Bukhara fue el tercer destino en nuestra ruta por Uzbekistán.
Tren de Samarcanda a Bukhara
De nuevo, optamos por realizar el trayecto en tren, que desde luego, es la forma más rápida, cómoda y barata para recorrer el país.
El trayecto de Samarcanda a Bukhara lo hicimos en el tren de las 9:50 que llegó a las 11:23 -el trayecto duró 1h33´- y nos costó 7,81€ por persona en vagón Business.
En Samarcanda pagamos 11.000 sum (0,94€) en el Yandex que nos llevó a la Estación de tren y en Bukhara, desde la Estación de Tren al Hotel –que está lejos- pagamos por el taxi 30.000 sum (2,56€).
Alojamiento en Bukhara
Nuestro alojamiento en Bukhara fue el Hotel Masturabonu Ravsan, muy cerca de la Plaza Liaby-Hauz.
Este Hotel era un poco más modesto que los anteriores, pero la familia que lo regentaba era auténticamente agradable. De hecho, la señora nos invitó a cenar plov, el plato nacional de Uzbekistán a base de arroz, una de las noches y ella misma cocinó para nosotros. La dueña fue encantadora con nosotros, pero sobre todo con Macarena, a la que le hizo un regalo la última noche.
El Hotel es muy céntrico y se puede ir andando al casco antiguo de Bukhara e incluye desayuno. El precio por noche fue de 22,50€ en habitación triple.
Días necesarios para ver toda la ciudad de Bukhara
Cuando decidimos organizar el viaje a Uzbekistán, y sabiendo por la experiencia de otros viajeros, cuántos días emplear en ver cada una de las ciudades sin prisas, nos dimos cuentas que teníamos un día para aplicar a cualquiera de las cuatro ciudades que íbamos a visitar: Tashkent, Samarcanda, Bukhara o Khiva –además del día de desplazamiento para ver las Fortalezas de Corasmia-.
Y si bien es cierto que podíamos haberlo utilizado para ver el Mar de Aral, tampoco queríamos ir a las prisas, por eso decidimos utilizar nuestro día extra en Bukhara. Samarcanda es una ciudad grande, Khiva pequeña, así que lo ideal era pasear tranquilamente por las calles peatonales de Bukhara.
Es posible ver lo más importante de Bukhara en dos días –creo incluso que sobra tiempo-; pero nosotros lo hicimos de la siguiente forma:
Primer día: Llegada en tren, acomodación en el alojamiento y visita al Bazar de Bukhara, y a las zonas más alejadas del centro: El Mausoleo de Islamil Samani, el Mausoleo Chasma Ayub, las Madrasas Abdullah Khan y Modari Khan, la Mezquita Bolo Hauz, el Arq y la prisión Zindan –con paseo de vuelta desde Poi Kailon hasta el alojamiento-.
Segundo día: Visita de todo el conjunto monumental del centro de Bukhara y la mezquita Chor Minor, un poco más alejada. Por la noche, dimos una vuelta para ver la iluminación de los principales monumentos.
Tercer día: Visita en yandex por la mañana a los alrededores de Bukhara: Complejo de Bahaouddin Naqshbandi, Palacio Sitorai Mokhi-Khosa y Necrópolis de Chor Bakr; y vuelta al centro de Bukhara para hacer las últimas fotos, compras y pasear de nuevo.
Taxis/Yandex en Bukhara
Los gastos en taxi/yandex que hicimos en Bukhara para visitar los alrededores fueron realmente baratos:
Taxi desde el Hotel al Mercado Central de Bukhara = 10.000 UZS (0,85€)
Yandex desde el Hotel hasta el mausoleo de Bakhaouddin Naqshbandi = 17.400 UZS (1,48€)
Taxi desde el mausoleo de Bakhaouddin Naqshbandi hasta el Palacio Sitorai Mokhi Khosa = 30.000 UZS (2,55€)
Taxi desde el Palacio hasta la Necrópolis Chor Bakr en Bukhara= 15.000 UZS (1,28€)
Yandex desde la Necrópolis hasta el centro de Bukhara = 13.000 UZS (1,11€)
(Además del desplazamiento, que hemos mencionado, desde la Estación de tren al alojamiento).
Dónde comer en Bukhara
Comimos y cenamos en varios lugares, pero sin duda alguna, el mejor de todos ellos fue en la Plaza de Liaby Khauz, un poquito más caro, pero que merece realmente la pena por la calidad de la comida –el servicio es un poco lento-. Así que repetimos varias veces durante toda nuestra estancia.
