Bucovina, en Rumanía, se encuentra en el Noroeste del país y se trata de una región histórica dividida entre Ucrania y Rumanía. Aunque su nombre no es oficial hoy día, sigue utilizándose, entre otros, para referirse a la zona en la que se encuentra uno de los mayores tesoros artísticos de Rumanía: Las Iglesias Pintadas.
Estas Iglesias Pintadas, al Norte de Moldavia, se encuentran en su mayoría en el centro de un Monasterio Fortificado –como protección de los ataques otomanos- y tanto por su arquitectura en estilo arquitectónico moldavo, su período de construcción –entre los siglos XV y XVI- y sus frescos exteriores, se aglutinan bajo la denominación de Iglesias o Monasterios Pintados de Bucovina o Iglesias de Moldavia.
Existe casi una veintena de estas Iglesias en la zona, aunque únicamente ocho de ellas han sido inscritas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Aunque haya quien diga que vista una, vistas todas, la verdad es que todas y cada una de ella merecen la pena ser conocidas, ya sea por sus colores, las representaciones de sus frescos, su ubicación o su arquitectura. No. Todas no son iguales.
De hecho, si hay una peculiaridad que las hace únicas son sus enigmáticos colores, pues en cada una predomina uno de ellos por encima del resto. Además, el color parece ser único en el mundo: creado a partir de pigmentos orgánicos, los expertos parece que no han encontrado aún las proporciones exactas con las que fueron creados, así que son irrepetibles y será mejor que los grabes en tu memoria, pues no los podrás ver en ningún otro lugar del mundo. Quizá algo parecido, pero iguales, no.
En Voronet, quizás el Monasterio más famoso de todos, predomina un azul único, denominado “Azul de Voronet” por artistas y creadores. En Sucevita, destaca el color verde, al igual que en Arbore. Moldovita es rico en tonalidades ocres y amarillas y en Humor destacan el marrón y el rojo.
Las Ocho Iglesias Pintadas de Bucovina Patrimonio de la Humanidad
Las Ocho Iglesias de Bucovina que han entrado a formar parte de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad son las siguientes:
Iglesia de la decapitación de San Juan Bautista en el monasterio de Arbore (1503)
Iglesia de la Asunción de la Virgen en el antiguo monasterio de Humor (1530)
Iglesia de la Anunciación en el monasterio de Moldovița (1532)
Iglesia de la Santa Cruz de Pătrăuți (1487)
Iglesia de San Nicolás y el Catholicon del monasterio de Probota (1531)
Iglesia de San Jorge en Suceava (1522)
Iglesia de San Jorge en el antiguo monasterio de Voroneț (1487)
Iglesia de la Resurrección del monasterio de Sucevița (1583)
No obstante, en nuestra ruta por la región de Bucovina, recorrimos algunas otras de las que también vamos a hablar.
Veníamos de la Región de Maramures y, tras el recorrido que hicimos por las Iglesias de Moldavia, nos dirigimos hacia el Sureste, a Tulcea, así que compusimos nuestra ruta teniendo en cuenta nuestro punto de partida y nuestro próximo destino.
Empleamos 3 días, casi 4, en el recorrido que vamos a mostrar porque, pese a que las Iglesias se visitan en relativamente poco tiempo, las distancias se hacen aquí algo más largas de lo habitual. Así que hicimos una noche en Radauti y dos en Suceava.
Llegar desde Viseu de Sus al Monasterio de Moldovita se nos hizo muy pesado, aunque se trataba de una buena carretera. Por el camino, además, no hay gasolineras ni sitios en los que comer, por lo que paramos en una especie de “feria de campo” para comer algo de carne a la barbacoa.
El Monasterio de Moldovita
El Monasterio de Moldovita es un buen comienzo para hacer una ruta por las Iglesias Pintadas de Bucovina, pues su fortificación exterior hace imaginarse cómo sería la vida en aquellos lugares en los fríos inviernos en los que se luchaba contra el enemigo “infiel”.
Todos los monasterios clasificados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad contienen frescos en el exterior de sus iglesias que, en su momento, tenían un fin didáctico para los fieles, en su mayoría, incultos.
Los frescos se encuentran protegidos por un alero del tejado que rodea toda la iglesia, pero el tiempo ha ido haciendo mella en la pintura por lo que las que mejor se conservan se encuentran ubicadas en la cara Norte, más sombría y húmeda y, por tanto, menos expuestas a las condiciones climáticas adversas de esta parte de Europa. Las pinturas de la parte Sur se encuentran más deterioradas o casi desparecidas.
El color predominante en Moldovita es el ocre, aunque los azules pueden llevarnos a despiste.
