Al sur de Camboya, cerca de la frontera con Vietnam y bañadas por el golfo de Tailandia, se encuentran Kep y Kampot, dos localidades pequeñas pero con mucha personalidad. Aunque diferentes entre sí, están muy próximas —a unos 25 km de distancia— y suelen visitarse en conjunto. Ambas ofrecen una experiencia más tranquila y pausada que otros destinos del país, ideales para quienes buscan naturaleza, arquitectura decadente, buen marisco y un ritmo de vida sin prisas.

Kep, con su aire costero y colonial, conserva la nostalgia de una época pasada; mientras que Kampot, asentada a orillas del río, se ha convertido en un punto de encuentro para viajeros que buscan un ambiente relajado, buenos cafés y excursiones por los alrededores. En esta entrada, repasamos lo que ofrece cada una.
El cielo está bajo nuestros pies, tanto como sobre nuestras cabezas.
Kep: ruinas coloniales y sabor a mar

Kep fue fundada a principios del siglo XX como lugar de descanso para la élite francesa durante el periodo colonial. Con el paso del tiempo, y tras años de abandono, el lugar conserva un aire melancólico y decadente: muchas de aquellas mansiones han quedado en ruinas, invadidas por la vegetación, lo que le da un aspecto entre misterioso y fantasmal.
La costa de Kep es mayoritariamente rocosa, con una única playa artificial de arena traída de otros lugares, muy frecuentada por familias camboyanas los fines de semana. Frente a la playa, se extiende una pequeña explanada techada con zonas para colgar hamacas y hacer pícnic. Es un lugar sencillo, sin grandes lujos ni atracciones masivas, pero con cierto encanto local.
Uno de los principales atractivos es el mercado de cangrejos, donde se puede ver cómo capturan el marisco directamente desde las jaulas en el mar y probar el famoso cangrejo con pimienta de Kampot, el plato estrella de la región. Al atardecer, este rincón se llena de actividad y aromas deliciosos.

Visitamos la población de Kep en 2015, y aunque cabe pensar que con el paso de los años puede haber crecido, en aquel momento nos pareció un lugar muy pequeño en el que, salvo que necesites relajarte mucho mucho, no merece la pena pasar más de un día.
Qué ver y hacer en Kep

Crab Market: visita imprescindible al mercado de cangrejos. Además de comprar marisco fresco, hay varios restaurantes con terrazas sobre el mar que sirven platos locales.
Parque Nacional de Kep: ideal para caminar por la selva tropical. Hay un sendero circular de unos 8 km que ofrece vistas al mar, flora local y, con algo de suerte, fauna como monos o aves tropicales.

Rabbit Island (Koh Tonsay): una pequeña isla frente a la costa, accesible en unos 30 minutos en barca. Tiene playas tranquilas, bungalows básicos y una atmósfera rústica. Allí se puede para pasar el día o incluso quedarse una noche.
Ruinas coloniales: dispersas por la ciudad y especialmente en la zona más alta, muchas casas antiguas han sido devoradas por la vegetación. Algunas pueden recorrerse desde fuera; otras han sido reconvertidas en hoteles.
Cómo llegar a Kep
Kep se encuentra a unos 160 km al sur de Phnom Penh. Las opciones para llegar incluyen:
Miniván compartida: trayecto de 3,5 a 4 horas.
Transporte privado: taxis o coches con conductor pueden costar entre 40 y 60$.
Desde Kampot: solo 25 km separan ambas ciudades. Puede hacerse en tuk-tuk, moto o miniván en unos 30–40 minutos.
Dónde alojarse en Kep

La oferta de alojamiento en Kep es variada pero discreta, con predominio de guesthouses, pequeños hoteles ecológicos y bungalows en la ladera de la colina:
Arun Ras Guesthouse: alojamiento familiar con pocas habitaciones, limpio y económico.
Kep Lodge: una opción popular, con piscina, restaurante y vistas a las montañas.

Consejos prácticos
Mosquitos: Kep está rodeada de vegetación, así que es importante llevar repelente, especialmente al atardecer.
Moto de alquiler: la forma más práctica de moverse por la zona. Se alquilan por unos 10$ al día.
Efectivo: aunque algunos establecimientos aceptan tarjeta, es mejor llevar efectivo en dólares o rieles camboyanos.
Kampot: río, calma y sabor a pimienta

A diferencia de Kep, donde predominan el mar y la selva, Kampot se asienta a orillas del río Preaek Tuek Chhu y ofrece un ambiente relajado, algo bohemio, con cafés tranquilos, arquitectura colonial bien conservada y un ritmo de vida sosegado. Es una ciudad pequeña pero con encanto, que ha ido ganando popularidad entre viajeros que buscan una Camboya más reposada, sin el bullicio de Phnom Penh ni el turismo masivo de Siem Reap.

