Batu Besurat o Piedra Inscrita de Terengganu es la evidencia más antigua que existe de escritura jawi (alfabeto árabe utilizado en algunos países del Sudeste Asiático), prueba la llegada del islam a esta parte del mundo y constata que Terengganu fue el primer estado de Malasia que lo aceptó como religión.
La piedra inscrita es una estela de granito que pesa más de 2 toneladas y mide 89 centímetros de altura. Posee inscripciones en tres de sus cuatro lados y está datada en 1303.
Se tiene constancia de la existencia de este bloque de granito desde 1887, cuando un grupo de aldeanos la encontró en un río tras la retirada de las aguas de una inundación. Desde allí, la trasladaron a una mezquita, en donde fue redescubierta 16 años más tarde por un comerciante árabe mientras era utilizada como pedestal para acceder a la sala de oración del templo.
Tras esto, fue llevada a Kuala Terengganu donde se colocó en Bukit Puteri. De allí, se trasladó a Singapur, donde permaneció casi cuatro décadas. Pasó al Museo Nacional de Malasia en Kuala Lumpur y, finalmente, las reivindicaciones para ser devuelta a Kuala Terengganu dieron sus frutos, donde permanece desde 1991.
En 2009, la UNESCO incluyó la Piedra inscrita de Terengganu en la Lista Patrimonial del Programa Memoria del Mundo.
Las inscripciones de la piedra fueron un misterio hasta la investigación llevada a cabo en el Museo Raffles de Singapur. Pero se revelaron como una proclamación de la llegada del Islam al Este de Malasia, como aceptación de la religión y como testimonio de la expansión del Islam; pues contiene un conjunto de normas de la Sharía -conjunto de mandamientos de Alá- relativos a las penas por robo y adulterio.
Pero el misterio aún continúa ¿Quién realizó las inscripciones en esta piedra?
Museo Estatal de Kuala Terengganu
Batu Besurat es el principal tesoro de Terengganu State Museum, el museo más grande del Sudeste Asiático, construido emulando los diseños del antiguo palacio del Estado sobre un terreno de 75.000 metros2 distribuídos en cuatro edificios.
El complejo posee un Museo Principal, un Museo Marítimo, un Museo de la Pesca, cuatro casas tradicionales y unos bellos jardines donde, por cierto, se celebraba una boda tradicional cuando llegamos.
El edificio principal posee nueve galerías: Historia natural, textiles, galería real, artesanía, petróleo, islámica, histórica, nuevas tecnologías y artes contemporáneas.
El problema, además de que no hay aire acondicionado y el calor es asfixiante, es que el Museo no cumple las expectativas de lo que se esperaría del Museo más grande de Malasia. No se halla bien iluminado, la exposición es escasa y hay muchos huecos vacíos. Además, los baños están hechos un asco.
Es una pena porque para nosotros fue una auténtica decepción y, aunque lo cierto es que el objeto principal de nuestra visita era poder ver la Piedra Inscrita, esperábamos un plus que no encontramos.
Fuimos al museo en dos ocasiones pues en todos sitios encontramos un horario específico para los viernes, sin embargo, no es cierto, los viernes el Museo está cerrado. Así que volvimos después de haber estado en Pulau Kapas. Pero de haber sabido lo que encontraríamos, no hubiésemos insistido tanto.
¡Nos vamos de boda!
No obstante, la visita al Museo nos dio la oportunidad de disfrutar de una auténtica boda tradicional malasia ¿No hemos contado al principio que se estaba celebrando una boda en los jardines del Museo?
Venimos contando que Malasia, a excepción de lugares como KUL, Malaca, Georgetown y las Islas, es un destino poco visitado por el turismo internacional.
Al llegar al museo tuvimos que atravesar parte de una zona en la que se estaba celebrando una preciosa boda con toda su pompa y boato. Aquello era un dispendio increíble: telas adornando los jardines, mesas y mesas llenas de refrigerios, adornos refinados. En fin, que allí debía haber pasta. Pero al igual que nosotros mirábamos curiosos y discretos, los invitados hacían lo mismo con nosotros.
Yo les dije a Yayo y Macarena que me olía que cuando saliéramos del Museo, nos iban a terminar invitando a la celebración y ¡Así fue!
Salimos de la visita empapados en sudor –ya he contado que en el interior del museo no había aire acondicionado-. Así que teníamos una pinta horrible.
