Makassar es una ciudad que muchos usan solo como punto de paso, pero si necesitas parar aquí, te vamos a proponer algunos planes para visitar lo mejor de la ciudad.

Es ruidosa, algo caótica y muy local, con un paseo marítimo que se anima al atardecer, un fuerte histórico bien conservado y barrios donde todavía se siente la mezcla de culturas que la formaron. No es un destino para venir con grandes expectativas, pero sí para dejarse llevar y observar la vida cotidiana del sur de Sulawesi.

Pero Makassar no es solo un rincón del sur de Sulawesi, sino un punto estratégico en la geografía aérea de Indonesia. El aeropuerto Sultan Hasanuddin conecta con varias ciudades clave —vuelos a Yakarta, Bali, Yogyakarta o Manado— y también con destinos internacionales como Kuala Lumpur y Singapur. Esta posición le da un peso relevante como hub logístico y de comunicaciones, perfecto para quienes viajan por el archipiélago o hacen escala antes de seguir explorando. Además, es el punto de partida para explorar otras zonas de Sulawesi como Toraja (Rantepao), Raman Ramang o Bira.

En nuestros viajes por Indonesia en 2025(2) pasamos en varias (muchas) ocasiones por la ciudad de Makassar, pero sólo en una de ellas hicimos noche y aprovechamos para visitar lo más importante de la ciudad y comprar algunos artículos de pesca en una de las mayores y mejores tiendas de Sulawesi.
La crisis de la ciudad demasiado grande es la otra cara de la crisis de la naturaleza.
Cómo llegar del aeropuerto al centro de Makassar
Hay dos formas de llegar del aeropuerto Sultan Hasanuddin al centro de la ciudad: en autobús y en taxi (o grab).
El autobús TRANSARBAGITA ofrece servicio desde el aeropuerto de Makassar a diversos destinos regionales. La tarifa base es de 30.000 rupias y opera de 8:00 a 22:00 todos los días.
Ruta 1: Bandara – Citraland Celebes
Sudiang – BTP – UNHAS – Tello – TMP – UNIBOS – AP Pettarani – Mall Panakukang – Boulevard – Hertasning – Aeropalla – Citraland Gowa
Ruta 2: Bandara – Pantai Losari
Sudiang – BTP – UNHAS – Tello – TMP – UNIBOS – RS. Awal Bros – Bawakaraeng – Kartini – Kajaolalido – Boto Lempangan – Best Western Hotel – Hj. Bau-Jl. Penghibur – Pantai Losari
El servicio de grab cuesta aproximadamente 160.000 IDR (8€), a lo que hay que sumarle el peaje de la autopista (1€) y a la entrada, el acceso al aeropuerto.
El autobús tarda aproximadamente 1 hora, mientras que el taxi emplea unos 30 minutos.
Dónde alojarse en Makassar

Nos alojamos en Expressia Hotel Makassar (31€), muy bien ublicado en Pantai Losari, el paseo marítimo frente a la Gran mezquita. Y, desde luego, éste es el lugar más céntrico y cercano a los lugares de interés en el que alojarse.
Qué ver y hacer en Makassar

La ciudad no exige un itinerario rígido. Funciona mejor explorándola a pie, dejándose llevar por el ambiente de sus calles. Pero en cualquier caso, sus principales atracciones son cercanas entre sí.
Fort Rotterdam

La historia colonial aparece condensada en este fuerte de muros bajos y formas limpias. Caminando por sus patios se percibe la mezcla cultural que conformó Makassar: indonesia, europea, malaya. No es un lugar monumental, sino uno que invita a pasear despacio, a observar ventanas, arcadas y sombras. La entrada es gratuita y abre de 18:00 a 17:00 horas.

Se trata de un fuerte holandés del siglo XVI, originalmente llamado Fortaleza Ujung Pandang, que fue construido como lugar defensivo. Tras la llegada de los holandeses a la región de Makassar, el fuerte cambió de función y nombre. Se convirtió en un almacén de hierbas y especias, y posteriormente se le cambió el nombre a Fuerte Rotterdam, que conserva hasta la actualidad.
Paseo de Losari

El corazón social de la ciudad. La zona se llena hacia el final de la tarde, cuando el sol cae sobre el mar y el aire se vuelve más suave. Familias, vendedores ambulantes, parejas y pescadores generan esa especie de ruido amable que define a Makassar. Es un buen sitio para probar comida callejera, tomar algo fresco y ver cómo la luz se refleja en el agua.
La Gran Mezquita de Makassar (Mezquita 99 Cúpulas Asmaul Husna)

A cierta distancia del bullicio del paseo, la mezquita se alza como uno de los símbolos de la ciudad.

Se cuenta una anécdota curiosa sobre la Mezquita de las 99 Cúpulas. Durante su construcción, la gran cúpula central parecía empeñada en no sostenerse: una y otra vez los obreros intentaban levantarla y siempre acababa cediendo. Después de varios intentos fallidos, un clérigo de la zona sugirió dedicar la cúpula a los 99 Asmaul Husna, los nombres más bellos con los que se invoca a Alá. La idea se llevó a cabo y, según la tradición local, a partir de ese momento la estructura se mantuvo sin complicaciones. Desde entonces, la cúpula permanece en pie, y muchos la consideran un símbolo de devoción y buen augurio para la comunidad.
El pequeño barrio chino

Makassar tiene un Chinatown discreto, menos turístico que los de otras ciudades del sudeste asiático. Su encanto está precisamente ahí: calles compactas, negocios familiares, templos pequeños y olor a incienso flotando entre tiendas de artículos tradicionales. Ideal para un paseo tranquilo por la mañana, cuando los comercios abren y el barrio se despierta sin prisa. Entre faroles y fachadas algo desgastadas, se puede sentir la huella histórica de la comunidad china, profundamente integrada en la vida económica de la ciudad.