Qué ver en Bukhara (Centro Histórico y alrededores)
Bukhara nos resultó realmente la más encantadora de todas las ciudades que visitamos en Uzbekistán. Todo está prácticamente concentrado en una amplia área –casi integralmente peatonal-; no existen amplias avenidas en el casco antiguo, que se puede recorrer una y otra vez a pie; el hotel estaba ubicado en mitad de un vecindario en el que la gente te iba saludando y haciéndose fotografías contigo y, además creo que se trata de la mejor ciudad para hacer compras, porque de Uzbekistán es difícil venir con la maleta vacía.
Bukhara, pronunciado Bujará, junto con Samarcanda es una de las dos ciudades históricas de la cultura uzbeka en Uzbekistán. La ciudad acogió en el pasado una importante comunidad judía, por lo que el término judíos de Bujará se emplea para referirse a todos los judíos de Asia Central. Hoy sigue habiendo un pequeño barrio judío con una sinagoga en funcionamiento.
Bujará, por otra parte, ha sido tradicionalmente el principal centro de cultura islámica en Asia Central. Tras La Meca es el segundo centro de peregrinación musulmana. El pensador Avicena nació en Bujará en el siglo X y allí vivió durante muchos años.
Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1993.
Central Bazaar
El Mercado Central de Bukhara es el más grande de la ciudad y se ubica fuera de las murallas.
Vuelve a recoger la esencia del comercio en la Ruta de la Seda, rodeado de todo tipo de productos: carne y pescado, dulces y productos elaborados, semillas, baratijas, verduras y fruta, alfombras y telas, zapatos… Un lugar en el que uno no se siente extranjero porque, en el fondo, todos lo son, y ninguno lo es.
Mausoleo de Ismail Samaní
Se encuentra muy cerca del Mercado, en mitad del Parque de los Samánidas, una zona recreativa llena de vegetación y un bonito arbolado.
El Mausoleo de Ismaíl Samaní es una de las obras más estimadas de la arquitectura de Asia central. Fue construido en el siglo IX como lugar de descanso del fundador de la dinastía samánida, que fue la última dinastía persa nativa que gobernó en la región en los siglos IX y X después de lograr la independencia del Califato Abasí.
El sitio es único por su estilo arquitectónico que combina motivos zoroastrianos e islámicos.
El santuario está también considerado como uno de los monumentos más antiguos en la región de Bukhara. En la época de la invasión de Gengis Kan, se dice que el santuario ya había quedado enterrado en lodo por las inundaciones. Así, cuando las hordas mongolas alcanzaron Bukhara, el santuario no fue destruido.
Es de los pocos monumentos de Bukhara en los que hay que pagar para acceder a su interior, en el que se encuentran unas tumbas, pero si prefieres, puedes verlas desde la puerta.
Mausoleo Chasma Ayub
En realidad, este lugar es una construcción erigida sobre un pozo.
Cuentan que cuando Job pasó por estas tierras, decidió ayudar a las gentes de estas tierras que sufrían escasez de agua y, golpeando el suelo con un bastón, hizo brotar agua de un pozo. Chasma Ayub es el lugar que acoge hoy día ese pozo, cuyas aguas se cree que tiene poderes curativos.
El Kosh: Madrasas Abdullah Khan y Modari Khan
Justo en el borde del Parque de los Samánidas, se encuentra este complejo con dos Madrazas enfrentadas (Kosh significa “doble”).
Modari Khan fue erigida en el siglo XVI en honor a la madre del Khan Abdullah II, mientras que Abdullah Khan fue construída para Abdullah II.
Sus portales de acceso están decorados con cerámicas y mayólicas, al estilo de las fachadas de Samarcanda, pero puede que la belleza de este lugar radique en la soledad que se respira tanto en el exterior como en el interior de las madrazas.
Complejo Bolo-Khauz
Ubicado frente al Arq, la Fortaleza del Emir, el complejo consta de un embalse, una mezquita y un minarete. El elemento más antiguo es el embalse (Khauz).
En el pasado, Bukara poseía multitud de embalses que eran fuente de agua para la población y lamentablemente fuente de muchas enfermedades. Por ese motivo, la mayoría de ellos fueron drenados.
