Mleeta, el museo de Hezbollah

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Los trofeos que Hezbollah expone en Mleeta

Mleeta es una colina remota en la región sur de Líbano llamada Nabatieh, a 70 kilómetros de Beirut, 48 kilómetros de Tiro, 26 de Sidón y apenas 30 de Israel –Israel no, Palestina-.

La destrucción de las guerras en Líbano
Las visibles huellas de las Guerras en Líbano

En este lugar, la Resistencia Libanesa luchó contra el ejército israelí aplicando la guerrilla y enfrentándose a un enemigo mucho más equipado y muy superior en número. Hoy día, la colina se conoce como “El lugar donde la Tierra habla con el Paraíso” y es aquí, en Ain Bouswar, en donde se puede visitar el Monumento Turístico de la Resistencia o Mleeta Tourist Landmark.

Mleeta Tourist Landmark

El Museo Turístico de la Resistencia o Museo para el Turismo de Resistencia es un museo de guerra creado por Hezbollah el 25 de mayo de 2010, coincidiendo con el décimo aniversario de las tropas israelíes del Sur de Líbano.

Armamento pesado incautado al ejército israelí
Armamento de Guerra arrebatado a los israelíes en la Guerra de 2006

Dicen, porque a ver quién contrasta los datos, que el museo fue visitado por más de 130.000 personas en los 10 primeros días de su apertura y que ha recibido más de 2 millones de turistas hasta hoy.

Así que, mientras las Ruinas de Tiro siguen envejeciendo al sol, y el Castillo de Sidón sigue flotando entre las aguas azules del Mediterráneo, parece que todos los turistas de Líbano lo que hacen es viajar hasta Mleeta.

Los tanques que Israel dejó en Líbano
El elemento principal de la zona conocida como «El Abismo» es un tanque israelí Merkava, que fue abatido por Hezbollah y abandonado por su tripulación en la guerra de 2006

Los tours son realizados por guías, ataviados de uniforme, voluntarios de Hezbollah. Y la visita comienza por una reconstrucción de un campo de batalla que exhibe vehículos, artillería y equipamiento militar.

Objetos incautados al enemigo

En la sala multimedia, se exhibe un video que introduce la historia de Hezbollah y la del museo. La sala de exposiciones, muestra reliquias militares y detrás de esta sala, se encuentran las trincheras en donde se escenifican escenas de la vida de la guerrilla. Hay armas, fortificaciones, barricadas, un refugio y un túnel de 200 metros.

Las armas secretas de Israel
Bombas israelíes de racimo prohibidas internacionalmente

El Museo está abierto desde las 9.00 de la mañana hasta la puesta de sol y la entrada cuesta 4.000 L.L. que, más que probablemente, se emplea para la financiación de la actividad de Hezbollah.

Hezbollah

Es una realidad que Hezbollah defendió Líbano de la ocupación israelí y fue responsable de su retirada tras 18 años de ocupación, pero su papel ha cambiado con el tiempo y hoy día son muchos los que han pasado del respeto y la admiración a considerar ésta una organización terrorista, pese a su presencia en el Parlamento de Líbano.

Las imágenes de Hezbollah
Mural que representa la agresión del Estado de Israel al Pueblo Palestino

Hezbollah nació en la década de 1980 apoyada por los seguidores del dictador iraní ayatolá Jomeini para difundir la revolución islámica chií. En Líbano, declaró su existencia en 1985 a través de “El Programa de Hezbollah” que incluía los siguientes principios:

Expulsar a los estadounidenses, franceses y sus aliados de Líbano, poniendo fin a cualquier entidad colonialista.

Someter a las falanges a un poder justo y llevarlos a todos ante la justicia por los crímenes que han cometido contra musulmanes y cristianos.

Permitir que todos los hijos de nuestro pueblo determinen su futuro y elijan en toda la libertad la forma de gobierno de su deseo”.

Armerías en Chtoura
Publicidad de armerías en Beqaa

Si objetivamente es lógico que un país, o más concretamente una organización,  quiera expulsar a los ocupantes de su país, que se quiera juzgar a los criminales de guerra y que quieran defender la libertad de gobierno; el problema con Hezbollah, además de que sus medios son cuestionables, es que, una vez cumplió todos sus objetivos y logró integrarse políticamente en el gobierno de Líbano, su línea se centró en otras motivaciones.

