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Curiosidades

Huevos negros, huevos rosas

Producto habitual en las mesas y mercados de Asia son los huevos. Y los hay de todas clases y colores: huevos negros, huevos rosas, blancos, amarillos.

Los huevos negros

Los huevos negros se llaman huevos de cien años, huevos milenarios, huevos podridos, pi-dan, o huevos de dragón y es una forma de cocinarlos sin aplicarles temperatura.

Huevos mil años
Huevos negros en Camboya

Cuenta la leyenda que estos huevos fueron descubiertos en China hace más de 600 años, cuando un granjero descubrió que los huevos  de pato que, por casualidad, habían quedado enterrados en el barro del corral habían cambiado de color, pero seguían siendo gustosos al comerlos.

Frecuentes en bodas y cumpleaños como aperitivo estrella de un banquete, suelen ser huevos de pato, aunque también se preparan así los huevos de gallina y los de codorniz.

Huevos fritos
Huevos fritos de codorniz

Para prepararlos,  los huevos recién puestos se lavan y entierran en una mezcla alcalina de ceniza, cáscaras de arroz, barro y, en ocasiones, cal. El entorno alcalino de la mezcla envolvente produce la maceración del huevo deshidratando la clara, cocinándolo sin fuego y dando como resultado un huevo en el que la clara, gelatinosa, y la yema, cuajada y  espesa, se han tornado de un color oscuro.

Curiosidades de la gastronomía asiática
Huevos de codorniz y huevos negros

Los huevos pasan enterrados un mínimo de diez días, aunque cuanto mayor es el tiempo, mejor es la calidad del producto.

El sabor recuerda al del huevo cocido, pero con la clara más gelatinosa y la yema un poco más fuerte.

Huevos de Asia
Puesto de huevos en Battambang, Camboya

La aversión y el rechazo por lo desconocido, hizo correr un bulo acerca de que los huevos están preparados con orina; pero no es posible, ya que esta sustancia no reúne las condiciones de alcalinidad precisas para la maceración de un huevo. Al mismo tiempo, la globalización y el snobismo de la alta cocina tan de moda en las grandes capitales de Occidente, ha terminado por  exportar los huevos milenarios hasta nuestras mesas, obligando a las empresas a una producción industrial de los mismos introduciéndolos  en una solución salina.

En 2011, la CNN declaró los huevos centenarios como la comida más asquerosa del mundo, lo que provocó la ira de China, teniendo la CNN que expresar sus disculpas al tiempo que proliferaron las propuestas a la UNESCO para convertir el huevo en Patrimonio Mundial.

Huevos negros en el mercado de Chow Kit – Kuala Lumpur

Los huevos rosas

Los huevos centenarios, en Tailandia y en ocasiones, en Camboya,  se encuentran tintados de rosa en los mercados. El tinte, que se obtiene tras sumergir el huevo en agua hervida con colorante, sirve para distinguirlos del resto de huevos. Especialmente si están cocidos y el peso es similar.

Diferentes clases de huevos en el mercado de Amphawa

Pero los huevos centenarios tintados no son los únicos huevos rosas que pueden encontrarse en Asia.

En Filipinas, existe una especialidad, que también se encuentra en los mercados, tintada de rosa fuerte y, en ocasiones de rojo. Es el Itlog Na Maalat o huevos salados.

Huevos rosas salados de Filipinas
Huevos salados filipinos

Se trata de huevos salados de pato y, aunque también los hay de gallina, los primeros son mucho más sabrosos por su fina cáscara y su yema grasa.

El método para la elaboración de estos huevos se conoce con el nombre de «Pateros» y consiste en una mezcla de arcilla con sal y agua. Los huevos frescos se sumergen en esta mezcla envueltos en papel para frenar su deshidratación y van curando durante unos 12 ó 14 días. Después se limpian y son hervidos a fuego lento durante media hora que es cuando se les añade el colorante para diferenciarlos del resto de los huevos.
Salted Egg
Huevos salados en el mercado de El Nido
Aunque nosotros no nos hemos atrevido a probarlos, dicen que es un auténtico manjar y suelen servirse con tomate y aliñados con vinagre y pimienta.

El Balut

No se deben confundir estos huevos con el Balut – cuya traducción es “envuelto”- vietnamita, malayo o filipino, que son huevos de pato ya fertilizados con su embrión dentro y que se cuecen igual que un huevo duro.

Huevos que contienen un embrión de pato
Balut en Filipinas

El huevo, generalmente de pato, se incuba durante un período de 14 a 21 días y luego se cuece al vapor. El embrión de pato, visiblemente reconocible, se come directamente de la cáscara. Los huesos embrionarios son lo suficientemente blandos para masticar y tragar.

El Pato «Pateros» o pato silvestre es el más adecuado para hacer balut, que es una comida callejera en Filipinas y una fuente relativamente barata de proteínas y calcio.

Vendedora de Balut
Vendedora de Balut en el Paso Marítimo de Puerto Princesa

El balut fue introducido en Filipinas por los chinos a finales del siglo XIX y desde entonces, se convirtió en un elemento reconocible de la gastronomía del país y las comunidades emigrantes.

