Originariamente construida a mediados del siglo XIII como residencia nobiliaria sajona, la fortificación de Calnic se diseñó como una enorme mazmorra, utilizada como residencia rodeada de muros. La fortaleza fue restaurada a mediados del siglo XX y, en 1998, fue incluida en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO junto al resto de Iglesias Fortificadas de Transilvania.
Una Iglesia Fortificada diferente
La Iglesia Fortificada de Câlnic se diferencia del resto de las construcciones de este tipo por su ubicación, ya que no se encuentra ubicada en una colina, sino en un nivel más bajo que el resto de colinas circundantes, algo que se debe a su primera función como residencia y no como construcción defensiva.
La residencia del gran Chyl de Kelling, al principio, sólo disponía de un torreón, una muralla defensiva y una acequia que la rodeaba, pudiéndose acceder al recinto sólo a través de un puente levadizo. La familia Chyl nunca tuvo buenas relaciones con las personalidades destacadas de la aldea, y como resultado, vendió la fortificación a los aldeanos que comenzaron a utilizar el conjunto como refugio en caso de ataques y asedios.
La primera construcción del conjunto tiene muros de un metro de espesor y 27 metros de altura. La Gran Torre Defensiva que destaca en la fortificación, llamada Torre Siegfried, estaba destinada a albergar la tumba de Chyl de Kelling, aunque se trasladó con la venta del conjunto.
Esta Iglesia Fortificada tiene características especiales: una bodega, planta baja con entrada independiente (ambos, espacios de almacenamiento), y el acceso a los pisos, que se realizó por una escalera externa.
De Residencia a Iglesia Fortificada
Cuando fue adquirida en 1430 por los campesinos locales, éstos reforzaron el castillo. Como no se sentían seguros con un solo muro, construyeron un segundo y por ello, hoy la fortaleza cuenta con dos recintos ovalados, concéntricos, reforzados con dos torres y un baluarte. El recinto interior mide siete metros y el exterior tres metros. La fortaleza estaba equipada con pozos de tiro, camino de guardia, salas de suministros. Y el acceso se hizo, como hoy, bajo la torre de defensa.
Para hacer frente a los asedios, se construyeron cámaras para albergar víveres y viviendas que no se han conservado.
En el siglo XV, se construyó la pequeña iglesia del interior. En el siglo XVI se rellenó la zanja. En 1658, los atacantes logran destruir el pueblo, pero la fortaleza permanece intacta.
Al ser una Iglesia Fortificada con un origen tan distinto al de sus homónimas, su iglesia apenas es una capilla y lo más destacado son las torres: la torre de puerta y la torre del homenaje.
Las exposiciones de la Iglesia Fortificada de Calnic
La torre del homenaje se dispuso como espacio de museo, y las colecciones de arte popular y medieval se exhiben en dos niveles. La colección del museo incluye valiosos objetos de arte, algunos de apreciable antigüedad. Los visitantes tienen la oportunidad de admirar iconos en vidrio y madera, cerámica, muebles y trajes típicos, alfombras y textiles, objetos de culto, grabados antiguos rumanos y alemanes, objetos de metal o tallas de madera.
La bodega alberga una exposición sobre el crecimiento de la vid, presentando herramientas y objetos relacionados con la viticultura, destacando para los visitantes las barricas de roble de gran capacidad (5000-6000 litros). Los vinos de Câlnic se conocen desde la Edad Media. En 1659, se mencionan a través de la iglesia evangélica de Călnica (Vineta ecclesiae Kelnicensis) o a través de la parroquia (Vineta parochiae Kelnicensis).
Actualmente, el conjunto fortificado de Calnic está gestionado por una fundación de la Universidad de Cluj.
Visitar la Iglesia Fortificada de Calnic
Aunque intentamos visitar la Iglesia Fortificada de Bazna y llamamos al número indicado en la puerta, nos fue imposible entrar porque nadie atendió el teléfono.
Calnic fue la última de las Iglesias Fortificadas que vimos en nuestro camino entre Sibiu y Alba Iulia. Con ella, dábamos por finalizada nuestra ruta por las Iglesias Fortificadas de Transilvania y nos adentrábamos en una Rumanía diferente de ciudades románticas y neoclásicas.
Al llegar a Calnic, encontramos también la iglesia cerrada a cal y canto, aunque no fue mucho tiempo el que empleó la señora que está al cuidado de la iglesia en llegar para abrirnos cuando la llamamos.
