
Las Iglesias Fortificadas de Rumanía son uno de los principales atractivos del país y, de forma más especial, de Transilvania, que es donde se encuentran ubicadas.

Pese a ser un tipo de edificación que puede encontrarse en otros lugares de Europa, de cuando en la Edad Media y espada en mano, unos pueblos invadían a otros, Rumanía posee una gran concentración de este tipo de construcciones erigidas entre los siglos XIII y XVI, formando, con sus más de 150 iglesias, uno de los sistemas de fortificaciones medievales mejor conservados de todo el continente.
Construcciones sajonas de la Edad Media
Transilvania no es región de grandes ciudades. Aún hoy, conserva el sistema de cultivo tradicional, el asentamiento en aldeas y una organización social con arraigo en la Edad Media.

Las iglesias fortificadas de Transilvania son específicas de las aldeas sajonas y szekler. Por eso, en ellas se celebra el culto protestante.

La colonización germánica de Rumanía comenzó en el siglo XII, cuando el Rey magiar Géza II invitó a colonos sajones a establecerse en Transilvania, tierra de conflicto, para ayudar a los szeklérs (húngaros) a defender la frontera oriental de su reino contra los invasores otomanos y tártaros. La migración sajona sobrevivió como mito en cuentos como El flautista de Hamelín, que trata de forma muy distorsionada, la gran migración germana a Transilvania en el medievo.
Tras la llegada de los Caballeros Teutónicos a la región, en siglo XIII, los alemanes obtuvieron un estatus especial entre la gente de la provincia, y sus descendientes pervivieron en la región hasta hoy como campesinos, artesanos y comerciantes.

Las ciudades más importantes fueron completamente fortificadas, y en localidades más pequeñas se construyeron iglesias fortificadas o fortificaciones alrededor de iglesias. En algunos casos se añadieron a las iglesias murallas y torres de defensa, así como otras construcciones interiores (como despensas) que podrían albergar a la población durante la guerra, y en tiempos de paz se utilizaron como graneros y almacenes donde guardaba la población sus pertenencias. En muchos pueblos de Transilvania, una de las torres de la fortificación se llama «Torre del Bacon» debido a la función de almacén comunitario que desempeña.
Tipos de Iglesias Fortificadas
En Transilvania, se pueden encontrar tres tipos principales de fortificaciones:
La iglesia fortificada que incluye elementos defensivos (por ejemplo, Prejmer o Sânzieni),

La iglesia con murallas fortificadas (por ejemplo Saschiz , Seica Mare o Seliştat ). En ellas, las iglesias no contienen elementos defensivos, pero se rodean de murallas.

La iglesia-fortaleza (por ejemplo, Valea Viilor o Dârjiu ). Contienen una combinación de iglesias fortificadas y muros defensivos.

El edificio principal de los pueblos sajones es la iglesia, ubicada casi siempre en el centro del núcleo urbano. En la mayoría de los casos, la iglesia se encuentra en un lugar fácil de defender, generalmente en la cima de una colina. Los materiales de construcción son tradicionalmente piedra y ladrillo rojo, y las tejas están hechas de arcilla quemada, una especificidad de la región.

Cerca de la iglesia se encuentra la plaza central del pueblo, alrededor de la cual gira la vida social de la comunidad. Los únicos edificios ubicados cerca de las fortificaciones son los edificios públicos: la escuela o el ayuntamiento (a veces la escuela estaba ubicada dentro de la fortificación, como es el caso de Prejmer). La casa parroquial y las casas de los campesinos ricos se sitúan alrededor de esta plaza central.

En cuanto a las iglesias, todas son basílicas románicas o iglesias de una sola nave de estilo gótico tardío. Algunas de ellas poseen ricos frescos narrativos.

La mayoría de las iglesias fortificadas han sufrido numerosas modificaciones y adiciones a lo largo del tiempo. Muchas iglesias tienen elementos arquitectónicos y decorativos del período barroco, debido a la popularidad del estilo barroco en Transilvania.

En algunos casos, durante los siglos XIX y XX, los elementos defensivos de los recintos fueron desmantelados una vez perdieron su razón de ser.

De las más de 150 iglesias fortificadas de Transilvania, siete se han inscrito en la Lista de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad: Biertan y Valea Viilor (en Sibiu), Câlnic (en Alba), Dârjiu (en Harghita), Prejmer y Viscri (en Brașov) y Saschiz (en Mureș). De todas ellas y alguna más, hablaremos en las siguientes entradas.
Fundación para las Iglesias Fortificadas
Los pocos integrantes de la minoría sajona, de origen alemán, que aún quedan en Rumanía trabajan para salvar las iglesias medievales fortificadas que construyeron sus antepasados.

