Deir El-Qamar (دير القمر) es un pequeño y bello pueblo de montaña ubicado en el corazón del Monte Líbano, junto al Palacio de Beiteddine.
Deir El-Qamar significa “Monasterio de la Luna” y fue capital del Monte Líbano cuando la escasez de agua en la antigua capital, Baaqline –a sólo 4 km de Beiteddine-, obligó al emir Fakhr el-Dine Maan II a cambiar la capitalidad. A principios del siglo XIX, este pequeño enclave de las Montañas Shouf perdió su posición que, en cambio, ganó Beiteddine, a tan sólo 5 kms. Sin embargo, para los drusos la ciudad siguió siendo el centro de sus feudos hasta los sangrientos enfrentamientos entre drusos y cristianos, entre 1841 y 1860.
La arquitectura feudal de Deir El-Qamar es única en Líbano y sigue conservando sus calles empedradas, tus tejas rojas, sus jardines amurallados y sus bellos balcones. Por ello, es una pena dejar de visitarla cuando se llega hasta Beiteddine.
Lugares de interés en Deir El-Qamar
Plaza Dany Chamoun
Conocida también como plaza Al-Midan, hoy día lleva el nombre del hijo menor del expresidente Camille Chamoun, ya que tanto el padre como el hijo nacieron en esta localidad.
En esta misma plaza, se encuentra la Mezquita Fahr El-Dine Maan, fechada en 1493, que fue construída por el emir para sus soldados mercenarios musulmanes. En 1960, su minarete quedó dañado por un terremoto y aún hoy se puede observar su inclinación.
Tras la mezquita hay un pequeño mercado de souvenirs, en realidad, un par de tiendecitas.
Palacio de Emir Younes Maan
Younes Maan era hermano del emir y comandante del ejército durante el exilio de Fakhreddine en Italia, en 1613.
En el siglo XVII, el palacio fue incendiado por los otomanos y luego restaurado por Fakhreddine. El Emir Youssef Shehab, demolió el palacio y usó las piedras para la construcción de su propia residencia.
En la actualidad, este palacio se utiliza como residencia privada y está cerrado al público.
Palacio de Fakhr el-Dine (Museo de Cera Marie Baz)
El edificio que hoy alberga el museo de cera de Deir El-Qamar, fue en realidad el palacio de Fakhr el_Dine Maan II en 1614. Pero fue reducido a cenizas por el otomano Pasha Yusuf Sayfa, el mismo que quemó el Palacio del Emir Younes Maan. Como venganza, Fakhr el-Dine reconstruyó el palacio, en 1620, tomando las piedras del palacio de Pasha en Akkar, al norte de Trípoli.
Hoy día, la única parte visible del palacio es la que alberga el Museo de Cera Marie Bax.
Serail Youssef Shehab
Es conocido por la masacre de 1.200 cristianos por los drusos en 1860. Hoy alberga dependencia municipales y rara vez se abre a visitantes.
Silk Khan
Como Khan el Franj de Sidón, fue un caravasar construido en 1595 en cuya parte inferior se hallaba un mercado de seda, joyas y piedras preciosas.
Cuartel Kharj
Se trató de un cuartel y un gran almacén de municiones en el siglo XVII, pero tras su remodelación en 1840, se convirtió en un almacén de alimento para soldados. Hoy día alberga el Centro Cultural Francés.
Sinagoga
Se encuentra cerca del Cuartel Kharj y fue construída en el siglo XVII para el culto de la hoy desaparecida población judía local. No está abierta al público.
Palacio del Emir Ahmed Shehab (Gergis Baz)
Fue construido por el emir para su esposa en 1755, pero a la muerte de su esposo, su viuda lo vendió a Gergis Baz, una importante figura política de la época. Su arquitectura es también tipo khan, con un patio central y dos alturas. Alrededor del patio hay dormitorios y baños.
Iglesia de Sadet al-Telle (Nuestra Señora de la Colina)
Reconstruída y destruída desde su construcción, en el siglo VII, sobre los restos de un templo fenicio, en la puerta se encuentra tallado el símbolo de la ciudad: una media luna bajo una cruz, en referencia al nombre de Deir El-Qamar, el Monasterio de la Luna.
La visita a Deir-El Qamar
Como hemos ido detallando, casi todos los edificios históricos y de interés en Deir El-Qamar albergan oficinas municipales o residencias privadas y, por una u otra razón, se hallan cerradas al público y uno puede sentirse ciertamente decepcionado por ello.
