El Museo Nacional del Bardo es uno de los museos más importantes del Mediterráneo y el segundo más grande de África después del Museo Egipcio de El Cairo por la riqueza de sus colecciones.
Ubicado en un antiguo Palacio de Beylical desde 1888, exhibe muchas de las principales obras descubiertas desde el comienzo de las excavaciones arqueológicas en el país.
Originalmente llamado Museo Alaoui, por el nombre del gobernante del tiempo, toma el nombre actual de Museo Nacional del Bardo después de la independencia de Túnez.
El museo alberga una de las colecciones de mosaicos romanos más grandes del mundo provenientes de las excavaciones realizadas a principios del siglo XX en varios sitios arqueológicos del país, como Cartago, Hadrumetum, Dougga, Thysdrus y Utica.
Se ha estimado que sólo 2.115 m2 de mosaicos están colocados en el suelo, a los que hay que sumar los de las paredes. En general, los mosaicos del Bardo, como el mosaico de Venus mirándose al espejo, representan una fuente única de investigación sobre la vida cotidiana en el África romana.
Además, El Bardo también contiene una rica colección de estatuas de mármol que representan a dioses y emperadores romanos.
En el museo también se exponen piezas descubiertas durante las excavaciones de sitios libio – púnicos, como Dougga o Cartago. Las piezas más importantes de esta parte del museo son las máscaras, las estatuas de terracota y las estelas.
El museo también alberga obras griegas descubiertas principalmente en las excavaciones del naufragio de Mahdia.
El Departamento Islámico contiene, además de obras famosas como el Corán Azul de Kairuán, una colección de cerámica del Magreb y Anatolia.
Con el fin de aumentar la capacidad de la exposición y optimizar la presentación de las colecciones, el museo fue objeto de una ampliación debía haberse finalizado en 2011 pero no llegó a completarse hasta 2012, debido a la Revolución tunecina.
El 18 de marzo de 2015, un grupo terroristas atacó el museo y tomó como rehenes a turistas en el edificio. El ataque, que mató a 22 personas, incluidos 21 turistas extranjeros, fue reivindicado por el ISIS.
Después de acceder al Hall, hay que atravesar un túnel y, desde allí, se accede por unas escaleras a la parte que conformaba el palacio en sí. Ésta fue la ruta que tomamos los visitantes y que, en 2015, tomaron los terroristas y se puede ver en las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del atentado.
Y esto fue algo que me impresionaba mucho y que me hizo abstraerme muchas veces de la observación de las obras expuestas porque, pensándolo y observando la distribución del museo, entendí que poca escapatoria había y mucho menos, lugares para esconderse. Así que aquel ataque debió ser como buscar pequeños animales en una ratonera.
El edificio del Museo Nacional Bardo fue originalmente un palacio Hafsida del siglo XV y se encuentra ubicado en las afueras de Túnez.
En 1899 se amplió para albergar también la colección de arte islámico y en 1985 fue declarado monumento histórico.
La estructura del museo se desarrolla en seis departamentos que representan las etapas histórico-arqueológicas del país:
Prehistoria
Departamento Púnico,
Departamento Romano,
Departamento Cristiano,
Árabe-islámico
Sección dedicada a la arqueología submarina.
Los hallazgos se dividen en 34 salas de las cuales ocupan pisos, paredes e incluso techos. No obstante, cuando nosotros realizamos la visita, había muchas de las salas cerradas, lo que nos decepcionó, pues no pudimos ver algunas de las obras que estábamos entusiasmados por ver como el Corán Azul de Kairuán, o el mosaico de Los cíclopes forjando los rayos de Júpiter.
El buque insignia del Bardo son sus mosaicos que conforman la colección más importante del propio museo: una enorme cantidad de mosaicos romanos que datan de los siglo II al IV, todos de excepcional manufactura y estado de conservación.
Los mosaicos tunecinos comenzaron a salir a la luz en la década de 1830, durante las primeras exploraciones arqueológicas de Cartago, y luego se descubrieron en cantidades cada vez mayores. La colección más importante se encuentra en el Museo Nacional del Bardo de Túnez, pero también se guardan muchas obras en Susa, El Djem, Sfax, Mahdia y otros museos menores del país.
Pese a que la colección de mosaicos es realmente impresionante, la parte que más me gustó fue la dedicada a las obras del arte paleocristiano, por diferentes, como ocurre con las pilas bautismales, los mosaicos de los enterramientos dobles o las estelas funerarias.
