Srebrenica es el lugar en el que se produjo el genocidio en Europa después del Holocausto de la Segunda Guerra Mundial.
Durante mi etapa en la Universidad, seguí los acontecimientos de la Guerra de los Balcanes con especial atención. Estudiaba Periodismo y la cobertura por parte de corresponsales y enviados especiales era motivo para tenerme absorbida por la prensa, la radio y la televisión en una guerra cuya atención fue difuminándose lentamente para dar paso a los titulares sobre la clonación de la oveja Dolly, el ataque con gas sarín en el metro de Tokio o la llegada de Nelson Mandela a la presidencia de Sudáfrica.
Pero sucedió el 11 de julio de 1995 y, por unos días, los ojos del mundo volvieron la mirada hacia Bosnia & Herzegovina y a la masacre de Srebrenica. En las portadas de los periódicos se mostraron imágenes de mujeres desgarradas y los telediarios abrieron con miles de ataúdes de madera alineados en extensas naves industriales.
Y aquellas imágenes, de una guerra complicada, incomprendida e ignorada, me marcaron para siempre. Supongo que fue en aquellos años cuando decidí que un día visitaría los Balcanes para comprender realmente qué ocurrió allí durante la década de los 90.
Por eso, no podía dejar de ir a Srebrenica el día que visitara Bosnia & Herzegovina y, casualidad o no, fue el primer lugar que visité al cruzar la frontera de este país. Porque pese a que Srebrenica no es un lugar de paso, quise llegar allí y contemplar el lugar con mis propios ojos.
Hacía calor esa tarde, pero tuvimos que cubrirnos para acceder al Memorial y, una vez allí, no pude reprimir las lágrimas: los enterramientos llegaban hasta donde se pierde la vista.
La Masacre de Srebrenica
Srebrenica es una ciudad ubicada al Este de Bosnia Herzegovina cerca de la frontera que el Drina traza con Serbia. Enclavada en las montañas, antes de la guerra de Bosnia, era una ciudad minera con un balneario. Durante la guerra se produjo en Srebrenica la mayor matanza en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial.
Durante la guerra de Bosnia (1992 – 1995) la zona se convirtió en una localización bosníaca (musulmana) rodeada por serbobosnios (cristianos ortodoxos): un enclave seguro reforzado por la ONU a través de una unidad del ejército holandés.
La mañana del 11 de julio de 1995, las fuerzas serbobosnias invadieron Srebrenica haciendo huir a los habitantes, o hacia las montañas, o al campamento neerlandés de las fuerzas de paz ubicado en Potocari, al Norte de la ciudad, por considerarlo una zona de protección.
Ratko Mladić, jefe de Estado Mayor del Ejército de la República Srpska (Ejército de los serbios de Bosnia) visitó el enclave y se dejó grabar por la televisión serbia, apareciendo como un pacífico libertador, tranquilizando a los refugiados, a quienes garantizaba su transporte a una zona de control bosnio. Pero la realidad fue muy diferente: en cuanto las cámaras dejaron de grabar, y bajo el pretexto de buscar criminales de guerra, 1.700 hombres de entre 16 y 77 años fueron aislados de los 25.000 refugiados, conducidos a las afueras y ejecutados ante la pasividad del batallón holandés que tenía que haberlos protegido. De los más de 15.000 huidos a las montañas, ejecutaron a más de 6.000.
La intención fue el exterminio de la etnia bosnia musulmana. Y aunque supuestamente se buscaba la eliminación de los varones, la masacre incluyó el asesinato de niños, ancianos y la violación de las mujeres. Más de 60 camiones llevaron a los hombres a los lugares de ejecución y tras ésta, los arrojaron a fosas comunes. Muchos de ellos fueron enterrados vivos. La lista de personas asesinadas o desaparecidas incluye 8372 nombres.
A partir del 11 de julio, se decidió que los hombres sanos formaran una columna, junto con miembros del Ejército de la República de Bosnia y Herzegovina, con el fin de alcanzar territorio controlado por el gobierno de Sarajevo. En la columna, que se dirigió a Tuzla, se estima que había entre 10.000 y 15.000 hombres al inicio de la marcha, pero muchos perecieron por el camino, asesinados o debido a las duras condiciones de la caminata.
La Comunidad Internacional reaccionó lenta y tibiamente, pero las imágenes de la matanza mostrada por la prensa internacional conmovió al mundo en favor de la detención de la guerra. Pero ya daba igual. Ni el mundo, ni los supervivientes, volverían a ser los mismos.