La Mezquita Bolo-Khauz fue construida en 1712 por orden de la esposa del Emir. Aunque también se dice que fue obra del Emir Shakhmurad (1785-1800) porque le gustaba estar entre la gente común.
Un techo de madera se apoya en columnas refinadas y está abundantemente decorado con calados y adornado con motivos ornamentales florales y geométricos. El pequeño minarete fue añadido en 1917.
El Arq
El Arq es una fortaleza amurallada que data del siglo IV y cuya reconstrucción se está llevando a cabo gracias a los documentos históricos.
El interior albergaba toda una ciudad de pequeñas casas estrechamente unidas y el palacio del Emir.
Leímos en todas las informaciones de viajeros anteriores que el interior no merece mucho la pena, por lo que decidimos no entrar.
No obstante, lo que sí nos llamó la atención fue ver en la puerta un camello bactriano, típico de Asia Central. Estaba allí para que la gente se fotografiara, pero nosotros no nos pudimos resistir a escrutarlo con ojos curiosos.
Frente al Arq se encuentra también The Water Tower, a la que se puede subir para contemplar las vistas de la Plaza del Registán, el Arq y el Complejo Bolo Khauz.
Prisión Zindan
Tras el Arq, se encuentra la prisión Zindan, uno de los lugares más tétricos y temidos a finales del siglo XIX por las condiciones del encarcelamiento de los reclusos que allí se encerraban.
Del lugar, es famoso su agujero, al que se arrojaban los prisioneros para que pasaran su condena en las más pésimas condiciones, sin apenas luz, agua o comida, mientras los carceleros se divertían arrojándoles escorpiones, insectos, serpientes o roedores.
La entrada cuesta 10.000 por persona (0,85€), aunque a decir verdad, no fue un lugar que nos gustar demasiado.
Complejo Poi-Kailon
Nuestra última visita del día la hicimos al Complejo Poi-Kailon, el lugar más emblemático de Bukhara junto con la Plaza Lyabi Khauz.
La plaza posee cuatro monumentos: la Mezquita Kalyan y la Madraza Miri-Arab, una frente a la otra; entre ellas está el minarete Kalyan; y al sur de Miri-Arab hay una pequeña Madraza.
Es posible entrar a la Mezquita en la que, por esta vez, no encontrarás puestos de souvenirs, pero la Madraza está cerrada para los no musulmanes.
En ambos extremos de la plaza se encuentran dos restaurantes en alto en los que se puede tomar algo fresco para divisar todas las cúpulas del techo, construidas para mantener las estancias frescas en verano y cálidas en invierno.
El minarete se encuentra ligeramente inclinado –es el tercero que hubo de construirse tras la caída de los dos precedentes- y por la noche se encuentra iluminado con una luz tenue que le aporta una belleza inolvidable.
Plaza Lyabi Khauz
Nuestra ruta del segundo día en el casco antiguo de Bukhara comenzaba en la Plaza Lyabi Khauz, donde comeríamos la mayor parte de los días.
El conjunto arquitectónico Lyabi-Khauz está formado por tres grandes edificios monumentales: Kukeldash Madrasah en el norte, khanaka y Nodir Divan-begi en el oeste y el este. Y en el sur, la plaza se cerró con Trade Street.
Este rincón de Bukhara ha sido desde sus orígenes el centro dela vida social de Bukhara por su estanque y sus grandes árboles que proporcionan sombra y fresco en los cálidos días de sol.
La Madraza Kukledash, del siglo XVI, es la más grande de la ciudad y el edificio más antiguo del conjunto. A lo largo de su historia, ha servido como como caravasar, fortaleza defensiva e, incluso como lugar de ejecución.
Por su parte, la Madraza Divan- begi es la que alberga más vida. Si interior está lleno de pequeñas tiendas de artesanías y, todos los días a las 18:00 horas, se celebra un espectáculo de danzas tradicionales y muestra de ropa tradicional uzbeka. A esa hora, cierran las puertas y sólo es posible entrar si has abonado el ticket. Lo que ocurre es que a nosotros nos cogió comprando unas acuarelas y un ajedrez, con lo que pudimos disfrutar del espectáculo de forma gratuita. Es verdad que en un momento, alguien me dijo que el espectáculo no era gratuito, pero yo contesté que estaba comprando y no podía cerrar los ojos.
