Pulau Kapas es una pequeña isla paradisíaca a tan sólo seis kilómetros de la costa de Marang, en Kuala Terengganu. La Isla de Algodón, traducida del malayo, es una de las joyas de Malasia. Esconde playas tranquilas, aguas cristalinas y arena blanca. Sin embargo, tras el auge que entre el turismo, principalmente español, han tenido las Islas Perhentians, los viajeros en busca de nuevos paraísos han ido copando la Isla de Kapas que, supongo, en breve terminará por desaparecer de las listas de los últimos paraísos perdidos del Sudeste Asiático.
El auge del turismo en las islas del Este de Malasia
A principio de los años 2010, comenzaron a asomar en los blogs de viajes en castellano las primeras informaciones sobre el paraíso escondido de Malasia: las Islas Perhentians, al Norte de Kapas. Las Islas vírgenes, poco concurridas y de aguas transparentes ideales para el snorkel, disfrutan de su época de auge durante los meses coincidentes con nuestro verano, por lo que pronto se pusieron muy de moda entre los viajeros low cost de nuestro país que sólo gozan de vacaciones en los meses de julio y agosto.
Bungalows a pie de playa, aguas transparentes, arena fina, sol, precios asequibles y un muy buen ambiente ¿Qué más se puede pedir?
El problema fue que las Islas Perhentians no respondieron al aumento de la demanda turística al mismo tiempo en la que ésta se producía, lo que si bien por una parte es genial, por otra, lanzó a los viajeros a una lucha por descubrir islas cercanas que, ofreciendo lo mismo que las anteriores, no fueran tan conocidas, o no estuvieran tan concurridas y, de nuevo, volvió ocurrir con Pulau Kapas. La Isla de Redang, por su parte, quedó algo más a salvo ya que sus hoteles son de superior categoría y, por tanto, más caros.
Ni Perhentians, ni Kapas son islas masificadas. No es eso. Pero si por el momento es complicado conseguir alojamiento en las primeras, salvo una previsión de meses de antelación, en Kapas es posible aún coger la mochila y “probar suerte”.
Y si durante todos nuestros viajes a Malasia –ya lo hemos comentado en nuestras entradas- ha sido raro encontrar turismo de nuestro país salvo en lugares como Kuala Lumpur, Malaca y Georgetown; en Perhentians y Kapas se habla sobre todo español.
¿Te entenderás con Pulau Kapas?
Siempre habíamos descartado visitar las Islas Perhentians. Hay quién dirá que “eso es lo que nos perdemos”, pero este año en concreto nos iba a resultar dificilísimo hacer planes con tanta antelación. Y, para ser sinceros, tampoco nos apetecía “perdernos” en un lugar muy concurrido. Así que, desde el inicio, decidimos que visitaríamos Pulau Kapas (los que nos conocéis ya sabéis que siempre cae algún sitio de playa cuando viajamos).
El problema fue que debemos ya estar mayores para cómo nos trató la isla. Supongo que, con el ambientillo de la isla y siendo más jóvenes, no hubiéramos reparado tanto en que las bebidas casi nunca están frías del todo, que los alojamiento son realmente básicos o que los restaurantes nunca abren cuando tienen que abrir. Creo que esperábamos bebernos una coca-cola fresquita sin mucha complicación, comer bien a cualquier hora del día o estar más cómodos en el hotel; pero o nosotros no entendimos a Kapas o Kapas no era lo que nosotros esperábamos.
En realidad, en ocasiones, hemos pasado largas temporadas en lugares perdidos sin comodidades, pero ha sido otro rollo: tiendas de campaña, playas desiertas,… pero ¿ir a un lugar turístico en el que parece que no eres bienvenido? ¡Si es que fueron pegas por todo!
Alojamiento en Pulau Kapas
A Pulau Kapas hay que ir de lunes a jueves, ya que estando tan cerca del continente, es lugar de esparcimiento para el turismo local que, como además, tiene hilo directo con los hoteles de la isla, tiene más facilidad para acceder al alojamiento (escaso y básico).
Antes de visitar Pulau Kapas, habíamos leído decenas de blogs explicando, bien explicado, todos y cada uno de los detalles de todos y cada uno de los alojamientos que hay en la isla. Claro que cada cual, cuenta la feria según la vive, y lo que para algunos era fantástico, para otros tenía algún problema.
Sin embargo, la nota común era la dificultad para realizar reservas previas de habitaciones o cabañas porque se trata de hoteles que no tienen página en las principales plataformas de reserva de alojamiento por internet. Aun así, antes de embarcarnos, intentamos contactar con algunos de los alojamientos de la isla sin éxito.
Decidimos, entonces, tomar uno de los primeros barcos a Pulau Kapas para poder encontrar algún sitio en el que alojarnos y para el número de días que pudiéramos hacerlo.
Después de preguntar en casi todos los alojamientos de la isla –en los que es, por cierto, difícil encontrar habitaciones triples, conseguimos alojamiento en Ombak Kapas Island Beach Resort, aunque lo de Resort es más un recurso lingüístico. La habitación, extremadamente básica, pero con aire acondicionado y baño individual, costaba 190 RM la noche (41€) que, aunque parezca una ridiculez, es un precio extremadamente elevado para el estándar malasio en relación a los servicios ofrecidos.
Pudimos estar tres noches en la isla, dado que el cuarto día era viernes y el hotel, según nos informaron, estaría al 100% a partir de ese día.
Pasamos tres días haciendo snorkel, paseando por la playa, viendo la caída del sol y participando en los corrillos nocturnos. Incluso pudimos observar el precioso fenómeno de la bioluminiscencia en la orilla de la playa y bañarnos en mitad de un banco de peces.
