El viaje a Armenia tocaba a su fin y la última etapa desde Ereván a Tiblisi no podía ser un simple trayecto entre dos puntos. Así que decidimos sumergirnos en la riqueza histórica y cultural de Armenia haciendo paradas en tres lugares emblemáticos: el Monumento al Alfabeto Armenio, el Monasterio de Hovhannavank y el Monasterio de Saghmosavank, cada uno de ellos con una perspectiva única sobre el legado de esta región y su importancia en la historia del Cáucaso.
Los monasterios de Armenia, erigidos en lugares de imponente belleza natural, son un testimonio vivo de la devoción y la historia del pueblo armenio.
El Monumento al Alfabeto Armenio

Ubicado en las cercanías de la aldea de Artashavan, en la provincia de Aragatsotn, el Monumento al Alfabeto Armenio es un homenaje a una de las lenguas más antiguas y singulares del mundo. Este sitio fue inaugurado en 2005 con motivo del 1600 aniversario de la creación del alfabeto armenio por Mesrob Mashtots en el siglo V.

El monumento está compuesto por enormes esculturas de piedra de cada una de las 39 letras del alfabeto armenio, distribuidas armoniosamente en un paisaje que combina la belleza de la llanura con la imponente silueta del Monte Aragats, el pico más alto de Armenia. Las letras, talladas con precisión y esparcidas a lo largo del terreno, no solo representan un símbolo de la identidad nacional armenia, sino que también permiten a los visitantes interactuar con ellas, tomándose fotografías.

Junto a las letras, el monumento cuenta con estatuas dedicadas a figuras prominentes de la cultura armenia, incluyendo a Mesrob Mashtots y otros eruditos que contribuyeron al desarrollo de la lengua y la literatura del país. Este espacio se ha convertido en un punto de referencia tanto para turistas como para los propios armenios, quienes visitan el lugar para honrar su herencia cultural y educativa.

Además de su significado histórico y lingüístico, el entorno natural que rodea el monumento añade una dimensión especial a la vista. La proximidad al Monte Aragats brinda una vista espectacular, en la que los contrastes entre el cielo azul, las llanuras doradas y las montañas imponentes crean un escenario único. Ahora eso sí, cuando fuimos hacía un aire y un frío que pelaba.
Monasterio de Hovhannavank

Desde Artashavan, tomamos la carretera en dirección noreste hasta llegar a Hovhannavank, un monasterio medieval que se encuentra en el borde de un profundo cañón tallado por el río Kasagh. Su historia se remonta al siglo IV, cuando se erigió la primera iglesia en el sitio. Sin embargo, la estructura principal que vemos hoy en día fue construida en el siglo XIII por el príncipe Vache Vachutyan.

El monasterio está dedicado a San Juan Bautista y su iglesia principal, de planta cruciforme, cuenta con una majestuosa cúpula que domina el paisaje circundante. La decoración del interior es austera pero imponente, con inscripciones en armenio antiguo y khachkars (cruces de piedra talladas) que realzan la espiritualidad del lugar.

Un elemento arquitectónico distintivo del monasterio es su gavit, un pórtico de entrada construido con amplias columnas y una cúpula decorada con motivos geométricos y florales. Esta estructura no solo servía como entrada al templo, sino también como lugar de reunión y estudio. En su interior se encuentran varias tumbas de figuras importantes de la nobleza armenia.

Otro detalle interesante es la rica ornamentación de las fachadas exteriores, con inscripciones que documentan la historia del monasterio y su papel como centro religioso y educativo. Se sabe que Hovhannavank fue un influyente centro de aprendizaje medieval, donde monjes y estudiosos se dedicaban a la copia y traducción de textos religiosos y científicos.

Desde el monasterio se puede contemplar el cañón del Kasagh, un escenario natural que enmarca a la perfección la solemnidad del complejo. Durante el otoño, el paisaje se cubre de tonos dorados y rojizos, creando un ambiente de serenidad incomparable. La ubicación estratégica del monasterio en lo alto del cañón también le confería una función defensiva, ya que permitía avistar posibles incursiones enemigas con antelación.

Monasterio de Saghmosavank

A solo unos 5 kilómetros al norte de Hovhannavank se encuentra Saghmosavank, otro monasterio medieval con una historia fascinante. Fundado en el siglo XIII por la misma familia Vachutyan, su nombre significa «Monasterio de los Salmos», ya que fue un importante centro de escritura y copia de manuscritos religiosos.

El conjunto monástico está compuesto por varias edificaciones, siendo la más destacada la Iglesia de San Sion, una estructura de piedra oscura con una cúpula central octogonal y una serie de inscripciones que narran la historia de sus benefactores. La biblioteca del monasterio, aunque modesta en tamaño, es un testimonio de la importancia de la literatura en la tradición eclesiástica armenia.

Uno de los aspectos más llamativos de Saghmosavank es su ubicación en el borde del cañón del Kasagh. Desde aquí, la vista es simplemente sobrecogedora: las paredes de roca rojiza del cañón contrastan con la vegetación y el cielo, creando un paisaje que parece sacado de un cuadro. Su emplazamiento estratégico no solo ofrecía a los monjes aislamiento para la contemplación y el estudio, sino también protección frente a posibles invasores.

La arquitectura de Saghmosavank presenta elementos característicos del estilo medieval armenio, con techos abovedados, muros gruesos y detalles decorativos esculpidos en la piedra. Además de la iglesia principal, el complejo monástico incluye una capilla y una sala de manuscritos, lo que refleja su importancia como centro de educación y copia de textos sagrados.

El monasterio también ha sido restaurado en los últimos años, con esfuerzos para preservar sus estructuras y su importancia histórica. Actualmente, sigue siendo un lugar de peregrinación y un sitio donde los visitantes pueden experimentar la serenidad y la majestuosidad del entorno. Durante el otoño, cuando los árboles alrededor del cañón cambian de color, el monasterio se envuelve en un aura mágica que resalta su belleza atemporal.

4 comentarios
Parece un lugar bonito para visitar. Me ha llamado la atencion el alfabeto armenio. Un beso
Los lugares de Armenia son muy chulos!!!! Un beso
Lo que me asombra es lo solitario que se encuentra este enclave. Al menos, en tus fotos me ha parecido que no hay nada alrededor (o casi nada) más que naturaleza y montaña.
Una curiosidad, yo vivo en Arucas (y nací en este municipio también) cuya Iglesia lleva por nombre Iglesia de San Juan Bautista. Y donde viene gente de toda la isla en su día grande, el 24 de Junio.
Gracias por compartirnos tu experiencia, Macarena. Eres mi guía turística favorita :-))
Un besote.
Y tú, amiga mía, eres mi lectora más especial.
Por lo general, Armenia es un destino poco visitado; pero también sabes que, cuando Macarena no viaja con nosotros, solemos hacerlo fuera de temporada; así que encontramos lugares preciosos vacíos de gente y los visitamos en soledad. Realmente no sé si esto será así también en verano, cuando hace mejor tiempo, porque cuando fuimos nosotros hacía un frío y un aire, y eso que era primavera.
En realidad, Armenia es un país muy montañoso y poco poblado, en el que las concentraciones de personas se ubican en pequeños pueblos y aldeas; así que los lugares turísticos se encuentran aislados en medio de la montaña y la naturaleza. Es muy bonito.
¡No sabía que eras de Arucas! Tengo que plantearme ir a conocer tu Tierra.
Un beso enorme. Gracias por leerme.