Un elemento común de todas las mezquitas del mundo son los minaretes, la torre alta que generalmente se sitúa en una de las esquinas. Por la configuración religiosa de Marruecos, es indubitada la proliferación de mezquitas a lo largo y ancho de todo el país, a cuya importancia religiosa hay que sumar la arquitectónica.
El objeto de esta entrada focaliza su interés en los minaretes más curiosos de Marruecos desde el punto de vista arquitectónico y/o artístico, dejando a un lado las curiosidades correspondientes a las mezquitas a las que, en algún momento, les dedicaremos una entrada.
El Islam en Marruecos
La Constitución Marroquí estipula que el Islam es la religión del Estado y aunque para los marroquíes está prohibido convertirse a otras religiones, también estipula la libertad religiosa y de conciencia.
Se estima que en Marruecos un 99,44% profesa la rama sunita del Islam, un 0,4% el cristianismo, el 0,1% el judaísmo y un 0,1% sigue otros cultos.
En este panorama, es indiscutible la existencia de una multitud de mezquitas, lugares para el culto islámico. Pero no será éste el objeto de esta entrada, sino por el contrario, nos centraremos en una de las partes inseparables de las mezquitas: sus minaretes.
Etimología de la palabra minarete
Minarete, o alminar, es cada una de las torres de una mezquita. La palabra minarete viene del francés, minaret, pues fue integrada en nuestro idioma desde las traducciones francesas de libros árabes. La palabra, en Francia, fue un préstamo del turco, minar, que significa faro porque, en el pasado, era frecuente colocar luces en los minaretes para orientar a los viajeros.
Por su parte, la palabra alminar, otra de las acepciones utilizadas para designar las torres de las mezquitas, proviene de la palabra árabe al-manara: “lugar en donde se pone el fuego, lugar más alto que los demás en los que se pone el fuego”, acepción que terminó por emplearse para designar a los faros y a los lugares más elevados sobre el resto de los de su entorno, como ocurre con La Menara de Marrakech.
Los minaretes en la arquitectura religiosa
La importancia de los minaretes en las construcciones religiosas musulmanas, es la misma que el de los campanarios en las construcciones religiosas cristianas y, si en las primeras, el que sube a la parte alta es un almuhédano, en las torres cristianas, se sitúan campanas. La funcionalidad de ambas estructuras permite que la mayor cantidad de gente posible oiga y acuda a la llamada a la oración (o a la misa, en su caso).
Las primeras mezquitas carecían de minaretes e, incluso, hoy día los movimientos islámicos más conservadores, como el wahabismo, evitan construirlos, ya que los consideran ostentosos e innecesarios.
El primer minarete del que se tiene constancia fue construido en el año 665 en Basora durante el reinado del califa omeya Mu’ awiyya, que impulsó la construcción de minaretes para igualar las mezquitas con los campanarios de las iglesias cristianas. Este fue el motivo de que los arquitectos de las mezquitas tomaran la forma de los campanarios para sus minaretes, que eran utilizados en esencia para el mismo propósito.
Los minaretes, como ha sucedido desde siempre en arquitectura, no son iguales y varían según las zonas. En el Magreb, las mezquitas suelen tener uno, mientras que en Oriente, hay dos, cuatro o incluso más.
Minaretes únicos de Marruecos
En este contexto, queremos señalar los que, a nuestro juicio, y por motivos concretos, pueden ser considerados minaretes únicos de Marruecos:
Minarete mezquita Tin Mal, Alto Atlas
Marruecos es un país que sorprende y de eso no hay duda. Tiene lugares bonitos, sitios que enamoran, y algunos de ellos pueden llegar a impresionar. Creo que la Mezquita Tin Mal es uno de ellos.
Tin Mal es una mezquita de las montañas del Alto Atlas, que data del siglo XII, y se erigió en honor al fundador de la dinastía almohade, Mohamed Ibn Tumart. Fue añadida a la Lista indicativa del Patrimonio Mundial de la UNESCO en la categoría cultural, en 1995.