Cuando nosotros fuimos, ni las dependencias que deberían estar abiertas lo estaban: ni siquiera las iglesias, ni el mercadillo navideño de la Plaza Al-Midan, a pesar de que era jueves, un día laborable como cualquier otro.
Aun así, es una maravilla pasear por este tranquilo lugar y ver la estructura de sus calles empedradas, sus casas de piedra, sus balcones llenos de macetas, sus más de seis iglesias, y el emplazamiento en el que se encuentra con vistas a todas las Montañas Shouf. Además, sería una pena visitar el Palacio de Beiteddine, a tan solo cinco kilómetros, y dejar de pasar por este enclave lleno de historia.
Qué ver cerca del Deir El-Qamar
Castillo de Moussa
Entre Beiteddine y Deir El-Qamar se puede visitar el Castillo de Moussa, un auténtico castillo medieval nacido del sueño de un niño y hecho realidad para conquistar el amor de su niñez.
Moussa Abdel Karim Al Maamari, un niño de 14 años, que sacaba malas notas y del que se burlaban sus compañeros, decidió abandonar la escuela para aprender el oficio de albañil. Mientras trabajaba en la reconstrucción del Castillo del Mar de Sidón y en muchos otros edificios históricos, decidió que invertiría sus ahorros en el terreno sobre el que construiría su propio castillo para así conquistar el amor de su infancia.
Desde 1962 colocó una a una todas y cada una de las piedras de su castillo que abrió sus puertas a visitantes en 1967, aunque no fue hasta 2012, 50 años después, que las obras del castillo finalizaron completamente. Hoy día, el castillo muestra figuras tradicionales, escenas históricas, armas y una excéntrica colección de objetos que Moussa ha ido acumulando con el paso de los años.
El castillo abre desde las 8:00 de la mañana y la entrada cuesta 15.000 L.L. (9€) para adultos y 7.500 L.L. (4€) para niños.
Reserva de Cedros de Shouf
Pese a que los más famosos del país y catalogados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO son los cedros que se encuentran en El Bosque de los cedros de Dios, cerca de Bisharri; no muy lejos de Deir El-Qamar se encuentra otra reserva protegida.
El cedro es el árbol nacional de Líbano y forma, incluso, parte de su bandera. La Reserva de Shouf posee el 20% de los árboles de cedro del país, algunos de los cuales datan de hace 2.000 años, y cubre el 5% de la superficie total de Líbano. El área puede recorrerse a pie, en bici y en quad. En la entrada de Barouk se encuentran la mayor parte de guías y señalizaciones para realizar los senderos.
Informaciones adicionales sobre Deir El-Qamar
En la carretera principal, junto a la Plaza Al-Midan, hay dos pequeños restaurantes para comer. Nosotros elegimos Funky Monkey porque hacía frío y estaba más resguardado, pese a que parecía más un lugar de reunión para jóvenes que un restaurante. Está muy bien de precio y el servicio es muy rápido. Además está muy limpio y tiene baño. Se trata más de comida rápida que de otra cosa, pero fue allí donde comimos la mejor pizza, el mejor döner y el mejor bocadillo de pollo y queso de todo Líbano por no más de 17€.
Cómo llegar y salir de Deir El-Qamar
Esta zona no es un lugar precisamente transitado y no es del todo fácil hacerlo por libre porque los autobuses son escasos y los taxis nulos. Hay varias combinaciones (ninguna fácil, ni que implique coger un solo medio de transporte) para llegar desde Beirut y salir con destino a la capital, pero como lo normal es combinar la visita con el Palacio de Beiteddine, cuando hagas tu ruta, procura tener en cuenta ambas visitas y la distancia de 5 km que separan un lugar de otro.
Sabiendo esto, nosotros visitamos primero Beiteddine porque, en caso de no poder coger ningún medio de transporte, pensábamos hacer los cinco kilómetros andando y el paseo desde el Palacio a Deir El-Qamar es cuesta abajo, mientras que si lo haces en sentido opuesto, tendrás que subir una cuesta.
En la entrada sobre el Palacio de Beittedine, hemos contado que llegamos desde Beirut en un autobús desde la Intersección de Cola tras una hora y cuarto y que éste nos dejó en una rotonda desde donde había que bajar una cuesta hasta el Palacio.
