Kairuán es la ciudad más antigua de Túnez. Fundada en el año 670, fue la primera base árabe del Norte de África y terminó por convertirse en la cuarta ciudad más santa del Islam tras la Meca, Medina y Jerusalén, debido a su importancia como centro de la fe islámica en el Magreb. Durante mucho tiempo, estuvo prohibida la entrada a la ciudad a los no musulmanes, aunque hoy día esto ha cambiado.
Kairuán fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988 por su Patrimonio Cultural, su Gran Mezquita, por la Mezquita de las Tres Puertas y por su recinto amurallado.
La Gran Mezquita de Kairuán
De entre las mezquitas existentes en la ciudad, destaca la Gran Mezquita construída en el siglo IX y que ha servido como modelo arquitectónico a otras muchas. Caracterizada por la abundancia de arcos y columnas –traídas de las ruínas de Cartago-, posee un gran patio y una bella sala de oraciones a la que los no musulmanes no podemos acceder.
La Gran Mezquita, denominada también Mezquita de Sidi Uqba, en honor al fundador de Kairuán, se levanta sobre las ruinas de una más antigua del año 670, pero reconstruida con mayores dimensiones.
Se trata una de las más importantes mezquitas de Túnez y está considerado como el más antiguo santuario del Occidente musulmán.
La mezquita ocupa una superficie de 9.000 metros cuadrados y su perímetro alcanza los 415 metros, medidas que la convierten en uno de los templos más amplios de África del Norte.
En el exterior, la mezquita parece una construcción más de tipo defensivo que de tipo religioso debido a la gran altura y el grosor de sus muros. Mientras que en el interior, un gran patio parcialmente pavimentado de mármol, se encuentra rodeado de largas galerías llenas de filas de dobles columnas y arcos.
La sala de oraciones posee diecisiete naves longitudinales al muro de la quibla que se separan por columnas. El minbar –lugar desde donde el imán dirige la oración- es uno de los más antiguos que ha llegado hasta nuestros días. A la derecha, se ubicaba la maqsura, un espacio reservado al califa que se decoraba con elementos geométricos. En la quibla, el mihrab ha sido decorado con placas de mármol con motivos vegetales, animales y geométricos. Enmarcando el mihrab encontramos un alfiz realizado en cerámica procedente de Bagdad.
El alminar, que sirve para llamar a los fieles a la oración, está constituido por tres niveles decrecientes coronado por una cúpula. Su altura total es de 31 metros y medio y domina toda la ciudad. Se trata del minarete más antiguo del mundo.
La mezquita abre del 16/09 al 31/05, de 8:00 a 14:00 horas y del 01/06 al 15/09 de 7:30 a 14:00 horas. En Ramadán el horario es de 8:00 a 14:00 horas.
La entrada a la Mezquita cuesta 12 DT (4€), pero da acceso a otros lugares y museos, como por ejemplo a la Mezquita del Barbero.
La mezquita posee baños gratuitos en perfectísimo estado y también un pequeño museo.
La Medina de Kairuán
Tras visitar la Gran Mezquita, junto a la que habíamos aparcado el coche, decidimos dar una vuelta andando por la Medina; pero era un poco incómodo por la cantidad de “guías” que nos salían al paso para ofrecer sus servicios. Finalmente, se nos acercó un chico que amablemente se ofreció a indicarnos sin cobrarnos nada, así que fue el que finalmente obtuvo una propina.
Anduvimos por las calles de la medina casi en soledad entre callejuelas estrechas y casas encaladas con puertas y ventanas enmarcadas en azul. Mientras nuestro acompañante nos iba mostrando los detalles de las puertas bereberes, las mejores casas de la ciudad y las decenas de mezquitas que hay en la ciudad antigua.
La medina alberga, como no podía ser de otra forma, los zocos de Kairuán, que datan del siglo XIII, donde se puede adquirir una artesanía muy variada. Dentro del zoco del cuero se encuentra uno de los edificios más antiguos de la ciudad, la Mezquita Jama Tleta Bibane o de las Tres Puertas.
La mezquita de las Tres Puertas
Encargada por Muhammad ibn Khairun en el año 866, es una de las mezquitas más antiguas del mundo y uno de los más antiguos testimonios del diseño arquitectónico de los aglabíes.
La mezquita se caracteriza por sus tres puertas y arcos de herradura. Posee grabados florales y geométricos y en ella se pueden leer inscripciones en escritura cúfica (la más antigua escritura del árabe procedente de Kufa –actual Irak-), un caso raro, pues aunque este tipo de escritura se utiliza para decoración en la arquitectura islámica, es casi el único testimonio que la ubica en la inscripción de un edificio.