En uno de los rincones de la plaza, se encuentra una escultura de un uzbeko a lomos de un burro. Se trata de la estatua de Hoja Nasruddin, un sabio ligado a la tradición sufí, en cuyo nombre la tradición oral ha transmitido un sinfín de enseñanzas.
Cúpulas comerciales de Bukhara
Bukhara, al igual que Samarcanda, fue un gran centro comercial de venta e intercambio a lo largo de la Ruta de la Seda. La dinastía Samánida, en el siglo XVI, propició un florecimiento de la ciudad sin precedentes hasta el momento, lo que atrajo aún más la prosperidad y el comercio a la ciudad.
Los bazares cubiertos se convirtieron en símbolo de la ciudad y sus cúpulas, llamadas taqui, se construyeron en la intersección de dos o tres calles concurridas para facilitar el intercambio a buen recaudo del ardiente sol del desierto uzbeko y facilitar el paso en las calles más transitadas.
En su interior y alrededores, se establecieron comercios y vendedores, agrupados por ramos, a la antigua usanza de las organizaciones gremiales.
Hoy fía, se conservan cuatro de esas cúpulas comerciales que irás encontrando a lo largo de tu ruta desde la plaza Lyabi-Khauz hasta el Complejo de Poi-Kaylan.
Sus nombres: Taqi-Sarrafon, Taqi-Telpak Furushon, Tim Abdullah Khan y Taqi-Zargaron.
Old Town Bukhara
Realmente, lo que hay que hacer es dejarse llevar por el centro histórico de Bukhara, donde nada tiene pérdida y la mayor parte de las calles son peatonales.
Lo ideal es pasear por sus cúpulas comerciales, hablar con los comerciantes de la ciudad, pararse a tomar algo y disfrutar de todos los edificios y monumentos que vas encontrando al paso, como la Mezquita Magoki Attori, una de las más antiguas de la ciudad, hundida bajo el lodo con el paso de los siglos y recuperada en las excavaciones de principios del siglo XX; o la Madraza Ulughbeg, la primera construída por el astrónomo para albergar a 80 estudiantes. Frente a ella, se encuentra la Madraza Abdullazizkhan, construída en el siglo XVII y convirtiéndose así en la última madraza de Bukhara. Se trata de uno de los edificios más bellos de la ciudad.
Madraza de Chor Minor
Después de comer, visitamos uno de los edificios más inusuales y bonitos de Bukhara, la madraza de Chor Minor, algo alejada del resto de atracciones del casco histórico, lo que obliga a pasear por las calles tradicionales de la ciudad.
Chor-Minor se traduce como “cuatro minaretes”. Este nombre está justificado en el hecho de que las esquinas del edificio de la madraza cuadrado-rectangular están decoradas con cuatro pequeños minaretes coronados con cúpulas azules, con decoraciones diferentes entre sí. Cada uno de los cuatro minaretes tiene una forma diferente. Se cree que los elementos decorativos de las torres reflejan la comprensión religioso-filosófica de las cuatro religiones del mundo. Al menos, es fácil ver que algunos elementos parecen una cruz, un pez cristiano y la rueda de oración budista.
Complejo de Bahaouddin Naqshbandi
El Complejo Memorial de Khoja Bakhouddin Naqshbandi es uno de los santuarios musulmanes más importantes de Asia Central. Todo musulmán que se precie conoce y venera este nombre.
El gran teólogo del siglo XIV, fundador de la orden sufí «Naqshbandia» fue enterrado a 12 km. de Bukhara en su pueblo natal de Kasri Orifon.
Naqshbandi fue el maestro espiritual de Amir Temur e hizo el hajj a La Meca 32 veces. Su filosofía se basaba en el principio: «Dil ba joru, dast ba kor» («El corazón – con Dios, las manos en el trabajo»).
El edificio principal del complejo es el khanqah. Ante el frontal de la mezquita se encuentra el minarete y una pequeña madraza. En un patio separado se encuentra la gran necrópolis, donde está enterrado Naqshbandi. Las tumbas de su madre y su maestra, Said Mir Kulol, están situadas no lejos de su tumba.
El Mausoleo de Bakhouddin Naqshbandi es considerado como la Meca de Asia Central. Creyentes de diferentes países musulmanes vienen aquí para pedir el cumplimiento de los deseos y la curación. El complejo también incluye el museo, que guarda la verdadera información sobre el sufismo: vestimenta sufí, libros y otras exposiciones.
