La Iglesia Fortificada de Viscri además de ser la más antigua de Rumanía y la única románica, es de las fortalezas campesinas sajonas con más encanto, lo que deriva probablemente también del entorno el que se encuentra ubicada. Visitar la aldea de Viscri es una de las excursiones ineludibles desde Sighisoara.
La aldea de Viscri
Hace años, la aldea de Viscri era un lugar aislado con un escaso turismo a pesar de que su Iglesia Fortificada fue incluida en 1999 en la Lista UNESCO como Patrimonio de la Humanidad junto con sólo otras seis elegidas.
La carretera de acceso era tan mala que locales y extranjeros tenían que pensar dos veces si recorrerla para visitar Viscri. Pero en 2006, el Príncipe Carlos de Inglaterra compró una propiedad en Viscri para pasar las vacaciones rodeado de terrenos de cultivo en un lugar remoto, lo que hizo que este lugar despertara la curiosidad de propios y extraños y se pusiera de moda.
La carretera, comenzó a ser practicable y, aunque inmersos en su vida tradicional, en Viscri comenzaron a aflorar alojamientos rurales, algún que otro mesón y las mujeres comenzaron a vender productos artesanos en la puerta de sus casas.
Así que, en pocos años, el turismo dio vida a una aldea que sigue conservando el color vívido de sus casas y su peculiar estructura con grandes portones de madera por el que acceden carretas y grandes vehículos dedicados a las labores del campo.
Antes de que esto ocurriera, como sucede con muchas otras iglesias fortificadas, ésta estaba cerrada y había que llamar a la persona de contacto para que la abriera. Hoy, sin embargo, su horario de apertura es regular y todo el pueblo se ha beneficiado del florecimiento de Viscri.
La aldea se remonta al asentamiento del siglo XII, cuando los Szeklers fueron traídos aquí para proteger la frontera oriental del reino. Construyeron una iglesia de piedra caliza de la que se dio el nombre a la localidad. Después de unos años, los Szeklers fueron trasladados a la frontera oriental y fueron reemplazados por campesinos sajones de origen germánico. El dialecto sajón es, después de un aislamiento de más de 800 años, todavía utilizado por los habitantes alemanes del pueblo.
La Iglesia Fortificada de Viscri
El principal atractivo del pueblo es la iglesia fortificada. Los sajones aprovecharon la pequeña iglesia construida por los Szekler en 1100 y la ampliaron, y a mediados del siglo XIII construyeron una torre al oeste de la capilla y levantaron la muralla perimetral.
La Fortificación
La iglesia, con el tiempo, quedó formada por la torre del homenaje (antigua vivienda-torre del líder de la aldea), la torre de la puerta, 2 bastiones y 2 torres de defensa, construidas para defenderse de los ataques turcos, según la costumbre típica de la Edad Media.
En el siglo XVI, las únicas partes no fortificadas eran aquellas en donde el terreno era más empinado y no era necesario cubrirlo con torres.
El conjunto impresiona por su gran número de torres y baluartes. La fortaleza es una de las más complejas y mejor conservadas de Transilvania, aunque su interior parece más pequeño que otros para acoger a población en tiempo de conflictos. Los muros son tan altos que la pequeña iglesia apenas se ve desde el exterior.
Los documentos más antiguos, el censo de la época, determinan la cantidad de personas que había en la aldea y que eran los que se alojaban en el interior en caso de ataques: 51 hogares, tres pastores, un maestro y dos pobres.
Para el uso eficiente de las armas de fuego, los baluartes, las torres y la muralla interior están equipados con diferentes orificios de disparo según la dirección desde la que se esperaba el ataque del enemigo.
La Iglesia
Durante los servicios, los lugares donde se sentaban los miembros de la comunidad estaban estrictamente determinados por sexo y edad, de modo que mujeres y niños se sentaban en el centro del banco. El mobiliario se conserva íntegramente, siendo los bancos de mujeres más cortos.
Las reglas sajonas establecían que los feligreses vestidos con ropa de trabajo debían sentarse por separado según el sexo y la edad, y a tal fin se dedicaban las galerías.
El principal atractivo de la iglesia es la pila bautismal labrada en piedra de un capitel románico del siglo XII que se dice que procede de la capilla Alba Ecclesia, primera iglesia de Viscri.
El Museo
Se estableció un museo en el bastión sur, en 2006, que exhibe lienzos, muebles, cerámica, libros litúrgicos, herramientas y equipos domésticos, todo lo cual refleja una imagen completa de la vida anterior de los sajones en Viscri. El vestido de fiesta sajón se ha mantenido sin cambios a lo largo de los siglos. La tradición del adorno se ha conservado mejor en las mujeres, que tiene un parecido sorprendente con la forma en que las mujeres flamencas usaban el velo en el siglo XV.
Datos útiles sobre la Iglesia Fortificada de Viscri
Horario de visita
Todos los días de 10:00 a 3:00 y de 14:00 a 18:00 horas
Entrada
8 lei (1,50€) adultos,
4 lei (0,80€) alumnos, estudiantes,
Gratis para los niños.
8 comentarios
Me ha encantado este lugar, tiene mucho encanto. Un abrazo
Esta iglesia es muy completa.
Un beso Asun.
¡Hola, Macarena! Si es que con un vecino como el príncipe Carlos… Si para algo sirven es para poner en el mapa pueblos tan encantadores como este que parecen trasladarnos a otro tiempo. Con gusto me perdía en él durante un mes para poder escribir a mis anchas, je, je, je… Un abrazo!
¿Te imaginas yendo a su casa a pedir una cabeza de ajo? Jajajajajajaja
La verdad es que es un sitio encantador.
¡Un abrazo!
Me gustan las fotos. No hay nada como que alguien conocido o famoso compre algo en un lugar que apenas se conoce , para que aumente el turismo. Al menos hizo bien al lugar. Esos campesinos me han recordado cuando vamos a Portugal.
Buen domingo. Cuidaros.
Un abrazo.
Pues sí, Laura, el Príncipe Carlos logró poner a Viscri en el mapa. De hecho, la carretera era impracticable hasta que él llegó.
Un abrazo, Laura. Tened mucho cuidado también vosotros.
Por las fotos veo que es una aldea preciosa. Parece un lugar de cuento. Un beso y feliz tarde de domingo Macarena ???
Es un sitio muy bonito, Vicenta. Ahora bien…hay que ser de allí para ver si realmente es tan encantador como lo vemos nosotras.
Un beso