Los carteles de la lucha en Líbano
Carteles en Líbano

Las milicias chiíes de Hezbollah han respaldado al presidente Bashar al-Assad en Siria desde 2013 y se ha constatado que ha enviado a militantes a Irak y Yemen para combatir contra el Estado Islámico. Además, posee  vínculos con Hamás y Al-Qaeda, aunque la organización lo niega. Así que muchos de los que antes eran sus seguidores acusan a la organización de apoyar a un dictador, asediar a civiles y emplear tácticas brutales en el campo de batalla.

Las armas en Líbano
Armería en Chtoura

El brazo armado de Hezbollah ha sido considerado como organización terrorista en Occidente y, en 2016, las monarquías del Golfo se unieron en el mismo sentido.

Hezbolá tiene actividades militares conocidas bajo el nombre de al-Muqawama al-Islamiya fi Lubnan («Resistencia Islámica en el Líbano«). Es un verdadero ejército en Líbano, pues dispone de armamento pesado, incluidos algunos blindados, misiles tierra-tierra de largo alcance y afirma tener un arsenal de por al menos 33.000 cohetes.

Armas que se pueden comprar en los territorios de Hezbollah en Líbano
Armas en Chtoura

Desde 1982 hasta 2012, se han contabilizado más de 44 atentados terroristas, tanto en territorio libanés, como en el extranjero, atribuidos a Hezbollah y según informes occidentales, mantiene células activas en más de 20 países y recibe fondos de Iran y Siria.

Sin embargo, Hezbollah es popular entre los chiíes, quienes representan la comunidad más pobre de todo el Mediterráneo,  no sólo por haber encabezado la lucha contra Israel, sino también por su obra social, ​ similar a la que presta Hamás en la Franja de Gaza.

Vida cotidiana en los pueblos de Líbano
La vida en las aldeas de Líbano

La realidad es que, en la siempre frágil y complicada calma de Oriente Medio, es difícil identificar quiénes son los buenos y quiénes los malos. El avance de las fronteras de Israel hace laborioso cuestionar la resistencia de quienes se sienten invadidos. Pero también es cierto que la propaganda, un medio que aún continúa teniendo un importante papel de convicción en sociedades pobres y poco desarrolladas culturalmente,  ha atribuido roles confusos, que se han tornado indiscutibles, sobre el papel de Hezbollah como liberador. El gobierno de Líbano permanece mudo ante las condenas internacionales por miedo a nuevas conflagraciones e invasiones de Israel, sabedores de la fuerza de Hezbollah. No obstante, y aunque Hezbollah comenzara luchando por una justa causa, la violencia nunca es medio que justifique fin alguno. Cometer asesinatos y causar muertes nunca es causa justa de nada. Al menos yo, llamo a esto terrorismo.

NOTA: Es para mí un orgullo poder contar que todas las imágenes que ilustran esta entrada pertenecen a mi compañero y amigo Jesús Blasco de Avellaneda, ganador del Premio Nacional de Fotoperiodismo, la Imagen del Año, el Signo Editores, el José Couso, los Premios Enfoque, el Foto Nikon, el Premio Olympus, el PhotoIngenia, la Bienal Internacional de Fotoperiodismo y el VIII concurso de fotografía de la Cooperación Internacional, entre otros.

14 COMENTARIOS

  1. Yo nunca visitaría ese museo por dos razones: una que no me interesa lo más mínimo el tema de la guerra o las armas; la otra que no contribuiría con mi dinero a mantener en forma alguna a una organización que considero terrorista.

    Ha sido muy interesante el resumen que nos has hecho sobre los orígenes y posterior evolución ideológica de Hezbollah. Confieso que yo ese tema lo tengo siempre un poco confuso y no termino de aclararme con sus guerras, motivaciones, ansias territoriales y demás. Mi marido me lo explica una y otra vez, y yo presto toda la atención del mundo, pero luego lo olvido. Torpe que es una 🙁

    Una entrada estupenda, como siempre, Macarena :))

    ¡Besos!