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22 comentarios

Cristina 25 febrero, 2018 at 1:20 pm

Hola Macarena, es una entrada muy interesante y llena de colorido. Cada país tiene su cultura, y costumbres, lo que parece muy habitual en sus mesas y mercados, la existencia de estos huevo, la verdad que dan alegría a la vista, verlos de todos los colores. Esto de los huevos me has recordado que en mi pueblo para Semana Santa, van guardado durante todo el año, los huevos y los pintan de colores y adorna el rollo de la plaza con ellos, en Semana Santa.
Feliz Domingo! Besos.

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El mundo con ella 25 febrero, 2018 at 1:32 pm

¡Hola Cristina!

Me encantan los comentarios como el tuyo en el que se aportan nuevos datos desconocidos sobre un lugar, una tradición, un país. Creo que el intercambio es realmente enriquecedor, y la tradición de la que hablas ¡Realmente tierna! Los niños deben pasar el año ilusionados.

Me alegro que te haya gustado la entrada. Un beso enorme.

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Pilar 25 febrero, 2018 at 2:52 pm

Qué raro! Me habían llamado la atención los huevos color rosa que se vendían, también recuerdo haberlos visto en Brasil. Todos los de ese color son «huevos centenarios»? Me encantó este post!

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El mundo con ella 25 febrero, 2018 at 6:16 pm

¡Hola Pilar!

Ay hija, yo no he estado en Brasil, así que no te puedo decir. Desde luego, en Asia, donde yo los he visto, los rosas son centenarios, lo que no quita que los haya negros también, como los de las fotografías del mercado que muestro de Camboya. Los «del pollo dentro» suelen ser de pato y blancos. Lo suyo será, la próxima vez que vaya, y lo voy a hacer palabrita, es ir comprando y abriéndolos uno a uno para ver qué hay dentro, fotografiarlos, y ampliar la entrada, porque ¡Fijate! que luego, en ensalada y eso, nunca se me ha ocurrido fotografiarlos.

Muchas gracias, Pilar, por tu visita y tu comentario. Un abrazo!!!

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mariaÉ 25 febrero, 2018 at 4:27 pm

Buenos días y feliz domingo, Cómo me divierte leer tus post. No sabía de estos huevos. Aquí en mi país hay unos huevos azules que generalmente se encuentran en las fincas familiares. No sé porqué se dan. Pero tus huevos me han sorprendido. En especial los negros enterrados. Gracias y muchos cariños.

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El mundo con ella 25 febrero, 2018 at 6:19 pm

¡Hola MariaÉ!

Me alegra poder entretenerte con «mis cosillas». Me parece muy interesante lo que cuentas ¡Huevos azules! ¿Por qué no los fotografías y compras uno y lo abres? ¡Yo quiero verlos! Y, por cierto, MariaÉ, yo no sé de donde eres ahora que lo pienso…
Sea como fuere, no dejes de comprar uno para abrirlo y ver qué hay dentro. Estaré atenta a tu blog.

Un besote. Muchas gracias por tu aportación.

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Alittlethingsbcn 25 febrero, 2018 at 7:09 pm

Qué curioso!! Me ha encantado el post!! Ideales los huevos rosas!! Yo solo había visto huevos de colores cuando era pequeña y los pintaba para Pascua!!
Besicos!!

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El mundo con ella 25 febrero, 2018 at 9:26 pm

Jjjjj ¡También vale! Lo que pasa es que en Pascua, o son de colores o llevan chocolate dentro. El interior de éstos, no sé si te gustaría tanto,… Besos

Responder
Miguel Pina 25 febrero, 2018 at 7:39 pm

Hola Macarena, si que recuerdo haber visto en televisión algo al respecto de lo que cuentas de la cadena CNN. Habría que entrar en lo que ahora se conoce como fake news, bulos o informaciones sin contrastar que están al orden del día, como lo que cuentas de la orina. Respecto a la entrada, es super curiosa y muy interesante. Los huevos rosas son un punto y esos huevos de codorniz tienen una pinta estupenda.
Un beso y gracias por la información.

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El mundo con ella 25 febrero, 2018 at 9:31 pm

Ay ¿Verdad? Los huevos de codorniz me encantan!!! Lo malo de la comida callejera de Asia es que, muchas veces, te la venden fría y a mí la comida me gusta calentita aunque, a lo mejor, pueden hacerte el favor de calentártela, que es lo suyo.
Le he comentado a Pilar, de Pirlutravel, que en mi próximo viaje a Asia, voy a comprar huevos para abrirlos y fotografiarlos ¡A ver qué pasa!
Un abrazo!!! Me alegro que te haya resultado interesante esta entrada.

