Como hemos contado en la entrada anterior, en los preparativos del itinerario de nuestra ruta por Armenia, habíamos pensado dormir en Goris, pero finalmente realizamos todas las visitas durante la mañana y avanzamos en nuestro itinerario durmiendo en una pequeña población de la carretera cercana a Jermuk.

Por la mañana, tomamos la carretera M-10 para dirigirnos el Lago Sevan. Sabíamos que la carretera no sería de las mejores de Armenia, pero sabíamos que encontraríamos por el camino el Caravasar Orbelian y queríamos verlo.

El Caravasar Orbelian, conocido también como Selim o Sulema, es una construcción de la Edad Media construída en mitad de un puerto de montaña para acomodar a viajeros y animales cuando cruzaban la montañosa región de Vayots Dzor.

El camino estaba nevado y el caravasar se ocultaba bajo una espesa capa de nieve. No obstante, bajamos del coche para entrar por un caminito de barro, cuando un gran mastín nos salió al paso. Por lo que tuvimos que dar cuidadosamente la vuelta hasta el coche. La verdad es que, al menos yo, pasé miedo. El perro era enorme.

Divisamos el Lago Sevan desde las alturas y nuestra primera parada la hicimos en el Cementerio de Noratus (o Noraduz).

Un lago es el rasgo más bello y expresivo del paisaje. Es el ojo de la Tierra; al mirarlo, el observador mide la profundidad de su propia naturaleza.
Cementerio de Noratus o Noraduz

El Cementerio de Noraduz se encuentra cerca del lago Sevan y tiene una antigüedad de más de 1.000 años. Alberga más de 900 khachkars, las famosas piedras esculpidas que son un símbolo cultural y religioso de la Armenia medieval, y fue incluído en la Lista UNESCO de Patrimonio de la Humanidad en 2010. La mayoría de los khachkars que se encuentran allí datan de los siglos IX al XIV.

El Cementerio de Noratus ha sido un lugar de descanso para muchos a lo largo de los siglos. Aunque no hay un descubrimiento específico, este lugar ha sido conocido y utilizado durante generaciones. No obstante, fue a lo largo del siglo XX que se comenzó a valorar más su importancia cultural y religiosa, cuando se realizaron estudios más profundos sobre los khachkars y su simbología.

Como ocurre con muchos lugares históricos, Noraduz está lleno de leyendas y misterios. Una de las historias más fascinantes que circula entre los locales es que las piedras cruzadas no solo eran monumentos funerarios, sino también puentes entre el mundo terrenal y el espiritual. Se cree que aquellos que tallaban los khachkars tenían habilidades especiales y estaban conectados con lo divino.

Se dice que, al caminar por el cementerio, algunos visitantes sienten una presencia misteriosa que parece envolver el lugar, como si las almas de los antiguos residentes aún rondaran entre las piedras. Esto ha llevado a muchos a considerar Noraduz como un lugar sagrado, más allá de un simple cementerio.

Además, muchos de los khachkars son considerados piedras de protección y se cree que aquellos que descansan cerca de ellos están bajo la custodia de los espíritus protectores del lugar. Algunos locales afirman que ciertos khachkars tienen propiedades curativas y pueden ayudar a las personas a sanar física y espiritualmente.

Además de los khachkars, se han encontrado enterramientos subterráneos que siguen las tradiciones funerarias armenias de la época medieval. Estas tumbas eran simples hoyos en el suelo donde los cuerpos se enterraban, a menudo acompañados de ofrendas, como alimentos o bienes personales. Los cuerpos se colocaban en posición fetal y las tumbas eran marcadas con una piedra o una cruz.

Algunas tumbas de Noraduz también estaban marcadas con monumentos de piedra que no eran khachkars propiamente dichos, pero sí otras formas de marcadores funerarios. Estos podían ser piedras sencillas, a menudo sin inscripciones, o piedras con símbolos geométricos.

En ciertas áreas del cementerio, especialmente en épocas más antiguas, podrían haber existido tumbas colectivas, donde varias personas eran enterradas juntas. Estos enterramientos colectivos no eran tan comunes como los individuales, pero reflejan una práctica más antigua de enterrar a miembros de la misma familia o comunidad en una misma tumba. Estos lugares pueden haber sido identificados por grandes monumentos de piedra, que representaban a la colectividad de los muertos.

Frente al cementerio, las mujeres de la zona venden artesanías elaboradas por ellas y también puede verse el pueblo de Noraduz, un conjunto de casitas bajas que conforma una comunidad rural junto al lago Sevan.

Monasterio de Hayravank

Desde Noraduz, nos dirigimos rodeando el Lago, hasta el Monasterio de Hayravank.