    • Me pasa igual que a ti Julia. A veces, por mucho que me cuenten algo, no me hago a la idea, o no me aclaro. Quizá por eso me guste tanto viajar. Yendo a los sitios y viendo las cosas, muchas veces entiendo «la teoría». Y esto me pasa, como dices, bastante con el tema de las guerras que, por cierto, me fascinan. No porque me gusten, no. Sino porque es algo que nunca he podido comprender: hombres contra hombres, la crueldad del ser humano. Así que he tenido que visitar Campos de Concentración en Europa, sitios de la Guerra en Vietnam, Cárceles en Camboya, para entender muchas muchas cosas cuyas ideas no podía hilar mi mente. Creo que en Líbano me ha pasado algo parecido: he tenido que ir a ver las líneas divisorias de la ciudad en Beirut o constatar los tiroteos en edificios para entender lo absurdo de cualquier conflicto armado en ese país.
      Y sí, Julia, no hay que colaborar con el terrorismo.
      Un besote. Gracias siempre.

  2. Si en anteriores entradas te comentaba que me habías descubierto un Líbano que desconocía, en esta no puedo decir lo mismo. Estas tristes imágenes son las que primero me vienen al pensar en Oriente Medio. La guerra y el terror jamás pueden ser justificables ni uno puede pensar en que el guerrero de causas justas se conforme con la paz alguna vez.
    En algo disiento, la propaganda política no es exclusiva de países pobres. Sin ir más lejos, en nuestro país vivimos un continuum de mensajes políticos propagandísticos para consumo rápido y segmentación del votante. En mi opinión claro.
    Las fotos son un regalazo y un lujo para el blog, teniendo en cuenta a su autor. ¡Enhorabuena por habérnoslas conseguido, Macarena! Un fuerte abrazo!

    • Sí, sí, David, llevas razón en lo que dices respecto a la propaganda. No puedo decir otra cosa. Quizá no expresado bien la idea del poder de convicción de determinados mensajes en sociedades poco cultivadas. Puede que, en países con un índice cultural más elevado, o con menos niveles de pobreza, aunque se emplee la propaganda, el espíritu crítico, la capacidad de cuestionar determinados mensajes, el hastío de los ciudadanos respecto a determinados mensajes o la posibilidad de contrastarlos es mayor. Lo que quizás sea peor aún, pues disponiendo de todas las herramientas para que determinados mensajes no calen, lo siguen haciendo.
      Respecto al museo… pues sí, es la pura imagen que, creo, todos tenemos de la zona. Por eso, quizá, he dejado esta entrada para el final. Porque creo que he podido demostrar que, aunque una vez Líbano vivió la Guerra, ahora es un país en Paz que está luchando con todas sus fuerzas para hacer cicatrizar esas heridas y mostrarse al mundo con todo su potencial.
      Y de mi compañero Jesús Blasco ¿Qué te voy a decir? Pues que estoy encantada con el equipo con el que día a día comparto profesión.
      Un abrazo!!!

  3. Ha sido muy interesante leer tu entrada en esta ocasión, la verdad es que tengo que reconocer que desconozco mucho de como funcionan las cosas por esa parte del mundo, las fotografías son increíbles!!! Un beso

  4. Es escalofriante, imágenes de desolación y de dolor que por desgracia vemos con tanta frecuencia que parece que nos estamos insensibilizando. No, no entraría en ese museo y felicidades al compañero por las fotografías.
    Besos

  5. No se puede negar que es una entrada interesante y que las fotos son un valor añadido y la verdad que un poco impactantes. No conocía la historia del Líbano, y veo que tiene en su pasado una parte violenta. Por cierto, el otro día fui a un restaurante libanés y me gustó mucho 🙂
    Me ha gustado tu entrada, es muy auténtica, no sólo se trata de viajar y hacer de turista, entender la cultura incluida la historia para mí es la manera de viajar.
    Un besito, algún día iré al Líbano, aunque tengo otros destinos muy pendientes 🙂

    • Guau, María, la comida libanesa… una pasada. Y eso que los ingredientes son prácticamente los mismos que utilizamos nosotros.
      Líbano tiene un pasado bastante triste lleno de guerras y violencia, pero poco a poco se recupera para mostrarse al resto del mundo en todo su esplendor.
      Ha sido uno de los países en los que más hemos disfrutado, María ¡Quién me lo hubiera dicho! Y quiero que lo sepas, a ti que te gustan también los viajes, porque jamás lo había barajado como destino y, desde que fui, está en mi top ten.
      Un beso

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