El Castillo de Aljun, a tan sólo 15 km de Jerash, es una fortaleza ayubí de la Edad Media en un excelente estado de conservación que se incluye, por su cercanía, en la excursión de un día desde Amán a la ciudad romana de Jerash.
Visitar el Castillo de Aljun desde Jerash
Tras haber visitado las Ruinas Romanas de Jerash, nos dirigimos al Castillo de Aljun en un trayecto de no más de 30 minutos. Eran casi las dos y media, pero como no encontramos ningún sitio para comer por el camino, decidimos visitar el Castillo primero.
Condujimos hasta la parte alta de una colina guiados por la silueta del castillo y aparcamos en el arcén junto a la entrada. Había poquísima gente y hacía un frío helador.
En la entrada, hay una barrera y una taquilla en la que nos sellaron los tres Jordan Pass – se supone que es válido hasta transcurridas dos semanas desde que te sellan o escanean la primera visita-.
Historia del Castillo de Aljun
El Castillo se eleva 1.100 metros sobre el nivel del mar en lo alto de un promontorio desde donde dominaba las tres principales rutas comerciales del Valle del Jordán.
Fue edificado en el siglo XII por el emir Izz al-Din Usama, sobrino de Saladino, para asegurar la ruta comercial entre Siria y Jordania, proteger las minas de hierro de la región, garantizar la seguridad de las caravanas de comerciantes y peregrinos que atravesaban la zona y detener la expansión de los Cruzados.
Los Cruzados pasaron décadas intentando tomar el castillo, pero fueron los mongoles los que terminaron por hacerse con la fortaleza y terminaron por destruirla. Los mongoles fueron repelidos por los mamelucos, quienes se ocuparon de la reconstrucción del castillo. Posteriormente, fue ocupado por tropas otomanas.
Durante el dominio de los mamelucos, se convirtió en parte de una red de estaciones de palomas que, se decía, podía transmitir un mensaje de Damasco a El Cairo en solo 12 horas.
Los terremotos de 1837 y 1927 dañaron el castillo, pero el Departamento de Antigüedades de Jordania se ocupó de su restauración y, desde entonces, luce tal y como hoy se puede contemplar.
El ejemplo mejor conservado de arquitectura medieval árabe-islámica del mundo
Se dice que el castillo de Ajlun es el ejemplo mejor conservado de arquitectura medieval árabe-islámica del mundo; un laberinto de pasajes abovedados, escaleras, comedores, dormitorios y establos.
El castillo se construyó originariamente con cuatro torres y posteriormente se le añadió el foso. Tras la muerte del emir, se agregaron una quinta y una sexta torre y un puente sobre el foso. Una última ampliación implementó otra torre en el siglo XIII con tres niveles. El inferior se empleaba como dormitorio para soldados, el segundo como mezquita y el tercero como palacio.
Se han descubierto los restos de una iglesia en la parte alta, a los que corresponde un mosaico que representa el milagro de la multiplicación de los panes y los peces.
La construcción era eminentemente defensiva y dan fe de ello las almenas, el foso, las saeteras y los llamados matacanes –huecos que hay en el suelo en la parte superior de las puertas para arrojar piedras y aceite hirviendo sobre los enemigos-. Incluso hoy, se conservan pilas de piedras que, a modo de munición, se utilizaban para ser arrojadas con las catapultas a las tropas hostiles.
Pero lo que más nos llamó la atención fue el sistema de almacenamiento, canalización y suministro de agua.
Se construyó todo un sistema de recogida de agua pluvial que se almacenaba en pozos y cisternas en los que también desembocaban los manantiales de la zona. Además, el agua era purificada a base de filtros de piedras, arena y plantas con el fin de resistir a los largos períodos de asedio. Asimismo, había un sistema de recogida de aguas residuales a través de tuberías que desembocaban en una alberca que incluía sales del Mar Muerto para permitir purificar el agua y reutilizarla para el riego.
Comer en Aljun
Empleamos más o menos media hora en recorrer todas las estancias del castillo, uno de los mejor restaurados que recuerdo y que mejor ha sabido conservar su esencia, a la par que hacer casi imperceptible la restauración a la que ineludiblemente ha tenido que ser sometido.
La vista desde la parte más alta es indescriptiblemente bella y abarca el Valle del Jordán y las tierras del Norte.