Palacio Sitorai Mokhi Khosa
A mediados del siglo XIX, el emir de Bukhara, decidió construirse una nueva casa de campo. Para elegir el lugar más fresco, los arquitectos recurrieron a un método antiguo: se colocaron corderos en los sitios potenciales de construcción. El lugar, donde la carne se echó a perder por última vez, fue elegido para la construcción de la perla suburbana de Bukhara.
Cuenta una leyenda que Emir dedicó el palacio a su esposa Sitora. El trabajo de construcción que duró varios años resultó en la residencia de una belleza sin precedentes. Los arquitectos de Bukhara que se formaron en Rusia lograron combinar estilos orientales y occidentales en su creación. Después de un tiempo, la esposa del Emir murió y su nombre fue dado al palacio. Se llamó Sitorai Mokhi-Khosa, traducido del tayiko como «Estrella, como la Luna«, y este nombre se conservó hasta el día de hoy.
El Palacio Sitorai Mokhi-Khosa existente fue construido en 1912-1918, después de la destrucción de los dos anteriores, por orden del último Emir de Bukhara.
En la construcción participaron los mejores maestros de Bukhara de la época, junto con dos ingenieros rusos. El edificio principal del palacio consta de varias salas de recepción y habitaciones privadas del emir.
En 1927, poco después de la caída del Emirato de Bukhara, el palacio se transformó en museo. Su exposición fue cambiando periódicamente. Pero hoy alberga el Museo de Artes y Oficios. La exposición incluye muebles de palacio de los siglos XIX-XX, joyas y productos bordados en oro hechos por maestros de Bukhara, objetos de arte de porcelana rusa y japonesa de los siglos XIV-XX.
Durante el siglo pasado, Bukhara se ha expandido considerablemente, y hoy en día el Palacio Sitorai Mokhi-Khosa se encuentra a tan solo 4 km de las afueras de la ciudad.
La entrada al palacio, que es de los pocos lugares en los que hay que pagar entrada en Bukhara, cuesta 25.000 por persona (2,13€).
Necrópolis de Chor Bakr
La Necrópolis de Chor Bakr se encuentra a cinco kilómetros al oeste de Bukhara, también llamada la ciudad de los muertos.
Las primeras tumbas aparecieron allí hace mil años, cuando había un pequeño asentamiento de derviches. Pero el magnífico conjunto arquitectónico no se construyó hasta el siglo XVI.
Bakr significa “Hermano” y Chor Bakr se traduce como “Cuatro Hermanos” porque allí fueron enterrados varios miembros de la noble familia noble Djuybar que duermen en una kazira.
Khazira es una especie de estructura funeraria, que consta de un patio rodeado de paredes sólidas, con una sola entrada en forma de puerta bellamente decorada. Es esta estructura de la tumba la que distingue a Chor-Bakr de otros entierros religiosos en Uzbekistán, por ejemplo, la necrópolis de Shakhi-Zinda. Todo el complejo está construido de la misma manera.
El cementerio de Chor-Bakr alberga 30 estructuras arquitectónicas, una mezquita, un estanque, una madraza y un minarete.
Terminamos de visitar toda la ciudad y sus alrededores el tercer día por la mañana, empleando la tarde para realizar las últimas compras y visitar el centro histórico por última vez.
20 comentarios
Que belleza ?
Son lugares inimaginables ???? Gracias por compartirlo.Abrazobuho
Gracias a tí, querido buho.
Un lugar precioso, todos los edificios que nso enseñas son muy bonitos. Y encontrarse con gente tan agradable como la dueña del hotel aún hace el viaje más agradable. Un beso
La gente es una maravilla, Vicenta.
Un beso!!!!
Fantástico reportaje Macarena, siempre disfrutando con tus viajes y pasando un poco de envidia, jajaja. Un fuerte abrazo desde Cantabria.
Muchas gracias, Germán. Un fuerte abrazo!!!
Maravillosa entrada, perfecta para quien tiene pensado conocer la zona. Un abrazo
Muchas gracias, Asun.
Bukhara es una ciudad realmente hermosa.
Es increíble la cantidad de monumentos que posee cuyas fachadas son una auténtica preciosidad.
Que envidia me dais! Envidia sana, se entiende.
Un viaje muy recomendable según veo por los muchos datos que nos das.
Un abrazo fuerte.