La mayor parte de los frescos exteriores reflejan escenas bíblicas, de la vida de los santos y, escenas contemporáneas de la época, como la magistral representación del Asedio de Constantinopla.
El interior de la Iglesia también se encuentra profusamente decorado con todos los martirios habidos y por haber que se infligieron a los santos, aunque en los interiores y por norma, suelen estar prohibidas las fotografías.
El precio de la entrada es de 5 lei (1€) para los adultos y gratis para los niños. El aparcamiento es gratuito y el baño cuesta 1 leu.
La tasa para hacer fotografías es de 10 lei (2€) aunque nadie la paga.
En Moldovita existe un museo e, incluso, un acceso 3D a todas las estancias del Monasterio. En el museo se hallan expuestas dos piezas de gran valor: un tapiz y un incunable, además de reliquias de varios santos.
El Monasterio de Sucevita
La fortificación de la Iglesia es impresionante en el Monasterio de Sucevita que, de hecho, alberga las celdas del monasterio, no como el Moldovita en donde la parte del convento se hallaba en el exterior del recinto.
El color que predomina en el Monasterio de Sucevita es el verde y se dice que posee las pinturas mejor conservadas de toda la región.
Lo primero que llama la atención al llegar es el gran fresco de “La Escalera de las Virtudes” lleno de ángeles dispuestos de manera ordenada en contraste con el desorden del infierno.
No obstante, el Monasterio es una verdadera obra maestra en la didáctica religiosa. En su interior, hay cuatro estancias, cada una dedicada a narrar acontecimientos bíblicos y religiosos, pero cuanto más cerca del iconostasio, más se pueden hallar escenas de la vida de Jesús.
La entrada cuesta 5 lei (1€) adultos y 2 lei los niños. El aparcamiento cuesta 3 lei y 1 leu el baño.
También hay un museo en Sucevita que contiene bordados, cuadros y distintos y curiosos objetos religiosos de incalculable valor.
El primer día sólo nos dio tiempo a visitar los Monasterios de Moldovita y Sucevita, pese a que habíamos planeado que visitaríamos Putna y Arbore. No obstante, los trataríamos de ver al día siguiente, aunque finalmente, no pudimos ver la Iglesia de Putna, pues era 15 de agosto y había una peregrinación masiva al Monasterio.
El Monasterio de Arbore
La Iglesia de Arbore es la más pequeña de las Iglesias Pintadas de Bucovina y carece de campanario porque, a diferencia de las otras, no fue sufragada por un príncipe, sino por un noble terrateniente. También, a diferencia de las demás, y dada su ubicación, el friso mejor conservado es el del Sur.
El color predominante en Arbore es el verde, con 47 tonalidades cuya composición aún no ha sido descifrada, pese a que los científicos han descubierto más de 30 componentes en las mismas. Por ello, es tan difícil restaurar los frescos de Bucovina y tan necesaria su preservación.
Para ver Arbore, hay que aparcar en la carretera y la entrada se paga para acceder al interior de la Iglesia, ya que no hay muros altos que impidan contemplar el exterior de la Iglesia.
Los adultos deben pagar 5 lei y, aunque la tasa para hacer fotos cuesta 10 lei, no la cobran.
El Monasterio de Humor
La arquitectura del Monasterio de Humor difiere en gran medida de la del resto de Iglesias Pintadas de Bucovina. En primer lugar, carece de torre y, por otra parte, el exonartex abierto es el primero de este tipo en Bucovina. Durante el siglo XV fue uno de los Monasterios más importantes de la región.
En el Monasterio de Humor, en el que destacan notablemente los colores rojizos, resalta el fresco del juicio final, repetido una y otra vez en muchas de las Iglesias Pintadas. También son remarcables las escenas de la vida de San Nicolás y la representación de El Asedio de Constantinopla.
Aunque la iglesia de la Asunción de la Virgen no es más pequeña que las otras Iglesias Pintadas, la ausencia de la torre y la línea del techo comparativamente baja dan la impresión de dimensiones reducidas. En las fachadas se pueden encontrar todos los temas que también se encuentran en las fachadas de las otras iglesias pintadas, utilizando proporciones características del estilo pictórico bizantino
La entrada al Monasterio cuesta 5 lei para adultos y 2 para estudiantes, además de 10 lei (2€) por hacer fotografías que una monja cobra sí o sí al salir del recinto.
En Humor aparcamos en la calle no en el aparcamiento. Y el baño cuesta 1 leu.
El Monasterio de Voronet
El Monasterio de Voronet es el más famoso de los Monasterios de Bucovina, quizás por ese azul inimitable conocido por pintores y artistas.
