Estambul, ciudad de contrastes, despliega en Üsküdar una de sus caras más tradicionales y encantadoras. Situado en la orilla asiática y recostado frente a las aguas del Bósforo, este barrio conserva su esencia otomana y una atmósfera que invita a detenerse. Es una visita imprescindible para quienes buscan comprender la vida más cotidiana de la ciudad, lejos del bullicio turístico del lado europeo. Asímismo, es uno de los mejores lugares para ver atardecer sobre Estambul.
En ciudades y países la gente es distinta y hace a las ciudades distintas. La ciudad es así porque su gente es así.
Cómo llegar a Üsküdar
Ferry
Para llegar a Üsküdar desde el lado europeo de Estambul, el ferry es la opción ideal, ya que permite cruzar el Bósforo en un trayecto breve y pintoresco. Los ferris salen desde Eminönü y Karaköy, y en unos 15 minutos depositan al visitante en el puerto de Üsküdar, en medio de la actividad del mercado y con las imponentes cúpulas y minaretes del barrio como telón de fondo.
En el trayecto en ferry, que por cierto se paga con la tarjeta de transporte (Istanbulkart), se pueden disfrutar de los muchos atractivos que ofrece la ciudad en las orillas del Bósforo, como la Torre Gálata o el Palacio de Palacio de Dolmabahçe; por lo que este mismo ferry se plantea como alternativa más que interesante y low cost a los cruceros turísticos que también salen desde el barrio de Eminonü.
Metro
También se puede llegar a Üsküdar desde Eminönü en el metro de la línea Marmaray que une las dos orillas del Bósforo. Para ello, hay que ir a la estación de tren Marmaray Sirkeci İstasyonu, junto a la antigua estación del Orient Express.
Qué ver en Üsküdar
Las Mezquitas de Üsküdar
Üsküdar alberga algunas de las mezquitas más bellas y antiguas de Estambul, cada una con una historia y un estilo arquitectónico que reflejan la riqueza cultural y espiritual del Imperio Otomano. Caminar por el barrio y encontrarse con sus mezquitas es como hacer un recorrido por el pasado de Estambul.
Mezquita Mihrimah Sultan
La Mezquita Mihrimah Sultan es uno de los mayores tesoros arquitectónicos de Üsküdar. Construida en 1548, esta mezquita fue un encargo de Mihrimah, la única hija de Solimán el Magnífico, y fue diseñada por el legendario arquitecto Mimar Sinan, el mismo arquitecto de la Mezquita de Süleymaniye en el barrio de Eminönü.
La estructura se caracteriza por su simplicidad elegante, pero lo que verdaderamente marca la diferencia es el modo en que la luz natural inunda su interior. Los vitrales que rodean la mezquita filtran la luz del sol y crean un ambiente pacífico y casi etéreo, especialmente durante la última hora de la tarde. Se dice que Sinan estaba enamorado de Mihrimah, y que, en su honor, dispuso las ventanas para que la luz juegue de un modo especial a medida que el día avanza, llenando el espacio de color y calma.
Mezquita Yeni Valide
Otra joya en el corazón de Üsküdar es la Mezquita Yeni Valide, construida en 1708 por orden de la madre de Ahmed III, una figura de gran influencia en el Imperio. Su arquitectura combina un estilo clásico otomano con detalles de cerámica Iznik, en tonos turquesa y verde, que decoran las paredes y columnas del edificio. El patio de esta mezquita es un lugar sereno, con una fuente central que proporciona un espacio tranquilo para la reflexión y el descanso. El interior, con sus detalles y su cúpula decorada, crea una sensación de majestad y solemnidad que recuerda el poder y la devoción de la época otomana.
Mezquita Şemsi Pasha
Diseñada también por Mimar Sinan, la Mezquita Şemsi Pasha es una pequeña joya situada junto al Bósforo. A diferencia de las grandes mezquitas monumentales, esta es más íntima y modesta, pero igual de impactante por su diseño armónico y su ubicación. Se construyó en 1580, encargada por el visir Şemsi Pasha, y es conocida por su «sutileza» arquitectónica, ya que Sinan quiso crear un edificio en perfecta simbiosis con el paisaje. Desde su patio, se puede contemplar el río, el puente y los barcos, lo que da una sensación de conexión entre la fe y el entorno natural.
El Paseo Marítimo
El paseo marítimo de Üsküdar es un lugar que invita a detenerse. A lo largo del Bósforo, en un recorrido tranquilo, los bancos se llenan de personas que observan los barcos pasar y las gaviotas danzar sobre el agua. Al atardecer, las vistas del perfil europeo de Estambul desde Üsküdar se vuelven mágicas: la luz dorada envuelve los minaretes y cúpulas del otro lado del estrecho. Debe ser un lugar ideal para sentarse y disfrutar del ritmo pausado de la vida local y del espectáculo natural que regala el horizonte de Estambul, cuando no hace tanto frío como en el mes de enero.