Para la comunidad, las Iglesias poseen un gran valor social y cultural porque son el lugar en el que, después de la misa del domingo, pueden hablar en su idioma y sentirse abrigados por sus propias tradiciones.

Aunque las celebraciones religiosas son el pilar de la comunidad, éstas no son suficientes para la sostenibilidad y mantenimiento de este patrimonio, de ahí que una de las alternativas para su pervivencia sea el turismo. Pero además, alquilan parte de los conjuntos monumentales a unidades administrativas o entidades que llevan a cabo exposiciones y conciertos.

La «Fundación para las Iglesias Fortificadas» además, se encuentra abierta a la colaboración y puesta en marcha de proyectos por parte de arquitectos y restauradores, e incentiva la colaboración de emprendedores que estén dispuestos a mudarse a las zonas rurales de las iglesias menos turísticas para generar alternativas de negocio que permitan la supervivencia y financiación de los gastos que la conservación de este patrimonio único supone.
Pues no tenía ni idea de la existencia de estas iglesias, como siempre aprendo un montón leyendo tus entradas. Un besazo
Asun, cuando hagas la Ruta de Drácula, puedes incluirlas en el recorrido.
Un beso.
Tampoco tenía noción de la existencia de este tipo de iglesias en Transilvania, por supuesto que recuerdan a las construcciones de la época medieval. Trasladándonos a España podemos hallar este mismo tipo de iglesias fortificadas en la zona de Aragón.
Una curiosidad que tengo es si la visita fue corcertada para hacerla privadamente, puesto que se me hace raro que no aparezca nadie en ninguna de las fotografías, o es que tuviste pericia para sacarlas o no había casi nadie por allí.
Me parece genial crear esa Fundación de estas Iglesias Fortificadas en colaboración con proyectos emprendedores y personas que quieran residir en esas zonas rurales tan turísticas, generando negocios y amortizando gastos para la conservación del patrimonio.
Un besazo y hasta otra ocasión.
Querida Estrella,
Más adelanta voy a mostrarlas de una en una porque es una arquitectura única y son, cuanto menos, sorprendentes. Al hilo de lo que cuentas, no son exclusivas de Rumanía, hay iglesias fortificadas en otras zonas de Europa, aunque es en Transilvania donde se encuentra una concentración mayor de fortificaciones de estas características.
Las visitas no son concertadas y las Iglesias están abiertas al público previo pago de una entrada, salvo algunas de ellas, las menos turísticas, en las que llamas al encargado -ponen el número en la puerta- y viene a abrirte. Pero, Estrella, en un verano de pandemia, el turismo era escaso, por no decir inexistente. Así que no había gente en ninguna parte, salvo en algunos lugares populares entre los rumanos, que estaban abarrotados y que, por ese motivo, evitamos.
Un besazo, amiga.
que interesante, rumanía está entre mis destinos futuros, gracias por compartir
Es un país con muchas cosas que ver. Un saludo!!!
Ohhhh!, ¡que pena!,… también me perdí estas maravillosas construcciones,… definitivamente tengo que volver. ¿Sabes?,… creo que el gobierno rumano debería darte apoyo económico,… jajaja, ¿sabes la envidia que estás dando?
Me ha encantado también esta entrada!
Luego hablaré de todas las Iglesias una a una, ya verás qué interesante!!!!
¿Sabes, Norte? Hablé mucho con Macarena de la promoción turística de Rumanía porque, sobre todo a ella, le parecía paradójico que, en muchos lugares, cobraran por hacer fotografías y decía que nunca podría promocionarse el país en condiciones si no se permitían mostrar imágenes libremente. Y lleva razón. Ahora que están de modas las Redes Sociales, creo que es fundamental que los viajeros que visitan Rumanía puedan publicitar, a través de sus publicaciones, las maravillas que este este país ofrece, ya que no hay mejor manera de atraer el turismo. En cierta forma, para nosotros fue fácil, ya que los periodistas acreditados gozan de muchas ventajas, pero no es normal que pongan tantos peros. Por otra parte, hay también una limitación importante con el idioma porque todo está en rumano sin traducción, en la mayoría de los casos, a ningún otro idioma, así que… ¡Estaría bien que si no me contratan de asesora de turismo, al menos me subvencionen!Jjjjjjjjj
Lo del idioma sí que es extraño, porque los rumanos tienen una gran facilidad para los idiomas,… no te parece?