Tinmel fue la cuna de la dinastía almohade y desde donde comenzaron sus campañas militares contra los almorávides.
Frente a la degradación de costumbres y a la laxitud moral de los almorávides, los almohades se erigieron como un movimiento rigorista que, sin embargo, no dejó traslucir esta austeridad en la arquitectura. De manera que el arte almohade continúa la estela almorávide pero consolidando su tipología y embelleciéndola con una ornamentación que le es distinguible.
Construye con ladrillo, yeso, argamasa y madera y, aunque mantiene pilares y arcos, las adorna con el uso de muqarnas, de tradición iraní desde el siglo X, que son adornos interiores de las bóvedas que simulan estalactitas.
Además, a partir de la mezquita Tin Mal, con planta cuadrangular, se adopta la costumbre de ubicar las naves de manera perpendicular al muro principal.
El muro principal se dirige a la Meca, que es lo que se conoce como quibla, y marca la orientación de los fieles en la oración.
En el centro del muro de la quibla, en Tin Mal, se ubica el minarete, lo cual es bastante inusual, pues lo habitual es encontrarlo en una de sus esquinas.
Hecho en piedra, hoy sólo conserva tres de los seis pisos que debió tener y, en su interior, conserva el mihrab ricamente ornamentado – nicho que se ubica en el muro de la quibla, que señala a la Meca-.
La arquitectura de Tin Mal sirvió de modelo a las siguientes construcciones almohades, entre las que destacan, en Marruecos, la Koutubia y la Torre Hassan que, de haber sido acabada, hubiera ubicado su minarete en la misma posición en el que se halla el de Tinmel.
Koutubia, Marraquech
Frente a la plaza de la Jemaa el Fnaa, en la ciudad de Marrakech, se encuentra la Koutubia.
La Koutubia -ahora casi tan sólo un minarete- es una de las mezquitas más bellas del Magreb y de las mayores de toda África. De origen almohade y estilo hispano morisco, su minarete es el símbolo de la ciudad.
Su nombre deriva de la palabra kutubiyin (libreros) ya que, al parecer, la Koutubia, en sus orígenes, combinaba sus funciones de biblioteca, con los de universidad y escuela coránica. La Kutubia es la segunda mezquita construida por los almohades, aunque se encuentra en el mismo lugar en el que fue erigida la primera que fue destruida inmediatamente porque la orientación a la Meca, dicen, no había sido bien calculada.
El minarete es similar al de la Giralda de Sevilla y a la torre de Hassan en Rabat, todas obras del sultán Yacoub.
De 77 metros de altura, domina la ciudad y todo el palmeral y está coronada por cuatro esferas de bronce que simbolizan el pan -como en casi todas las mezquitas-: la mayor simboliza la harina, la siguiente en tamaño, el agua y las otras dos, la levadura y la sal.
Torre Hassan, Rabat
La Torre es un alminar de una mezquita almohade del siglo XII proyectada por el sultán Yacoub Al -Mansour para convertirse en una de las más grandes del mundo.
La torre debía medir casi 80 metros, aunque sólo llegó a los 44 actuales. Su interior, de seis niveles, sustituyó las escaleras por rampas y se abovedaron los techos de manera que el sultán pudiera acceder hasta el último nivel sin desmontar del caballo para dirigirse a su ejército o iniciar el rezo.
Del mismo arquitecto y del mismo estilo arquitectónico que la Koutubia de Marrakech y la Giralda de Sevilla, es la tercera de las tres Torres, considerando cronológicamente el orden de su construcción.
Cada uno de sus cuatro lados está decorado de manera diferente –al igual que ocurre con la Koutubia– y, dicen, que sus detalles son mucho más elaborados que los de Marrakech, y la tracerías, tipo encaje, incluso superiores a las de la Giralda.