Por este motivo, es uno de los monasterios más visitados y en el que más gente encontramos. Además, en el exterior se ha organizado un amplio negocio en torno al monasterio y pueden encontrarse, además de souvenirs, puestecillos de comida y bebida e, incluso, ofertas de excursiones en caballo y quads.
Cuentan que Esteban el Grande construyó Voronet después de ganar una batalla contra los turcos y dedicó la Iglesia a San Jorge.
Parece ser que la Iglesia fue levantada en tan solo cuatro meses –igual que la de Sucevita- lo que demuestra el alto nivel profesional de la construcción en ese momento.
En el pórtico podremos observar una magnífica escena del Juicio Final, probablemente la mejor de entre todos las que podemos encontrar pintados en los diversos monasterios.
La entrada a Voronet cuesta 5 lei para adultos y 2 lei para estudiantes. No aparcamos en el aparcamiento, pero sí usamos el baño, que cuesta 1 leu.
Con Voronet terminó nuestra ruta del segundo día en la ciudad de Suceava, que fue donde pasamos la noche.
El Monasterio de Dragomirna
El Monasterio de Dragomirna no tiene frescos exteriores, pero su arquitectura es una preciosidad.
La Iglesia del Descenso del Espíritu Santo es única en Rumania por sus proporciones inusuales. Es la iglesia más alta y estrecha jamás construida. Sus paredes no están pintadas, sino decoradas con tallas de piedra.
Ligeramente posterior al resto de las Iglesias de Moldavia, la de Dragomirna data del siglo XVII. Aunque la anchura de la nave es la habitual, sus 40 metros de altura la hacen parecer más estrecha. A mitad de la fachada, un cable de piedra retorcida rodea la iglesia. Pero el elemento más espectacular es la torre del farol. Está íntegramente esculpida con motivos geométricos y florales.
Cuando llegamos, se estaba celebrando misa, así que no pagamos los 5 lei de la entrada, ni los 10 lei de la tasa fotográfica, pero con el rezo tampoco estábamos cómodos. No era plan estar andando como turista, mientras los demás rezaban.
La Iglesia de Patrauti
Si hubo una visita diferente en todos los Monasterios Pintados de Bucovina, ésta fue la que hicimos a la Iglesia de Patrauti. En primer lugar porque estaba en restauración y llena de andamios en el exterior. En segundo lugar, porque no había nadie para abrirnos. Pero pasó por allí un señor que avisó a otro que vino a abrirnos la Iglesia y no sé cómo fue que lo hizo: faltaba el suelo en su totalidad y andábamos por maderas sobre la tierra.
El Monasterio de Patrauti, construido en 1487, es el sitio religioso sobreviviente más antiguo fundado por Esteban el Grande, erigido como un convento de monjas.
La Iglesia nunca estuvo pintada en la totalidad de su exterior, sino sólo en su cara Oeste con un mural dedicado al Juicio Final.
Las pinturas interiores, al parecer, fueron realizadas por un artista griego y destacan, sobre todo, el retrato de Esteban el Grande porque es la única pintura que se conoce en la que se le representa con una barba rojiza.
Además, sobresale la pintura denominada “El lamento de Cristo” y el gran mural de “La Gran Cabalgata de Constantino el Grande”, que como era habitual, captaba escenas de la pugna entre Oriente y Occidente por la conquista de Constantinopla.
Dada la situación, no pagamos entrada; pero el señor nos pidió que le “diéramos algo” y, la verdad, es que todo aquello me pareció sorprende en un lugar catalogado como Patrimonio de la Humanidad.
El Monasterio de San Juan el Nuevo de Suceava y la Iglesia de San Jorge
El Monasterio de San Juan el Nuevo, en Suceava, consta de varias edificaciones: una iglesia ortodoxa, celdas para monjes del siglo XIX, una capilla del siglo XVII, un campanario, que también sirve como faro, y una iglesia ortodoxa.
El monasterio está dedicado a San Juan el Nuevo, un monje moldavo que fue martirizado en el siglo XIII. Sus reliquias se custodian en este lugar, en un sarcófago a la vista de todos. Gracias a ellos, el monasterio es uno de los principales lugares de peregrinación en Moldavia.
La pintura apenas se conserva y sólo se pueden contemplar fragmentos dispersos, salvo en la capilla, en la que sí es posible ver una serie de escenas interesantes y bien conservadas.
La Iglesia es actualmente la Archidócesis Episcopal de Suceava y Radauti.
La visita a este Monasterio es gratuita.
