Zemun es un barrio ubicado a 8 kilómetros del centro de Belgrado, pero hubo un día en que era un pequeño pueblo separado de la capital, e incluso correspondiente a otra nación –el Imperio Austrohúngaro-, así que su arquitectura es completamente distinta a la de Belgrado y su ambiente también es muy diferente.


Dicen que en Zemun se puede pasear tranquilamente a orillas del Danubio, que sus calles empedradas difieren de las agitadas calles de Belgrado, que su arquitectura es bella y que tiene el mejor mercado de toda Serbia. Así que todo eso había que verlo, y allá que nos fuimos.


Hay que aparcar en la parte alta de la ciudad –que está en cuesta- ya que en el paseo junto al Danubio sólo hay un par de pequeños parkings de pago siempre hasta arriba. Y desde allí, se puede llegar paseando a cualquier parte del centro.


La verdad es que se trata de un lugar tan distinto al resto de Belgrado, que nadie diría que se trata de un distrito de la misma ciudad.


En la parte más alta, se puede contemplar el Hotel Yugoslavia, de arquitectura soviética, del que dicen que fue uno de los más elegantes de la ciudad. Pero también el edificio de correos o la construcción que acoge la Facultad de Agricultura.


Desde aquí, pequeñas calles empedradas y en cuesta te llevan en un paseo hasta la Torre Gardos, emblema de Zemun, y desde donde pueden contemplarse Belgrado, el Danubio y el Río Sava, así como todo el skyline de Zemun.


La torre se conoce también como Millennium Tower y se construyeron otras cuatro a lo largo del Imperio – hay una en Budapest-. La torre fue edificada en 1896 para celebrar los mil años del asentamiento húngaro de Panonia –Europa Central-.


En Zemun, también se pueden contemplar el Madlenianum Opera and Theater, uno de los edificios más bellos de Zemun; la Iglesia Crkva Svetog Oca Nikolaja, la más antigua del barrio; la Iglesia católica; El Monasterio del Arcángel San Gabriel; La Iglesia de la Santísima Trinidad o la Sinagoga.


Nosotros bajamos hasta el Mercado local, conocido como Zemunska pijaca. Era un auténtico hervidero de actividad con muchísimos y coloridos puestecillos de verduras, flores, fruta, quesos, especias y embutidos.


Visitamos unas cuantas tiendecitas de ropa y artesanía local, tomamos algo en la plaza y terminamos comiendo en el paseo junto al Danubio, en lo que se conoce como Kej Oslobodjenja –No precisamente barato-.


Un plan perfecto para un día de fin de semana.


10 comentarios
Sabía yo que Zemun me iba a gustar. Con solo ver las casitas de colores, calles empedradas y las esbeltas cúpulas de las torres me dan ganas de ir corriendo. A mi marido le dejo el mercadillo y la terraza a orillas del Danubio, así estamos todos contentos jajaja
Gracias por mostrarnos este pedacito del Imperio Astrohúngaro en Serbia 🙂
Un besazo
Está guay Alicia. Es un sitio pequeñito para escapar del bullicio de Belgrado.
Un beso!!!!
Un barrio muy pintoresco.
Creo que podría perderme (con gusto) por esas calles empedradas y sus casas tan bien cuidadas.
Me transmite calma pero al mismo tiempo vida. Mucha vida!
¿Puede ser que este barrio sea una bocanada de aire fresco en el viaje?
Me encantó.
Gracias, como siempre, por tu generosidad al explicarnos tantos lugares y además amenizándolo con esas fotos. Nos haces estar allí casi de manera mágica.
Un besote, Macarena!
Nosotros somos «de pueblo» así que preferimos los sitios pequeños a las grandes ciudades, con lo cual Zemun fue un lugar de los que a nosotros nos gustan. Pero claro, no a todo el mundo le gusta lo mismo. No obstante, al que le gusten los sitios grandes y ajetreados, también pueden perderse aquí una mañana.
Mucas gracias, Nélida. Un besote.
Qué sitio tan encantador, no lo conocía. Un abrazo
Pintoresco, pequeño y acogedor. Un fuerte abrazo!!!
Hola Macarena, muy interesante tu reportaje, parece un pueblo muy acogedor con esas calle empedrada. Los pueblo es lo que tienen que para desconectar, son únicos.
Mucha gracias, un fuerte abrazo.
Es un sitio pequeñito, ideal para oxigenarse de la gran ciudad. Me alegra que te haya gustado.
Un fuerte abrazo!!!
Un barrio precioso, de esos que parecen una recreación de los famosos Playmobil con esas casas casi de juguete. Un abrazo!
Sí, un respiro de la agitada capital.
Un abrazo, David.