Las extremas condiciones climáticas de la zona del Tafilalet, hacen prácticamente inexistentes los recursos hídricos, y los únicos recursos hidráulicos disponibles proceden de las aguas subterráneas provenientes de las escorrentías de las montañas del Atlas, a las que se accede a través de pozos y khetaras.
Una khetara o khettara es un sistema de irrigación subterráneo, una larga galería horizontal paralela al suelo de la superficie excavada manualmente y con muy pequeña pendiente que alcanza la capa freática: el agua del subsuelo. Gracias a la pendiente, el agua que fluye termina llegando, por la fuerza de la gravedad, hasta una salida donde se sitúan las albercas o depósitos para almacenarla.
Este precario, pero eficaz sistema de captación y canalización de aguas subterráneas es accesible y se puede visitar en el desierto del Sáhara marroquí, en las afueras de Erfoud, en la carretera que va hasta Tinejdad. Las construcciones dan la idea del profundo conocimiento y el manifiesto control técnico de los habitantes del desierto sobre el medio hostil en el que se desarrolla sus vidas.
Estructura de las khetaras
Las khetaras poseen unas chimeneas cuya funcionalidad es ventilar las galerías, sacar los materiales de excavación y los productos de limpieza posteriores, e introducir los materiales para el mantenimiento. Pero su principal función es la seguridad: en caso de derrumbe, actúan como salidas de emergencia. Y como el material extraído se vierte junto a la boca, las chimeneas quedan en una posición elevada.
Las khetaras, se hallan ligadas a los oasis en todos los lugares del mundo en el que estas redes existen, pero además, dicen, que se trata del sistema de captación de aguas subterráneas más sostenible que hay, pues no llegan casi nunca a esquilmar los recursos hídricos ¿Por qué? Pues la verdad que no lo sé y tampoco sé si esto será realmente cierto. Creo, sin embargo, que esta cuestión está más relacionada con la cultura del agua en lugares de escasez que con el producto de un ingenio arquitectónico.
La construcción de estas galerías es el resultado del esfuerzo colectivo de toda una comunidad que termina beneficiándose del agua que proporciona.
Orígen e Historia de las khetaras
Los sistemas de captación de aguas subterráneas poseen una historia milenaria y se cree que las más antiguas proceden de Persia y Mesopotamia con una antigüedad de más de 2.500 años. Según su lugar de procedencia reciben diferentes nombres: qanat o kanat en Irán, foggaras en Argelia, kriz, fqara, falaj,…
Los sistemas de captación subterránea de aguas en el Norte de África son posteriores al siglo VII porque la técnica fue introducida por los conquistadores árabes a través de las rutas comerciales por el desierto. Aunque muchos historiadores se plantearon la introducción de la técnica en Marruecos a través de los expatriados de la islamización de España en el siglo XV.
Se han contabilizado más de 80 galerías subterráneas en el Norte del Tafilalet y quienes las han estudiado las datan a finales del siglo XVIII o principios del XIX hasta 1950, aunque parece que ya habían comenzado a construirse a finales del siglo XIV ó XV.
Las khetaras del Tafilalet están siendo paulatinamente abandonadas, fundamentalmente por las dramáticas sequías de las últimas décadas que están provocando una fuerte disminución de los acuíferos; por el éxodo de la población de estas zonas a las ciudades, y por la desaparición de las castas sociales destinadas a la construcción y mantenimiento de las khetaras; lo que supone una reducción de los recursos humanos necesarios para el mantenimiento de las infraestructuras. Se estima que de las 80 khetaras contabilizadas en el pasado, ya han desaparecido más de 60.
En las afueras de Erfoud hay varias infraestructuras de khetaras, muchas de ellas visibles desde la carretera e, incluso por satélite, pero las visitables, las adaptadas al turismo porque se les han añadido escaleras de acceso a los interiores de las galerías, se encuentran en la carretera que une Erfoud con Tinejdad.
Varios habitantes del desierto, tras la caída en desuso del sistema de recogida de agua, han conservado las estructuras de las khetaras como atracción turística. Los visitantes, paran sus vehículos y el encargado de la construcción sale de su haima para mostrar y dar las explicaciones pertinentes, en un más que reconocible castellano, sobre las khetaras, su estructura, los trabajos para su excavación y el sistema de captación y canalización de las corrientes subterráneas. Tras la visita y el inexcusable té, se corresponde la hospitalidad con una propina en la que no hay que escatimar, pues imaginad en temporada baja, cuántos turistas pueden allí parar y los recursos económicos con lo que subsisten estas personas durante el resto del año. Suelen, además, pedir algo de ropa, sobre todo de hombre y niños. Ains, lo del desierto da a veces tanta pena…
Sistema de gestión del agua en los oasis
La gestión del agua en los oasis y estas poblaciones del desierto se lleva a cabo de manera peculiar y solidaria. Una buena gestión del agua y las infraestructuras del riego son las que han permitido la adaptación de las poblaciones a ese medio tan hostil. En Marruecos, prevalece la costumbre denominada “Derechos del Agua” que consiste en la prioridad del derecho sobre el agua en proporción a la cantidad de trabajo que se haya aportado en la construcción de la khetara y la red de riego. Los derechos de agua que detente un individuo condicionarán su status social dentro de la comunidad.