El Monasterio de Probota
Llegamos al Monasterio de Probota en pleno proceso de restauración ¡Lo estaban dejando precioso! Y allí que nos metimos junto a los obreros que llevaban y traían carretillas, los que andaban subidos a los andamios y los que hacían mediciones. Como estaba abierto…
El Monasterio se encuentra magistralmente fortificado y cuenta con galerías de madera en sus muros defensivos.
Accedemos a una iglesia perfectamente conservada en su interior, de hecho, se las considera de las mejores de Moldavia, pero con frescos lamentablemente deteriorados en su parte externa.
Además, en el conjunto se descubrieron restos arqueológicos que la restauración está sacando a la luz.
La Iglesia de San Nicolás se encuentra casi en el medio con su ábside principal hacia la torre de la puerta.
La iglesia había sido parcialmente restaurada y reparada varias veces en el pasado, pero entre 1996 y 2001 la UNESCO, el Fondo Fiduciario Japonés y el Ministerio de Cultura rumano colaboraron en la restauración completa de la iglesia y la mayor parte del recinto monástico. Ahora, de nuevo, estaba en obras.
Debajo del piso se integra un nuevo sistema de calefacción para mantener una temperatura y humedad relativa estables dentro de la iglesia con la finalidad de conservar los frescos que, son realmente una maravilla.
No pagamos entrada en el Monasterio de Probota y, dada la situación, pudimos hacer fotografías en el interior de la Iglesia.
El Monasterio de Probota puso fin a nuestra ruta por las Iglesias Pintadas de Bucovina, un itinerario de lo más recomendado y que debería ser incluido en todas las visitas a Rumanía.
Datos útiles sobre los Monasterios Pintados de Bucovina
Para hacer la ruta de los Monasterios de Bucovina es necesario emplear, como mínimo tres días completos y no sé si habrá otra forma de recorrerlos, pero no sería posible hacerlo sin un coche de alquiler, puesto que no son entre sí lugares cercanos y, muchos de ellos no se encuentran siquiera cerca de una población.
La mayor parte de los Monasterios se encuentran en funcionamiento. Algunos de ellos son masculinos y otros de monjas, pero sea cual sea la comunidad que acojan, siempre son las monjas las que realizan las «labores turísticas». Son ellas las que cobran las entradas, las que se encuentran en las tiendecitas interiores y las que elaboran los productos artesanales que luego ofrecen a los turistas.
Hay que pagar para acceder a la mayoría de los Monasterios, aunque la cantidad es casi simbólica. Además, algunos cobran una tasa por hacer fotografías. No obstante, el interior de las iglesias -en la mayoría de ellas- no se puede hacer fotos.
Casi todas poseen un aparcamiento -de pago- en el exterior por lo que si quieres ahorrártelo, puedes aparcar un poco más lejos.
También suelen contar con baño en el exterior, también de pago.
Se requiere llevar las rodillas y los hombros cubiertos para visitarlas, aunque si no los llevas tapados, en la puerta hay faldas, sobretodos y pañuelos.
18 comentarios
Preciosa entrada. Qué bonito todo, Macarena, y qué especial debe ser visitar estas Iglesias y Monasterios.
Todas y cada una de ellas, sin falta, porque coincido contigo en que no hay dos iguales y que todas merecen la pena ser visitadas, desde luego!!
Sa estas alturas ya debes intuir 😉 lo mucho que me gusta visitar lugares con tanta historia, que se levantaron varios siglos atrás y ser testigo hoy en día del sentimiento que los vio nacer.
Esos frescos donde me tiraría tiempo mirándolos , observándolos, pensando y sintiendo……. En su significado, en todos sus detalles y colores, en la historia que cuentan, etc. Es todo muy sugerente Macarena.
Solo tengo una pega que ponerte, no verte manden las fotos!! Jajajaja. Ya reconozco al Yayo cuando sale en alguna foto y a Macarena hija también….pero tú mira que te ha haces de rogar. 😉🤗
Bromas aparte, muchas gracias como siempre, por compartirnos tantas cosas y por llevarnos de tu mano a viajar y conocer lugares tan especiales.
Un besote, Macarena.
Ay Nélida, es que la imagen y yo no somos muy amigas ¡Cualquiera diría que trabajo en Televisión! Pues mis compañeros dicen lo mismo… Creo que es que no me gusta la popularidad jajajajaja ¡Es broma! Buenooooo, quizá algo de cierto hay. Pero sí. Igual de un viaje de un mes, salgo en tres o cuatro fotos: primero porque soy la fotógrafa oficial de mi casa y, segundo, porque no me gusta hacerme fotos. Aunque si te digo la verdad, de vez en cuando hago un esfuerzo para que, precisamente, Macarena pueda recordarme cuando me haya ido. Pero me cuesta un trabajo…
Y con respecto a las Iglesias de Bucovina, lo que no me gustó de esta zona es que las distancias se hacen largas y, además, hay pocos sitios para comer; pero merece mucho la pena hacer la ruta porque las iglesias son tan especiales que difícilmente se puede disfrutar de un espectáculo artístico similar en otro lugar del mundo.
