Nesebar se encuentra a 36 km al noreste de Burgas, en la costa del Mar Negro.
La rica Historia de Nesebar
La ciudad fue fundada hace más de 3.200 años y estuvo habitada por los tracios, quienes la denominaron Melsambria, que significaba «ciudad de Melsas», probablemente el nombre del fundador del asentamiento.
Después, los dorios (griegos) se asentaron en la zona a finales del siglo VI a.C. e hicieron crecer el asentamiento construyendo barrios residenciales y levantando una muralla defensiva. A principios del siglo I, la ciudad pasó a formar parte del Imperio Romano y, cuando el cristianismo se convirtió en religión oficial del Imperio, comenzó la construcción de decenas de templos.
Nesebar se convirtió en parte del Primer Estado Búlgaro en el 812 y fueron los eslavos que se establecieron en el lugar los que llamaron a la ciudad como se la conoce hoy en día.
Esta pequeña ciudad experimentó una época de florecimiento bajo el reinado del zar Ivan Alexander, pero su declive comenzó con la ocupación otomana del sitio en 1453.
En la actualidad, el casco antiguo de Nesebar está ubicado en una península muy pequeña (300 x 800 metros2), que antes era una isla, y que se encuentra unido a la parte nueva de la ciudad por un istmo que deja el antiguo asentamiento completamente sobre las aguas del Mar Negro.
Desde 1983, el casco antiguo de Nesebar es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Qué ver en Nesebar
El istmo, de 500 metros, se puede atravesar en coche, aunque en el casco antiguo sólo pueden circular residentes, por lo que hay que dejar el coche a la entrada en un parking de pago (si es que hay sitio). Pero como atravesar el tramo de tierra sobre el mar está muy chulo y se puede aprovechar para ver el molino, que en su época funcionaba para moler grano; lo mejor es dejar el coche en la parte nueva y acceder andando.
Lo primero que se ve al llegar a la parte antigua de Nesebar es su muralla, de la que se conservan unos 100 metros.
Lo mejor que se puede hacer en Nesebar es dejar de lado planos y mapas para perderse entre sus callecitas empedradas y sus casas de madera, típicas del Renacimiento Búlgaro, muy al estilo de las de Tryavna.
Los vestigios arqueológicos, las excavaciones y sus más de 20 iglesias, irán saliendo al paso del visitante que podrá combinar el placer de visitarlas con la distracción que proporcionan las decenas de tiendecitas de artesanía que existen en la ciudad.
Por cierto, el acceso a la mayor parte de las Iglesias de Nesebar es de pago porque se trata de “Iglesias Museo”. En realidad, ninguna de ellas, salvo la Iglesia de la Santísima Virgen, permanece ya en activo, siendo ésta última la única que continúa realizando oficios religiosos.
El problema es que, fuera de temporada, que fue cuando nosotros visitamos Bulgaria, son pocas o ninguna las iglesias que abren para visitas; tampoco estaban abiertas todas las tiendecitas que animan al trasiego de turistas cuando llega el verano.
No obstante, merecen una visita la Iglesia de “San Esteban” del siglo XVI porque en ella se representan más de 258 composiciones y 1.000 figuras, y porque alberga un iconostasio original de la época y un trono del obispo tallado que data del siglo XVIII.
También merece una visita la Iglesia de Cristo Pantocrator, del siglo XIII, o el Templo de San Spas, del siglo XVII, que conserva también frescos originales.
La Iglesia Central de Nesebar es la Iglesia de Santa Sofía, conocida como el Antiguo Obispado y hoy en ruinas. En su época, el interior estuvo recubierto de murales y el suelo de bellos mosaicos.
Pero son otras muchas las que siguen en pie y son muy interesantes ya sea por su arquitectura, su historia o los frescos de su interior, como la Iglesia de San Juan Bautista, la de San Demetrio, el templo de los Santos Arcángeles Miguel y Gabriel, la Basílica de María Eleusa, San Stefan, San Todor, etc.
Nesebar es además un importante centro de veraneo para nacionales y turistas que se alojan en los resorts de la ciudad nueva y acuden “de paseo” a la ciudad vieja que, en verano, genera una amplia oferta de actividades de entretenimiento. Por ello, los restaurantes y chiringuitos abundan en el casco antiguo de Nesebar, en los que, ya sea a la orilla del mar, o en bonitas terrazas, se puede comer buen pescado y toda la comida típica que ofrece Bulgaria.
16 comentarios
Casualidad hace poco vi un documental sobre las iglesias de Nesebar, y me llamó poderosamente la atención. Gran reportaje amiga mía, enhorabuena!!! Un fuerte abrazo desde el Norte.
¿No me digas? No me extraña que te llamara la atención, German, es que son muchísimas y muy distintas unas de otras. El lugar es pequeñísimo y están en cada una de sus calles y en casi todos sus rincones.
Me alegro que te haya gustado esta entrada.
Un fuerte abrazo!!!!