También me resultaron muy atrayentes las exposiciones de máscaras y cerámicas púnicas, así como las obras de arte del departamento árabe-islámico.
No obstante, y aunque esté mal decirlo, hay otros museos nacionales que hemos visitado durante nuestros viajes y que me han gustado muchísimo más. Pero es cuestión de gustos porque Macarena dice que El Bardo es uno de sus preferidos.
Horarios y Precios del Museo Nacional del Bardo
El Museo abre del 16 de septiembre al 30 de abril de 9:30 a 16:30 horas (el mismo horario que durante el mes de Ramadán) y del uno de mayo al 15 de septiembre de 9:00 a 17:00 horas.
La entrada cuesta 13 DT (4€), pero hay exenciones para discapacitados, acompañantes de los mismos y estudiantes con el Carnet Internacional que lo acredite.
Se puede aparcar en el recinto del museo de forma gratuita.
10 comentarios
Una visita muy interesante, Macarena.
A mi me encantan los Museos, de hecho siempre que viajamos nos las ideamos para buscar tiempo y ver los más importantes o los que más nos apetece visitar. Así que esta entrada, imagínate, la he disfrutado mucho.
Hay algo mágico en los Museos, en la Historia que encierran. Si las paredes hablaran…….Si los mosaicos y las pilas bautismales nos pudieran contar……..Y luego lo bonito que es el arte, las culturas, los símbolos, etc, etc, etc.
Imagino esa sensación que nos describes estando ahí dentro, porque yo a través de la pantalla de mi ordenador, también sentí escalofríos solo de pensar en aquel atentado de hace cinco años.
Debe impresionar en persona al recordarlo; mismo lugar, pasillos, sin escapatoria…..
Gracias por compartirnos esta visita, la información, las sensaciones……ver las fotos ha sido como estar allí.
Muchos besos.
Me alegro que te haya gustado, Nélida, no en vano es uno de los mejores Museos dedicado a mosaicos romanos del mundo y, realmente, tiene piezas excepcionales; no obstante, tal y como he comentado, lo encontré un poco «frío» en relación a otros museos arqueológicos que hemos visitado. No sé, la iluminación, la disposición de las salas, o quizá fue el hecho de encontrar zonas cerradas que esperaba haber visto. De cualquier forma, visitar un museo siempre es buena ocasión para observar y aprender.
Un beso!!!
Impresionante, sin duda merece la pena visitarlo. Un beso
Ya te tocará a ti y me contarás cuáles han sido tus impresiones.
Un beso, Asun.
Por las fotos que nos muestras veo que es precioso, sin lugar a dudas un lugar para visitar y pasar un buen rato viendo todo lo que tiene. Un beso y feliz tarde Macarena ❤️❤️❤️
Desde luego, distraído sí que es, Vicenta.
Un beso.
¡Hola, Macarena! Espectacular museo y estremecedor episodio terrorista. Imaginar las escenas de ese acto, la contraposición de lo mejor de la Humanidad representado en el acervo cultural del museo con lo peor, la barbarie intransigente y asesina… terrible. El fanatismo es una lacra de nuestra civilización que ojalá logremos erradicar algún día. Un fuerte abrazo!!
Ha sido una pena el perjuicio que ha causado el terrorismo en un país tan turístico como Túnez. La falta de ingresos en el sector ha supuesto pobreza, migración, desempleo, poco acceso a la educación,… En definitiva, la victoria de los objetivos del terrorismo para crear el caldo de cultivo óptimo para radicalizar a la población. Tras las revoluciones de la primera árabe, que tan beneficiosas fueron para este país, y la pandemia de la COVID, los ataques terroristas han sido lo que les ha faltado ¡Espero que puedan recuperar sus niveles de ingresos por turismo en cuanto sea posible!
Un abrazo, David
Juraría que había hecho un comentario a esta entrada,… pero por lo visto o el confinamiento o los diablillos de la red me han jugado una mala pasada,… que decirte,… que me ha encantado, especialmente esos mosaicos enormes que han despertado en mi una envidia tremenda,… que preciosidad!
Un abrazo!
Ya he dicho, Norte, que en cierta forma el museo me pareció «un poco frío». No sé, no llegué «a encontrarle el alma». Supongo que sucede a veces que no llegas a conectar con algún sitio. No obstante, no puedo dejar de reconocer la belleza de los mosaicos que exhibe.
Un abrazo!!!