarios
Otra ciudad fascinante. El mapa me ha parecido de gran utilidad, merece la pena pagar un euro. Y mira que a mi me cuesta pagar por un mapa, pero es pq hay veces que son tan malos que no valen lo que piden. Pero en este caso está muy bien.
Viendo las dimensiones de los edificios me parece increíble que se pueda ver en un día. Entiendo que uno debe terminar exhausto de tanto caminar. Pero bueno, al fin y al cabo para eso se va hasta Uzbekistan.
Un abrazo,
Alicia
No creas, Alicia. El sitio es pequeñito.
En Uzbekistán, todo está hecho «a lo grande», así que quizá por las perspectivas de las fotos, parece un sitio mayor de lo que en realidad es. En un día te da tiempo a dar un par de vueltas por la ciudad, parar a tomar algo, comer y cenar con tranquilidad y, en caso de mi hija, a comprar compulsivamente todo lo que encuentras.
Y el mapa, cuando vayas, ya te lo mando yo jejejejeje.
Un abrazo.
Pero qué de cosas interesantes nos cuentas!!
A tu bitácora hay que venir con papel y boli para no dejar escapar detalle.
Me encanta todo y, ciertamente, muchos parecen un decorado.
Cuánta historia encierra esa parte del Planeta. Eso es de las mejores cosas de viajar, que conoces, descubres, te maravillas y disfrutas!!
Gracias por el trabajo de enseñarnos tantas cosas, Macarena.
Sin duda hay que comprar un mapa, como hicieron ustedes, y aunque no todas sean igual de interesantes o del mismo interés, es un plus estar allí y visitarlo todo.
Un besote grande 😘😘
El Arte y la Historia de Asia Central son apasionantes y desconocidas. La verdad que me siento una privilegiada por haber podido visitar Uzbekistán y, de verdad, que ojalá pueda ir de nuevo en algún momento.
Me alero que te haya gustado lo que contamos.
Un beso enorme!!!
Ya lo creo que puedes sentirte privilegiada , bueno tú y tu gente. Que maravilla de lugar amiga. La decoración es pura joya. Que preciosidad de colores se ve en los edificios. Arte del bueno.
No me importa repetirme, es un gustazo llegar aquí. Gracias.
Buen fin de semana.
Un abrazo.
Gracias a tí, Laura, por acompañarnos siempre en nuestros viajes.
Un fuerte abrazo!!!
Siempre nos enseñas lugares interesantes y este no iba a ser menos, además, por las fotos veo que también es precioso. Un beso y feliz finde Macarena.
Es un sitio precioso, Vicenta.
Un fuerte abrazo!!!!
Otra ciudad de la que desconocía su existencia y que gracias a ti he conocído a través de esta estupenda entrada. Gracias!!!
Gracias a ti, Asun.