Pues sí, Norte. Es que, de verdad, mira que el país tiene todos los ingredientes para que miles de turistas lo visitaran cada año… Pero no tienen «visión turística» ninguna. Menos mal que los traductores ahora leen los carteles!!!!
No conocia estas iglesias Macarena, gracias por tu reseña. La verdad es que aprendo un montón contigo. Un beso y feliz tarde 💖💖💖
Las mostraremos una a una, ya verás qué chulas!!!
De lo que nos enteramos contigo Macarena. No tenía ni idea de las iglesias fueran fortifiadas. Buenas murallas defensivas tienen. Impresiona la de Calnic. Bueno que se conserve ese patrimonio.
Buen lunes familia. Cuidaros.
Un abrazo.
Que te vaya bien con la vacuna. Por aquí seguimos en espera.
Un abrazo.
Pues Laura, como imaginarás, con la paralización de la vacuna de AstraZeneca, mi gozo en un pozo. Así que, vuelvo a estar igual que vosotros… Esperando.
Un abrazo. Cuidaros mucho.
Son una extrañeza y una preciosidad, Laura. Cada país tiene sus singularidades. Supongo que quienes visiten tu tierra, quedarán igual de impresionados por otros motivos ¿No crees?
Un fuerte abrazo, Laura.
que bonitas iglesias, me encantaría conocerlas
¡Ya habrá ocasión!
Un saludo
¡Hola, Macarena! Jo, la entrada es pura Edad Media, un período histórico que te aseguro me maravilla. La época en la que la magia convivía con la realidad. Las creencias supranaturales, en este caso la religión, junto a la dureza de una realidad en la que ningún pueblo estaba exento de ser invadido por los «bárbaros». Sin duda, cualquier construcción histórica como las que muestras hoy deberían ser inviolables y conservadas tal cual nos han llegado.
Desconocía la intrahistoria que llevó al maravilloso Flautista de Hamelín y me ha encantado ver su origen. Te aseguro que me estás descubriendo un país realmente maravilloso. Un fuerte abrazo!!
Te doy mi palabra, David, que la mención al «Flautista» la hice pensando en ti.
A mí me pasa igual con la Edad Media, ese periodo oscuro de la Historia en la que la Humanidad continuó avanzando.
Un fuerte abrazo, David. Muchas gracias.
¡Qué maravilla de entrada, Macarena!
Cuánto la he disfrutado. Tus fotos y las explicaciones me han llevado hasta allí, en persona.
Cada vez que leo una entrada tuya sobre este país, me convenzo más de lo poco que conocía este rinconcito del planeta. Tiene grandes cosas por descubrir y disfrutar.
Muy interesante las diferencias entre Iglesias Fortificadas, Iglesias con murallas fortificadas y Iglesias Fortaleza (la combinación de fortificadas y muros defensivos).
Y qué decir de ese sentimiento de unión alrededor de las iglesias, que me encanta la manera en que lo has expresado: «Poseen un valor social y cultural porque son el lugar en el que, después de la misa del domingo, pueden hablar en su idioma y sentirse abrigados por sus propias tradiciones».
Me gusta cómo se ha conservado esas construcciones sajonas en Transilvania, porque te transporta de lleno a esa Edad Media. Ojalá el turismo ayude a conservar esas Iglesias, mientras tanto el hecho de que siete de ellas, ya sean Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, me alegra bastante.
Gracias por tanto, Macarena.
Un beso enorme.
Son una maravilla, Nélida, y no sólo por el valor de las construcciones, que son realmente singulares. Las comunidades sajonas, como cuento, han conservado sus costumbres y tradiciones en Transilvania y, es en torno a las Iglesias en donde ponen en común el arraigo que poseen tanto a la religión, como a las costumbres heredadas de sus antepasados. Se sienten orgullosos de su origen y siguen celebrando sus fiestas sin importar que el número de miembros en estas aldeas rurales haya ido mermando con los años. En ocasiones, ni siquiera hablan rumano porque siguen usando el alemán que importaron hace 800 años. Son comunidades endémicas y prácticamente endogámicas, como islas, en mitad de Transilvania.
Lo cierto es que se han conservado muchas de las Iglesias, pero otras, Nélida, se hallan en una completa ruina. Pero es lógico. Rumanía es un país pobre y con pocas miras turísticas en donde, pienso, que el menor de sus problemas es la conservación de los vestigios históricos de pequeñas aldeas remotas. Por suerte, muchas de las Iglesias son gestionadas por la comunidad, aunque su mantenimiento es costoso y se las ven y se las desean para mantenerlas.
Gracias a ti, Nélida.
Un besazo.