La gran mezquita de Hassan II se ubica en la ciudad de Casablanca y es la segunda mezquita más grande del mundo tras la de la Meca. Su minarete, de casi 200 metros, es hoy día, el más alto del mundo, pudiendo verse el láser que indica la dirección a la Meca a kilómetros de distancia.
Cuenta con las tecnologías más vanguardistas en arquitectura: resistencia a terremotos, techo con apertura automática, suelo con calefacción, puertas eléctricas, un ascensor en su minarete que permite llegar a la parte superior en un minuto y altavoces que amplifican la voz del imán.
La Mezquita de Casablanca es obra del monarca alauita Hassan II que decidió construir en la capital económica de Marruecos un símbolo que la distinguiera de las demás ciudades del país, ya que el resto de ciudades emblemáticas de Marruecos -como las imperiales Fez, Rabat, Meknes y Marrakech– son ciudades con un amplio Patrimonio Histórico Artístico, mientras que Casablanca es una ciudad relativamente moderna y que no disponía de ningún símbolo reconocible nacional e internacionalmente.
La ubicación de la mezquita
Hay teorías que determinan la ubicación de la mezquita en base a un texto sagrado del Corán en que se establece que “el Trono de Alá se alza sobre las aguas”.
En realidad, el texto parece que no pertenece al Corán, sino a Hadïth:
«Él dijo: En primer lugar, no había más que Alá, y (entonces Él creó Su Trono). Su trono estaba sobre el agua, y Él escribió todo en el libro (en el Cielo) y ha creado los cielos y la tierra «. (Sahih Bujari, Hadiz 2953)
Pero si esto fuera cierto, y fuera el único motivo que impulsó a Hassan II a decidirse por un emplazamiento, no hubiera tenido que inclinarse, en un país de un extenso litoral, exactamente por este punto y podría haber ordenado construir la Gran Mezquita en cualquier otro lugar de la costa.
Y aunque sí que es cierto que el punto elegido en Casablanca se realizó por este motivo, es también cierto que el monarca pretendió dotar a Casablanca de una referencia arquitectónica y sagrada de la que la ciudad adolecía.
Detalles de su construcción
La mezquita es obra del arquitecto francés Michel Pinseau. Su construcción duró 8 años y se inauguró en 1993.
La construcción de la Mezquita de Hassan II fue criticada a regañadientes, como es habitual en un país que coarta sutil pero sistemáticamente la libertad de expresión, por ciertos sectores que encontraban en la construcción un gasto excesivo y por la forma en que se llevó a cabo la expropiación de los terrenos.
Dicen que la mezquita costó unos 505 millones de euros en su mayor parte financiados por suscripción pública, aportaciones de empresas y el Tesoro Real.
En la construcción de la Mezquita, se emplearon más de 2.500 obreros y más de 10.000 artesanos marroquíes en los trabajos del mármol, granito, madera, mosaicos y escayolas que embellecen la construcción.
Arquitectura de la Gran Mezquita
La mezquita puede albergar, entre el patio y la sala de oraciones, a más de 100.000 fieles y posee, además, una madraza o escuela coránica, sala de conferencias, un museo, hammams, bibliotecas y un aparcamiento subterráneo.
La sala de oraciones posee 78 pilares que sostienen un techo de madera de cedro con apertura automática y sus lámparas están elaboradas con cristal de Murano y pesan cien toneladas. En la zona de abluciones, destacan sus 41 fuentes de mármol y sus paredes de estuco. Pero las fuentes, sólo se habilitan en fechas muy especiales, por lo que los fieles suelen utilizar los grifos de las paredes. El Hamman no está abierto al público, aunque sí está incluído en los recorridos de las visitas guiadas.
Se trata de una de las dos únicas mezquitas de Marruecos abierta a los no musulmanes –la otra es la Mezquita Tinmel, cuna de la dinastía almohade, cerca de Marrakech-, pero sólo es posible el acceso a las visitas guiadas que se llevan a cabo en inglés, francés y español.
Horarios:
Visitas: 09:00, 10:00, 11:00 y a las 14:00
Viernes: 09:00 y 14:00
Horario de verano
Visitas: 09:00, 10:00, 11:00, 12:00 y a las 15:00
Viernes: 09:00, 10:00 y a las 15:00
Durante el mes del Ramadán
09:00 y 11:00.
Precios:
La entrada cuesta 120 Dh para adultos y estudiantes extranjeros.
Marroquíes y residentes, 60 Dh.
Para estudiantes marroquies y niños menores de 12 años, 30 Dh.
Grupos de más de 100 personas, 50% de reducción.
Normas de vestimenta
Para acceder al templo se requiere un vestuario adecuado (pantalón largo y hombros cubiertos) sin que sea necesario que las mujeres tengan que cubrirse la cabeza.
Para acceder a la sala de oraciones hay que quitarse los zapatos.
Los turistas sólo visitan la sala de oraciones, la de abluciones y los dos hammams y, aunque parezca poco, sabedores de las dimensiones del templo, la hora y media que aproximadamente dura la visita es suficiente para hacerse una idea de cómo es y qué contiene la construcción.
Los guías, además de los detalles de la visita, realizan una entusiasta aproximación a los principales preceptos islámicos: El Ramadán, los rezos, el Corán,…
NOTA: Quiero agradecer a Margarita Otero López la cesión de todas las fotografías que ilustran esta entrada.
24 comentarios
Es preciosa. Un beso
Sí Susana, impone.
Un beso
Hola Macarena! Vaya maravilla de lugar, ¡me ha encantado! es una mezquita preciosa.. y las fotos así lo demuestran. La primera foto con ese cielo azul es maravillosa. Un lugar que hay que descubrir sin lugar a dudas. Yo sigo anotando sitios para nuestra ansiada ruta por el país. Un besazo.