Terminada nuestra visita, fuimos a comer para celebrar el día de Navidad. Buscamos recomendaciones y terminamos en un Restaurante con encanto llamado Castle View, en la colina opuesta al Castillo, desde donde éste puede observarse en una gran cristalera, a la par que toda la ciudad de Aljun.
La comida fue deliciosa y estuvimos encantados al calor de una chimenea. Pagamos sólo 18 JOD (22 €) y fue una de las mejores y más abundantes comidas de todo el viaje. 100% recomendado.
El camino de vuelta se hizo insoportable. En la fecha de nuestro viaje, a las cuatro y media se pone el sol y a las cinco de la tarde es completamente de noche; así que hicimos todo el trayecto sin luz y ya casi dando cabezadas de los cansados que estábamos tras haber dormido apenas hora y media.
Al llegar a Madaba, compramos algunas cosas para cenar en las tiendecitas cercanas y poder acostarnos temprano.
Terminaba así nuestro primer día en el denominado Reino Hachemita.
Horarios y Precio del Castillo de Aljun
La entrada al Castillo de Aljun cuesta 2 JOD (2,50€), pero es gratuita con el Jordan Pass.
El Castillo está abierto desde las 8:00 a.m. hasta las 18:00 en invierno y hasta las 19:00 en verano.
10 comentarios
Un lugar que merece la pena visitar viendo las magnificas fotos y sin duda por donde hay que pasar es por el restaurante que por lo que decís es estupendo!!! Un beso
El sitio mereció la pena y el restaurante, espectacular.
Un beso, Asun.
Un lugar muy curioso y si encima se come bien… lastima que el viaje sea tan pesado y con poca luz. Un beso y feliz fin de semana.
La visita al castillo fue increíble. Lo han restaurado magníficamente; ahora que hacía un frío…
Un beso, Vicenta. Gracias por comentar.
¡Hola, Macarena! Siempre he pensado en lo que debía ser construir un castillo de la época, en lugares altos, transportar las piedras y construirlas debía ser una tarea impresionante. Como esta maravilla que nos muestras. Un abrazo!
Lo más curioso, David, es que finalmente estas técnicas terminaron por exportarse a Europa derivando en la arquitectura que tantas veces hemos contemplado.
Este castillo, desde luego, es una maravilla de la arquitectura.
Un abrazo!!!
Me encanta visitar estos castillos e ir descubriendo la vida que hacían por sus pasadizos. La visita merece la pena y las vistas de la ciudad son impresionantes. Muy curiosa la canalización del agua en el interior. En Candelario se ven esas regaderas por todas las calles, recogen el agua de la nieve de la sierra y la utilizan para regar los huertos.
Buen lunes.
Un abrazo.
No nos diferencian tantas cosas, Laura. Muchas de las que no son familiares en Occidente, llegaron de estos lugares.
Un fuerte abrazo. Feliz semana.
Pues esta entrada me ha encantado. Si en la anterior te decía «lo mucho que me gustaban las ruinas» en este te digo que Los Castillos me apasionan. Me encanta visitarlos en persona, y en casa me encanta leer sobre ellos o comprarme libros para ver sus interiores.
Me fascina la historia que cuentan esas piedras, imagino cómo fue en su momento vivir allí, incluso mi mente juega a recrear escenas de una vida cotidiana en esos muros, con sentimientos y emociones.
Tardaste media hora en recorrerlo por dentro, pues…..si a mi me lo permitieran las circunstancias del viaje (y por gusto propio) estaría dos horas jajaja.
Me encantó todo. Gracias por compartirnos las fotos y tus impresiones personales, eso no tiene precio.
Un besazo, Macarena!!!
El interior del Castillo, Nélida, es una pasada. Han hecho un buenísimo trabajo de restauración. Al contrario de lo que nos ocurrió posteriormente en Karak, cuyo exterior es más espectacular; el Castillo de Aljun no es tan impresionante desde el exterior; pero está muy bien reconstruído y recorrer sus galerías es muy interesante. Además, se conservan muchos elementos constructivos y de guerra de gran interés, todos en muy buen estado.
El Castillo, como relato, es de la Edad Media, y muchos de sus elementos fueron luego la base de fortificaciones europeas.
No pudimos quedarnos más tiempo, Nélida. Se nos echaba la noche encima -como así fue-; pero además hacía un frío de narices.
Me alegro que te haya gustado.
Un fuerte abrazo!!!!