El monumento conmemorativo del genocidio de Srebrenica
El monumento conmemorativo del genocidio de Srebrenica, oficialmente conocido como monumento conmemorativo y cementerio de Srebrenica-Potočari para las víctimas del genocidio de 1995, es el cementerio – memorial para las víctimas de la masacre.
Su construcción, que costó 5.8 millones de dólares, se sufragó con donaciones gubernamentales y privadas y fue inaugurado por el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, en 2003.
Muchas de las víctimas de las fosas comunes, han tenido que ser identificadas a través de pruebas de ADN. Aún hoy día se siguen identificando desaparecidos.
El cementerio es un lugar que corta la respiración, que te deja sin aire y en el que la indignación y la tristeza te ahogan.
Cuando vi las imágenes en 1995 supe que los muertos se contaban por millares, pero sólo al llegar allí, me di cuenta de las dimensiones de la matanza. Posaras la vista en cualquier lugar de esa vasta colina, se erigían filas y filas de estelas funerarias.
El monumento que recoge por orden alfabético los nombres de los musulmanes asesinados es interminable.
No pude contener mi indignación. La rabia me quemaba y me ahogaba. La visita resultó asfixiante.
En el interior del complejo hay un pequeño museo con fotografías escalofriantes. Muchas de ellas hirientes. La peor contiene el texto de un grafitti con el que un miembro de la milicia serbobosnia califica a la mujer bosnia. Me resultó repugnante.
Jamás, jamás, por muchos años que me queden de vida, podré olvidar la masacre que, siendo muy joven, seguí a través de los medios de comunicación y cuyo memorial, visitado casi treinta años más tarde, me revolvió el interior provocándome la misma repugnancia que las imágenes que había presenciado tres décadas antes.
Srebrenica fue un genocidio retransmitido en tiempo real mientras el resto de Europa y los países Occidentales miraban para otro lado. Fue un suceso contemporáneo para muchos de los que hoy pensamos en el Holocausto como un acontecimiento lejano y del que no llegamos a aprender nada. Sólo el tiempo dirá si el hombre no tropezará de nuevo con la misma piedra, si Srebrenica removió conciencias.
10 comentarios
Sobrecogedor reportaje y desgraciadamente de rabiosa actualidad, pasan los años y el ser humano no espabila. Macarena un fuerte abrazo desde el norte.
Gracias Germán. Un fuerte abrazo.
Pues sí, comparto tu indignación de una crónica que has explicado muy bien y que ojalá nunca hubiese sucedido.
Si a mí, desde la pantalla de un ordenador, me ha puesto los pelos de punta….puedo imaginar tu sentimiento al estar ahí. Lo difícil sería reprimir las lágrimas ante tanto dolor, sin sentido, tanta muerte, abuso, tanto crimen…..
Escalofriante.
Ya puedes decir que has cumplido el sueño que en tu época de Universitaria de marcaste; conocer en persona el lugar donde aquello sucedió.
Un abrazo apretado, Macarena.
Entramos en Bosnia Herzegovina, uno de los países del mundo que me ha enamorado y al que estoy deseando volver. Durante muchos años deseé conocer el lugar. Por ejemplo, en Sarajevo, no podía imaginar por qué se produjo un asedio tan largo; duda que despejé cuando visitamos la ciudad. Y con Srebrenica me ocurrió algo parecido. No creo, por mucho que lo intente, y ya me ha ocurrido en este relato, que pueda llegar a transmitir todo lo que sentí en todos y cada uno de los lugares que visité a lo largo del país. No obstante, mi deseo es poder hacer imaginar lo que pasaba por mi cabeza recordando lo que allí ocurrió.
En Srebrenica sentí pena, asco, asombro…
Muchos besos Nélida.
Al leer tu reportaje también me ha vuelto a la mente ese triste recuerdo. Aunque triste veo que ha sido un viaje muy completo y no es lo mismo verlo por televisón que estar allí. Un beso y feliz finde Macarena
Fue terrible, Vicenta. Quien lo vivió supongo que no puede olvidarlo.
Un beso.
Me ha sobrecogido tu escrito, yo también recuerdo la guerra de Bosnia pero era muy pequeño. Debe de ser impactante contemplar ese cementerio.
Si tienes un ratito, busca imágenes del cementerio hoy a vista de dron. Ya verás las dimensiones de la matanza. Es sobrecogedor.
He vuelto a recordar aquello y tristemente veo que el ser humano no ha cambiado y no hemos mejorado mucho viendo lo que está pasando ahora. Un abrazo
Pienso igual que tú, Asun. Un fuerte abrazo.