Desde allí, una vez finalizada la visita, logramos que un militar avisara a un taxi que nos llevó hasta Deir El-Qamar.
Para salir de Deir El-Qamar hay una furgoneta que para justo enfrente de la mezquita Al-Midan a las tres de la tarde (sólo a ésta hora) y te lleva hasta Beirut en tan sólo 45 minutos. Era supercómoda y pagamos por el trayecto 5.000 L.L. (3€) cada uno.
Ahora bien, en caso de no haber podido coger este medio de transporte, la única solución que encontramos posible hubiera sido desandar el camino hasta la rotonda de Beiteddine, donde nos había dejado por la mañana el autobús de Beirut, para poder coger un transporte de vuelta.
25 comentarios
Hola Macarena! un lugar muy interesante este que nos enseñas hoy. Me encantan los pueblos así (soy muy de pueblo, que le vamos a hacer jaja) y la verdad es que sería uno de los sitios que añadiría a mi lista si visitara la zona. Una pena que lo pillarais todo cerrado, quizás por el tiempo? por lo que se ve en las fotos no era muy bueno… pero lo importante es que pudisteis disfrutarlo de igual modo. Pasear por esas calles tiene que ser una pasada. Un beso.
¡Hola Verónica!
Además de bonito y acogedor, este pueblo tiene muchos lugares alrededor que posibilitan excursiones y caminatas. Es ideal.
No sé qué pasaría. Creo que debe ser un lugar de segunda residencia para la gente de Beirut, así que imagino, que los fines de semana estará más animado. Desde luego, «el sarao» estaba preparado, aunque cerrado.
Y lo del tiempo… en fin… en diciembre es temporada de lluvias, así que bastante poco nos llovió como para como se encapotaba el cielo en algunos momentos.
Un besito
Gracias por tu reportaje, las imágenes son magnificas.
Gracias a ti.
Me ha encantado Macarena. Sus calles empedradas, estrechas y empinadas con esas casas de piedra, me ha recordado a «Mí Pueblo» Cáceres. Así es la parte antigua. Entrar en estos lugares parece que cambiamos de siglo, además las pillastes muy vacias de personal que es como se disfruta bien.
Buen martes.
Besos.
Creo, Laura, que Líbano y nosotros tenemos tantas similitudes…
Coincido contigo: los lugares así son encantadores y facilitan esos viajes en el tiempo que a muchos nos gustan tanto.
Y respecto a la gente… en Líbano fue así siempre. Nunca había nadie en ninguna parte; y cuando digo nadie, quiero decir turismo, ajetreo ajeno a la vida cotidiana. Todo un placer, sin duda.
Un besito
Qué preciosidad de sitio, ciertamente sería una pena pasar cerca y perdérselo. Además tiene muchísimas cosas que ver más o menos concentradas, aunque es un fastidio que la mayoría estén cerradas al público. Las fotos que nos muestras son una maravilla, especialmente las de las calles empedradas y solitarias. No sé por qué tengo la sensación de que estar allí y sentirse inspirada para escribir historias debe ser todo uno :))
Como siempre, Macarena, me parece excepcional toda la información que dáis, tanto histórica, como geográfica, como artísitica, como práctica para llegar y salir de los sitios. Si alguien está interesado en hacer el viaje le ahorráis muchos calentamientos de cabeza. ¡Sois unos cracks!
Besos de martes, guapa.
Ohhh ¡Muchas gracias Julia!
Pues fíjate que allí, Julia, me invadió una sensación parecida a la que cuentas: un sitio tranquilo, lleno de naturaleza en sus alrededores, sin ruido de coches, a pocos kilómetros de la capital… Yo también pensé que era un lugar ideal para vivir; aunque luego pensé en los precios de todo en Líbano, la ubicación geográfica cercana a Siria, los conflictos bélicos tradicionales en esta parte del mundo… Y dije.. «Vale, vendré por temporadas, pero mejor me quedo con mi casa y así habrá un plan B para cuando haya que salir corriendo» (aunque, a lo mejor, es de aquí de donde tengo que salir corriendo un día, tal y como están las cosas jjjjj)
Un besazo
Te habla la loca de los pueblos con encanto, calles empedradas y casitas…me chillan. Asi que en este lugar estaria encantada de la vida, sin importarme que me dejen entrar a los edificios históricos jajaja Muy bonito:)
Te gustaría, Alicia, porque además, en los alrededores se pueden realizar otro tipo de excursiones y actividades al aire libre.