Es bastante imponente, la verdad; aunque la entrada a mí me resulta algo carilla.
Un besito
Es inmensa, Macarena.
Me llama poderosamente la atención esos preciosos artesonados de madera tan ricamente labrados.
Besitos 🙂
Carmen, piensa que en este tipo de obras de envergadura que, en cierta manera, exhiben el poder, o la religión, o la identidad de un lugar -llámese como se quiera llamar- escogen a los mejores artesanos del país que se dedican en cuerpo y alma a trabajar para el proyecto. Desde luego, no dejan nada al azar.
Un beso
Por las fotos que nos muestras Macarena se ve preciosa. Me encantaria visitarla para poder verla mejor, pues lugares como este no se ven muy amenudo. Un beso
La suerte es que en Marruecos sólo hay dos mezquitas a las que permiten el acceso a los no musulmanes y ésta es una de ellas, aunque hay lugares que nos están vetados, claro.
Un besazo
Qué pasada de sitio…me parece espectacular. Me encantaría visitarlo 🙂
Espero tu opinión en mi último post, besitos!
Es espectacular, Aitana. Me alegro que te guste. Un beso
Impresionante!! Las fotos son preciosas si es como se ve en las fotos debe ser digna de ver además Casablanca es uno de los lugares que mi marido y yo queremos conocer. Un beso
Bueno Asun, Casablanca es quizá la ciudad menos segura de Marruecos. Es una megaurbe caótica y, aunque sí hay cosas, hay lugares con más encanto.
Besote
La verdad es que Marruecos tiene un patrimonio cultural que apabulla. Si a eso sumamos además la vistosidad de sus construcciones….apaga y vámonos jeje.
Tenemos pendiente desde hace mucho visitar Marruecos. Tarde o temprano iremos.
Tenéis que animaros, de verdad: está cerca, tiene mil cosas que ver y hacer y, además, es barato. A los niños le encantará porque hay comodidades para ellos y pueden realizar muchas actividades.
Un beso gigante, familia.
Es increíble!! Vaya despilfarro pero valió la pena ver cada una de las fotografías. Es muy hermosa. Feliz día!!
Muchas gracias Keren. La verdad es que se esmeraron mucho, pese al trabajo y la inversión que hubo que hacer.
Te tengo muy abandonada, lo sé y tengo que poner remedio.
Un gran beso
Echaba de menos leer tus excelentes artículos, ahora que ya estoy recuperada del viaje y la lavadora ha dejado de ser mi fiel compañera en casa, puedo dedicar mi tiempo libre a deleitarme con post como estos. Madre mía, que dimensiones tiene esta mezquita, por no hablar de la cantidad de medios económicos y humanos que se han destinado para su construcción. Cuando vivíamos en Canarias tuvimos la oportunidad de acércanos a Marruecos y ahora nos arrepentimos. Algún día iremos, seguro.
Ay Alicia, mira que no puedo saber exactamente cuál es el tono de tu voz, pero te siento en esa mezcla de felicidad y nostalgia que, al menos a mí, me embarga cuando vuelvo a la realidad. Bueno, siempre pienso que es el principio del siguiente viaje. A nosotros ya nos va quedando menos, gracias a Dios, porque se me está haciendo de largo…
Viajar a Marruecos siempre tiene remedio porque, por suerte, está muy cerquita y se puede llegar en un corto viaje de 45 minutos en barco, o bien en un vuelo asequible y rápido a cualquiera de sus aeropuertos, que son muchos. Ya sabes que a nosotros nos pilla «a tiro de piedra» y si no fuera porque las colas de la frontera, de un tiempo a esta parte son infernales, pasaríamos allí mucho más tiempo -antes era así-.
La mezquita de Casablanca es espectacular, la verdad. Aunque claro, hay tantos sitios en Marruecos espectaculares que uno no sabe ya cuál es su favorito.
Te deseo una feliz incorporación a la rutina y un viaje en no mucho tiempo.
Un besazo
Ostras, qué preciosidad. Me ha encantado.
Me alegro. Y ahora… a planear el viaje para verla jjjjj Un abrazo!!!!
Espléndidas fotos acompañadas de magníficos comentarios.
Y aunque este sea un post sobre una mezquita en partícular, Marruecos tiene tantas cosas que ver que no sabes por donde empezar. 🙂
Algún día iremos…
Saludos.
Muchas gracias.
¡Seguro que vais! Marruecos es un destino muy «a mano». Y ya veréis lo que os gusta, elijáis la parte que elijáis.
Un abrazo!!!
Suertudas que tiene a Marruecos tan cerca.Yo he tenido que viajar 14 horas a Madrid. desde Argentina y en Barajas volar a Tanger.Pero es tan maravillosa Marruecos, con tantos contrastes , la modernidad y la tradiciòn, el desierto y los zocos , las ciudades modernas y las aldeas.Nos ha maravillado ,Volveria .A la mezquita de Hasan II la vimos solo por fuera porque era viernes, y no se podia entrar, ellos estaban en oración.
Ay Noemi, la verdad es que vivir tan lejos de todo tiene su parte mala, como es el relativo aislamiento al que estamos sometidos, y su parte buena, tal y como comentas. Esperemos que pronto vuelva la normalidad y podamos seguir visitando Marruecos porque por el momento las fronteras están cerradas y es un país inaccesible para españoles. De hecho, muchos de los trabajadores trasfronterizos que cruzan cada día a nuestra ciudad, se hallan al otro lado de la frontera en este momento y no hay visos aún de que vaya a reanudarse el intercambio en un tiempo largo.
Gracias por tu comentario.
Un fuerte abrazo.