El minarete se añadió posteriomente en la época hafsí.
El Pozo de Bir Barrouta
Este pozo se considera uno de los pozos más antiguos de Kairouan. Poco se sabe sobre su historia y su nombre se menciona por primera vez en documentos en el siglo XI.
Una leyenda dice que este pozo está conectado al pozo sagrado de Bir Zemzem, en La Meca. Otra leyenda dice que quien beba el agua de este pozo volverá una vez más a Kairuán, así que no creo que nosotros volvamos porque, aunque nos animaban a hacerlo, había un cartel bien grande que decía que el agua no era potable.
El edificio en el que se aloja el pozo data de 1690 y se accede a él a través de una estrecha escalera en la que se encuentra una pequeña habitación en la que cabe el pozo, una noria, la decoración, un camello, el encargado que hace andar al camello para que la noria gire y los visitantes.
El lugar es, en realidad, una de las antiguas obras hidráulicas para abastecer a la población de esta zona desérticas de agua extrayéndola de la capa freática subterránea.
La verdad que, a la par que curioso, el sitio hace que se te caiga el alma a los pies viendo a ese pobre animal todo el día en un lugar tan pequeño al que tiene que llegar accediendo por las mismas escaleras que subimos nosotros.
Visitar el pozo es gratis, aunque le se suele dejar una propina al señor que allí está.
La Mezquita del Barbero
En su calidad de ciudad santa, en Kairuán proliferan, además de las mezquitas, los mausoleos de hombres vinculados al islam. Entre los más importantes se encuentran:
El Mausoleo Abn Zam´a Al Balawi (Sidi Sahbi). Tumba de uno de los compañeros del profeta.
El Mausoleo Sidi Abid Al-Ghariani, y
El Mausoleo Sidi Amor Abada, que alberga el túmulo de un maestro herrero de una gran fuerza y tamaño, que gozó de gran notoriedad en la región.
Después de comer, visitamos la Mezquita del Barbero o Mausoleo del Barbero.
Para entrar a estos mausoleos hay que pagar, aunque la entrada de la Gran Mezquita también da acceso a todos ellos.
El mausoleo, es en realidad, una zawiya que alberga la tumba de Abu Zamaa Al Balaoui, un amigo del Profeta, que llegó a Kairouan en 654 y murió ese año durante una batalla con los bereberes. Cuenta la leyenda que Al Balaoui llevó consigo tres cabellos de la barba del Profeta y está enterrado con ellos. Los tunecinos llaman a Al Balaoui, Sidi Sahbi, es decir, “portador de tres pelos”.
La mezquita fue construida en el siglo VII y ampliada en el siglo XVII; fue restaurada en los siglos XVIII y XIX.
Es un lugar precioso, lleno de estancias muy al estilo de las grandes casas andaluzas. Sus paredes, columnas y pisos están decorados con magníficos azulejos y yesería de estilo andalusí.
Los no musulmanes no pueden acceder a la estancia en la que se encuentra la tumba de Sidi Sahabi, aunque el señor que la custodia se ofreció amablemente a hacernos unas fotos y rociarnos luego, de arriba a abajo, con agua de azahar.
Este lugar aparece en la película “En busca del arca perdida” simulando escenas que transcurren en las calles de El Cairo.
Cisternas Aglabíes
Las cisternas, que datan del siglo IX, son unos depósitos de agua que conformaban un complejo hidráulico excepcional para la época.
Contrariamente a las otras grandes ciudades de la época que disponían de ríos o de manantiales abundantes, Kairuán tenía un problema constante para abastecerse de agua potable. La habilidad de los ingenieros hidráulicos pudo resolver el problema en parte, construyendo varias instalaciones, de las que las más importantes son los estanques extramuros.
El mérito de los ingenieros tunecinos de la época es haber desarrollado este sistema de instalaciones hidráulicas impresionantes, únicas en el mundo mediterráneo. El prototipo de los estanques de los aglabíes se expendió por toda Ifriqiya, en un área geográfica que se extendía desde Túnez, en el norte, hasta Gafsa, en el sur.
Comer en Kairuán
No encontrábamos un lugar cercano a la medina donde comer y que nos gustara, así que, al terminar la visita al centro de la ciudad, nos dirigimos a un restaurante llamado Piccolo Niccolo en el que nos pusieron unas raciones impresionantes de comida –bastante aceptable- por la que pagamos 45 DT (14€).
De Kairuán, pusimos rumbo a Medenine, a las tres o cuatro de la tarde aproximadamente.