A diferencia de lo que es habitual en las mezquitas, en donde el minarete se suele ubicar en una de las esquinas de la quibla (la dirección que señala a la Meca), la Torre Hassan –minarete de lo que hubiera sido una gran mezquita-, habría estado ubicado en el centro de la línea de la quibla, en el mismo lugar en el que se debería haber ubicado el mihrab. Pero esta característica también se recoge en la Mezquita Tinmel, la primera de la civilización almohade, por lo que se trata de una característica iniciada por los almohades y que no pudo ser perpetuada dado el precipitado final del Imperio y la imposibilidad de continuar con sus novedosas técnicas constructoras.
El éxito de las torres almohades se debió, en primer lugar a su decoración, pero también a que solucionaron sus colosales dimensiones con una estructura nueva e ingeniosa aunando una serie de cámaras que aligeraban el peso central, la rampa que sustituía a la escalera y una serie de huecos ornamentados para integrarlos en la decoración sin que fueran percibidos como un reforzamiento en la parte baja de su estructura.
Minarete Circular, Moulay Idriss
Moulay Idriss es una ciudad santa del Islam, ubicada entre las ciudades de Fes y Meknes, que alberga el Santuario del Sultán Moulay Idriss, fundador de la primera dinastía árabe en Marruecos y representa los inicios del Islam en el país.
Moulay Idriss se encuentra alojada en las dos lomas de dos colinas contiguas – una se llama Khiber y la otra Tasga– que cobija, entre ambas –en la parte baja-, la mezquita y el santuario de Moulay Idriss.
En la colina Khiber, el principal interés de la visita reside en la antigua Medersa de Moulay Idriss que se construyó con piedras sacadas de Volubilis y tiene un minarete cilíndrico en la mezquita, conocida como Sentissi, cubierto con mosaicos vedes y blancos que recrean un capítulo del Corán.
Pese a que este minarete cilíndrico no es el único del mundo árabe, pues hay otros muchos, por citar algunos ejemplos, en la mezquita Tekkiye de Damasco, el minarete Mudhafaría de Irak, el minarete de Jam en Afganistán, el minarete Bal al-Asbat de Jerusalem, etc. sí que se trata del único que podemos encontrar en Marruecos.
Minarete Pentagonal, El Yadida
La villa portuguesa de Mazagan, El Jadida, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2004. Según la Unesco, las más importantes edificaciones del periodo portugués son la fortificación, la cisterna y la iglesia manuelina de la Asunción. No obstante, es en éste lugar, en el que podemos encontrar una de las rarezas arquitectónicas del mundo árabe.
Justo al entrar en el recinto, a la izquierda, se puede contemplar la Gran Mezquita, levantada sobre los cimientos de una antigua torre vigía, tratándose del único minarete pentagonal del mundo árabe y que, en su día, se utilizó como faro.
Minarete de la Mezquita de Hassan II, Casablanca
El minarete de la Mezquita de Hassan II de Casablanca, de 200 metros de altura, tiene el honor de ser el más alto del mundo y el rayo láser que señala en dirección a La Meca cuando cae la noche, puede ser visto a 30 kilómetros de distancia.
16 comentarios
Qué bonitas. Un beso
Me alegro mucho, Susana, que te guste.
Un beso grande
Los minaretes muy bonitos y diferentes entre sí…. aunque lo que realmente quiero decir es: Macarenaaaaaaaa como te echo de menos!!!!! Si es que me estoy volviendo bueno y todo… ya no nos damos un poco de cera que siempre viene bien para mantenerse en forma!!
Contéstame por favor métete un poco conmigo…. lo necesitoooooo!!!!
