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Fadiouth (Senegal 2013) |
Yayo y yo visitamos por vez primera Senegal en el año 2003 cuando aún no había autovías en el país, ni construcciones, ni paseos en camello a orillas del Lago Retba.
Muchas veces, ya pasados los 40, he echado la vista atrás. He recordado nuestros viajes y he mirado nuestras fotos. He pensado en mi vida, en la de Yayo, en nuestras vidas juntos; en los buenos y los malos momentos, pero si hubiera de quedarme con un momento, uno sólo, un instante de mi vida en el que fui plenamente feliz, fue allí, en Senegal.
Senegal 2006 |
En 2013 alquilamos una casa en Saly (Senegal) |
Para entonces, las cosas habían cambiado mucho en el país: el aeropuerto se había modernizado y ya no se parecía nada al aeropuerto de Estambul en “El expreso de medianoche”. Habían construido cientos de kilómetros de autovía y estaban construyendo un nuevo aeropuerto cerca de Saly a costa de llevarse por delante todo un bosque de baobabs.
Mezquita de nueva construcción en M´bour (Senegal 2013) |
El lago rosa ya no era tan rosa porque habían edificado varios complejos turísticos a su alrededor, y la playa de Saly había dejado de ser una extensión infinita de arena: las construcciones a pie de playa se habían comido la arena y llegaban hasta el mar, de manera que ya no se podía pasear de forma ininterrumpida por la orilla.
Puerto de M´bour (Senegal 2013) – Por suerte, hay cosas que no han cambiado en Senegal |
Aunque había cosas que todavía no habían cambiado: el calor y la alegría de su gente, sus costumbres, las jirafas de Bandia, los colores de Gorée, las conchas de Fadiouth,… pero ya nunca fue igual. Senegal había dejado de ser ese país del África Negra que habíamos conocido años atrás absolutamente salvaje y lleno de tradiciones. No. No era el mismo Senegal que me había enamorado y desde entonces muchas veces me he hecho la misma pregunta: Y ahora…¿En qué lugar moriré yo?
3 comentarios
Precioso!!! y soy una lectora muy exquisita. Me gustaría saber mucho mas de esos mundos. Querías morir allí de entre todos los sitios que has visitado ¿Qué tendría tan especial?
Hola Justa!
La gente, el color y la luz, los atardeceres, el ritmo de la vida… Si fueras allí seguro que también lo disfrutarías.
Muchas gracias Justa por visitarnos. Un beso.
Denada, quiero mas