Pero, en realidad, los propietarios no trabajan en las canalizaciones de agua, el campo o los riegos; sino que las familias suelen donar trabajadores para que realicen estas labores.
Hasta hace poco más de una generación, las labores de mantenimiento agrícola eran tarea del haritin, una clase social considerada como un bien mueble. No olvidemos que, hasta hace bien poco, y aún hoy, en las zonas más aisladas y remotas del país, la sociedad se organizaba como la sociedad medieval feudal.
Una parte de esta “casta de los haritines”, los llamdos “khettater” –de khettara– fueron los encargados de la construcción y el mantenimiento de las khetaras. Y mientras en Irán, la clase social de “mughanni”, los constructores de los qanat, que eran de una clase baja en la escala social, fueron vistos con admiración y respeto; los haritines y los khettater fueron denostados en Marruecos. Pero hoy en día, este sistema de castas que encargaba a los haritines de la tierra y las khetaras ha desaparecido en el Tafilalet y ya pueden poseer tierras y no están obligados al mantenimiento de las galerías.
El método para la distribución del agua más común es “por partes”. La unidad de agua se denomina nouba o fardía, que es el agua suministrada por la khetara durante doce horas. Ésta se entrega a un propietario o varios en función de su volumen de “derechos”. Como no todas las khetaras aportan el mismo volumen de agua en una fardía, la superficie de riego es distinta de una khetara a otra y es común que varios propietarios decidan asociarse para la explotación común de sus derechos del agua.
Este proceso se supervisa por el Cheikh y el Mezreg, cargos elegidos por la Jmaa o Consejo de la localidad, que además supervisan el mantenimiento de la red y median en los conflictos.
Si te interesan las estructuras de las khetaras, puedes también verlas en un video que tenemos colgado en otra de nuestras entradas.
18 comentarios
Hola Macarena, una divulgación de lo más interesante y que desde luego desconocía por completo. Te agradezco que además de situar la acción de las khetaras como punto de atracción turistica o viajera, amplíes la información con algo tan importante como es la gestión del agua en los lugares áridos y especialmente castigados por la sequía. Creo recordar que en la película/serie en la que Imanol Arias interpretaba a Vicente Ferrer, también se hacía hincapié en las formas y como a través de pozos en la India se trataba de buscar recursos hídricos para salvar a la población de la desaparición.
Interesante y detallado. Un beso.
Hola Miguel,
Eres un crack ¡No hay película que se te resista! Ay, pero ahora que lo dices ¡He visto la serie! Pero con mi memoria de pez, por supuesto que no me acuerdo.
Me alegro que te haya gustado la entrada porque no hay viaje en el que no se aprenda algo.
Un besazo
Que cosa tan curiosa, no tenía ni idea!! Un beso
¡Hola Asun!
Me alegra que te resulte de interés. Un besazo
Como me ha gustado vuestra entrada Macarena,… la gestión del agua como bien escaso, por otro la historia asociada al recurso y además la textura y el color de las fotos que habeis hecho,… qué envidia!
Feliz semana!
Hola Norte,
Además de agradecer cada comentario tuyo, me interesan mucho tus opiniones. Me doy por satisfecha si te ha gustado.
Un abrazo grande.
Como siempre un reportaje espectacular y muy interesante, me ha encantado. He enlazado vuestra web a mi blog, un abrazo desde Cantabria.
Oh! Germán,
Muchas gracias. Me alegro que la entrada haya resultado de tu interés.
Sabes que estoy remodelando el blog. Haré lo propio con el tuyo. Bueno yo no que no sé, pero diré que me lo hagan. Ya te aviso. Un abrazo
Una entrada de enorme valor divulgativo, Macarena. Es la lucha por la supervivencia en el Sáhara, buscar agua debajo de las piedras. Aunque parece que la sequía ya está «secando» el desierto. Es una entrada difícil de redactar pero desde luego lo has conseguido con mucha claridad y amenidad. Un fuerte abrazo… Me acaba de entrar una sed…
Ay David,
Difícil encontrar agua en el desierto y difícil que éste se seque ¿Verdad?