En 2024, elegimos llegar directamente desde Phnom Penh a Kampot, con la intención de visitar el cercano Parque Nacional de Bokor, una de las excursiones más populares de la zona. Sin embargo, una intensa lluvia tropical nos obligó a cambiar los planes, y nos centramos en explorar la ciudad… lo que, al final, resultó ser un acierto.

Kampot tiene un centro histórico de estilo colonial francés, con casas de fachadas amarillas o descoloridas, muchas reconvertidas en restaurantes, galerías o alojamientos. A lo largo del río, hay embarcaderos, bares tranquilos y pequeños barcos-restaurante que navegan al atardecer. Es una ciudad ideal para dejarse llevar, sin agenda, disfrutando simplemente del entorno.
Qué ver y hacer en Kampot

Paseo por el casco histórico: muchas de las casas de estilo colonial se han mantenido en pie. Es fácil recorrerlas a pie, admirar los detalles arquitectónicos y detenerse en alguno de los cafés con encanto.
Río Preaek Tuek Chhu: caminar junto al río es uno de los grandes placeres de Kampot, sobre todo por su playa, en la que se concentran los camboyanos para descansar, jugar, pescar y hacer barbacoas. También es posible hacer un paseo en barco (algunos con cena incluida).
Mercado central y vida local: el mercado, aunque algo caótico, es una buena manera de conocer el pulso diario de la ciudad.
Tour gastronómico informal: la ciudad cuenta con una excelente oferta culinaria, tanto local como internacional. Es conocida por sus platos elaborados con la famosa pimienta de Kampot, considerada una de las mejores del mundo.

Aunque no es lo habitual, voy a recomendar dos lugares para comer, uno de ellos es The Pig Pen, donde sirven una deliciosa carne a la barbacoa; otro es Reatrey Oyster, en el que puedes disfrutar de una abundante y económica mariscada para cenar.
(Opcional si mejora el tiempo) Parque Nacional de Bokor: situado a unos 40 minutos en moto, ofrece paisajes montañosos, vistas al mar, la antigua estación francesa en ruinas y el peculiar hotel-casino Bokor Palace. En época seca, es una visita imprescindible.
Cómo llegar a Kampot

Desde Phnom Penh, el trayecto dura entre 3,5 y 4,5 horas, dependiendo del transporte:
Miniván compartida: varias compañías operan a diario. Suelen salir desde el centro y dejarte cerca del casco histórico de Kampot, junto a la rotonda del Durián.
Transporte privado o taxi: más cómodo y flexible, pero por contrapartida, más caro.
Desde Kep: solo 25 km separan ambas ciudades. Puede hacerse en tuk-tuk, moto o miniván en unos 30–40 minutos.
Dónde dormir en Kampot

La oferta de alojamiento es amplia y variada, con opciones para todos los gustos:
Hoteles boutique en el centro: muchos edificios coloniales han sido restaurados como pequeños hoteles con encanto.
Hostales y guesthouses para mochileros: económicos, con ambiente sociable y a menudo con actividades como yoga o música en vivo.
Consejos prácticos

Clima: durante la temporada de lluvias (de mayo a octubre), algunas actividades como visitar Bokor pueden verse afectadas.
Moverse: alquilar una moto (5–7$/día) es lo más cómodo para recorrer los alrededores. También se puede usar tuk-tuk para trayectos cortos.
Pimienta de Kampot: muchas fincas cercanas ofrecen visitas guiadas donde explican el proceso de cultivo. Es un buen recuerdo gastronómico para llevar.
2 comentarios
Tranquilidad y mariscos, este es mi sitio jajaja!
Tiene que ser una gozada recorrer el sendero del parque natural de Kep. También ve a punto a una cenita en un barco restaurante y disfrutar de una buena mariscada.
Gracias por tan buena e información, Macarena.
Un fuerte abrazo.
Demasiada tranquilidad, Carmen. Aunque si eso es lo tuyo, desde luego es tu lugar.
Un fuerte abrazo!!!!