Puerto Morelos es un pequeño pueblo que ha sobrevivido al glamour, el bullicio y la masificación de los dos destinos turísticos de la Riviera Maya entre los que se encuentra: Cancún y Playa del Carmen.
Sin aglomeraciones por el momento, buscamos refugio en este, aún, pueblo de pescadores en el que todavía uno puede relajarse en sus playas de fina arena alejados de los comerciales beach clubs y resorts que proliferan en casi todas las playas de Quintana Roo. Porque la playa de Puerto Morelos, sigue siendo una playa pública y sus calles adyacentes siguen estando a salvo de los parkings de pago obligatorio, como ocurre en Tulum. Además, el acceso a la playa aún no ha sido objeto de privatización para conseguir ingresos del turismo.
La playa pública de Puerto Morelos
Las playas son familiares y divertidas y en ellas se puede disfrutar de un ambiente típico local: familias enteras acuden a la playa con neveras, comida y bebida como alimentar un regimiento. Hay música, vendedores de paletas, empanadas, fruta, … La vida mexicana aún se sigue respirando, a salvo del turismo internacional, en este rincón de la Riviera.
Como en casi cualquier pueblo de la Riviera Maya, Puerto Morelos se encuentra dividido por una carretera general: a una zona el pueblo, más local y más económico, y al otro, la zona hotelera, a la que se llega por una carrera que atraviesa una área de manglar, más turística, con más restaurantes, chiringuitos, tiendas y, lógicamente más cara.
Puerto Morelos fue nuestro punto de partida y final de viaje, y en ambas ocasiones nos alojamos en el pueblo, ya que teníamos coche para ir y venir a la playa. A la llegada, alquilamos un apartamento con piscina en Airbnb (45€ por noche), y la segunda vez, un hotel no muy lujoso, pero cómodo y correcto, por el que pagamos 28€ la noche.
Finalmente, pasamos en aquel lugar más días de los que en principio habíamos previsto. Pero es que nos había resultado un sitio agradable, acogedor y muy cómodo para disfrutar de las playas del Caribe. Además, Puerto Morelos es un lugar ideal para hacer snorkel.
El Arrecife Mesoamericano y el cenote submarino
La barrera de coral mesoamericana, conocida como arrecife mesoamericano, se extiende a lo largo de la costa caribeña de México, Belice, Guatemala y Honduras. Se trata de la segunda mayor barrera de coral del mundo tras la australiana y, en esta zona de la península de Yucatán, se encuentra a menos de 400 metros de la playa. Así que aquí es posible ver tortugas, peces león, peces luna, palometas, peces globo, corales… con sólo ponerse unas gafas, un tubo y echar a nadar desde la orilla.
También se ofrecen tours hasta el arrecife para realizar allí la inmersión. Cerca del malecón, las empresas turísticas cobran 500 MXN (25€) por llevarte, pero en la playa, los pescadores ofrecen sus barquitos por 250 MXN (12,50€).
Además, en la costa de la playa pública, frente al Hotel Ojo de Agua, hay un cenote submarino, el Cenote «Ojo de Agua», que arroja agua dulce, parece que filtrada desde los manglares, y es una de las curiosidades que se puede observar en las aguas de Puerto Morelos con unas simples gafas.
Si bien es cierto que el sargazo hace más de un lustro se ha instalado en las playas del Caribe, desde julio a octubre, el esfuerzo del gobierno local, que ha instalado una gran malla a la altura del arrecife y recoge las algas de la orilla, permite que el agua sea apta para el baño en cualquier época del año, aunque prescindiendo de los característicos tonos turquesas que caracterizan el mar en esta parte del mundo.
Qué ver en Puerto Morelos
Pese a que Puerto Morelos nos pareció un lugar acogedor, un sitio de playa como los de antes, no se trata de un pueblo de grandes atractivos turísticos. Sí que hay muchas actividades en sus alrededores, como por ejemplo una ruta de cenotes (Cenote Tula, Zapote, Tres Bocas, Kin-Ha o La Noria), el Rancho Bonanza, un jardín botánico o un zoo de cocodrilos.
Pero en el pueblo en sí, los principales atractivos giran en torno a la Plaza Javier Rojo García, en donde cada fin de semana se organizan actuaciones teatrales y musicales, y mercadillos de comida y artesanía.
A su alrededor, hay restaurantes, heladerías y un mercado de artesanías a precios prohibitivos.
Muy cerca se encuentran las coloridas letras de Puerto Morelos y el malecón con su característico Faro Inclinado que, pese a tener sus cimientos sobre la arena, sobrevivió al huracán Beulah de 1967 y quedó como símbolo de la fortaleza de los portomorelenses.
Dónde comer bien en Puerto Morelos y a buen precio
Durante los días que estuvimos en Puerto Morelos, comimos en la Hamburguesería Underground, en la Avenida Javier Rojo Gómez de la zona hotelera, y en alguna otra taquería del pueblo, aunque nuestro local favorito (en el centro, no en la zona hotelera) se llamaba La Cabaña, en la Avenida Timón esquina con calle Goleta, y también recomendamos un lugar llamado Tulipán.