Jajajajajaja ¡Que te comoooooooooo! Lo sé lo sé Alex. Mantengo el blog a duras penas porque a estas alturas no lo puedo dejar, pero estoy metida en una dinámica nada más llegar que no me ha dado tiempo ni a recuperarme del jet lag malasio!!!! Yo creo que necesito unas nuevas vacaciones. Pero ¿Cómo no voy a tener ganas de darte caña? si en los últimos meses tus videos eran de las pocas cosas que me incentivaban de youtube porque se me estaba haciendo de un pesado ser amable… También tengo abandonado el instagram… A ver si me voy poniendo al día, el caso es que lo intento. Pero no te preocupes ¡Volveré en breve! Y no habrá paz para los Alexes y los Imbiscuales.
Yo también te echo de menos -vaya tela, lo que me haces decir-, pero esperadme que ya queda poco para la vuelta de «Macarena la Justiciera! jajajajajajaja
Un besote gordo. Mucha alegría de leerte.
Lo primero es lo primero…. y es que a veces este hobby nuestro al que nos hemos apuntado a veces es durillo y apetece desconectar, como bien dices unas nuevas vacaciones para alejarte un poco de las redes sociales, blogs, vídeos etc
Espero que esa dinámica se ponga al día y estés más tranquila.
Un beso enorme!!
Ohhhhhh Muchas gracias Alex por esos ánimos.
Yo soy bastante cabezota ¿Sabes? Así que la normalización, en mi caso, pasa por la inmersión en mis hobbies que, al fin y al cabo, son los que me dan juego y me aportan ilusión. Pero en ná ya estoy ahí.
De todas formas ¡No creas! Y estoy urdiendo la próxima jjjjjjjj
Un besazo. Y gracias.
Historia, Etimología, Arquitectura… Cuánta y buena información aportas a la blogosfera, Macarena. De ella, aparte de la belleza de los minaretes que has mostrado, me ha quedado sobre todo el origen. Esa intención inicial de competir con los campanarios cristianos, una imagen muy gráfica: dos culturas en competencia para ser la primera en alcanzar el cielo y a Dios. Un fuerte abrazo!!
Ay David, David, que me sacas los colores con cada comentario.
Yo sé que este tipo de entradas, un poco menos viajeras y más específica,s no son del gusto de todos, pero al fin y al cabo, es el sexto sentido que despierta en los viajes y que no puedo reprimir. Reflexiones nacidas de la observación, supongo.
Sí, sí, para mí el origen de los minaretes ha sido una de las partes que más me ha gustado contar. Lo que pasa es que, como buen escritor que eres, lo has expresado con mejores y más bellas palabras.
Muchas gracias siempre por tu apoyo y la motivación que me aportas.
Un fuerte abrazo!!!
Todo un catálogo ilustrado de la vairiada tipología de los minaretes Macarena!,… que bueno cuando se alcanza la visión de conjunto, ¿verdad?. De pronto el rompecabezas se aclara y todo comienza a tomar sentido. Toda una lección. Me ha encantado!
Mil gracias, Norte, de verdad porque escribo este tipo de entradas con mucha ilusión (personal), pero algo de miedo por la reticencia que puede causar en los demás «tragarse un tocho» con este tipo de artículos. Yo sé que a ti te gustan estas reflexiones, pero claro, no a todos tiene por qué interesarles.
Dices bien al concluir que, pasado un tiempo, los viajes despiertan una visión comparadora, una visión de conjunto, una reflexión sobre lo profundo de lo que observamos,… Y quizás eso es lo mejor de viajar.
Muchas gracias Norte. Me han hecho ilusión tus palabras.
Me ha encantado, al verlos así juntos en las fotos te das cuentas de la variedad y belleza que hay y que a veces no nos damos cuenta de esos detalles. He disfrutado mucho con la entrada como siempre. Un besazo
Muchas gracias, Asun. Como siempre, un placer que nos visites.
Me han encantado, la verdad es que son todos preciosos. Me encantaría conocer cada uno de ellos!! un beso y feliz domingo Macarena.
Gracias Vicensi. Seguro que ocasión habrá.
Un besazo
Son muy impresionantes <3
Gracias