10 comentarios
Me estoy dando cuenta de las cosas tan bonitas que esconde Túnez.
Y muchas son Patrimonio Cultural de la Humanidad. ¡Qué bueno!
Sorprende la conservación de esos arcos y columnas, en la Mezquita de kairuán, al tratarse de una construcción tan antigua (siglo IX). Y llevas razón, por fuera parece más una fortificación defensiva, que el lugar de culto y oración que esconde su interior.
Todo me pareció muy interesante, Macarena. Muy bonita la Medina, la Mezquita de las Tres Puertas, esos grabados tan antiguos como únicos, etc.
Me llamó especialmente la atención la Mezquita del Barbero, y fíjate qué curioso no sabía que fue allí donde se rodaron algunas escenas de «en busca del arca perdida». Me queda una duda, sobre qué significado le dan ellos a ese rociamiento de azahar, ¿lo sabes?
Gracias.
Un beso grande.
P.S: Por cierto, qué bien se les ve a todos en esa foto familiar. :-)))))
Pues algo así como lo del gel hidroalcohólico de ahora jajajajajaja Te limpia. Te purifica y te deja un olor fresquito.
Kairuán está chula y además es pequeñita y con todo concentradito para verlo andando sin morir en el intento. A pesar de sus encantos, sin embargo, es uno de los lugares que menos me gustó. Puede que su condición de «ciudad santa», como ocurre en otros lugares, hace a la ciudad más sobria y a sus habitantes menos agradables. Pero no me voy a quejar. Simplemente es que, de todo lo que vimos, es mi «menos preferido».
Un beso, Nélida.
La primera vez que oigo sobre esta ciudad, no la conocía ni de oídas. La de lugares que he descubierto gracias a vosotros!! Un besazo
Espero y deseo que te estén gustando, Asun.
Un beso
Me ha encantado conocer a «El mundo con ella al completo» con ese grandioso minarete de fondo.
El Colector de aguas pluviales me ha sorprendido por su belleza, así como la decoración tipo andalusí en la Mezquita del Barbero.
Gracias por descubrirme las bellezas de Kairuán.
Un gran abrazo.
¿Ves, Carmen? Por eso le hice una foto. A mí me dejó boquiabierta. Hay arquitectos que son unos auténticos genios.
Y El Mundo con Ella…. jijijiji Ahí andamos. Esperemos que por mucho tiempo.
Un abrazo, Carmen.
¡Hola, Macarena! Jo, ha sido leer que en la zona de la mezquita del barbero se rodó En busca del arca perdida y ya estoy tarareando la melodía. Esta noche la veo por enésima vez y, además, sabiendo situar geográficamente el lugar.
Me han gustado las tres mezquitas, aunque lo que siempre me llama la atención son esas paredes encaladas y el azul de las puertas y ventanas. Crean una atmósfera fascinante. También me llamó la atención, aparte de la foto en la que salís, bueno tú al otro lado de la cámara e imagino que también con la cabeza cubierta, ese pozo en el que por un lado te dicen que si bebes volverás, pero por el otro te dicen que el agua no es potable. Lo que me dejó un tanto divagante sobre el hecho de que al beber, más que regresar, quizá lo que suceda es que nuestro espíritu del Más Allá se quede encadenado junto al pozo y el pobre camello.
Excelente entrada. Un fuerte abrazo!!
Jajajajaja ¡Me encanta lo que dices del pozo! Yo, por si acaso, preferí no beber. Quizá vuelva a Túnez, pero creo que tendré la entrada vedada a Kairuán.
La verdad es que a mí también me sorprendió saber que La Mezquita del Barbero forma parte de una de la pelis de Indiana Jones, que son de mis preferidas; aunque no reconozco la escena, si te digo la verdad. Túnez tiene muchísimos escenarios de películas conocidas. Quiero hacer una entrada sobre el tema porque es interesantísimo.
Me alegro que te haya gustado, David. Por cierto, en la foto estamos cinco. Yo también estoy: soy la pequeña del medio: entre Macarena (de rojo) y mi padre (con bigote) jejejejeje.
Un fuerte abrazo, David.
Me ha encantado el frontal de la mezquita de las tres puertas, las cisternas aglabíes y por supuesto la reutilización de materiales en la Gran Mezquita,… salvando las distancias tiene una cierta similitud con la Mezquita de Córdoba… Todo un lujo de país Macarena!
Que no digo yo que Kairuán fuera un churro, que conste, pero es una ciudad demasiado sobria quizás. Es que, claro, tampoco es que el país estuviera demasiado animado tras los atentados. Pero sí, merece la pena.
Un abrazo!!!