El Monasterio se ubica en una colina sobre el lago, lo que lo hace muy fotogénico, y por lo tanto algo concurrido.

Se cree que se trata de un monasterio del siglo IX, y que funcionó como centro de aprendizaje y escritura.

Su iglesia principal está dedicada a San Esteban y su diseño es algo inusual, dado que su cúpula se levanta sobre una planta cuadrada.
Monasterio de Sevanavank

El Monasterio de Sevanavank es uno de los lugares más visitados por el turismo local debido a su belleza y su cercanía a la ciudad de Ereván.

Fue fundado en el siglo IX por la princesa Mariam de la dinastía Bagratuni. Originalmente, el monasterio se construyó en una isla, pero debido al descenso del nivel del agua del lago durante la era soviética, la isla se convirtió en una península.

Construido en piedra negra de basalto, típico del estilo armenio medieval, se le conoce como el «Monasterio Negro».

En la actualidad, Sólo conserva dos iglesias, Surb Arakelots (Santos Apóstoles) y Surb Astvatsatsin (Santa Madre de Dios), pero ninguna está abierta. Es más, aunque había un sacerdote, cerró las puertas en las narices a quienes querían acceder al interior.

Creo que lo más impresionante del Monasterio es su ubicación, en la cima de una colina, desde donde se puede observar la extensión del lago Sevan. Por otra parte, en sus alrededores, se han ubicado muchos restaurantes y puestecillos de artesanías y, sobre todo, bisutería y joyería elaborada con “piedra luna”, una roca iridiscente que se encuentra en el lecho de la masa de agua dulce.

Dilijan: La “Suiza Armenia”

Antes de volver a Ereván para pasar nuestra última noche en el país, nos dirigimos a la población de Dilijan, en donde hubiésemos dormido de no ser porque hacía bastante frío y no llevábamos suficiente ropa de abrigo. Porque lo ideal en realidad, es pasar allí un par de días para ver los alrededores realizando caminatas por sus bosques y senderos.

Dilijan es una pintoresca ciudad conocida como la «Suiza de Armenia» debido a sus hermosos paisajes montañosos, bosques y aire limpio. La ciudad forma parte del Parque Nacional de Dilijan, una zona protegida que destaca por su flora y fauna diversa, así como su belleza natural.

Dilijan también alberga monumentos históricos y culturales, como el Monasterio de Goshavank, que data del siglo X, y varias casas tradicionales armenias con arquitectura única. La ciudad atrae a los visitantes para hacer senderismo, caminatas por la naturaleza, observación de aves y explorar los paisajes circundantes.
6 comentarios
Hola Macarena,
Muy curioso e interesante todo lo que cuentas del cementerio y sus piedras talladas.
Los monasterios tienen una construcción preciosa que luce aún más en este entorno tan especial..
Dilijan me encanta, qué ciudad más bonita, y cuenta belleza hay en sus paisajes.
Seguro que habéis disfrutado de estos lugares tan especiales.
Gracias por hacerme disfrutar a mí también.
Un abrazo muy fuerte.
El Lago Sevan y su entorno son distintos a todo lo conocido. Los paisajes de Armenia, en general, son espectaculares; pero el cementerio de Noraduz tiene un nosequé que hace del sitio un lugar muy bello.
Muchas gracias Carmen. Un fuerte abrazo!!!!
La verdad es que estoy realmente sorprendida con cada una de esas entradas, sabía que Armenia tenía mucho que ofrecer pero no me imaginaba toda la riqueza que tiene. Un abrazo
Un país pequeño y desconocido que hace las delicias de cualquier viajero.
Un abrazo.
Qué bonito todo, Macarena.
Me encanta cuando se mezcla la historia con las leyendas. Y me gusta, en especial, esa que dice que quienes tallaban esos monumentos funerarios tenían poderes para conectar con lo divino. Transmite mucha paz y dan ganas de conocer más. Debió ser un lujo estar allí tan cerca y verlo en persona.
La verdad es que las vistas que nos compartes son magníficas, desde lo alto del Monasterio.
Gracias, querida amiga.
Un beso enoooorme.
El Cementerio de Noraduz era un lugar que sí o sí tenía que conocer en Armenia. La forma en cómo los hombres hemos honrado a la muerte es una de mis grandes curiosidades y, por tanto, una de las cosas que más atractivas me resultan cuando viajo. Este lugar es especial, sobre todo por diferente y, al igual que tú, esa mezcla de lo fantástico, lo terrenal y lo extracorpóreo, me fascina.
Gracias a ti, AMiga. Un besazo