Tus palabras me halagan, pues viniendo de un gran escritor, que me hables de claridad y amenidad…
Estoy encantada con tu comentario.
Un beso enorme.
Guaaauuuuu Macarena, me ha encantado este post!! Desconocía totalmente este sistema y me ha parecido muy interesante, tanto que me has creado una necesidad. Uno de mis muchísimos sueños viajeros es ir al desierto, quiero ver que se siente ante esa inmensidad de nada.. y si encima puedo añadir una visita así.. genial. Gracias!!! Impresionante. Besos.
Jajajajajaja ¡Me encanta! ¡Eres la caña! Pero, tranquila, eso mismo me pasa a mi con otros lugares y no paro de perseguirlos hasta que lo consigo.
Creo que ya te dije, en tu lista de propósitos para 2018, que había que estudiar el ampliar esos días de estancia en Marruecos.
Un besazo
¡Hola Macarena!
Qué descubrimientos con tus viajes!! Me descubres todo un mundo en detalles y en paisajes que quedan lejos de los viajes convencionales ¡sois fantásticos!
El desierto es mi gran desconocido, y eso que justo mi zona tiene un clima casi desértico, pero no me puedo imaginar la vida en esas condiciones, creo que por mucho que leas cuando llegas allí es cuando eres consciente de la gran adaptación de estas gentes para hacer habitable una zona tan inospita.
Lo de los sistemas que utilizan para la obtención y conservación del agua me ha parecido increíble, se lo voy a pasar a mi hermano y a mi hijo que estudian temas relacionados con el agua. Mi hijo es ingeniero agrónomo y esto le interesa mucho.
Gracias Macarena por enseñarnos otros mundos, que nos parecen lejanos pero están próximos.
Un abrazo bien grande.
¡Hola Xus!
Me alegra que te agraden nuestras entradas. Pero que conste que, por otro lado, también nos gustan ver las cosas típicas, ir de compras,… como todo hijo de vecino. Pero está chulo también llegar a lugares en los que encuentras la propia esencia de los viajes. Pero claro, Xus, este es «nuestro medio» y aquí hemos estado muchas veces, lo que pasa es que no ha sido hasta ahora que he escrito sobre ello. Es más, en 2016, que es el viaje que estoy narrando ¡Se nos olvidó grabar! Jjjjjjj Aunque lo hemos hecho estas Navidades.
Lo de los habitantes del desierto es de caérsete el alma a los pies ¡Imagínate! Un frío aterrador en invierno y un calor infernal en verano. Muchos de ellos viviendo en haimas sin agua, sin comida y sin abrigo. Los más pequeños pastoreando durante el día bajo un sol de justicia y, las mujeres, buscando agua debajo de las piedras. La vida es muy injusta y está muy mal repartida.
Si tu hijo está interesado en la entrada, puede mirar en Google maps, junto a un pueblo que se llama El Jorf, como están trazada la canalización del agua ¡Es alucinante! porque se pueden ver por satélite las imágenes de las decenas de kilómetros que recorren las chimeneas de las khetaras. Resulta hasta emocionante verlo desde el aire.
Un besazo
¡Hola Macarena!
Bueno, como a la mayoría de tus seguidores, a mí también me has descubierto algo que desconocía. Me ha parecido muy interesante la existencia y funcionamiento de estos sistemas de irrigación. Mira que he pasado por Erfoud y no sabía de ellos. Siempre me ha llamado la atención cómo esta gente es capaz de sobrevivir en lugares tan extremos con tan pocos recursos. Como venga una erupción solar de esas y nos deje sin electricidad, serán los únicos que sobrevivan, porque los urbanitas estamos demasiado acomodados con las nuevas tecnologías 🙂
Muy interesante, de verdad.
Un abrazo fuerte!!
¡Hola Lízar!
Me alegra que te haya resultado interesante la entrada.
En lo de la erupción solar Jjjjjjj llevas razón ¡No te creas! Porque además utilizan los conductos en desuso como refugio en tormentas de arena y calurosas noches de verano. Ya verás que, al final, terminaremos todos viviendo en el desierto. Al fin y al cabo es lo que hemos visto en pelis como Mad Max. Jejejejejeje
Un abrazo
Hola! Nunca antes habia pensado en de donde procede el agua en los oasis. Para mi este articulo es un gran descubrimiento. Gracias.
¡Hola Marina!
Me alegro mucho que te haya gustado la entrada y haber podido arrojar un poquito de luz sobre este tema.
Gracias a ti. Besos