Comer en Pulau Kapas
En Pulau Kapas no hay tiendecitas de comida, ni cajeros automáticos, ni nada que no sean las cabañas y los pequeños restaurantes de los hoteles.
Durante nuestra estancia, comimos o cenamos en el restaurante del embarcadero, en KBC y en Ombak Café. El problema es que, en cualquiera de ellos, el servicio es lentísimo. Independientemente de esta inevitable circunstancia, nos ocurrió que una noche nos quedamos sin cenar. Unos sitios cerraban, otros sólo servían buffet a los clientes, hubo alguno que dijo que la hora de la comida había finalizado, y en otros, era imposible cenar sin haber realizado una reserva previa. En fin, que la hora de las comidas en Kapas nos parecían una auténtica odisea que terminó por convertirse en una verdadera obsesión por comenzar a buscar pronto el lugar donde comer o cenar.
En resumen, isla bonita, servicios pésimos. No volveremos.
Cómo llegar a Pulau Kapas
Para llegar a Pulau Kapas, hay que llegar a Marang Jetty desde Kuala Terengganu. Algo que nosotros hicimos en un Grab Car que tardó 20 minutos en hacer el recorrido y nos costó 20 RM (4€).
Desde el muelle, se coge un barco, cuyo ticket de ida y vuelta se compra en una de las varias oficinas que hay en el muelle. Nos costó 30RM (6,50€) ida y vuelta por persona, aunque regateamos el precio antes de acordarlo, pues el inicial era de 40 RM (8,50€) por persona.
El barco tarda entre 20 y 30 minutos en llegar desde la costa a la isla y suele salir uno cada media hora aproximadamente. El primer bote sale a las 9:00 y el último a las 17:00 horas.
El transporte de vuelta desde Pulau Kapas a Marang comienza a las 9.30 horas y finaliza a las 17:30 horas
12 comentarios
A beautiful place, but not a dream vacation.
Yes Królowa. Anyway I rather prefer to be on holiday than to stay at home working.
Cuando uno va de vacaciones, por poco exigente que sea, es para pasarlo bien y tener un mínimo de comodidades. Es lo malo de la masificación y de la escasa previsión por parte de los que se encargan de dar servicios, que el desastre está asegurado y casi nadie termina contento. Y lo de tener que buscar lugar para almorzar o cenar con mucha antelación, además de fastidioso, te resta tiempo para dedicar a actividades más gratificantes :(( En fin, que comprendo que no tengáis deseos de volver a esta isla por más bonita que sea.
No tiene nada que ver, pero se me estaba viniendo a la cabeza Salobreña, una población costera de Granada que seguro conoces. Mi hermana tiene allí un apartamento y visita el pueblo con frecuencia. Dice que enteramente parece que a los lugareños les caen mal todos veraneantes y que no se enfuerzan lo más mínimo por atenderlos con agrado (y eso que supongo que les suponen unos buenos ingresos). Vivir para comprender 😛
¡Besitos de viernes, Macarena!
Yo no sé Julia. Por un lado entiendo que vivir en un sitio tranquilo y tener que soportar periódicamente que te invadan esa especie de intimidad, pues debe ser incómodo. Pero por otro, es lo que dices: son tus ingresos. Aunque lo que yo creo es que les da igual tratar como sea a quien sea, total, la gente va a seguir yendo. El problema es que, a medida que te vas haciendo mayor, esas actitudes te van resultando más incómodas que cuando vives una vida «más hippie» en la juventud.
Muchos besitos
Hola Macarena las fotografías de las playas son fantásticas aunque no compensa si no ponen facilidades y entiendo que no queden ganas de volver.
En muchas ocasiones el turismo es un fastidio pero cuando es tu manera de ganarte la vida no acabo de entender ese «sentido tan poco comercial» pero hay gente para todo.
Un beso
La verdad, Conxita, que la isla es una pasada de bonita y el agua es clara y está a una temperatura muy agradable. Pero ¡Qué va! Una cosa es la despreocupación que encuentra en otros lugares por el «modus vivendi» de los habitantes, como puede ocurrir en algunas islas de África o Asia; y otra muy distinta el desprecio al turista que es fuente de ingresos, y en cierta forma, es la impresión que saqué de este lugar. Pero, claro, cada uno cuenta la feria según la vive.
Un besazo
Un sitio turístico y con tan mal servicio no les auguro mucho futuro sino cambian. Un beso
No sé Asun. Estaba realmente todo copado de turismo internacional porque la isla es fantástica. Supongo que lo sabremos con el tiempo. Un besito
Por las bonitas fotos que nos muestras Macarena, veo que es un luga precioso, lastima que el servicio no sea tan bueno. Un beso y feliz fin de semana.
Eso sí, Vicenta, la isla es preciosa. Un besito
Bueno, bueno, … no te pongas negativa,… imagino que bucear en esa aguas debe ser un lujo,… esas playas y esa temperatura,… lo vuelvo a decir … un lujazo y si de lunes a jueves hay poca gente, mejor que mejor! Los demás inconvenientes, Macarena seguro que estás cansada de que te pasen cosas así,… Te aseguro que a Norte no le hubiese importado jajajaja!
Envidia me dais!!!
Sí, Norte, creo que sí te hubiera importado tardar más de una hora en esperar un plato frío tras pasar en el agua toda la mañana. No encontrar donde cenar cuando tienes hambre y que el agua de la ducha no salga del todo caliente. Si ni siquiera había una repisita sobre la que dejar el reloj!!! Creo que Tioman te gustará más. Y aunque bucear aquí está guay, creo que ya si puedo decir que como Filipinas… nada. Es lo mejor que tiene el archipiélago.
Un abrazote