La Mezquita Azul es de la más bellas, famosas y visitadas de Estambul. Se trata de una mezquita del siglo XVII situada frente a la Basílica de Santa Sofía. Construida por el Sultán Ahmed en sólo cuatro años, es uno de los monumentos más impresionantes del mundo por su arquitectura exterior y su bello interior de cerámicas y mosaicos en los que predomina el color azul, que ha dado lugar a su nombre.

La mezquita culmina la evolución del arte sacro bizantino en simbiosis con la arquitectura otomana. Fue además la primera mezquita de Turquía en tener 6 minaretes y una de las cinco, en la actualidad, con esa característica en el país.
Un arquitecto es el constructor de sueños, el alquimista de lo imposible.
Cómo llegar a la Mezquita Azul

La mezquita Azul se encuentra ubicada en el Barrio de Sultahnamet, en pleno corazón de Estambul, frente a la Basílica de Santa Sofía, junto al Hipódromo y muy cerca del Palacio Topkapi.
Para llegar, lo más idóneo es utilizar el servicio de la línea T1 del tranvía y parar en la estación Sultahnamet.
Horario de la Mezquita Azul

La mezquita abre todos los días de 9:00 a 19:00 horas, aunque se restringe la entrada a su interior a los no musulmanes durante las horas de oración. Los viernes, día sagrado para los musulmanes, suele estar cerrada a los visitantes hasta el mediodía. Durante ese tiempo sin embargo, el patio permanece abierto para las visitas.
¿Cuál es la mejor hora para visitar la Mezquita Azul?

La Mezquita Azul recibe más de 4 millones y medio de visitantes al año, siendo uno de los monumentos más visitados de la ciudad.
Aunque durante el mes de enero no hay una afluencia masiva de turistas en Estambul y nosotros no experimentamos colas en ninguna de sus atracciones, quienes viajan a la ciudad en temporada alta, dicen que las colas son largas y se hacen pesadas.

Lo mejor es visitarla a primera hora de la mañana, o también a última de la tarde, cuando la iluminación del edificio hace su magia.
Creo que lo mejor es evitar los viernes, por ser día de oración para los musulmanes, y los fines de semana, que es cuando mayor afluencia de visitantes hay en la ciudad. Así que, elige ir de lunes a jueves.
Precio de la entrada a la Mezquita Azul

La visita a la mezquita, como ocurre con todas las demás en Estambul, es gratis; aunque se puede realizar una donación.
Código de vestimenta para visitar la Mezquita Azul

Como en el resto de mezquitas, las mujeres deben cubrirse la cabeza. Pero además, deben llevar cubiertos los hombros y las piernas.
Los hombres tampoco pueden ir en pantalón corto.
Para acceder al interior es además, necesario descalzarse.
En todo caso, es posible cubrirse con pañuelos que se encuentran en la puerta de entrada.
Cuánto se tarda en visitar la mezquita

La belleza de la mezquita requiere tiempo para ser contemplada. Quizá entre media hora y cuarenta y cinco minutos es el tiempo que, de media, se emplea en visitarla.
Arquitectura de la Mezquita Azul

La Mezquita Azul recibe su nombre por la decoración azul de sus mosaicos interiores.
Su diseño culmina y aúna lo mejor de las arquitecturas bizantina y otomana. De hecho, se la considera la última construcción del período clásico del Imperio Otomano.
Es una construcción de cúpulas y semicúpulas que descansan en grandes pilares de mármol, en su parte inferior, y ornamentados con pinturas, en la superior.

El patio tiene casi el mismo tamaño que el interior de la mezquita y está rodeado por una galería con espacios para abluciones.

En su interior, los más de 20.000 azulejos representan motivos florales, tulipanes, cipreses y frutas.
La luz entra a través de 200 vidrieras y se complementa con la iluminación de pesadas lámparas.

Las lápidas de las paredes están grabadas con caligrafías para los distintos califas, así como con versículos de Corán, y el suelo está completamente cubierto con alfombras.
Curiosidades de la Mezquita Azul

- Si las mezquitas de los predecesores de Ahmed I se habían construido para conmemorar una victoria en batallas, el sultán Ahmed construyó la Mezquita Azul para apaciguar a Alá tras los acuerdos de paz de la guerra contra los Habsburgo. En lugar de emplear los fondos conseguidos en las guerras, tuvo que utilizar fondos del tesoro y esta situación le hizo granjearse grandes dosis de impopularidad durante su construcción.
- El arquitecto de la mezquita tuvo que adaptarse al terreno de la construcción, por lo que su trazado es irregular.
- De la parte superior de la entrada oeste al patio cuelga una cadena de hierro. Sólo el sultán podía pasar al patio montando a caballo y la cadena servía para que el sultán tuviera que inclinarse cada vez que entraba, gesto simbólico de humildad ante Alá.
Mezquita de Sultanahmet - El interior de la mezquita está revestido con más de 20.000 azulejos. El dinero que podían invertir los constructores en ellos, se fijaba por decreto. Y como el precio de los mismos fue subiendo paulatinamente, los últimos que se emplearon se hicieron de menor calidad.
- En las lámparas hay colocados huevos de avestruz para evitar que las arañas elaboren sus telas sobre las luminarias.
Dos de los minaretes - La mezquita azul fue la primera en construirse con seis minaretes, por ello su hijo, el sultán Murad IV, añadió tres minaretes más a la Gran Mezquita de la Meca – haciendo un total de 7-, como símbolo que destacaba aquel lugar como el más sagrado del mundo para el Islam.
4 comentarios
Wow!!! es una verdadera maravilla. Me encantaría visitarla algún día Macarena. Un beso y feliz tarde de domingo.
Sí, sí Vicenta, es una auténtica preciosidad, la verdad. De las más bellas visitas que pueden hacerse en la ciudad.
Un beso
Es muy bonita, la verdad.
Me ha gustado mucho conocer todas las curiosidades de esta Mezquita Azul,
Y me ha sorprendido mucho que se necesite unos 45 minutos para visitarla (de 30 a 45 minutos dijiste). Pensaba que se haría con menos tiempo.
Gracias por compartir tantas cosas con nosotros, Macarena. Es todo un lujo.
Un beso enorme!
Amiga Nélida,
La mezquita es muy grande y tiene, además de la sala de oración, un patio a la entrada y uno exterior. Así que, entre que te descalzas, entras, visitas los patios y haces fotos… Eso, la media hora no te la quita nadie. Pero yo soy lenta ¡Lo soy hasta para hablar! jajajajajaja
Un besote, amiga.