Al pasar de nuevo por la zona de los jardines que había que atravesar para alcanzar la salida del complejo, se nos acercaron unos invitados para preguntarnos que de dónde éramos, ocasión que yo aproveché para preguntarles a ellos si podía hacer alguna fotografía. Pero, cuando me disponía a sacar la cámara de fotos, oímos desde el escenario a un señor que, micro en mano, decía: “Tengo para vosotros una sorpresa DE ESPAÑA”. Y, de pronto, Macarena y yo nos vimos rodeadas de una decena de señoras y niñas que nos empujaban para subir allí arriba ¡Qué vergüenza!
Además de la pinta y el sudor yo pensaba: “Ahora no pretenderán que cante o algo así”. Yo creía que me moría.
Subieron los novios y tuvimos que hacernos fotos con ellos, pero tan cochinas estábamos que yo pasé una vergüenza horrible. De hecho, en las fotos mi sonrisa muestra mi descomposición absoluta.
Cuando bajamos, nos invitaron a beber y a comer. Y ahí sí que hubiera «echado yo un ratillo» porque tenía, sobre todo una sed que me moría. Supongo que los nervios me habían terminado de secar la garganta. Pero a Yayo y a Macarena ésa era la parte que más vergüenza les daba. Así que, los invitados se hicieron un completo álbum fotográfico junto a los “guiris sudados” y nos regalaron tres cubos de palomitas dulces y dos flores de tela con un huevo duro colgando. Imagino que debía simbolizar algo así como la fertilidad de la unión y debe ser algo típico en Malasia.
Y con nuestro sudor y una vergüenza horrible, dimos las gracias y marchamos de allí encantados.
Datos Prácticos
Muzium Negeri Terengganu abre todos los días menos los viernes, de 9:00 a 17:00 horas
La entrada cuesta 15 RM (3€) adultos y 10 RM (2€) niños
Para llegar utilizamos el servicio de grab que nos costó 8 RM (1,5€) la ida y 13 RM (2,80€) la vuelta.
18 comentarios
Me ha encantado esta entrada Macarena, es la mar de variada. La piedra…. mucha piedra, los museos me encantan y para rizar el rizo… la boda. Que suerte poder verla, a mi me hubiera encantado. Un besico
Ay Vicenta, yo pasé mucha vergüenza. No te creas. De haberlo sabido, me hubiera puesto algo más mona; aunque lo de estar sudada creo que no me lo hubiera quitado nadie! Jejejejeje
De verdad que me quedo atónita con tus anécdotas viajeras. Cuando he leído «nos vamos de boda» no esperaba que la frase fuera literal….según iba leyendo tu relato pensaba, «ay madre, que Macarena va de boda» jajajaja y de repente te veo en la foto con los novios!!! Sois la caña!!! Tengo que hacer un viaje contigo que a mi no pasan estas cosas.
Siento que el museo fuera una decepción, pero creo que lo acontecido después ha disipado ese mal sabor de boca.
Un abrazo
Alicia, antes de abrir el blog, yo pensaba que lo que nos pasaba a nosotros era lo habitual. Lo que os pasa a todos los viajeros. Porque es una constante en todos los viajes encontrarnos en situaciones inverosímiles: Quedarnos dormidos en un autobús, que se me rompan los pantalones y que nadie me diga nada, encontrarnos un muerto en mitad de la lluvia, hacerme pasar por una turista alemana, que nos lleven en un camión de reparto de butano,… Pero, cuanto más entradas leo y más blogs visito, entiendo que o somos un desastre o que realmente somos el blanco de Murphy. El caso es que sí. Nos pasa de todo y no nos queda más remedio que morirnos de la risa. Aunque, no creas, son tantas cosas y tan frecuentes, que damos por sentado que algo ocurrirá.
En fin, que no sé si recomendarte un viaje con nosotros. Supongo que hay para quienes puede resultar estresante.
Abrazotes
Me has hecho reír, Macarena, con lo de las pintas, la vergüenza, jajaja, pues fíjate, que te he visto en la foto bien natural y con alegría, señal que a pesar de ese mal trago, disfrutabas de lo lindo con Yayo y la peque, ¡está hermosa!!!. Una boda original y explendida en todos sentidos. Qué buena intuición la tuya, sobre la invitación…
Me encanta visitar museos de arqueología, si algún día visito este, recordaré lo de los viernes y la calor jajaja. La piedra, qué historia tan interesante, por suerte a pesar de sus empleos se logró que permaneciera en lugar seguro, como recuerdo de aquella época que perteneció, y siempre será un pedazo de la historia. Me ha encantado viajar una vez más contigo.
