Aunque Marrakech es una ciudad grande, la mayor parte de sus lugares de interés se concentran en la Medina, centro Histórico y parte antigua de la ciudad, por ello, es posible ver lo más significativo de Marrakech en tres días, entendiendo que en este tiempo no se puede pretender más que ver la ciudad sin hacer excursiones a los alrededores.

En el caso de querer hacer excursiones, habrá que realizar una planificación teniendo en cuenta dedicar al menos una jornada a cada una de las excursiones que vayamos a hacer, pero en este caso, nosotros hablamos de estrictamente excursiones a las zonas cercanas a la ciudad: las citaremos en nuestra siguiente entrada.

Para nosotros “una excursión al desierto” no es tan sólo una excursión, sino un “viaje” dado los kilómetros que hay que recorrer para llegar hasta allí. Por ello, en caso de que, como hacen muchos viajeros, vayáis a visitar las dunas de Merzouga combinándolo con una estancia en Marrakech, pensad que la distancia entre ambos lugares es la misma que hay de Madrid a Málaga y que, por otra parte, ni mucho menos la vais a recorrer en cinco horas y media. Quiero con ello decir que el desierto no es una zona cercana a Marrakech y que si vais, tendréis que planificar vuestro viaje con al menos una semana de duración.

Qué ver en Marrakech en tres días

Día 1: Kasbah de la Medina, Palacio de la Bahía y Mellah

El primer día, puede emplearse en visitar la parte sur de la Medina, que es la que concentra el mayor número de lugares de interés en el Centro de Marrakech.

Accedemos a la Medina por la Puerta Bab Agnaou para contemplar una obra de arte almohade del siglo XII considerada como la puerta que atraviesa las murallas de la ciudad antigua más bella de Marrakech.

Lo primero que haremos, será visitar las Tumbas Saadíes, que abren a las 9:00 de la mañana, para evitar las largas colas que se forman a lo largo del día.

En segundo lugar, y tras contemplar la Mezquita de las Manzanas de Oro, nos dirigiremos al Palacio El Badi para comprobar sus dimensiones, ver su Qubba, las piscinas de su patio, las galerías subterráneas y subiremos a la terraza a admirar los encarnados tejados de “La Ciudad Roja”.  También se puede visitar en El Badi el minbar de la Koutubia pagando el suplemento que se exige en la entrada.

Atravesando la Plaza de los Hojalateros, en la que ya estará el ambiente en ebullición, nos podemos dirigir al Palacio de la Bahía, considerado el Monumento más visitado de Marruecos, para disfrutar de sus estancias, sus jardines interiores y sus hermosos patios.

Después de comer –encontraréis algún restaurante decente en la zona- se podrá visitar el antiguo Barrio Judío, junto con la sinagoga Salat Alazama, el Mercado de las Especias y el Cementerio Miâra, muy bello al atardecer. Es mejor dejar estas visitas para la tarde, puesto que los lugares de interés cierran más tarde que el resto (siempre y cuando no coincidan con el Shabat).

Día 2: Jardines de Majorelle, Medina, Zocos, Tarde en el Palmeral y Noche en la Plaza de la Jemaa

El segundo día, deberíamos levantarnos también temprano para llegar a los Jardines de Majorelle no más tarde de las 9:00 (abren a las 8:00) o de lo contrario, habrá que soportar una cola casi kilométrica. Y, en ese caso, os aseguro que la visita no merecerá la pena con tanta espera.

Desde allí, nos podremos dirigir andando hasta la Medina, o bien, tomar una de las calesas que aguardan en la Avenida Yacoub El Mansour, a las puertas de los Jardines.

Recomendamos entrar atravesando la Plaza de los Siete Santos por la puerta de Bab Moussoufa, ya que en este espacio, además de decenas de taxis y furgonetas de transporte a diferentes destinos de las afueras de Marrakech, se monta un típico mercadillo de frutas y verduras.

Habrá que andar un poco, sin desviarse de la Calle Gza –luego Sidi Abd El Aziz- para llegar a la Medersa Ben Youssef, la Qubba Baroudiyine, la Fuente y la Mezquita Mouassine –la tercera almohade de Marrakech- y en todo caso, el que tenga más ganas de disfrutar de la tranquilidad de los Jardines de la ciudad, visitar Le Jardin Secret, también en el corazón de la Medina.

Es en esta zona también en el que la concentración de Foundouks es mayor, así que podrán verse unos cuantos en apenas un par de calles.

Tras la larga caminata disfrutando de los zocos y las tiendecitas, lo normal será desembocar en la Plaza de la Jemaa, desde donde, tras la comida, puede tomarse el transporte (taxi, bus o calesa) que nos lleve a conocer el Palmeral.

Lo mejor es negociar la ida y la vuelta, de manera que, con el atardecer retornemos a la Plaza de nuevo para disfrutar del magnífico ambiente dela Jemaa al caer el sol.

Día 3: Zocos y Jardines de la Menara

El último día será un día relajado. Hoy no hace falta levantarse tan temprano. Es más, se recomienda no hacerlo a riesgo de encontrar todo cerrado.

Aprovecharemos el día para ver lo que no nos haya dado tiempo, repetir la visita que más nos haya gustado y, en todo caso, callejear tranquilamente por el zoco para realizar compras.

Durante la tarde, o bien recorreremos andando los tres kilómetros que separan el centro de la Medina de los Jardines de la Menara o podremos coger un petit taxi para disfrutar de una visita relajada a este huerto urbano, su pabellón y su gran estanque.

Recomendación sobre dónde dormir en Marrakech

Son muchos los viajeros que eligen los Riads del interior de la Medina de Marrakech tanto por su tipismo como por la cercanía a los lugares de interés de la ciudad. Hay decenas de alojamientos de todas las categorías y precios y la verdad es que muchos de ellos son un remanso de paz y una auténtica preciosidad.

No es realmente una mala opción, pero no es la que solemos elegir nosotros cuando visitamos la ciudad, sobre todo, porque nos desplazamos en coche propio y sería imposible aparcarlo en esa zona.

En la parte nueva de Marrakech, en la zona de Gueliz existen también muchos alojamientos alternativos, más modernos y al uso con nuestro concepto de hotel que suponen también una opción extraordinaria para alojarse en Marrakech.

Sus principales ventajas podrían resumirse de la siguiente forma:

Permiten alejarte del permanente bullicio del centro de la Medina; si vas con vehículo propio, podrás encontrar aparcamiento; hay una buena y rápida red de transporte público que te permitirá llegar a la Plaza de la Jemaa en unos 10 ó 15 minutos; te posibilitará disfrutar de otros atractivos de Marrakech, como el buen ambiente nocturno que se vive en las cafeterías y restaurantes de Gueliz, y también podrás realizar compras en las principales cadenas de tiendas internacionales.