14 comentarios
Según describes Puerto Morelos, me encantaría visitarlo pues no me gustan nada las aglomeraciones y disfruto de los lugares acogedores, familiares y tranquilos.
Sus atractivos turísticos también son de mi agrado y la comida tiene buen aspecto.
Un lugar al que me gustaría ir.
Un abrazo, Macarena.
Seguro que estarías más cómoda que en Cancún o Playa del Carmen si te gusta un Caribe más tranquilo.
Un beso, Carmen.
Macarena, yo también valoro mucho los lugares menos turísticos frente a las aglomeraciones de los que han cogido fama. Esas playas que nos muestras son preciosas, encima sin masificaciones y con parking libre cerca.
En todos lados sucede que hay enclaves que cogen fama y son el boom más reclamado, pero luego hay quienes conocen lugares justo al lado igual de bonitos y especiales pero con la connotación positiva de poder disfrutarlos con mucha más tranquilidad.
Yassss tremendas hamburguesas, me ha entrado hambre de pronto. jijijii.
Cuando leí el título «¿Qué ver en Puerto Morelos?» y esa primera foto, lo tuve claro: Hay que ver a la familia «El mundo con ella» 🙂 y luego ya todo lo demás.
Bromas aparte, me gustó mucho esta primera entrada, Macarena. Algo me dice que disfrutaré de manera especial este viaje a México.
Seguiré muy atenta a tus publicaciones.
Un besazo enorme!
México nunca ha sido mi destino soñado. Fuimos por Macarena, porque como ya está así así que no quiere venir, pues pensé que sol y playa estarían bien. Siempre digo que viajar me hace feliz, pero hay dos viajes en los que «he sido feliz»: el primero fue mi primer viaje a Senegal, casi al principio de mi noviazgo con Yayo; y el segundo ha sido éste de México. Creo que no he reído más en mi vida. Y, sobre todo, la gente me lo puso muy fácil.
Espero que te gusten nuestras próximas entradas.
Un besazo.
Por las bonitas fotos que nos traes veo que es un lugar hermoso y si ademas se puede comer bien, me lo apunto en mi ruta de viaje. Un besico Macarena.
Espero que lo disfrutes, Vicenta.
Un beso!!!
Qué maravilla!!! un lugar bonito y sin aglomeraciones, para mi perfecto. Si algún día viajo a México tomo nota. Un abrazo
Es una muy buena opción. Me alegro que te haya gustado. Un beso
A Puerto Morelos iría encantada, me encantan los lugares tranquilos para hacer parada en vacaciones, y esas playas se ven hermosas, limpias en muy acogedoras. Precioso el mercado artesanal. Todo lo que nos compartes de este lugar, me ha gustado muchísimo. Y por supuesto veros a los tres, que os percibo muy a gusto y felices.
Gracias, Macarena, por este año de compartir tantos lugares de gran interés en historia y bellezas. Todos los que os he podido ver y leer me han fascinado.
Muchos besos, y mis mejores deseos para que paséis unas felices fiestas navideñas, y que el 2023 os venga mejor en todo.
Ay Mila, muchas gracias. Yo también te deseo una muy Feliz Navidad y que 2023 sea muchísimo mejor de lo que haya podido ser este año.
Muchísimos besos.
Como siempre estimada amiga, una brillante y excepcional entrada con todo lujo de detalles, me ha encantado.
Te deseo pases unas entrañables fiestas navideñas en compañía de tus sere más queridos amiga.
Recibe un afectuoso abrazo.
¡FELIZ NAVIDAD!
Muchas gracias, Juan.
Espero que tú tengas también una Feliz Navidad y que disfrutes acompañado de aquellos a quienes más quieres.
Un fuerte abrazo.
Cuando viajamos a estos lugares lo primero que nos llama la atención es su luz. Conocemos Punta Cana. Si el lugar es tranquilo mucho mejor.
Y pasamos unos buenos días. Pero no nos dedicamos a estar en el hotel. Aunque te dicen que no salgas para evitar peligros, nosotros salíamos. Nos montábamos en un autobús que cogían los trabajadores del hotel , así conocímos Santo Domingo y muchas de sus tradiciones, hicímos nuestras propias rutas. Nunca nadie se metió con nosotros, es más te ayudan.
Vuestra niña se hace mayor amiga. Pronto os veo viajando sin ella.
Gracias o por hacernos viajar con vosotros.
Un abrazo.
Pues a República Dominicana vamos en breve, Laura. Lo que pasa es que, como imaginarás, nos saltamos Punta Cana: coche y a vivir la aventura.
Macarena ya no está tan dispuesta a viajar. Quizá el de estas Navidades sea el último por algún tiempo. Supongo que es ley de vida.
Gracias a ti, Laura.
Un fuerte abrazo.