Un saludo!!!
Qué lugar tan bonito, no sabía que existía en ese zona un lugar así. Un beso
Es un lugar de contrastes increíbles.
Un besito
Hola. Deseo saber cómo hacernos «blogs amigos» para incluirte en el mío: https://marcosplanet.blog
Gracias 🙂
Po la fotos veo que es un lugar precioso. Me encantaría visitarlo, así que este va a mi lista de viajes. Un beso
Es un pueblo muy acogedor y pintoresco. Las casas están conservadas estupendamente y en los alrededores pueden hacerse numerosas excursiones. 100% recomendable.
Un besito Vicensi.
Hola Macarena
Enhorabuena por todas las entradas que has realizado sobre el Libano, estoy encantado con todos tus comentarios e informaciones útiles.
El Libano me parece un lugar interesante para viajar y no descarto hacerlo en algún momento.
Espero ansioso las entradas de Baalbeck y Anjar, si tienes previsto realizarlas, pues he visto que estos lugares también los visitaste.
Gracias por todo y un saludo
¡Hola Yesus!
Muchas gracias por tu comentario, de verdad. Me anima a seguir escribiendo y proporcionando informaciones para que puedan ser aprovechadas por otros viajeros.
Creo que estarás encantado de visitar Líbano. Pese a los pocos días, los precios y la dificultad para los transportes, ha sido uno de los países que más ha dejado huella en nosotros. Jamás imaginamos que pudiera ser así. De hecho, antes de viajar, hasta me daba vergüenza contarlo por las reprimendas que temía recibir y ¡Ya ves! Es un lugar increíblemente excepcional y una de sus mayores ventajas es que no está masificado -en realidad, ni masificado, ni lleno- algo que es ya muy difícil de encontrar en cualquier destino que elijas esté donde esté.
La semana que viene (martes y jueves) dedico las entradas a Baalbek. En la primera cuento todo acerca de las Ruinas. En la segunda hablo del resto de visitas que pueden hacerse en la ciudad. La primera semana de abril, hablaré de Anjar y Mleta, el museo de hezbollah al sur del país. Y ya sólo me quedaría publicar una última entrada sobre las conclusiones. En realidad, he seguido en cierta medida el orden cronológico de nuestra ruta.
Me alegro que te esté gustando esta serie de entradas y espero que te ayuden a decidirte finalmente sobre tu idea de viajar allí.
Un saludo!!!!
Jo, leyendo la entrada y viendo las fotos pensaba en que si cogiéramos las imágenes y no dijéramos de dónde son muchos, yo el primero, jamás las relacionaríamos con el Líbano. ¿Castillos? ¿Árboles de Navidad? Esas calles empedradas… Es lo que tiene la ignorancia, y gracias a esta magnífica serie estamos conociendo y sorprendiéndonos de este hermoso lugar.
También me encantó la historia de ese pequeño que construyó el castillo.
Un fuerte abrazo, Macarena!!
Es la belleza que tiene Líbano, David. No esperas lo que el país ofrece, así que te sorprende en cada rincón.
Un fuerte abrazo!!!
Sí que tiene un aire feudal muy acusado,… y en verdad es algo que uno no espera encontrarse en un lugar como ese. Además parece que el turismo no es demasiado exagerada. Y además ese bosque de Cedrus libani que se encuentra cerca,… uffff!
Jejejejeje Hay que ir, Norte, hay que ir.
Es un lugar bonito, la verdad; y ya no sólo por la estructura del pueblo, sino por todo lo que hay en sus alrededores. Líbano es tan sorprendente… Y lo mejor de todo es eso: No hay turismo.
Un fuerte abrazo!!!
Parece Líbano un país de contrastes. Ese pueblo medieval en un país distinto. Espero tener salud para seguir visitando países que no conozco. Me encanta el reportaje que nos habéis traído. Un abrazo.
Mamen, este sitio es más cercano que Dubai y con el grupo tan majo que formáis ibais a disfrutar muchísimo porque hay muchísimas cosas que ver. Supongo que todo es planteárselo. Sé que te gustará.
Un beso enorme.
Hola. Gracias por la información. Me ha servido para afinar un cuento q estoy escribiendo sobre cómo llegaron los Behaine a Colombia
¡Vaya!¿Qué interesante! Muchas gracias David por haber dejado tu ilusionante comentario.
Un fuerte abrazo. Me alegra haber sido de utilidad.