Desde luego que cuando se visita un pueblo así lo mejor es levantar la vista y dejarse llevar por sus calles, por lo mostrado en las fotos, tras cada esquina aparece una nueva maravilla. No me extraña que sea patrimonio de la Humanidad. ¡Una maravilla! Mil gracias por compartirla con nosotros. Un fuerte abrazo, Macarena!!
Es un lugar muy pequeño, así que creo que por ello sorprende aún más el interés de los hombres del pasado en convertirlo en un lugar con tanto patrimonio religioso. Además, su arquitectura es muy diferente y tiene el plus de sus pequeñas playas a orillas del Mar Negro. Toda una joya, David.
Cuídate mucho.
Jamás había oído el nombre de esta ciudad, Macarena, pero me ha parecido preciosa. Es increíble la cantidad de iglesias que tiene para ser un lugar pequeño, me pregunto por qué construirían tantas. A juzgar por las fotos que nos muestras, la que más me gusta es la de Cristo Pantocrator. Tiene una arquitectura súper original. Una pena que no estuviera abierta cuando vosotros estuvísteis.
Lo de poder llegar a un lugar y olvidarse del mapa mola mucho, sobre todo para mí que no me oriento aunque lo mire a cada minuto jajajaa.
Confieso que poco o nada conozco de Bulgaria, así que estoy aprendiendo muchas cosas nuevas con estas entradas. ¡Gracias!
Un besazo.
Es un lugar precioso, Julia, que debe ser a Bulgaria lo que nuestros pequeños pueblos andaluces para nosotros: algo así como un sitio de encuentros y visitas veraniegas. Lo que ocurre es que, Nesebar tiene una arquitectura y un trazado tan peculiar que llama muchísimo la atención.
La construcción de Iglesias debió ser desencadenada por una fiebre religiosa debida a la adopción del cristianismo como religión oficial.
Pero lo que realmente fue una pena es que no pudimos entrar a verlas porque en fotos, los frescos son una pasada.
Me alegro que te haya gustado.
Un besazo y cuídate mucho.
Ufff! fantásticas las iglesias,… algunos elementos no te recuerdan al mudéjar? Creo que Bulgaria bien merece un esfuerzo, ¿no?
Cuidaros!
Pues sí, Norte. La verdad es que sí.
Poco queda más que contar de Bulgaria. Creo que aprovechamos más que bien del viaje para los días que teníamos.
Ahora, cuando acabe el aislamiento, te toca a ti. Ya sabes que con 7 u 8 días es suficiente. El itinerario ya lo tienes hecho. Sólo queda animarte a una escapada.
Un fuerte abrazo, Norte.
No conocía la historia de esta ciudad y me ha encantado la entrada, se puede aprender y conocer mucho aún estando confinado en casa, muchas gracias por hacernos más ameno el tiempo. Un beso
Esta pequeña ciudad es una preciosidad, Asun: casas de madera, calles empedradas, pequeñas playas, iglesias, historia, pequeñas tiendas de artesanía,… Es un sitio en el que repetiría.
Un beso y gracias por tu comentario.
Un bonito reportaje donde se puede apreciar lo bonito que es Nesebar. Me ha encantado el molino, las casitas de madera… una preciosidad!! Un beso y feliz tarde Macarena 🌈🌈🌈
Es un lugar encantador, Vicenta y, por la época del año, nada masificado; aunque parece que en verano, está lleno hasta los topes. La desventaja fue encontrar las iglesias cerradas, pero por lo demás, fue un auténtico placer pasear por sus calles.
Un besazo!!!!!
Encerraditos y seguimos viajando contigo. No conozco nada de Bulgaria y está resuntando muy interesante Gran historia tiene Nesebar y de iglesias buen surtido.
Esas calles me recuerdan a Candelario, y es todo un placer pasear por esas callejuelas. Lo tenemos aquí a 3 km es un pueblo típico de sierra.
Cuidaros desde casa os mando abrazos
Yo creo que cuando todo esto acabe, voy a ir a vagar por «tus tierras» para disfrutar de todas las maravillas a las que siempre haces mención, Laura.
Un fuerte abrazo a todos. Ya queda menos.
A veces son las ciudades más pequeñas las que más tesoros guardan. Esas con las que turistas (y no turistas) disfrutan de cada palmo de Nesebar.
No me extraña que hayan preferido verlo sin mapas, sino dejándose llevar y mirando esas calles, esas fachadas, esa arquitectura, esa muralla antigua, pasear por el istmo hasta llegar al molino…..
Me resultó muy interesante todo lo que nos cuentas, nunca había oído hablar de este lugar y me he recreado en todas las fotos, fue como estar allí. Me picó el gusanillo de saber cómo era el interior de la iglesia de San Esteban (increíble, espectacular).
Y el resto de iglesias, qué arquitectura más bonita y cuánta historia hay detrás de esos muros, de esos adoquines, de esas paredes, casas y murallas!!
Gracias por compartirlo. Un abrazo!
Desde luego que el sitio es un encanto y además está muy bien conservado. En verano tiene que ser un auténtico hervidero. Fue una pena encontrar las iglesias cerradas, sobre todo porque sabes que sus interiores son en muchos casos espectaculares.
Gracias a ti siempre por tus comentarios.
Un abrazo!!!!