Muchas gracias a ti, Nélida.
Un besazo.
Unas verdaderas maravillas y como tu bien dices son muy distintas unas de otras. NO quiero ni pensar el trabajo que puede ser la restauración de esos frescos, necesitarían un ejercito de restauradores.
Esa ruta me ha gustado mucho no tiene desperdicio.
Gracias por mostrarnos y guiarnos para contemplar tanta belleza.
Un abrazo y buen fin de semana.
unjardinsostenible.com
Aquí, Juan, es todo: la arquitectura, la religiosidad, las tradiciones, los frescos, el color… Es una zona irrepetible. En el último de los monasterios, el de Probota, realmente había -como tú has dicho- un ejército de trabajadores.
Gracias a ti. Buen fin de semana, Juan.
¡Me ha encantado el post! ¡Qué iglesias más bonitas y qué pinturas más especiales! No las conocía en absoluto, ¡así que mil gracias por traerlas por aquí! Un abrazo viajero
Ohhhh ¡Gracias a ti!
En general, creo que Rumanía es una gran desconocida, pero tiene maravillas como la Región de Bucovina. Las Iglesias son una pasada y rezuman arte por los cuatro costados. Verdaderamente merece la pena conocerlas.
Un abrazo!!!!
Esta es la razón principal por la cual quiero ir a Rumania. Me fascinan estas iglesias y después de leer tu post y aprender más cosas sobre ellas, mi interés hacia ellas ha aumentado. No sabía que los colores eran únicos y que en cada iglesia predomina uno sobre los demás. Ha sido curioso eso de tener que pagar para hacer fotos pero que nadie paga jajajaja, como somos los humanos.
Realmente tienes razón, no son iguales. Hay que ver todas.
Por cierto, el pelo hay que llevarlo tapado? Si que dices los hombros y rodillas, pero veo a tu hija con pañuelo.
Me guardo este post en favoritos.
Un abrazo
Alicia
Las Iglesias pintadas de Bucovina son una maravilla del Arte y, por suerte, no son muchos los turistas que llegan hasta esta remota región de Rumanía. Así que es un placer recorrer una a una y disfrutarlas sin aglomeraciones.
Las mujeres rumanas suelen entrar a las Iglesias como en España hace años: cubriéndose el cabello, y aunque no es usual que a las extranjeras se le exija tal requisito, en el Monasterio de Moldovita sí hubo que cubrirse la cabeza. Esto nos ha vuelto a ocurrir de nuevo este año en algún monasterio de los Balcanes, en donde tuvimos que ponernos un pañuelo en la cabeza -lo cual está genial en tiempos de COVID-.
Muchas gracias, Alicia. Un beso grande.
Qué disfrute de entrada, Macarena!
Las pinturas son una belleza. Desde luego vale la pena el viaje.
Gracias por enseñarnos esas maravillosas iglesias.
Besos
Es increíble lo que puede llegar a crear el ser humano. Yo no cerré la boca en todo el recorrido. Una maravilla, la verdad.
Gracias a ti, Carmen. Un beso muy fuerte.
me ha encantado ver este post, no conocia esta zona, aunque si una canción de mauqina bastante vieja que era bucovina ¿Será porque eran de allí los músicos?
Uh, no tengo ni idea!!! No conozco la canción, pero la voy a buscar. Me alegro que te haya gustado!!!!
Un abrazo
Qué maravilla!! Si la entrada anterior me gustó esta ni te cuento y las fotos son una maravilla, consigues que nos transporten a esas iglesias. Un besazo
Habrá quién diga que igual son muchas iglesias de una tacada, pero personalmente creo que merece la pena: es una exposición de arte en estado puro. Además, se respira el ambiente de firmes creencias religiosas.
Muchas gracias Asun. Un beso. Feliz semana!!!
Son preciosas!!! Todas diferentes pero muy bonitas. Verlas de cerca tiene que ser una maravilla. Un beso Macarena
Son verdaderamente una maravilla, Vicenta. Yo creo que te gustarían muchísimo porque yo quedé fascinada viendo las representaciones de los frescos en sus paredes.
Un beso grande!!!
¡Muchas gracias por tan elaborada y concienzudo reportaje sobre las iglesias!.
Jo, gracias a ti!!!!