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Pilar 25 febrero, 2018 at 8:12 pm

Ay los del pollito dentro me dan mucha impresión, no me los comería!!
Los huevos color negro nunca los había visto, tal vez llegaron aquí a América sólo en formato rosado, creo que es una moda que empezó a llegar hace poco, como el bubble tea (que aún no es muy conocido).
Aquí en Argentina hay un tipo de perdiz que pone huevos color turquesa naturalmente, pero no sé si se comen o se venden porque tengo entendido que es una especie protegida!
Muy curioso todo, me ha encantado el post!! Un beso!

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El mundo con ella 25 febrero, 2018 at 9:34 pm

A ver qué pasa, Pilar, en nuestro próximo viaje a Asia porque yo, después de lo que me has dicho, ya voy dispuesta a todo jjjjjj ¡Todo lo que no sean insectos! que conste.
¿Qué diantres es el bubble tea? Eso tengo que mirarlo ahora mismo!!!
Lo de los huevos turquesas, acaba de comentarlo MariaÉ, y dice que ella los ha encontrado en granjas familiares. Y, por cierto, también lo voy a buscar ahora mismito.
Un beso. Muchas gracias.

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Pilar 26 febrero, 2018 at 1:12 am

Jajajaja!! Seguramente lo viste en Asia, es un té de colores que tiene como unas bolitas adentro, transparentes. Los adolescentes toman eso todo el tiempo, como en unos vasitos de Starbucks. Creo que las bolitas las hacen con mandioca pero no sé. Me contaron que es súper recontra dulce así que no lo probé, que yo tomo todo amarguísimo! Hay tantas cosas exóticas para mí que creo que no ví ni el 1% de la gastronomía tailandesa!!

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El mundo con ella 26 febrero, 2018 at 1:23 am

Jjjjjjj ¡Vale, vale! Ya sé lo que me dices. Esto lo he visto yo en Vietnam, que es un revoltijo de cosas dentro de un vaso en el que continuamente los adolescentes dan vueltas a la cuchara mientras hablan jjjjjj. Además, en el Mercado Local de Hué, pude ver los botes en el que venden la especie de gelatina que, en los locales, echan a esta cosa que tampoco probé porque, entre que yo no soy de cosas dulces, y que había tanta mezcla… Cuando publique la entrada sobre el Mercado de Hué en Vietnam, no me olvidaré de poner la foto para que, cuando la veas, recuerdes.
Un besazo

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Carmen 25 febrero, 2018 at 9:12 pm

¡Cuántas curiosidades sobre los huevos!
Un post curioso y colorido que me ha encantado leer.
Besos y feliz semana Macarena.

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El mundo con ella 25 febrero, 2018 at 9:35 pm

¿Has visto Carmen? Si es que los asiáticos son tan diferentes a nosotros que todo tiene su «aquel» y es fascinante ir descubriéndolo.

Muchos besos

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David Rubio Sánchez 26 febrero, 2018 at 9:12 pm

Ostras, ¡qué curioso! Desde luego tendré que probarlos ya que considero que el huevo frito es la mayor delicatessen de la cocina. Bueno, lo de los bulos en internet es un clásico, yo tengo por costumbre no creerme nada de lo que se cuenta por ahí. Humm, ¡qué hambre me ha entrado! Un abrazo!!

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El mundo con ella 26 febrero, 2018 at 10:15 pm

Jjjjjj Advierto, David, que no son del agrado de todos. Aunque saben un poco más fuertes que los huevos duros y «huelen un poco raro». Y, por supuesto, que coincido contigo en el placer de mojar un huevo frito con pan.
Un besote

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Laura.M 27 febrero, 2018 at 1:05 pm

Muy curioso Macarena Bueno pues huevos de todos los colores para elegir el que más nos guste. Los de mis gallinas son todos blancos, que ya no los encontramos en los supremercados.
Buen martes.
Besos.

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El mundo con ella 27 febrero, 2018 at 8:07 pm

¡Hola Laura!

Jo. A mí eso de tener gallinas ponedoras, me encantaría. Siempre le he dicho a Yayo de poner un corral en el solarium, pero con lo de los viajes, tendríamos problemas. Aquí, en Melilla, como hay tantos productos importados de Marruecos, aún tenemos suerte de poder encontrar muchos productos «de campo», entre ellos los huevos que, por cierto, los de pato me encantan.

Un abrazo!!!!

Responder
Mamen Piriz García 2 marzo, 2018 at 11:13 pm

Que bueno, es que es ese país hay de todo y raro , nunca he visto huevos color rosa o negros. Si que he visto huevos pintos de codorniz, blancos y cremas en varios tonos de huevo de gallina. Curioso tu posts. Un abrazo.

Responder
El mundo con ella 3 marzo, 2018 at 12:31 am

¡Hola Maricarmen!

Es que la cultura asiática y las costumbres son tan distintas que nos parecen raras. Claro que ellos también se vuelven locos con las nuestras. Que nosotros vemos normal esto de tomarnos unas tapas como aperitivo, o comer caracoles, o yo qué sé… entrar con zapatos en casa. Pero claro, está guay eso de viajar para descubrir estas cosas y probarlas.

mariaÈ ha dejado un comentario contando que, en su país, hay también un tipo de perdiz que pone huevos azules.

Un abrazo!!!

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