A pesar de haber visitado casi una decena de Iglesias Fortificadas, Calnic posee algo especial que atrae a simple vista. Quizá sus muros en ruinas, quizá su estrechez entre construcciones, a lo mejor la soledad del lugar. De lo que no cabe duda es que Calnic tampoco deja indiferente al visitante.
Alojarse en el interior de una Fortaleza de siete siglos de antigüedad
Pero además, Calnic tiene algo muy especial que la hace única frente al resto de Iglesias Fortificadas, y es que la Fortificación ofrece alojamiento al visitante.
Las murallas defensivas esconden habitaciones para el refugio de los aldeanos durante los ataques, como ocurre en casi todas las fortificaciones de este estilo. Pero en Calnic, se han transformado en habitaciones para que cualquiera pueda alojarse allí y vivir una experiencia única entre las murallas defensivas de una fortaleza medieval de 700 años de antigüedad. Las habitaciones tienen planta baja y piso balcón. Pueden acoger entre 3 y 6 personas y tienen su propio baño. Las reservas se hacen solo en el 0735 564 996, y el precio es de 70 lei (15€) / persona con desayuno.
Datos Útiles sobre la Iglesia Fortificada de Calnic
Precio: 10 (2€) lei adultos y 5 (1€) lei niños. Gratis para discapacitados.
Horario: diario de 9: 00-19: 00. Aunque en caso de estar cerrada, se puede llamar al teléfono de la puerta para que vengan a abrir.
Tienda de artesanía: Calnic además posee una pequeña tienda de artesanías típicas sajonas que, aunque es mucho más pequeña que la de la Iglesia de Prejmer, tiene algunas cosas muy bonitas. Allí compré yo un cuadrito de un ángel pintado a mano sobre cristal que me costó 17 lei (15€).
12 comentarios
Si que es diferente a una iglesis «normal» pero veo qu tiene cosas curiosas que hacen grata su visita. Un beso y feliz tarde Macarena.
Es una de las más bonitas en su estilo de Rumanía, Vicenta.
Un besazo
que visita mas bonita, y me encanta todo lo relacionado con el vino
Es un lugar muy chulo.
Jo, coincido contigo, tiene algo especial esta fortificación y el lugar en sí.
Me sorprendió que en sus inicios tuviera 1 metro de grosor los muros, porque en principio no iba a ser una fortaleza sino una construcción residencial.
Una maravilla que sea Museo ahora mismo una parte de su interior, que otra esté dedicada a la parte vinícola, pero sobre todo debe ser maravilloso vivir la experiencia de alojarse en sus muros.
Algo tiene este lugar que me atrae mucho, creo que la parte que está en ruinas ayuda a ello, porque nos hace imaginar las cosas cómo fueron y cómo han quedado. Invita a la imaginación, lo que mezclado con la historia y el escenario, es francamente agradable.
Muchas gracias por tanto, Macarena.
¡¡Muchos besos!!
Fue, Nélida, una de las iglesias que más me gustaron. Tenía un halo como muy medieval que te permitía imaginarte mil cosas.
Muchísimas gracias a ti. Un beso.
Preciosa iglesia-fortificación. Soy un gran enamorado de las antigüedades-monumentos y siempre nos presentas verdaderas maravillas, tus reportajes son únicos y de una gran belleza. Te felicito por ello. Un trabajo exquisito y muy bien documentado. ¡Enhorabuena!
Recibe un afectuoso saludos desde el levante español. Te deseo un buen fin de semana amiga.
Juan Tarrero
Muchas gracias por tus palabras, Juan. Me encanta que te gusten las entradas de mi web. Te deseo un feliz domingo. Un fuerte abrazo!!!!
Con todas estas entradas me ha quedado claro que merece la pena conocer la zona, me han encantado todas y cada una de las entradas. Gracias como siempre
Gracias a ti, Asun. Continuamos viaje hacia el Oeste!!!! Besos
Otro conjunto fortificado interesante.
Me encanta el coro así como la iconografía religiosa. Tiene que ser una gran experiencia pasar la noche rodeada de esos muros llenos de historia.
Un gran abrazo, Macarena.
No sé, Carmen. Allí solos… ¿Y si aparece algún antepasado inquieto? A mí me daría un poquito de sustillo.
Un abrazo, Carmen.