Un lujazo en toda regla. Gracias por compartir esta belleza.
Besos;)
Lo más guay del museo, Mila, es sin duda la piedra; pero salvo por ella, no recomendaría su visita. No. En definitiva no es un buen museo.
Y la boda jajajajjjaja, pues eso, que de haberlo sabido me hubiera arreglado un poquito más.
Un besito. Gracias por venir a verme.
Macarena, es una pasada de entrada la he disfrutado. La historia de la piedra es muy interesante, ojala que la pudiéramos haber disfrutado como tu, a mi me encantan las piedras. La boda que pasada no siempre hemos podidos disfrutar de una boda tan tradicional. Macarena estas tremenda es toda un bella jovencita.
Muchas gracias! Besos.
Ay mi Macarena pequeña que ya va siendo no tan pequeña…
La piedra inscrita está chulísima, pero es casi lo único interesante de este lugar. Menos mal que me invitaron a la boda ¿No? Jajajajajaja
Besos Cristina
Qué odisea lo de la piedra, por suerte no se terminó perdiendo como muchas otras cosas que por desgracia se han perdido y lo de la boda que gracioso, veo que pusisteis el toque exótico a la ceremonia, jajaja. Un beso
Ya ves Asun ¡Una sorpresa DE ESPAÑA! Jaajjajaja Ya me podrían haber invitado la tarde anterior y me hubiera arreglado porque con esas pintas pasé una vergüenza horrible.
Un besito
Quiero visitar este mueso, parece muy interesante ❤
Lo mejor es la Piedra Inscrita. Te gustaría. Un saludo!!!!
¡Qué bueno, Macarena! Yo me imagino perfectamente la situación y comprendo tus reparos. A mí también me horroriza ser el centro de atención y más si no las tengo todas conmigo de que estoy presentable. Menos mal que al menos tus peores temores no se confirmaron y no tuviste que cantar para los contrayentes y los invitados jajajajja. De todos modos no deja de ser una anécdota muy simpática y que pocos visitantes han tenido la oportunidad de experimentar 🙂
Respecto a la piedra inscrita, es una verdadera joya. Pena que no esté en un museo que le haga toda la justicia que debería.
Me lo he pasado bomba leyéndote, ¡muchas gracias por compartir la experiencia con nosotros!
Besitos a montones.
Gracias a ti siempre Julia. Aunque hasta el último momento dudé en publicar la foto con los novios ¡Ya bastante tuve allí!
La verdad es que con los míos soy muy payasota y puedo llegar a estar del todo impresentable, pero en la calle y con gente desconocida… Bueno, bueno, y ya en una boda con las chanclas y la camiseta. Uf horroroso.
Un besazo
Todos los museos tienen piezas icónicas, alrededor de las cuales se monta la exposición, así que no te quejes,… siempre vale la pena ver esas piezas «especiales», además con boda incluida y palomitas!!!!! A Norte le hubiese gustado, jajaja.
En tu caso hubiesen dicho «¡Una sorpresa del NORTE de España! Jajajajaja Y no te olvides de la flor con el huevo colgando.
En realidad, Norte, yo lo que quería ver era «esa rara piedra inscrita», pero ya que estábamos allí… y la verdad que es para nota. No obstante, cuando vayas, acércate al Museo igual te invitan a otra boda, o a un bautizo…
Un abrazo
¡Qué bueno, Macarena! En esta entrada creo que está la verdadera esencia de lo que es viajar. Te levantas por la mañana para ver un museo y terminas celebrando una boda con una gente tan hospitalaria y simpática como la que se ve en las fotos. Algo que por cierto en España sería impensable.
La piedra es fascinante, en el s. XIV ya existía el papel, así que el hecho de que lo grabaran en piedra creo que fue un intento de preservar para el futuro ese mensaje. Y desde luego que nos ha llegado.
¡Ah! Y como aficionado a los cómics te agradezco esa imagen de la exposición temporal, para poder apreciar una muestra del arte secuencial de Malasia. Un fuerte abrazo!!
Eres un encanto, David. Sólo tienes palabras bonitas para nosotros.
Lo de la boda fue verdaderamente embarazoso pero divertido tras una visita entre emocionante por la piedra y decepcionante por el resto del museo.
Y los comics… Te hubieran encantado, David. Había una muestra infinita que, paradójicamente era la mejor estructurada del museo.
Un fuerte abrazo!!!!