El Bazar de Üsküdar
El bazar de Üsküdar es otro de esos rincones que no puede pasarse por alto. Aunque mucho más pequeño y tranquilo que el Gran Bazar o el Bazar de las Especias en el lado europeo, este mercado ofrece una experiencia auténtica y cotidiana.
En sus callejuelas y puestos se pueden encontrar desde frutas y verduras frescas hasta dulces turcos, especias y artesanía local. Pero lo más característico de este Bazar son los puestos de pescado fresco, que te cocinan al momento en pequeños restaurantes ubicados en el interior del mercado. El bazar es, sin duda, un reflejo del día a día de los habitantes de Üsküdar.
El Café de las Alfombras
Muy cerca del bazar se encuentra un lugar, conocido popularmente como el Café de las Alfombras. Se trata de un conjunto de alfombras extendidas en el suelo a lo largo del paseo marítimo, justo a orillas del Bósforo. Este lugar se ha convertido en un popular punto de encuentro donde la gente se sienta en estas alfombras para tomar té o café, relajarse y disfrutar de las vistas.
Es un espacio muy singular y de aire bohemio, donde las alfombras turcas se disponen sobre el suelo, creando un ambiente cómodo y acogedor en pleno exterior. Desde allí, los visitantes pueden observar los barcos pasar y disfrutar del paisaje urbano de Estambul, con una vista espectacular de la Torre de Leandro y el horizonte de la ciudad al otro lado del estrecho. Esta experiencia permite disfrutar del Bósforo de una manera diferente y cercana, en contacto directo con el ambiente y el ritmo del lugar.
Lamentablemente, nosotros no pudimos disfrutarlo con el frío de enero, ya que ni siquiera había atisbos de su existencia.
La Torre de Leandro (Kız Kulesi)
Uno de los lugares más icónicos de Üsküdar y enigmáticos de Estambul es la Torre de Leandro, conocida en turco como Kız Kulesi o Torre de la Doncella. Esta torre, que se encuentra en un pequeño islote en el Bósforo, ha sido motivo de historias y leyendas durante siglos. La leyenda más famosa relata que un emperador, al recibir una profecía de que su hija moriría por la mordedura de una serpiente, construyó la torre para protegerla. Sin embargo, la serpiente llegó escondida en una cesta de frutas, y la joven finalmente murió, dando a la torre un aura mística y trágica.
La torre ha tenido múltiples usos a lo largo de los años, desde faro hasta puesto de vigilancia. Hoy alberga un café y un restaurante, lo que permite disfrutar de una vista impresionante de la ciudad rodeados por las aguas del Bósforo. Llegar a la Torre de Leandro es sencillo: desde los muelles de Üsküdar salen barcos con frecuencia que hacen el trayecto hasta el islote. Estar allí, en medio del estrecho y con una vista panorámica de Estambul, debe ser una auténtica experiencia.
8 comentarios
Macarena, una entrada llena de cosas bonitas, las Mezquitas por lo que se puede apreciar, deben ser una pasada. Y el mercado de pescadores qué mientras haces la compra te van cocinando tú propina comida, es un lujo.
Me encanto, un fuerte abrazo.
A mí fue un barrio que me encantó porque en él se toma el pulso de la Estambul real y menos turística.
El mercado es una delicia ¡Comimos allí!
Un fuerte abrazo, Cristina.
Me encantan las mezquitas que tienen, son a cada cual mas bonitas. Un beso y feliz fin de semana
Sí, Vicenta, son preciosas.
Un besazo ¡Feliz fin de semana!
Qué fotos más bonitas, Macarena.
Seguro que es una gozada ver el juego de luces, según pasan las horas, dentro de esa Mezquita.
Qué cultura tan diferente a la nuestra, pero increíble y atractiva a la vez.
Me quedo con ganas de ver esas alfombras en el paseo, debe ser todo muy bohemio como apuntas.
Me gustó conocer la leyenda de la Torre de Leandro. ¿Por qué será que nos gusta conocer la historia de un lugar, pero también muchísimo conocer las leyendas que encierran los lugares visitados? A mí me gusta mucho, son de esas cosas que con el tiempo nunca olvidas, una manera de llegar hasta el lugar con una sonrisa en la cara que infunden esas curiosidades varias.
Gracias, amiga mía.
Un besito muy grande para ti.
Ya sabes Nélida, creo, que cuando Macarena era pequeña, siempre que llegábamos a un sitio, se enganchaba de mi mano y me decía «Mamá, cuéntame la historia» y cuando me callaba, me decía «¿Y qué más?», y así infinitamente porque si yo decía «Nada más», me pedía que volviera a empezar. Bueno en realidad, sigue haciéndolo. Jajajajajaja
A mí también me encantan las historias.
Gracias a ti. Un besazo, amiga.
Muy cierta esa frase, las ciudades varían según su gente, en un mismo país puede ver esa diversidad y aún más cuando cambias de país, por eso es tan fantástico viajar!!!
Un abrazo guapa
Coincido totalmente contigo, Asun.
Un fuerte abrazo!!!