Es un lugar ideal para hacer turismo, la verdad. No sólo por las maravillas arquitectónicas que vas encontrando, sino por la gastronomía, la gente, la facilidad para moverte. Desde luego y en mi opinión, Uzbekistán lo tiene todo.
Un fuerte abrazo, Carmen.
Cuando llego a tus publicaciones lo hago con mucha expectación, muy atenta y con los cinco sentidos puestos.
Será por eso, y por lo que me hacen sentir tu reportaje fotográfico junto a tus impresiones personales, que cuando me voy la sensación es de plenitud.
Es como si hubiera estado allí, como si sopesara las cosas de la misma manera (o similar) que tú. Perspectivas similares algunas veces, discrepancias aparentes en otras, pero siempre es como entrar con el saco vacío y salir con él lleno :-)))
Gracias amiga Macarena, por tanto.
Un beso gigante!!!
Oh Nélida, qué comentario más bonito me dejas. Muchas gracias. No creo que pueda recibir unas palabras tan bellas como las que tú has escrito: entrar con expectación, e irse con el saco lleno…
Un beso muy fuerte, amiga mía.
¡Qué post guía más interesante, Macarena! Me encantan las fotos y me dan aún más ganas de las que ya tengo de visitar la Ruta de la Seda. ¡Un abrazo viajero!
Gracias Concha.
Uzbekistán es un país que te va a encantar, ya no sólo por su Historia o su Arte, sino porque la gente es adorable. Además, es súper barato y si te gustan las compras, aquí te vienes cargadita.
Un fuerte abrazo!!!
Que maravilla de reportaje,paseo por todas estas impresionantes bellezas, lo presentas , narras tan bien,que es como si hubiera estado ahí, muchas gracias,
¡Vaya! Muchas gracias. Me alegra que te haya gustado. Espero que puedas visitar Bukhara en algún momento.
Un fuerte abrazo!!!!
Me ha paseado tranquila por Bukhara. Recreándome en los estupendos detalles que captas en las fotos. Muy guapa la nocturna . Me gustan las Madrazas y esos techos magnificamente adornados.
Gracias Macarena. Me voy con el gusto de haber venido a visitarte.
Buena noche.
Un abrazo.
Me agrada que te hayas recreado en esta entrada. El sitio lo merece.
Un abrazo, Laura.
Increíble. Pensaba que Samarcanda era lo más de Uzbekistan, pero después de leer tu post veo lo equivocada que estaba. No sabría decir que me ha gustado más. El Kosh me parecido grandioso, pero el complejo Bolo Khauz ha atraído más mi atención quizá por esas columnas que sujetan el techo de madera. Pero todo es digno de mención.
Me sigue sorprendiendo lo barato que es todo. El alojamiento podrá ser modesto, pero por ese precio no se puede pedir más. Y si encima la dueña hace regalos a Macarena, ya es para hacerla la ola.
Por cierto, el día que visite la Madraza Kukeldash haré como tu, me quedo comprando y así puedo ver el baile y los trajes. Y si alguien me dice algo repito tu respuesta que me ha encantado jajajaja
Un abrazo
Alicia
Jajajajaja ¡Qué cosas tienes!
Pues Alicia, lo mismo me pasó a mí. En mi mente siempre estuvo Samarcanda como icono de la Ruta de la Seda y ciertamente es un lugar mítico y bello, pero -y ya verás Khiva- a medida que se va avanzando en este país de Este a Oeste (y ése creo que debería ser el orden) el país te enamora más y más y cada ciudad te resulta más hermosa aun que la anterior.
Uzbekistán, ya te lo dije, es ridículamente barata, supongo que hasta que llegue el turismo de masas (o la inflación). Y aunque no te guste ir de compras, que yo lo sé, es un paraíso para todo tipo de bordados, telas, ilustraciones, metal, madera… Es que los trabajan genial y con materiales de calidad.
Los hoteles, pues en fin, no son el Hilton, pero son cómodos y están acondicionados para la temperatura (casi extrema) que hace en aquel país. Son casi todos por el estilo, pero se está a gusto en ellos siempre por la amabilidad de las personas que los regentan. Los hay más caros y de categoría superior, por supuesto, algunos con mucho mucho encanto y de ahí pasamos al lujo. Pero si te digo la verdad, por la ubicación y los servicios, no hubiera elegido otra cosa.
Espero que te lo plantees como destino porque sé, de verdad, que os va a encantar.
Un abrazo!!!!