Malé es la capital de Maldivas y su centro de gobierno, financiero y administrativo; por lo que se trata de la isla más densamente poblada del archipiélago y donde se encuentran el aeropuerto internacional (en otra pequeña isla conectada a ella) y su puerto central.
En los últimos años, Malé ha ganado un preciado terreno al mar que viene a paliar muy levemente el problema de edificación y sobrepoblación y además, entre 2015 y 2018, ha conseguido construir, con la colaboración del gobierno chino, el primer puente transmarino de dos kilómetros que une la capital con el aeropuerto.
Aunque Malé ha mejorado mucho su aspecto en la última década, cuando era un lugar casi siniestro de pequeñas callejuelas en las que era muy raro ver a un turista, convirtiéndose en una ciudad mucho más moderna, más ordenada y con calles bastante más limpias, sigue siendo una capital en la que hay poco que ver. Por ello, tan sólo un día es más que suficiente para conocer la isla.
La decepción es solo la acción de tu cerebro al reajustarse a la realidad después de descubrir que las cosas no son como creías que eran.
En realidad, Malé es una ciudad poco visitada, salvo por algún despistado como nosotros que necesita hacer noche allí para realizar su siguiente conexión, o bien a las islas a la ida, o bien con el avión de retorno, a la vuelta.
Nuestro vuelo de vuelta salía a las 9:00 de la mañana, así que la única posibilidad que teníamos para llegar a tiempo era pasar el día anterior en Malé, y así lo hicimos.
Aunque a la hora de comer no hay problema y la oferta es amplia, los alojamientos son caros en comparación a los servicios que prestan.
Nosotros nos alojamos en Mookai Hotel por su cercanía al Jety de llegada del barco desde Guraidhoo y al de transporte hacia el aeropuerto. Además, es un Hotel con piscina, en la que pensábamos haber pasado parte del día. Pero la piscina no estaba en funcionamiento y tuvimos que pedir cambio de habitación porque en la que nos dieron, había muchos desperfectos: no funcionaban el aire acondicionado, los canales internacionales de la tele… En fin, un pequeño desastre.
Dedicamos casi toda la mañana a recorrer la isla andando y nos sorprendimos positivamente de su evolución con el paso de los años. Pero si había algo que no había cambiado es su absoluto y lógico caos automovilístico: es imposible que convivan 130.000 habitantes en poco más de 5 km2 y que quieran desplazarse en coches y motocicletas de manera fluida.
La isla puede recorrerse a pie y, como ya hemos dicho, un día es suficiente para conocerla. Los principales lugares a los que acudir son:
El Mercado de Pescado y el Mercado local
La playa artificial y la piscina de agua salada
La mezquita del viernes y el Centro islámico
El Parque Sultán y el Museo Nacional
El Palacio Presidencial, y
El Monumento al Tsunami.
A mí, sin embargo y pese a este pequeño listado de lugares que visitar, lo que más me ha sorprendido las dos veces que he visitado Malé, ha sido el poder seguir contemplando desde los espigones de una ciudad tan poblada el color azul intenso tan característico que tiene el mar de Maldivas y la riqueza de la vida marina tan cerca de una gran ciudad.
6 comentarios
Para lo pequeña que es aún tienen bastantes lugares para visitar. Pero con ese caos de coches no se yo si iria. Un beso
Uh, lo del tráfico es un horror, Vicenta.
Un beso!!!!
Muy concentrado estará todo lo que hay para visitar. Buen surtido de pescado se ve en el mercado.
Buena semana y otoño.
Un abrazo.
Ay Laura, lo del pescado es una auténtica maravilla.
Feliz otoño!!!! Un abrazo
Uno se empapa de los lugares que tú vistas, Macarena, tienes ese don a la hora de explicarnos los lugares que visitas.
¿Tan pequeña que se puede visitar en un día a pie? Pues la imaginaba más grande, fíjate.
Gracias, amiga.
Un beso muy grande para ti.
Querida amiga,
Es una isla muy pequeña y muy saturada de todo, pero es lo que tienen ¡No les queda otra!
Un besote